sábado, 30 de noviembre de 2019

“Mirar a Chile nos da esperanza en Brasil”: Nivia Regina Da Silva, de la Brigada del MST en Cuba Especiales Solidaridad Entrevistas Solidaridad con Cuba 29/11/2019

Nivia Regina Da Silva es miembro del MST (Movimiento de Trabajadores sin Tierra de Brasil). Nos habla de la Brigada Internacionalista del MST en Cuba, que intercambia con organizaciones cubanas experiencias de agroecología y educación popular, de la libertad de Lula y de la situación en Brasil.


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Encuentro Antiimperialista de Solidaridad, por la Democracia y contra el Neoliberalismo. La Habana, 1 al 3 de noviembre de 2019.

jueves, 28 de noviembre de 2019

¿Por qué protestan? Por Ángel Guerra Cabrera por La pupila insomne

A raíz de la extensión por gran parte la geografía nuestroamericana de radicales protestas sociales, a veces gigantescas, los llamados expertos en los medios hegemónicos tratan de encontrarles una explicación. Que la desigualdad y la pobreza son asignaturas pendiente en América Latina y el Caribe, que la llamada clase política está divorciada de la población, que existe un déficit democrático, que no hay un robusto sistema institucional y ello favorece la corrupción y la impunidad, que la generalizada falta de oportunidades de estudio y trabajo para los jóvenes crea gran inconformidad; que las nuevas tecnologías de la información han interconectado al planeta, hecho que crezca la expectativa de vivir mejor y que existe una incapacidad de los gobiernos para satisfacerla. En realidad, todos estos problemas existen y originan grandes injusticias o conflictos, pero son efectos, indudablemente perniciosos, generados por otros problemas mayores de tipo estructural. Se insiste en la imposibilidad de llegar a un diagnóstico general sobre lo que está ocurriendo. Es cierto que hay problemas diversos. Cada país tiene problemáticas particulares que requieren recetas propias para su solución. Pero eso no significa que no haya flagelos estructurales que sufren por igual países como México, Haití, Honduras, Colombia, Chile, Perú, Argentina, por solo mencionar aquellos donde recientemente los pueblos se han rebelado contra el estado de cosas existente, haya sido mediante el voto -México y Argentina- o con enérgicas manifestaciones en las calles en reclamo de sus derechos humanos y en repudio al sistema dominante que los conculca.
El grave problema metodológico que tiene achacar solo a los mencionados problemas el drama de los pueblos latinocaribeños es que obvia el primerísimo y más acuciante dato que yace en su origen: la subordinación de nuestras economías, finanzas, tecnología y modelos políticos al sistema mundial de dominación del imperialismo, capitaneado por Estados Unidos. Ello tiene un correlato inmediato en la aplicación a las naciones de Nuestra América de los patrones de acumulación capitalista vigentes en cada etapa histórica. Es necesario insistir en que, desde que fuera impuesto en los setenta a sangre y fuego en el Chile de Pinochet, este patrón de acumulación es el modelo neoliberal, rápidamente extendido y aplicado con particular crudeza en las décadas siguientes en nuestra región, con excepción de Cuba, donde Fidel y su pueblo se negaron rotundamente a aceptarlo. Otro correlato es la ola fascistizante mundial que emana de la crisis de hegemonía de Washington y su temor a dejar de ser el hegemón único. El neoliberalismo implicó, e implica, un saqueo descomunal del fruto del trabajo de  nuestros pueblos mediante el cobro de la deuda externa; la privatización entre amigochos de las empresas y bienes públicos;  la dictadura del Fondo Monetario Internacional sobre las economías y la vida de las personas, reforzado por el sofisma de la independencia de los bancos centrales; el libre flujo de capitales especulativos, que ha arrasado reiteradamente economías nacionales; el achicamiento y privatización de las dependencias gubernamentales anteriormente dedicadas a servicios públicos, mientras crecen desmesuradamente las fuerzas de seguridad y sus presupuestos; la socialización de las pérdidas del capital, ergo el “rescate” de los bancos; la contención salarial y la privatización de los fondos solidarios de pensiones, que ha conducido al deterioro perenne de los ingresos de los trabajadores y de los jubilados; falta de oportunidades de estudio y desempleo ascendente, que canceló la movilidad social; desmantelamiento del campo, pérdida de la soberanía alimentaria, entronizamiento de la comida chatarra y crisis galopante de salud pública. Agresión sistemática a los ecosistemas por la minería, la agricultura intensiva y los proyectos sin cuidado ambiental. En síntesis, se trata de una cada vez mayor transferencia de riqueza hacia el 1 por ciento mediante un despojo sin límites a la abrumadora mayoría y una agresión a la vida, humana y de las demás especies.  
Es esta tragedia de grandes proporciones la que explica las explosiones sociales que como un huracán recorren nuestra región, aunque también se prefiguran en los países ricos. No es casual que la más extraordinaria, creativa y, ferozmente reprimida, sea la chilena, allí donde supuestamente se logró el mayor éxito económico y la democracia más madura. Pero la represión, cada vez más cruda, se enseñorea donde quiera que hay insubordinación como ha ocurrido recientemente en Ecuador, Colombia y Bolivia. Aunque Honduras sirvió de conejillo de Indias de este cruel ciclo represivo desde el golpe de Estado contra el presidente Zelaya. El caso de Bolivia es extremadamente escandaloso pues allí la rebelión popular es contra un golpe de Estado fascista de manufactura estadounidense que pretende cercenar el más exitoso modelo de desarrollo económico, justicia social y democracia política de nuestra región.
Twitter: @aguerraguerra

José Daniel Ferrer: ¿Torturado o torturador? (+ videos). Por José Manzaneda por La pupila insomne

La represión policial a las protestas contra el golpe de estado en Bolivia ha causado ya 33 muertes. 83 personas han fallecido en Haití, 25 en Chile, 7 en Ecuador y 3 en Colombia en las movilizaciones contra las políticas neoliberales (1). Hay miles de personas heridas y detenidas y cientos de denuncias por violación y tortura (2).

