Una
vez más, la suplantación de identidades como elemento de manipulación
contra Cuba. La fotografía del díptico de la Jornada en la Universidad
de Alicante “Cuba: el despertar del pueblo”, de clara línea política
contra el proceso cubano, responde curiosamente a manifestantes que
apoyan al Gobierno Revolucionario, entre ellos Gerardo Hernández
Nordelo, Coordinador Nacional de los CDR (Comités de Defensa de la
Revolución).
https://www.cubainformacion.tv/opinion/20221123/100251/100251-academia-liberal-europea-y-neocolonialismo-2-0-un-seminario-en-la-universidad-de-alicante-para-despertar-a-cuba
David Rodríguez Fernández*
Artículo de opinión publicado en Cubainformación
Los
días 24 y 25 de noviembre tendrá lugar la IX Jornada del Seminario
Permanente de Estudios sobre Cuba, organizado por el Departamento de
Estudios Jurídicos del Estado, del Área de Derecho Constitucional, de la
Universidad de Alicante, con financiamiento de la propia institución y
de la Conselleria de Universidades de la Generalitat Valenciana. La
organización tiene el propósito teórico de “ayudar al proceso de
transformación en Cuba desde el ámbito universitario, definiendo
posibles bases o modelos a partir del debate de ideas con expertos
científicos sociales, juristas y economistas”.
Pero
el título de la Jornada “Cuba: el despertar del pueblo”, junto a la
mayoría absoluta de ponentes e instituciones del panel, así como los
enfoques y temáticas abordadas, desvelan su verdadera declaración de
intenciones: sentenciar que el socialismo cubano ha fracasado y que, por
tanto, Cuba debe transitar hacia un país de economía capitalista y de
democracia burguesa, ya que en la Isla no hay un sistema democrático,
existen trabas económicas a las personas emprendedoras y el gobierno
reprime e impide el debate político, lo que ha generado una ruptura del
consenso revolucionario del pueblo. En resumen, según se desprende del
contenido de la jornada, el pueblo cubano no sabe decidir bien su destino y necesita de la Academia liberal europea para elaborar un modelo que le guíe por el camino correcto.
¿Cómo es posible que se organice una jornada para hablar de Cuba sin la presencia de Cuba?
¿Con qué autoridad se presentan? ¿Qué pretenden? ¿A quién sirve todo
esto? Organizar una jornada para hablar de la situación en Cuba sin dar
la voz a Cuba es cuanto menos atrevido y denota una voluntad
neocolonizadora de manual. Se ha seguido intencionadamente la matriz de
opinión marcada por los grandes medios de comunicación adversarios del
proyecto cubano, y se está promoviendo a actores construidos con
financiamiento externo que no representan ni a las autoridades ni a la
sociedad civil cubana.
Por cierto, me gustaría comentar al equipo de diseño del programa que la
fotografía utilizada para ilustrar la portada del díptico muestra una
imagen de manifestantes, en La Habana, en apoyo al gobierno
revolucionario, tras las protestas de julio de 2021, donde
aparece incluso Gerardo Hernández Nordelo, Héroe de Cuba que estuvo
preso en EEUU por defender a su pueblo del terrorismo y que actualmente
es el Coordinador Nacional de los CDR (Comités de Defensa de la
Revolución), una de las organizaciones de masas que sí representa a la
sociedad civil cubana. Solo les informo por si se han equivocado o han
sido presa de la manipulación informativa.
Quienes
organizan este seminario, nacido en la etapa de relaciones Cuba-EEUU
durante las administraciones de Raúl Castro y Barack Obama, imbuidos
claramente por las tesis de este último para promover cambios en Cuba, representan
el neocolonialismo europeo 2.0 hacia la Isla. Se trata de una nueva
(vieja) política injerencista impregnada de soberbia primermundista, que
no parte del análisis de la realidad objetiva de Cuba, sino de un
relato parcial e interesado. Esta jornada genera por tanto múltiples y
serias dudas de credibilidad, al tiempo que hace reflexionar sobre el
tipo de vínculos académicos que se deben establecer entre instituciones
de ambas contrapartes.
