Cuando nos enteramos de noticias como
ésta, quizá es cuando ese sentimiento por la lucha de clases se encona
más que nunca, porque además son noticias no aptas para
personas violentas, depresivas ni cardíacas, porque cada uno en su
estilo, puede ser la última noticia que le llegue. Por dar más ejemplos
similares, aunque de diferente estilo, pongamos el caso
de Giacomo Draghi, el hijo del Presidente del BCE, Mario Draghi. Su
padre fue acusado hace poco tiempo de imparcialidad en la institución
que preside por ser miembro del Grupo de los Treinta,
pero después se ha destapado un posible tráfico ilícito de
información con su propio hijo, que resulta que se dedica a la profesión
de inversor de mercados. Concretamente, trabaja para la oficina
de Morgan Stanley operando con productos financieros basados en los
cambios que se producen en los tipos de interés. Para decirlo
rápidamente, otro especulador como su padre. Ya se sabe: de
tal palo...
Y
como sabemos, es precisamente el Banco Central Europeo quien decide
los tipos de interés de la EuroZona, curiosamente dirigido por su padre.
¿Qué pasaría si Giacomo supiera varios días antes que
el resto de sus compañeros que el BCE fuese a bajar o subir los
tipos de interés en su próxima reunión? Información altamente
privilegiada estaría en sus manos de forma irregular. ¿Qué pasaría si
se aprovechara de esa información para anticiparse a la hora de
comprar o vender determinados productos? Por lo visto, las sospechas
llevan acechando a la familia Draghi desde hace tiempo, tal y
como destapó el periódico Le Monde. Según sus propias fuentes dentro
de la institución, ambos estarían siendo vigilados de cerca, de forma
que cualquier comportamiento irregular podría acabar en
un tremendo escándalo.
Y continuando con comportamientos indecentes, y ahora en el ámbito español, y si hace
algún tiempo lo denunciábamos en este mismo Blog para el caso
de María Dolores de Cospedal y su mansión campestre, esta vez
hacemos lo propio con el Ministro de Economía, Luis de Guindos, al
enterarnos de una noticia, cuando menos, sorprendente, teniendo en
cuenta la que nos está cayendo por parte de este Gobierno, auténtico
títere de las Instituciones Europeas, que intentan convertirnos, al
paso que vamos, en
una segunda Grecia. Bien, la noticia es la siguiente, y como
decimos, pocos comentarios más vamos a poder añadir, porque el Ministro,
su política y todo lo que le rodea, se autodescalifica por sí
mismo, a tenor de estos acontecimientos.
Resulta
que el Ministro Guindos se ha comprado un ático en el lujoso barrio
madrileño de La Moraleja por más de medio millón de euros. Ha puesto en
práctica su habilidad como
economista (adquirida sobre todo en su etapa de Lehman Brothers) y
ha sabido comprar en el momento más adecuado (la vivienda llegó a costar
2,3 millones de euros en 2007), porque además lo hizo
antes de que se produzca la subida del IVA (logrando eludir el pago
del 10% de impuestos que el Gobierno aplicará a partir del 1 de Enero de
2013 a la compra de viviendas).
El
ático es una inversión, y por lo que se sabe, las intenciones del
Ministro pasan por cedérselo a su hija o ponerlo inmediatamente en
alquiler. El precio total de la casa era de
unos 656.900 euros, sin contar los impuestos, pero De Guindos,
curtido en las negociaciones con las Instituciones Europeas, supo
utilizar esta habilidad y consiguió rebajarlo a 587.000 euros (la
mitad de lo que costaba cuando se construyó). La urbanización donde
se aloja, que consta de unas 88 viviendas, está pegada al Campo 2 de La
Moraleja Golf, a tan sólo 3 km. del aeropuerto. Todas
disponen de dos plazas de garaje y un trastero. El ático tiene una
superficie construída de 132 m2 aproximadamente, incluidas dos terrazas
de más de 30 m2 cada una. Además, cuenta con dos
piscinas, pista de pádel, un completo circuito 'spa' con un gimnasio
completamente equipado, baños turcos, sauna, dos jacuzzi, y un espacio
para relax con tumbonas térmicas. Ahí es nada. ¡Toma
austeridad personal!
Pues
esto es lo que hay. Y como es natural, al enterarnos de estas cosas,
se nos quedan envenenados el cuerpo y el alma, la mente y el espíritu,
porque pensamos que ciertos comportamientos rozan los
límites más absolutos del descaro, del cinismo y de la indecencia. Y
se me puede argumentar que el plano privado de las personas no tiene
nada que ver con el plano público, pero hablando de
lo que estamos, creo que un poquito de coherencia con la ciudadanía
se tiene que tener. Pues en caso contrario, lo que pasa simplemente es
que se les ve demasiado el plumero. Ese plumero clasista
que poseen, ese plumero del embudo, por el que dejan el lado ancho
para ellos (buenos sueldos, pensiones, viviendas, etc.) y el lado
estrecho para el resto de la ciudadanía (salarios de mierda,
trabajos precarios, desempleo galopante, reducción de servicios
públicos, pensiones en el aire, deshaucios y viviendas vacías propiedad
de los bancos, etc.). En fin, sin más comentarios. Ya
sabemos cómo se las gasta el ex directivo de Lehman Brothers. Ya
contribuyó a la quiebra de la famosa empresa, y ahora quiere contribuir a
la quiebra de toda nuestra economía como nación. ¡A él
qué más le da! ¡Siempre puede vender su ático de La Moraleja!
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