Pero la prensa corporativa prefiere llenar sus páginas con el caso de la detención del “disidente” cubano José Daniel Ferrer y las denuncias del Departamento de Estado (3) y la OEA (4).

Ferrer es el líder de UNPACU (5), grupo financiado desde la Fundación Nacional Cubano Americana, entidad creada en Miami, en 1981, por Ronald Reagan (6). Algo que reconocía en un debate televisivo (7): “¿A Vd. quién lo financia?”, le preguntaba la presentadora. “(Tenemos) varias fuentes –respondía Ferrer-. Una, una organización de acá (Miami), llamada Fundación Nacional Cubano Americana”. “La Fundación Nacional Cubano Americana –aclaraba su contertulio, el periodista Edmundo García- recibe dinero del Gobierno de EEUU y así lo canaliza a Vds. Por tanto es dinero del Gobierno de EEUU, algo totalmente ilegítimo. Si eso que Vd. recibe allá, en Cuba, que le envía el Gobierno de EEUU, fuera al revés, si alguien mandara dinero para acá, a través de una organización, siendo procedente de un gobierno cualquiera, el ruso, el chino o el cubano, iría a la cárcel. E iría a cumplir la prisión completa por 30, 40 o 50 años. Porque eso se llama delito de mercenarismo”.
Louise Tillotson, representante de Amnistía Internacional, hacía una curiosa defensa de Ferrer, al reconocer que su “activismo” es en “apoyo a las medidas emprendidas por el presidente Trump” contra Cuba (8). Medidas –recordemos- que, hoy, están provocando en la Isla desabastecimiento de productos y restricciones eléctricas y de transporte (9). Apoyar la guerra económica de una potencia extranjera, en cualquier país del mundo, es un delito duramente penado (10).
Pero no. José Daniel Ferrer no fue detenido por esa razón. Lo fue por el secuestro y las lesiones causadas por una paliza, el 20 de septiembre, al ciudadano cubano Sergio García, denunciante de los hechos (11).
La prensa corporativa repite las mentiras de la Embajada de EEUU y de los grupos “disidentes” que apadrina y financia: que Ferrer estuvo “desaparecido” (12), que fue “torturado”, que el “régimen” introdujo un sicario con arma blanca para asesinarlo, que no se le facilitan medicamentos... Toda la dramaturgia del horror de las “mazmorras” del “castrismo”… (13)
Mientras, en Miami, los “democráticos” seguidores de Ferrer apoyaban el golpe de estado y la dictadura impuesta en Bolivia y anticipaban –por enésima vez- "un efecto dominó" sobre Cuba (14).
Desde el Parlamento Europeo, su vicepresidenta para América Latina, Dita Charanzová, lanzaba viejas amenazas: el recién firmado “Acuerdo (europeo de Cooperación) con Cuba” debe ser –decía- un “instrumento de presión” para la liberación de un “hombre admirable” (15).
Un “hombre admirable" cuyo historial de violencia es completamente silenciado por la prensa. Así legitimaba el propio Ferrer una de tantas agresiones cometidas contra supuestos “compañeros de filas”: “Enfrenté al difamador y calumniador Roberto Ayala, y como no me gusta -ni quiero- ser político a lo tradicional, lo saqué de aquí a puñetazos. Me tomé el problema para mí y lo saqué de aquí a puñetazos” (16). 
En cualquier caso, su principal delito es otro. Porque… ¿tendría en otro país espacio público –en las calles y en los medios- alguien que legitima y apoya el bloqueo económico de una potencia, y lo hace con el dinero que esta le entrega (17)? La respuesta es clara: en cualquier otro lugar del mundo, hace años que el mercenario José Daniel Ferrer estaría ya condenado… y en la cárcel.
José Manzaneda, coordinador de Cubainformación.

jueves, 21 de noviembre de 2019

Bolivia: Terrorismo de los golpista paramilitares contra el pueblo


Corrupción: Florentino Pérez El exconsejero de Florentino Pérez estuvo en tratos con Villarejo al menos hasta 2015


Florentino Pérez El exconsejero de Florentino Pérez estuvo en tratos con Villarejo al menos hasta  2015

Manuel Delgado Solís mantuvo la confianza del presidente del Real Madrid incluso estando implicado en la trama Gürtel, acusado de crear un entramado para el blanqueo de capitales. Sin embargo, su relación con el ex comisario ahora en prisión le ha obligado a presentar su dimisión y a abandonar sus puestos de consejero en Dragados y ACS. La causa del pequeño Nicolás desveló que mantenían contacto en momentos muy delicados, a finales de 2014. 