Una primera
reflexión tiene que ver con el programa y con el perfil de las personas
ponentes. Cierto es que participan especialistas con trayectoria en Cuba
y con posiciones constructivas, pero el desequilibrio es evidente hacia
las tesis que representan los think tanks otanistas. Por otro lado, ¿el
bloqueo de EEUU, violación masiva de DDHH y principal causa de la
crisis económica de Cuba, puede ser una mera anécdota en el programa, una
pincelada en el decorado? Este bloqueo lleva más de 60 años atentando
contra el pueblo de Cuba, y se ha recrudecido en los últimos años,
especialmente durante la pandemia de la COVID-19, afectando al
desarrollo del país y a la vida diaria del pueblo cubano. No se
puede obviar esta política de guerra contra todo un pueblo que provoca
graves afectaciones a la vida diaria del pueblo cubano. La
denuncia de esta política debería ser la prioridad en cualquier
conversación con y sobre Cuba, junto, por qué no, con el análisis de las
potencialidades, logros y retos del socialismo cubano en materia de
participación ciudadana y democracia directa, de su desarrollo
científico, o del papel fundamental que ejercen la juventud y las
mujeres cubanas en el mantenimiento y desarrollo del modelo económico,
social y político cubano, por ejemplo.
Además,
¿de qué Cuba se quiere hablar? ¿De la Cuba revolucionaria asediada y
bloqueada, con una historia de atentados y agresiones que llegan hasta
la actualidad, y bajo un bombardeo comunicacional y una manipulación
informativa permanentes? ¿O solo de una hipotética Cuba futura que,
según la organización, evolucionará de manera natural hacia el
capitalismo, adaptando la teoría norteamericana de la fruta madura al
pensamiento neocolonial europeo del siglo XXI?
Me
gustaría recordar que en Cuba ya se generó una batalla de ideas
respecto a la nueva (entonces) política de Obama hacia la Isla. Y
diversas voces calificaron como centrismo a las tesis obamistas que
aspiraban a cambiar el sistema socialista cubano por un capitalismo de
rostro amable, sustituyendo temporalmente el garrote por la zanahoria, a
partir de generar una clase media pudiente que acabara siendo sujeto
político, mediante un gran apoyo externo y una depurada y actualizada
guerra económica, mediática y política. Esas tesis no triunfaron en
Cuba, sino todo lo contrario. Cuba actualizó su Carta Magna con
un debate popular que obtuvo el respaldo mayoritario, reafirmando
nuevamente el consenso en torno al proyecto socialista cubano.
Pero llegó un nuevo cambio en la presidencia de EEUU y el bloqueo se
endureció con Donald Trump, cuyas 243 nuevas sanciones, junto a la
pandemia, afectaron seriamente a la economía del país, con efectos
devastadores para las familias cubanas. Estas políticas de
asfixia son las que Joe Biden sigue aplicando, y que han generado el
caldo de cultivo del malestar real en parte del pueblo cubano, que
posteriormente es utilizado intencionadamente contra el gobierno de la
Isla, haciéndole responsable de esta crisis, de manera
hipócrita, por los mismos que tratan de ahogarlo. Aun en este contexto
tan hostil y difícil para Cuba, el país se salvó gracias a la empresa
estatal socialista y al desarrollo de la salud y la ciencia propia, y en
la actualidad sigue sorteando las dificultades con el oído pegado al
terreno sin dejar a nadie atrás. Y es que, aunque los intentos de
injerencia y violaciones de los Derechos Humanos, como son el
recrudecimiento del bloqueo económico y la promoción de golpes de estado
blandos siguen, Cuba permanece y avanza.
Y
ante este escenario ¿Qué papel quiere jugar la Universidad de Alicante?
