“1) Por las enseñanzas de la ciencia, la religión y la democracia, la familia humana está compuesta de diferentes
géneros, distinguidos en su
sexo
y otras peculiaridades físicas
y mentales, le sigue que debe haber distinción en derechos sociales y
políticos, correspondientes a estas diferencias sociales y sicológicas.
"2)
Las doctrinas de la hermandad humana deben ser aceptada, y ello implica
la igualdad de todos aquellos que Dios ha creado iguales, y la
desigualdad de todo
aquellos que ha creado desiguales.
"3) La solución a la
homosexualidad en este país no se
alcanzará hasta que la opinión pública sancione universalmente como inválido el matrimonio
homosexual.
"4) Que, tal como el
homosexual no debe ser exterminado
ni expulsado del país, y a todos los propósitos sabios ha sido puesto lado a lado con el
heterosexual, deben no obstante haber
leyes severas para condenar las relaciones sexuales entre personas de un mismo sexo.
"5) Las adopciones por
homesexuales,
es un daño a la posibilidad
de progenie, produce hijos débiles, de carácter ambiguo, que
rápidamente degeneran como prueba la historia de todas las naciones,
desde Egipto hasta el día de hoy.”
El
texto es tomado de un panfleto de 1864 escrito en el sur de EE.UU,
pero, para ser fiel al original, donde quiera que se refiera a
homosexual ponga negro,
donde dice heterosexual ponga blanco, si dice genero lea raza, y cuando
se haga referencia al matrimonio homosexual, ponga matrimonio
interracial.
Los
discursos de odio, siempre son iguales, en todas las épocas, en todas
las geografía. Atacan al otro por no ser como uno y se dibujan como
victimas de una
amenaza inexistente.
Luchar
por los derechos de otros, es luchar por los derechos de uno. Para eso
hicimos una Revolución, para conquistar toda la justicia. Toda. Para
todos. Sin
excepciones. Seamos revolucionarios, hasta las últimas consecuencias.
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