El presidente de ACS, Florentino Pérez. REUTERS/Juan Medina



Entró en ACS en representación de 'Los Albertos', Cortina y Alcocer, y desde entonces se convirtió en uno de los consejeros de confianza del presidente, Florentino Pérez, que le ha mantenido a su lado también en Dragados a pesar de que Manuel Delgado Solís estaba imputado en Gürtel. 
Pero el comisario José Manuel Villarejo se ha llevado por delante al también socio del exministro de Defensa, Pedro Morenés; de la exministra de Exteriores, Ana Palacio, y del exvicepresidente de Repsol y también imputado en Gürtel por blanqueo de capitales, Ramón Blanco Balín. Una conversación en 2009 del policía le sitúa como el topo que utilizó el lobby de socorristas del Ministerio del Interior para la investigación que le había encargado el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, cuando Florentino Pérez intentó dar el salto a la eléctrica. 
Solís presentó el lunes por la mañana su dimisión ante el consejo de ACS, que fue admitido y comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) por la tarde. El motivo: unas conversaciones de hace diez años que no constan en el sumario de Tándem y que salen de la cosecha que Villarejo dejó preparada antes de ser detenido y enviado a prisión, según dejó grabado en uno de los audios que sí están incluidos en el sumario que instruye la Audiencia Nacional y Anticorrupción. Además, el lunes el dueño de Moncloa.com, digital que saca los audios junto a El Confidencial, fue imputado en la causa Tándem por extorsión a Iberdrola.  
Sin embargo, hay otras llamadas más recientes; por ejemplo, las que aparecen entre Delgado Solís y el comisario en el sumario del pequeño Nicolás durante octubre de 2014. En esa causa se investigaba un posible blanqueo de capitales a través de la Hacienda La Alamedilla con un banco de Guinea Ecuatorial. La finca era propiedad, junto a otros socios, de otro hombre del Ibex-35, ex cuñado de Alberto Alcocer y socio del comisario Villarejo, Adrián De la Joya. 

Delgado, Pérez, Guinea Ecuatorial y el caso Castor

Los intereses que unían a Delgado Solís con el comisario Villarejo podrían encuadrarse en la causa Gürtel. El policía seguía en activo y el consejero de ACS, imputado por su "relevante contribución al diseño de actos con apariencia de delictivos", según el auto de la Audiencia Nacional. Este es el motivo con el que justifica la llamada de 2009 hecha pública el lunes, pero en el sumario de la causa Tándem Villarejo menciona en varias ocasiones a Florentino Pérez en conversaciones de 2017, incluso hay un informe de él en la pieza de Guinea Ecuatorial donde cita a un colaborador de Delgado Solis, el experto en seguridad Fernando Muniesa -hay quien asegura que es ex agente del CNI-, y también la relación del presidente de ACS con la oposición guineana de Severo Moto, a la que dice que financiaba. 
Teodorin Nguema Obiang, hijo del Presidente de Guinea Ecuatorial y vicepresidente a cargo de Seguridad y Defensa del país, llega al estadio de Malabo para las celebraciones de su 41 cumpleaños JEROME LEROY / AFP
Este informe que consta dentro de la pieza principal de Tándem, y que se denomina King, está realizado por Villarejo y el comisario Carlos Salamanca para una de las facciones de la familia del dictador Teodoro Obiang, la de su hijo mayor que controla la compañía del petroleo, Gepetrol, además de otros sectores energéticos, precisamente el que anhelaba Pérez cuando supuestamente fue espiado por Iberdrola.  
Pero podría haber otros motivos. Por ejemplo, el 14 de octubre de 2014 hacía sólo diez días que se había abierto la causa Castor en el juzgado de Vinaroz, donde se persona inmediatamente como acusación popular la asociación de Villarejo, Transparencia y Justicia. En estos momentos, la investigación de la Audiencia Nacional apunta a que Villarejo utilizaba esa asociación para ejercer en ocasiones una "defensa encubierta" en pro de los intereses de sus clientes o para poder negociar con ellos al crearles problemas de "espanto" 

Tan estrecho es el vínculo entre Société Générale, Florentino Pérez y Granados que el presidente del Real Madrid tuvo que declarar en la Púnica, causa que afecta al ex vicepresidente madrileño

Para eso se servía, según recogen informes policiales y otras conversaciones, del comisario José Luis Olivera, director entonces del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO) y a quien Villarejo llamó la misma tarde que a Delgado Solís en octubre de 2014. Olivera fue cesado de su puesto y, tras un año en el Consejo Asesor de la Policía, fue fichado recientemente por Luis Rubiales, como director de Seguridad de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). 

Torre Picasso, la obra de los Albertos que une a todos

Las relaciones entre Villarejo y los Albertos se remontan a los años 90 cuando el comisario pide la excedencia de la Policía y se culmina la construcción de Torre Picasso, como confesó el propio comisario en una comida con Público. Ahí está el centro neurálgico del grupo Cenyt, en la planta novena dentro de las oficinas del banco francés Société Générale, presidido por Donato González. Este fue jefe de otros dos "amigos" del comisario, Francisco Granados, ex consejero con Esperanza Aguirre (PP) e Ignacio López del Hierro, constructor y marido de la ex secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, que también hicieron encargos a Villarejo. 
Tan estrecho es el vínculo entre Société Générale, Florentino Pérez y Francisco Granados que el presidente del Real Madrid tuvo que ir a declarar a la causa Púnica que afecta al ex vicepresidente de la Comunidad de Madrid. En 2012, el banco que preside Donato González refinanció a Pérez en una operación que no quería asumir ningún otro banco y así lo ha seguido haciendo a lo largo de los años. 
En la conversación, Villarejo dice ser gran amigo de José Luis Alcocer, consejero delegado de Prosegur, a quien ayudó a diseñar la seguridad de Torre Picasso en Madrid, promovida y construida por Alberto Alcocer y Alberto Cortina. Además, los Alcocer son ex cuñados del socio de Villarejo, Adrián de la Joya. 
El comisario Villarejo y Joaquín Arespacochaga en uno de las comidas durante su viaje a Arabia Saudí.
Los Albertos colocaron de consejeros en la nueva ACS a dos hombres, Manuel Delgado Solís y  Javier Monzón, hombre del Banco Santander, actual presidente de PRISA y con quien De la Joya trabajó en su época al frente de Indra. 