Triste e irresponsable será si sus instituciones apuestan por los
discursos y proyectos de recolonización de Cuba. Más triste será si cae
en la sumisión a los discursos e intereses de EEUU. Este
seminario no tiene autoridad académica ni moral para exigir nada a
Cuba, menos aún si no respetan la voluntad mayoritaria del pueblo
cubano. Si no hay un diálogo, un
debate, un intercambio de experiencias que permita el aprendizaje
mutuo, desde el respeto a la autoridad establecida, sin imposiciones ni
intromisiones, este seminario no sirve ni es útil para establecer
relaciones mutuamente beneficiosas. Pareciera que quieran ver a Cuba
naufragar en el océano neoliberal para convertirla de nuevo en colonia
explotada y maltratada. Porque no olvidemos que, a Cuba, le toca el capitalismo salvaje y periférico de su entorno, no la falsa ilusión del capitalismo explotador europeo,
construido sobre las venas abiertas de América Latina, África y Asia.
Más bien este seminario se convierte en un aquelarre para justificar el
bloqueo que sirve a los intereses injerencistas de EEUU para acabar con
la Revolución y evitar que el “mal ejemplo” de una sociedad como la
cubana se multiplique. Son las viejas ansias imperialistas desarrolladas
con nuevos métodos de guerra no convencional y multifacética, con el
trabajo de avanzada de los tanques pensantes neoliberales.
Y una segunda reflexión que surge es que esta Jornada entra en contradicción directa con la relación de la Universidad de Alicante (UA) con Cuba,
tal y como aparece reflejada en su trabajo de colaboración a través del
marco de actuación institucional del "Proyecto Habana", adscrito al
Vicerrectorado de Relaciones Internacionales y de Cooperación al
Desarrollo de la UA, que realiza diferentes programas de Cooperación
Universitaria al Desarrollo con varias instituciones de educación
superior cubanas, así como actividades de carácter solidario con la
Oficina del Historiador de la Habana, y que actualmente está dirigido
por el Doctor en Ciencias Biológicas y Director del Secretariado de
Cooperación para el Desarrollo de la UA Germán Manuel López Iborra.
Así figura en la declaración de la UA: “La
Conferencia de Rectores de las Universidades Públicas Españolas (CRUE),
en las jornadas celebradas en octubre de 2021 en la Universidad de
Valencia, actualizaron las directrices generales que deben seguir las
universidades públicas españolas en materia de Cooperación Universitaria
para el Desarrollo (CUD) y las orientó expresamente al impulso de la
Agenda 2030 y de los diecisiete Objetivos de Desarrollo Sostenible. La
UA, como agente activo de cambio social, comparte estos nuevos retos que
plantea la Agenda 2030 y para impulsarlos dispone de diferentes
herramientas, entre las que se encuentra el "Proyecto Habana".”
La
Universidad de Alicante ha mantenido tradicionalmente fuertes lazos
institucionales y culturales con Cuba. En 1996, se firmó un primer
convenio de colaboración con la Oficina del Historiador de la Habana y
desde entonces, la relación se ha ampliado y consolidado con
innumerables instituciones cubanas, entre las que destacan el Ministerio
de Educación Superior (MES), la Universidad de la Habana, la
Universidad Agraria de la Habana, la Universidad de Pinar del Río, la
Universidad de Oriente, la Universidad Tecnológica de La Habana "José
Antonio Echeverría" (CUJAE) y la Universidad de las Ciencias
Informáticas (UCI), entre otras. Y hasta la fecha, esta cooperación
institucional no ha dejado de existir, aunque sí ha reducido su
presupuesto. Proyectos de cotutela de tesis doctorales, destinadas a
docentes o investigadores e investigadoras cubanas con la formación
necesaria para realizar un doctorado en la Universidad de Alicante,
actividades de voluntariado solidario conjunto entre el profesorado, el
personal de administración y servicios y el estudiantado de la UA, y
estancias de carácter preparatorio en Cuba son algunas de las
actividades que se financian y realizan. Nada que ver con este Seminario
Permanente de Estudios sobre Cuba y esta IX Jornada.
