viernes, 23 de marzo de 2018

KURDISTÁN. Fallece la combatiente internacionalista argentina Alina Sánchez (Lêgerîn Çiya) 22/03/2018

KURDISTÁN. Fallece la combatiente internacionalista argentina Alina Sánchez (Lêgerîn Çiya)

La combatiente latinoamericana de las Unidades de Protección de las Mujeres (YPJ) Alina Sánchez (Lêgerîn Çiya) ha caído mártir en un accidente automovilístico. “Lêgerîn estaba llena de un gran compañerismo, de ánimo y entusiasmo, y estaba ligada al líder Apo (Abdullah Öcalan) con gran amor y conciencia”, expresaron desde las YPJ.
El Comando General de las YPJ emitió este jueves una declaración escrita en memoria de Alina Sánchez, quien había nacido en San Martín de Los Andes, Argentina, en 1986 y era egresada de la carrera de medicina, que estudió en Cuba.
En el comunicado, las YPJ calificaron a Alina Sánchez como “una buscadora de la verdad”. Además resaltaron que Lêgerîn (su nombre significa “búsqueda”) provenía del país del Che Guevara, en donde “creció en una cultura de la revolución” y por eso “fue que se unió revolución de Rojava”.
“La compañera Lêgerîn tenía pensamientos y sentimientos revolucionarios que combinaban la libertad y esperanza en el mundo”, en tanto que en las filas de la insurgencia “había estado construyendo lazos fuertes con todos los compañeros”, aseguraron.
Lêgerîn “salió de Argentina en una búsqueda, de acuerdo con el significado de su nombre, y se unió a la revolución de Rojava como una buscadora de la verdad, y esa búsqueda ilimitada e inexplorada la llevó a la revolución de Rojava”, indicaron desde las YPJ.
También recordaron que la internacionalista argentina estuvo en las filas de la revolución “durante varios años y trabajó en los servicios médicos”. “Ella había salvado la vida de innumerables camaradas heridos. Con gran sacrificio, moral y entusiasmo, cuidó de las necesidades médicas de sus camaradas. A pesar de eso, el camarada Lêgerîn siempre quiso estar en los primeros frentes en la batalla. Ella estaba llena de una gran moral y entusiasmo revolucionarios. Ella estaba ligada al Líder Apo con gran amor y conciencia. La camarada Lêgerîn tuvo una vida significativa y disciplinada, y pensó que todos sus servicios para la lucha revolucionaria no eran suficientes, y siempre se esforzó por lograr la máxima participación en la revolución”, expresaron las YPJ.
Al finalizar el comunicado, las Unidades de Protección de las Mujeres manifestaron su compromiso en continuar los pasos de Alina Sánchez, y luchar “hasta el final y crear una vida libre”.
“Si es necesario, convertiremos nuestros cuerpos en escudos contra el sistema de tiranía para llevar a la realidad los sueños de los compañeros martirizados que lucharon con la filosofía de la emancipación de las mujeres. Aumentaremos y continuaremos nuestra lucha hasta el final contra el sistema que considera que la masacre de mujeres para defender su poder es un derecho. Prometemos una vez más que marchemos en el camino de nuestros camaradas. La camarada Lêgerîn nunca morirá, ella siempre vivirá en nuestra lucha”.

(Kurdistán América-Latina)
Nos vemos en la lucha, Alina
¿Cuándo escuché, Alina, tu nombre por primera vez? Fue allá por el 2013, en medio de las montañas de Qandil, cuando nuestro amigo Mehmet me dijo que tal vez venías. Después de eso, todo fue una incógnita hasta que te conocí. De vos sólo sabía que eras de Córdoba, ese territorio donde se ondulan las palabras. También sabía que habías estudiado medicina en Cuba. Con el tiempo supe que en la tierra del herrero Kawa y de las heroicas mujeres kurdas te llamabas Lêgerîn.
Ya ni me acuerdo cuándo nos vimos por primera vez. Sé que estábamos con varias compañeras y compañeros, que nos presentaron, que hablamos sobre Ale Haddad, y que me preguntaste qué tal la había pasado en Qandil. Resumí mi fascinación por ese viaje. Sí recuerdo que te comenté que había conocido a Cemil Bayik, y entonces vos abriste los ojos bien grandes y me dijiste: “¿Estuviste con Yuma?”. “Sí –te contesté-. Es el señor de la nariz grande, ¿no?”. Y nos reímos, vos con un poco más de discreción, pero eran risas al fin.
Charlamos varias veces. En tu último y fugaz paso por Argentina nos reunimos y te escuchamos contar sobre Rojava, las esperanzas, los sueños de los kurdos y las kurdas. Te preguntamos de todo. Nos explicaste cómo estaban tratando de refundar el sistema de salud y te escuché asombrado cuando me dijiste lo que habías sentido al entrar, con las YPG/YPJ, a algunas de las aldeas liberadas de ISIS en Raqqa. “Es todo muy loco”, me contaste, con una frase tan de este sur como vos. “Era todo muy oscuro, una enajenación terrible”, resumiste sobre lo que habían generado los terroristas de ISIS en los pueblos que controlaban y que las YPG/YPJ liberaron.
En esos días también nos preguntabas a todos cómo veíamos la situación, acá en Argentina y en América Latina. Nuestras respuestas oscilaban entre describir una realidad cruel e injusta, y las esperanzas que se sostienen en la lucha cotidiana.
En tu último paso por esta tierra del sur del mundo fuimos a marchas y a charlas; comimos pizza, disfrutamos de los manjares que nos cocinó Erol mientras discutíamos, festejamos con compañeras y compañeros el Newroz y disfrutamos de la música y de la voz de Sosin, que había viajado para compartir con nosotros las más lindas melodías de Kurdistán.
Ayer me avisaron que algo te había pasado. Ayer, 21 de marzo, cuando todo el pueblo de Kurdistán celebra el Newroz, como lo hicimos nosotros el año pasado en Buenos Aires. Hoy leo las noticias. Que fue un accidente de auto, que ibas a Hesekê para seguir organizando un nuevo sistema de salud que se construye, pese a la guerra, en toda Rojava. Al palo, flaca, siempre al palo. Desde allá nos dicen que nunca alcanzan los días para cumplir con todas las tareas de la revolución. Y eso ahora lo entiendo en toda su magnitud.
¿Qué te voy a decir, Alina? Que con tu lucha sembraste, como tantos miles en Kurdistán y en el mundo, otra semilla de rebeldía en la tierra fértil de la revolución. Que no existe la palabra justa y perfecta que resuma tanta rabia y dolor que ahora sentimos muchos de los que te conocimos. Que lo único que nos queda a nosotros, los condenados de la tierra, es regar lo que vos y miles de luchadores y luchadoras siembran todos los días.
Hasta la victoria siempre, compañera…

(Leandro Albani / Kurdistán América Latina)




Lee y Comparte. Ayuda a que la contrainformación llegue a más personas.Share on FacebookShare on Google+Tweet about this on TwitterShare on LinkedInShare on RedditEmail this to someone

No hay comentarios:

Publicar un comentario