En 2012, el banco que preside Donato González refinanció a Florentino Pérez en una operación que no quería asumir ningún otro banco y así lo ha seguido haciendo a lo largo de los años

Société Générale, por su parte, es el banco que suele utilizar Florentino Pérez para refinanciarse. Además, Pérez mantiene una sociedad en la Operación Chamartín con la familia del último alcalde franquista, Juan Arespacochaga, de quien fue concejal de Medio Ambiente en el Ayuntamiento de Madrid y quien le colocó en la presidencia de ACS, ya que fue uno de sus fundadores. El hijo de Arespacochaga, Joaquín, está también vinculado al comisario Villarejo y a Adrián de la Joya, con quienes ha viajado a Arabia Saudi, como demuestran las fotos desveladas por Público, al igual que Enrique Maestre Cavanna, abogado de su despacho.

La noche de los fachas vivientes


Bolivia: Golpe paramilitar de Estado sanguinario


Bolivia: Golpe de Estado la mayoría de los diputados del Parlamento legitimo y legal llama al dialogo al gobierno golpista de facto


Bolivia: Golpe de Estado sangriento en Bolivia por los militare, paramilitares y policías con peleles pliticos dirigidos por la Cia yanquis


domingo, 17 de noviembre de 2019

La tradición de lucha y la organización ancestral de la base social de Evo Morales no han dicho la última palabra. Por Iroel Sánchez por La pupila insomne

Evo Morales no es un político tradicional, tampoco un militar, se forjó como líder en los sindicatos y los movimientos sociales que tuvieron que enfrentar por largo tiempo represiones y dictaduras en el país que tal vez haya sufrido más golpes de estado en todo el planeta.

Cualquiera que conozca cómo funcionan los sindicatos y las juntas vecinales en Bolivia sabe de su democracia interna, de cómo someten a asamblea todos los asuntos en su larga historia de movilizaciones, resistencias y huelgas donde no pocos de sus integrantes han dejado la vida.
Es en esa cultura de lo colectivo, de la lucha social, de la negociación y de no decidir unilateralmente ningún asunto donde creció Evo Morales hasta convertirse en un estadista de talla mundial. Desde esa perspectiva renovó la política boliviana con una Asamblea Constituyente, nuevas instituciones, nuevas leyes y nuevas políticas que beneficiaron a todos los bolivianos y bolivianas, incluyendo los más ricos. Con él fueron muchos menos los pobres pero también los ricos se hicieron más ricos.

Su gestión económica fue muy exitosa, tanto que convirtió al segundo país más pobre en América en el de mayor crecimiento económico. Su política exterior estuvo abierta a todos, y la radicalidad de su discurso antiimperialista y anticapitalista no le impidió asistir a la toma de posesión de Jair Bolsonaro y dirigirse a él como "hermano presidente".
Su confianza en la verdad y la democracia es tal que, cuestionadas las elecciones en que recibió el 47% de los votos y 10% de ventaja sobre su más cercano adversario, convocó nada menos que a la proestadounidense Organización de Estados Americanos para que hiciera una auditoría, y ante la recomendación de esta de repetir las elecciones la aceptó, luego de consultar con la Central Obrera y el Pacto de Unidad conformado por diversas organizaciones sociales del campo y la ciudad, suspendió para renovarlo el Tribunal Supremo Electoral, y antes llamó a un diálogo con todos los partidos con representación parlamentaria que sus enemigos -quienes lo tildad de dictador- rechazaron.

A trece años de gobierno, algunos olvidaron la Bolivia empobrecida y con racismo institucionalizado anterior a Evo pero otros la desean de regreso. El eco de un referendo manipulado y descalificado judicialmente por la infame mentira de adjudicarle un hijo falso y abandonado se vuelve a enarbolar contra su reelección. Pero lo único real es que una vez más la oligarquía sólo respeta las reglas de su democracia cuando vence con ellas, de lo contrario da un golpe de estado. 
Ante el riesgo de un baño de sangre por la negativa de la policía a velar por el orden y el llamado de los militares a que renunciara, Evo prefirió deponer su cargo pero sin arrepentirse de nada, y recordando el deber de los militares y de quienes lo adversan de proteger al pueblo y detener la ola de violencia fascista contra sus compañeros y partidarios que ya son objetivos de la violencia extrema. Sus últimas palabras fueron "la lucha sigue".

En un análisis crítico sobre los retrocesos de los gobiernos de izquierda en Latinoamérica, realizado en junio de 2016 en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, el Vicepresidente de Evo, Álvaro García Linera, analizó brillantemente resultados, debilidades y perspectivas de esos procesos, revelando una profunda comprensión de lo desafíos que deben enfrentar los procesos de emancipación popular en el continente. García Linera acudió allí al Lenin de la Nueva Política Económica para acertadamente plantear la necesidad de prestar a la economía la mayor atención. Sin embargo, el Lenin de El Estado y la Revolución parece no haber sido tomado en cuenta en ese análisis:
“…al llegar a un cierto grado de desarrollo de la democracia, ésta, en primer lugar, cohesiona al proletariado, la clase revolucionaria frente al capitalismo, y le da la posibilidad de destruir, de hacer añicos, de barrer de la faz de la tierra la máquina del Estado burgués, incluso la del Estado burgués republicano, el ejército permanente, la policía y la burocracia, y de sustituirlos por una máquina más democrática, pero todavía estatal, bajo la forma de las masas obreras armadas, como paso hacia la participación de todo el pueblo en las milicias.”
Esta no es la hora de criticar, ni de señalar errores, cuando los compañeros bolivianos y sus líderes necesitan y merecen toda nuestra solidaridad. Sólo vale referirse a ello porque la maquinaria que adversa a la Revolución cubana y propone la cada vez más desacreditada democracia representiva para Cuba lleva años insistiendo en sustituir con ella la institucionalidad revolucionaria que impide que aquí pueda ocurrir algo así. Ver a unos implicados en el golpe, otros intentando una equidistancia imposible, pero todos atacando a Evo hasta llegar a la burla mediocre en las redes sociales confirma que jamás representarán al pueblo cubano cuya profunda cultura política lo hace estar unanimente del lado de los humildes de Bolivia.
Indefensas ante su enemigos de clase, con las instituciones armadas al servicio de la oligarquía y el imperialismo, un poder mediático nacional y global que los demoniza y unos movimientos sociales sin la capacidad movilizativa de cuando peleaban en la calle los derechos que Evo conquistó para ellos, no es muy esperanzadora la situación actual de las fuerzas que encabezara el primer Presidente indígena en Suramérica. Pero la tradición de lucha y la organización ancestral de esa base social no han dicho la última palabra. 