Por su parte, la sociedad valenciana, a través de representantes políticos, sindicales y sociales mantiene buenas relaciones de cooperación, intercambio, basadas en el respeto mutuo. Además ha manifestado reiteradamente su rechazo al bloqueo de EEUU y ha exigido en numerosas ocasiones su eliminación, sumándose a la comunidad internacional, que el pasado 3 de noviembre votó en la ONU por 30 vez consecutiva la Resolución
cubana “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y
financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”, con
el apoyo de 185 países con la única oposición del propio EEUU y de
Israel, y con la abstención de Ucrania y Brasil.
Cuba, a pesar de los pesares, de los errores propios, de las catástrofes naturales y de las agresiones externas, sigue
abordando su realidad sin miedo y sin tapujos, con el objetivo de
perfeccionar el socialismo propio, con una capacidad de resistencia
creativa que asombra y que no deja a nadie desamparado. Un ejemplo ha sido el reciente proceso participativo que ha concluido con la aprobación de Código de las Familias,
una legislación más inclusiva y avanzada que muchos países que están
incluso retrocediendo en derechos. O la actuación rápida del gobierno
popular ante el triste accidente de Matanzas en agosto o el reciente
paso del huracán Ian por el occidente del país. Pero es también su
defensa de la Vida, su apuesta por la Paz y su Solidaridad sincera la
que rompe prejuicios y acalla campañas malintencionadas (aún tenemos en
la retina las imágenes de las brigadas sanitarias Henry Reeve que
recorrieron Andorra e Italia en apoyo a la lucha contra la pandemia del
COVID19 o los éxitos científicos de las vacunas cubanas). La Humanidad se pierde mucho por estar Cuba bloqueada. Cuba y el mundo tienen derecho a vivir sin bloqueo.
Cuba
ya despertó el 1 de enero de 1959, tras casi un siglo de luchas contra
el colonialismo español y el imperialismo norteamericano. Y
sigue despierta al tiempo que es una referencia para los pueblos que
luchan. Cuba está despierta incluso cuando duerme manteniendo un ojo
abierto ante las constantes agresiones que sufre, mientras comparte su
solidaridad. En este sentido, les recomiendo que escuchen a sus
legítimos representantes. Y también que lean la reflexión de Fidel, el hermano Obama, escrita el 27 de marzo de 2016, de la cual que aquí reproduzco el fragmento final:
“Hay una cuestión importante:
Obama
pronunció un discurso en el que utiliza las palabras más almibaradas
para expresar: “Es hora ya de olvidarnos del pasado, dejemos el pasado,
miremos el futuro, mirémoslo juntos, un futuro de esperanza. Y no va a
ser fácil, va a haber retos, y a esos vamos a darle tiempo; pero mi
estadía aquí me da más esperanzas de lo que podemos hacer juntos como
amigos, como familia, como vecinos, juntos”.
Se
supone que cada uno de nosotros corría el riesgo de un infarto al
escuchar estas palabras del Presidente de Estados Unidos. Tras un
bloqueo despiadado que ha durado ya casi 60 años, ¿y los que han muerto
en los ataques mercenarios a barcos y puertos cubanos, un avión de línea
repleto de pasajeros hecho estallar en pleno vuelo, invasiones
mercenarias, múltiples actos de violencia y de fuerza?
Nadie
se haga la ilusión de que el pueblo de este noble y abnegado país
renunciará a la gloria y los derechos, y a la riqueza espiritual que ha
ganado con el desarrollo de la educación, la ciencia y la cultura.
Advierto
además que somos capaces de producir los alimentos y las riquezas
materiales que necesitamos con el esfuerzo y la inteligencia de nuestro
pueblo. No necesitamos que el imperio nos regale nada. Nuestros
esfuerzos serán legales y pacíficos, porque es nuestro compromiso con la
paz y la fraternidad de todos los seres humanos que vivimos en este
planeta.”
Esta IX Jornada se
realiza en un momento muy complejo para el mundo y para Cuba, con retos y
peligros urgentes para el futuro de toda la Humanidad. ¿Para qué sirve y
a quien sirve este seminario?
*
David Rodríguez Fernández es miembro de la Junta Directiva de la
Asociación Valenciana de Amistad con Cuba José Martí y Miembro de Honor
de la Fundación Nicolás Guillén de La Habana.
23 de noviembre de 2022