(Versión ampliada de artículo en Al Mayadeen)

Evo, el golpe y México. Por Ángel Guerra Cabrera por La pupila insomne

Evo, el golpe y México. Por Ángel Guerra Cabrera

por La pupila insomne
El recibimiento de Evo Morales como refugiado político por el gobierno de AMLO hace resplandecer la política exterior mexicana de soberanía, autodeterminación y asilo a los perseguidos políticos en proceso de rescate por el tabasqueño. Fue emotivo escuchar a Evo expresar “López Obrador me salvó la vida”. Y es que en realidad, su vida pendió de un hilo desde que los principales jefes militares y policiales golpistas de Bolivia le “sugirieron” renunciar hasta que pudo abordar el avión de la Fuerza Aérea Mexicana que lo trajo al Anáhuac.  Durante las décadas neoliberales la diplomacia de México fue gradualmente perdiendo independencia y se subordinó a los designios de Washington.  Sobresalen en aquella época las desleales actitudes   del presidente Ernesto Zedillo en relación con Cuba, antes y durante la IX Cumbre Iberoamericana celebrada en La Habana(1999); el grotesco “comes y te vas” del presidente Vicente Fox a Fidel Castro, que puso en el más absoluto ridículo al guanajuatense(2002). Luego vendría el triste papel, otra vez de Fox, de enfrentarse junto a Bush a la mayoría de América Latina y el Caribe en un desafortunado intento de defender el neoliberal Acuerdo de Libre Comercio para las Américas(ALCA), derrotado ignominiosamente en Mar del Plata(2005) por una insubordinación de los presidentes progresistas dentro de la Cumbre de las Américas, principalmente Néstor Kirchner, Hugo Chávez, Lula da Silva y Tabaré Vázquez.  Mientras, en las calles, protestaba contra el intento bushista una gran movilización convocada por los movimientos populares, cuyo líder más notable era Evo Morales, entonces por llegar a la presidencia de Bolivia. Pero tal vez nada colocó al Estado mexicano en una tesitura tan bochornosa y obsequiosa hacia Washington   como su ingreso al Grupo de Lima(2017) y el haber asumido una actitud de abierta hostilidad hacia Venezuela bolivariana durante el gobierno de Enrique Peña Nieto.  
El golpe de Estado contra Evo va dirigido a liquidar un proyecto social extraordinariamente exitoso en nuestra región por sus logros de participación política democrática, cuya expresión más elevada es la creación del Estado Plurinacional de Bolivia, el que acogió en su seno a todos los pueblos originarios de Bolivia.  Añádase el fin del analfabetismo, la igualdad de derechos para las mujeres, que ocupan la mitad de los cargos de elección popular, incluyendo entre ellas un 63 por ciento de mujeres indígenas. Sorprendente, en los 14 años de Evo, Bolivia, de ser el país más pobre de América del sur pasó a lograr la mayor taza de crecimiento económico de toda América, aunada a una inigualable reducción de la desigualdad, la pobreza extrema y la pobreza.  El gran desempeño económico, social y de estabilidad de este modelo, a contramano del neoliberal, ha sido una pesadilla para Estados unidos y las derechas locales. Ello explica que el golpe se haya planeado con más de un año de antelación y puestas en marcha sus distintas fases desde entonces. Evo expulsó de Bolivia a la DEA, a la AID y al embajador Phillip Golberg, pero el personal de la CIA estacionado en la embajada continuó atando los hilos de una conspiración muy abarcadora, que va desde políticos genocidas y ladrones como Carlos Mesa y Jorge Quiroga(exiliado en Estados Unidos para escapar a la justicia boliviana), hasta los ricos empresarios fascistas, separatistas y racistas de Santa Cruz de la Sierra, herederos ideológicos de los líderes que en su departamento intentaron una asonada golpista contra Evo en 2008.  Estos fascistas iniciaron en Santa Cruz una espiral de atropellos a indígenas y militantes del MAS, partido de Evo, que en casos llegó al asesinato, y que en los días previos al golpe trasladaron a La Paz. Allí, además de repetir las agresiones racistas contra indígenas profanaron y quemaron banderas wiphalas, que representan a los pueblos indígenas y constituyen un símbolo nacional reconocido por la Constitución.
Estos hechos han enfurecido a la población originaria y a muchos mestizos, algunos de los cuales comienzan a darse cuenta de lo que significa la ausencia de Evo y un eventual desmantelamiento del proceso de cambios como los vistos en Ecuador y Argentina, que les arrebataría todos los derechos adquiridos con la Asamblea Constituyente y el Estado Plurinacional.  Esa es la intención que se aprecia de los golpistas. Ya comienzan a llamar al país república en lugar de Estado Plurinacional. Con la ilegal autoproclamación como “presidenta constitucional” de la senadora opositora Janine Áñez esta situación no puede más que agravarse. La autoproclamada ya ha sido reconocida por los mismos gobiernos que reconocen al títere Guaidó, incluidos los de la obsecuente Unión Europea. Se trata de una persona con profundos prejuicios racistas, que por eso mismo, por la clase social a la que pertenece y sus antecedentes sumamente conservadores complace a la oligarquía y a Estados Unidos pero nada a los indígenas y al pueblo boliviano, sean simpatizantes o no de Evo.  La resistencia ya comenzó.
Twitter:@aguerraguerra

Una postura trotskista ¿Qué fue la URSS? Benito Toribio Morales Rebelión. 16-11-2019


Hay una campaña que no cesará en este 30 aniversario de la caída del muro de Berlín para desprestigiar al marxismo. El estalinismo quiere ocultar que la burocracia estalinista entregó los Estados obreros a Wall Street y al capitalismo mundial.

Hay una relación directa entre que la derecha utilice al marxismo para identificarlo con el mal y que el estalinismo confunda a la clase trabajadora diciendo que regímenes como el de Stalin, Ceausescu, los Jemeres Rojos, Enver Hoxha, Kim Jong-un o Xi Jinping son comunistas o socialistas.

Con “El estado y la revolución” y “La revolución traicionada”

Una coalición antimarxista entre la burguesía imperialista, la socialdemocracia y el estalinismo (en todas sus variantes: post-eurocomunistas, neo-eurocomunistas, ultraestalinistas,…) ha hecho todo lo posible por identificar el comunismo con el estalinismo.

Quien no entiende lo que pasó en el siglo XX está incapacitado para analizar el presente y el futuro. Quienes confunden el binomio dictadura del proletariado-democracia obrera con la dictadura de una casta estalinista sin democracia obrera tergiversan el marxismo.

Los marxistas debemos defender lo que teorizaron los líderes de la Revolución de Octubre, Lenin y Trotsky, en sus obras “El Estado y la Revolución” y “La Revolución traicionada”. Quien no ha leído, estudiado y asimilado estas obras no es marxista.

La teoría estalinista del “Socialismo en un sólo país” y los pactos de coexistencia pacífica con el capitalismo que postuló el estalinismo explican el hecho de que la misma burocracia estalinista se convirtió en los grandes capitalistas, tras la caída de la URSS.

La derrota que significó la restauración del capitalismo en los ex-Estados obreros burocráticamente degenerados a finales de los 80 y principios de los 90, a diferencia de la derrota heroica de los comuneros de París en 1871, no dejó orgullo revolucionario sino una estela de desmoralización.

Definir el estado desde un punto de vista de clase

La Revolución Traicionada constituye uno de los más grandes estudios de teoría marxista del Estado que se hayan escrito.

Nos habla de las contradicciones del Estado Obrero ruso en su etapa de degeneración burocrática, en una URSS donde, por cierto, Stalin montaba la farsa de los Procesos de Moscú, poniendo en el banquillo de los acusados a la que había sido la plana mayor de la Revolución rusa.

En esta obra, León Trotsky analiza la formación de la burocracia estalinista, los zigzags de su política y la tergiversación que hizo de la teoría marxista para adecuarla a sus necesidades políticas. Y lo hace de un modo en el que, en sus primeros capítulos, hace una defensa a ultranza de las ventajas de la planificación económica de la URSS.

Trotsky combatió en este libro tanto a las tendencias que igualaron la defensa de la URSS a la defensa de Stalin como las opuestas, las que cuestionando el régimen estalinista negaron las conquistas de la revolución y el carácter obrero del Estado.

Lenin y Trotsky vs estalinismo

Este libro deTrotsky, el fundador del Ejército Rojo, representa una continuación de El Estado y la Revolución de Lenin.

Lenin en El estado y la revolución restableció la teoría marxista del Estado frente a la caída reformista de la II Internacional, Trotsky en La revolución traicionada encaró una tarea similar frente a la transformación en caricatura grotesca de la dictadura del proletariado hecha por la burocracia estalinista para volver a plantear la necesidad de un “Estado agonizante”, de un Estado que se oriente hacia su propia extinción.

Para Lenin y Trotsky las funciones coercitivas, al estar destinadas solo a la represión de la minoría burguesa y sus aliados, disminuirían cualitativamente la necesidad del aparato represivo del Estado y lo debilitarían progresivamente.

Este elemento, junto con la ampliación de la democracia a las grandes mayorías, debería reducir este “semi-Estado” a funciones “de registro y control”. Algo muy contrario sucedió en la URSS desde la muerte de Lenin y la contrarrevolución estalinista, fue la clase obrera la despojada y reprimida.

En la URSS no hubo socialismo

A diferencia de lo proclamado por Stalin y luego replicado por los ideólogos de la burguesía para “demostrar” el fracaso del comunismo, para Trotsky la URSS no era una sociedad socialista, no representaba la “etapa inferior del comunismo” de la que hablara Marx: “Sería más exacto, pues, llamar al régimen soviético actual, con todas sus contradicciones, no un régimen socialista, sino un régimen preparatorio o de transición del capitalismo al socialismo”.

Una economía socialista poseyendo una técnica superior a la capitalista, tendría asegurado realmente un desarrollo socialista, por así decirlo, automático, lo que desdichadamente no puede decirse aún de la economía soviética.

Contra toda visión evolutiva que pretendiese hacer del desarrollo económico de la URSS en sí mismo un fetiche, Trotsky, al resaltar el carácter transitorio del régimen social, alerta sobre la posibilidad de retroceder nuevamente hacía el capitalismo. El desarrollo socialista estaba muy lejos de ser seguro. Y la burocracia estalinista estaba haciendo retroceder a la URSS hacia el capitalismo.

El estalinismo fue la “negación termidoriana” de la Revolución de Octubre de Lenin y Trotsky. Y hay un hilo de continuidad innegable desde el punto de vista de régimen político y estado desde Stalin, pasando por Jrushchov y Brezhnev, hasta llegar a Gorbachov.

La definición del régimen soviético como “transitorio” descarta las categorías sociales acabadas como capitalismo (incluyendo al ‘capitalismo de Estado’), y socialismo para definir a la URSS.

Sobre esta base Trotsky sostiene que la burocracia no constituye una nueva clase explotadora, sino una “capa o casta social privilegiada y dominante”, cuya “apropiación de una inmensa parte de la renta nacional tiene el carácter de parasitismo social” producto de la administración del Estado, y no un modo orgánico de explotación de clase.

Como toda burocracia, se erige sobre el Estado ejerciendo funciones de reguladora e intermediaria, de sostenedora de la jerarquía social.

Capa o casta, no clase

Sin embargo, en el caso de la URSS, Trotsky señala que “es algo más que una burocracia”, porque a diferencia de aquellas de los Estados burgueses que representan a una clase social que tiene medios para controlarla, en el caso del Estado obrero, la burocracia se eleva por encima de una clase que no tiene tradición de dominación y mando, y que no cuenta con la propiedad privada de los medios de producción para confrontarla.

Esto la hace más autónoma y le da su carácter distintivo. Para este análisis, Trotsky parte de una definición marxista del Estado en la URSS:

Las clases, decía, se definen por el sitio que ocupan en el sistema social de la economía y, sobre todo, por su relación con los medios de producción.

En las sociedades civilizadas, las relaciones sociales son validadas por leyes. La nacionalización de la tierra, de los medios de producción, del transporte y el cambio, así como el monopolio del comercio exterior forman las bases de la estructura social soviética.
Por eso, estas relaciones establecidas por la revolución proletaria definen básicamente a la URSS como unEstado obrero.

Pero el término marxista adecuado es que es un “estado obrero burocráticamente degenerado o deformado”. La URSS no fue “Socialismo real”, como mantienen los estalinistas (y también la derecha y la socialdemocracia) ni “Capitalismo de estado”, como dicen los Cliffista.

Régimen político y estado

La elaboración del concepto de “Estado obrero degenerado burocráticamente”, parte en Trotsky de establecer la distinción entre régimen político y Estado. La misma se encuentra desarrollada en su artículo “Estado obrero, Termidor, y bonapartismo”.

Allí, señala como la “dictadura del proletariado” tiene dos acepciones que no deben confundirse. Distingue “dictadura” en referencia a la dominación social, de “dictadura” como régimen político.

La URSS es una “dictadura del proletariado” por el contenido social del Estado, así como podemos decir que el Estado burgués más allá de sus formas políticas es una “dictadura del capital”.

Pero a nivel de los regímenes políticos, así como en el Estado burgués distinguimos entre fascismo y democracia-burguesa, en el caso del Estado obrero ruso bajo el estalinismo no se trataba de una dictadura del proletariado sino de un nuevo tipo de régimen bonapartista, para el cual Trotsky formulará el concepto de “bonapartismo soviético”.

Sin democracia obrera no hay socialismo

Sin embargo, hay en este punto una gran diferencia entre Estado burgués y Estado obrero. Una vez liberadas de los frenos feudales, las relaciones burguesas se desarrollan automáticamente. Muy distinto es el desarrollo de las relaciones socialistas.

La revolución proletaria no solo libera las fuerzas productivas de los frenos de la propiedad privada, también las pone a disposición directa del Estado que ella misma crea.

A diferencia del capitalismo, el socialismo no se construye mecánicamente, sino conscientemente. El avance hacia el socialismo es inseparable del poder estatal que desea el socialismo o se ve obligado a desarrollo.

Así es que para Trotsky sin un régimen de democracia proletaria, sin que el poder esté en manos de los Soviets u otros organismos de autoorganización de este tipo no es posible el avance hacia el socialismo.

“La democracia soviética no es la demanda de una política abstracta, menos aún una moral abstracta. Se ha convertido en un asunto de vida o muerte para el país”.

En este sentido, el “bonapartismo soviético” pone un signo de interrogación sobre la supervivencia del Estado obrero mismo.
Este panorama planteó la necesidad histórica de una redefinición de conjunto y la imposibilidad de la URSS de estabilizarse a largo plazo. Ante esto Trotsky sostiene hipótesis alternativas: REVOLUCIÓN POLÍTICA O RESTAURACIÓN DEL CAPITALISMO

Revolución política o…

En el Capitalismo la misión de la clase obrera es hacer la Revolución social para expropiar los medios de producción a la burguesía. Pero en un “estado obrero burocráticamente deformado” la tarea no es hacer la Revolución social, sino la política.

Por eso el pronóstico de Trotsky era que, dadas las condiciones explicadas más arriba, en la URSS o bien tendría lugar una nueva revolución que suprimiese la burocracia; o bien la burocracia se transformaría, cuando pudiese hacerlo, en una nueva clase capitalista.

Sobre la hipótesis de una nueva revolución contra la burocracia, Trotsky decía: “Supongamos que la burocracia soviética sea arrojada del poder por un partido revolucionario que tenga todas las cualidades del viejo Partido Bolchevique y que además esté enriquecido con la experiencia mundial del último período. Tal partido comenzaría por restablecer la democracia en los sindicatos y en los soviets”.

Lo que Trotsky planteaba era una revolución política, que a diferencia de una revolución social no tenía por objetivo reemplazar una forma de propiedad por otra. Pero al mismo tiempo, no se trataba simplemente de “reemplazar a una camarilla gobernante por otra, sino de cambiar los métodos mismos de la administración económica y la dirección cultural de un país”.

Para él: “La arbitrariedad burocrática deberá ceder su lugar a la democracia soviética”. Contra el régimen de “partido único”, sostenía la necesidad del “restablecimiento de la libertad de los partidos soviéticos, comenzando con el Partido Bolchevique, y el renacimiento de los sindicatos.”.

A su vez, planteaba las profundas consecuencias sociales que debía traer aparejadas una revolución de este tipo, empezando por “la revisión radical de los planes en beneficio de los trabajadores” y la búsqueda de la reversión del proceso de diferenciación social, entre otras.

…O la burocracia restauraría el capitalismo

La hipótesis alternativa, si no se conseguía hacer una revolución política, implicaba una restauración del capitalismo producto de derrotas de las masas, y sobre esta base la reconversión de la burocracia en clase capitalista, liquidando definitivamente la planificación, profundizando la diferenciación social y privatizando los medios de producción con el fin de estabilizar sus privilegios transformándolos en derechos de propiedad privada.

La necesidad de “preparar” la revolución para suprimir a la burocracia y “colocarse a la cabeza de las masas en una situación histórica favorable”, era para Trotsky “la misión de la sección soviética de la IV Internacional”, por entonces obligada a llevar a cabo un trabajo clandestino.

Defensismo: defensa de la URSS ante el imperialismo

En el marco del avance hacia la futura guerra, Trotsky sacaba otra importante conclusión estratégica de su definición de la URSS como “estado obrero burocrático”: la necesidad de su defensa frente a cualquier ataque del imperialismo y sus aliados.Trotsky acuñó la fórmula de “defensa incondicional de la URSS” frente al imperialismo.

Enfrentaba así a quienes sostenían queel capitalismo ya había sido restaurado en la URSS o que ésta se había convertido en un nuevo sistema de explotación, para negar su defensa frente al imperialismo.

Trotsky ligaba indisolublemente la defensa de la URSS al desarrollo de la lucha de clases. El destino de la URSS no se decidirá, en definitiva, en los mapas de los Estados Mayores sino en el mapa de la lucha de clases.

Las nuevas relaciones de propiedad conquistadas por la Revolución de Octubre se demostraron más fuertes frente al imperialismo en la Segunda Guerra Mundial, incluso con la bota de la burocracia sobre ellas, y las masas defendieron la propiedad nacionalizada frente a los nazis.

Usufructuando la derrota del nazismo a manos del Ejército Rojo, la burocracia estalinista utilizó este nuevo prestigio ante las masas para frenar con éxito la revolución en la Europa de postguerra, en Grecia, Italia y Francia. Pero no logró contenerla en la periferia, y para mediados de los años 50 la burguesía había sido expropiada en un tercio del planeta.

Estados obreros nacidos burocraticamente deformados

Sin embargo, desde su génesis, estas nuevas formaciones compartieron muchas de las características que Trotsky había analizado para la URSS, adoptando un carácter de “Estados obreros burocráticos”.

Los procesos de expropiación de la burguesía se realizaron “desde arriba” en los Estados del Este de Europa que habían quedado bajo la ocupación del Ejército Rojo después de la Segunda Guerra Mundial.

La burocracia estalinista avanzó en un proceso de asimilación estructural para constituir una zona de amortiguación frente a las potencias occidentales que dio lugar a nuevos Estados obreros deformados burocráticamente.

El desarrollo de procesos de “revolución política”, que Trotsky nunca llegó a ver y que atravesaron las tres décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial, desde Berlín del 53 hasta Polonia en el 81, pasando por Hungría del 56, Checoslovaquia en el 68, entre otros, donde incluso los obreros crearon Consejos Obreros que luchaban por lo que ellos llamaban “socialismo de rostro humano” contra los tiranos usurpadores de las conquistas revolucionarias.

La acción contrarrevolucionaria de la burocracia estalinista derrotó a la revolución política

Por otro lado, la predicción más importante, en la que lamentablemente quedó plasmada la fortaleza de los desarrollos teóricos de Trotsky, fue la restauración capitalista en la URSS.

La restauración capitalista en la URSS a finales de los años 80 y principios de los 90 no puede ser entendida sino como el último acto de un largo proceso que incluyó la derrota de todos los intentos de revolución política mencionados antes (la clase obrera no logró formar un partido revolucionario de masas, y sin partido no pudo haber revolución política triunfante), sumado a la ofensiva neoliberal que se estaba desarrollando en aquellos años.

Los levantamientos contra la burocracia de 1989-91 mostraron un muy bajo nivel de conciencia de clase que se explican por ser producto de las derrotas de los anteriores procesos de revolución política y del avance de la ofensiva neoliberal del imperialismo.

Después de un primer momento de movilizaciones, las masas fueron ganadas por las falsas ilusiones en la democracia burguesa y el capitalismo occidental e hizo colapsar los estados obreros degenerados y, a la postre, como Trotsky predijo, la burocracia estalinista se transformaría en la nueva clase capitalista tras la desaparición de la URSS.

El sacar las conclusiones adecuadas es responsabilidad hoy en día de las nuevas generaciones que han de despojarse de los vicios del estalinismo que no entiende lo que es la dictadura del proletariado-democracia obrera porque la asimilan a la dictadura de la casta burocrática, divorciada de la clase obrera, de esos estados obreros deformados. Los regímenes encabezados por Stalin, Ceausescu, los Jemeres Rojos, Enver Hoxha, Kim Jong-un o Xi Jinping no fueron ni son Socialismo.
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