Comunicado de Co.Bas ante la tragedia ferroviaria de Santiago
Renfe-Adif y Fomento tendrán que explicar porqué circulan trenes de alta velocidad por trazados de vía de la época franquista
Sindicato de Comisiones de Base
Ante la tragedia del accidente ferroviario en Galicia nuestra más sincera solidaridad.
Desde el Sindicato Cobas queremos manifestar nuestras condolencias a todos los familiares de los fallecidos y accidentados en el trágico accidente ferroviario en Santiago de Compostela, el peor de los últimos cuarenta años. Nuestras condolencias a los trabajadores/as ferroviarios y nuestra solidaridad con los conductores del tren siniestrado.
En medio de drama humano es digno de destacar las innumerables muestras de solidaridad que está habiendo y el gesto de los vecinos, que fueron los primeros en salir en auxilio de las víctimas.
Es tiempo de dolor y de desear en primer lugar el pronto restablecimiento de todos los heridos y de exigir de todas las instancias políticas y de la propia Renfe-Adif que no se escatimen medios ni recursos materiales para ayudar en lo inmediato y en el futuro a las víctimas de este accidente.
Es pronto sin duda para saber las causas que han llevado a este trágico accidente, pero no podemos por menos que manifestar nuestra indignación cuando desde diferentes medios de comunicación y de manera sensacionalista se apunta desde ya al conductor del tren y al posible exceso de velocidad como culpable de este siniestro.
Muchas serán las explicaciones que tendrán que dar los responsables de Renfe-Adif y del Ministerio de Fomento para que entendamos por qué se ponen en circulación trenes que desarrollan una alta velocidad en líneas férreas que combinan aún trazados del AVE con trazados de vías construidas en la época franquista. Por qué trazados preparados para una línea de alta velocidad mantienen curvas como la de A Grandeira, que obliga a pasar en escasos metros de una velocidad que alcanza los 200 km/hora a los 80 km/hora. Por qué esa línea donde se produjo el accidente no está dentro del llamado ERTMS (Sistema Europeo de Gestión del Tráfico Ferroviario), un sistema de alarma automática que impide, entre otros, que un tren rebase la velocidad máxima establecida.
En el tramo donde ocurrió la catástrofe sí funcionaba otro sistema automático, el ASFA (Anuncio de Señales y Frenado Automático), que detiene el tren si el conductor no respeta lo que indican las señales. El problema es que el ASFA solo recibe información de la vía en determinados puntos (las balizas) y sólo si el tren pasa por esos puntos el sistema controla que circula según lo establecido. Por qué entonces no había balizas en ese tramo o la última baliza por la que pasó no lo detectó.
Todas esas interrogantes habrá que resolverlas antes de seguir difundiendo de manera infame titulares como que el conductor iba a 190 km/hora.
Cuando se dilapidan cantidades astronómicas en proyectos irracionales como el AVE, es deplorable que se escatimen medios y recursos en la seguridad que existen y que evitarían que cualquier posible error humano tenga consecuencias dramáticas.
Habrá que seguir con suma atención el desarrollo de los acontecimientos para que nadie, desde las alturas, intente ahora eludir las responsabilidades, cargándolas sobre el conductor, como desgraciadamente han pretendido en el accidente del Metro de Valencia.
Ahora lo urgente es desear el pronto restablecimiento de los heridos y que a los familiares de las víctimas no se les escatime ningún tipo de apoyo.
De nuevo, nuestra más sincera solidaridad con todos ellos/as.
Fuente: http://www.cobas.es/index.php?option=com_content&view=article&id=247:comunicado-de-cobas-ante-la-tragedia-ferroviaria-de-santiago&catid=7:co-bas&
Desde el Sindicato Cobas queremos manifestar nuestras condolencias a todos los familiares de los fallecidos y accidentados en el trágico accidente ferroviario en Santiago de Compostela, el peor de los últimos cuarenta años. Nuestras condolencias a los trabajadores/as ferroviarios y nuestra solidaridad con los conductores del tren siniestrado.
En medio de drama humano es digno de destacar las innumerables muestras de solidaridad que está habiendo y el gesto de los vecinos, que fueron los primeros en salir en auxilio de las víctimas.
Es tiempo de dolor y de desear en primer lugar el pronto restablecimiento de todos los heridos y de exigir de todas las instancias políticas y de la propia Renfe-Adif que no se escatimen medios ni recursos materiales para ayudar en lo inmediato y en el futuro a las víctimas de este accidente.
Es pronto sin duda para saber las causas que han llevado a este trágico accidente, pero no podemos por menos que manifestar nuestra indignación cuando desde diferentes medios de comunicación y de manera sensacionalista se apunta desde ya al conductor del tren y al posible exceso de velocidad como culpable de este siniestro.
Muchas serán las explicaciones que tendrán que dar los responsables de Renfe-Adif y del Ministerio de Fomento para que entendamos por qué se ponen en circulación trenes que desarrollan una alta velocidad en líneas férreas que combinan aún trazados del AVE con trazados de vías construidas en la época franquista. Por qué trazados preparados para una línea de alta velocidad mantienen curvas como la de A Grandeira, que obliga a pasar en escasos metros de una velocidad que alcanza los 200 km/hora a los 80 km/hora. Por qué esa línea donde se produjo el accidente no está dentro del llamado ERTMS (Sistema Europeo de Gestión del Tráfico Ferroviario), un sistema de alarma automática que impide, entre otros, que un tren rebase la velocidad máxima establecida.
En el tramo donde ocurrió la catástrofe sí funcionaba otro sistema automático, el ASFA (Anuncio de Señales y Frenado Automático), que detiene el tren si el conductor no respeta lo que indican las señales. El problema es que el ASFA solo recibe información de la vía en determinados puntos (las balizas) y sólo si el tren pasa por esos puntos el sistema controla que circula según lo establecido. Por qué entonces no había balizas en ese tramo o la última baliza por la que pasó no lo detectó.
Todas esas interrogantes habrá que resolverlas antes de seguir difundiendo de manera infame titulares como que el conductor iba a 190 km/hora.
Cuando se dilapidan cantidades astronómicas en proyectos irracionales como el AVE, es deplorable que se escatimen medios y recursos en la seguridad que existen y que evitarían que cualquier posible error humano tenga consecuencias dramáticas.
Habrá que seguir con suma atención el desarrollo de los acontecimientos para que nadie, desde las alturas, intente ahora eludir las responsabilidades, cargándolas sobre el conductor, como desgraciadamente han pretendido en el accidente del Metro de Valencia.
Ahora lo urgente es desear el pronto restablecimiento de los heridos y que a los familiares de las víctimas no se les escatime ningún tipo de apoyo.
De nuevo, nuestra más sincera solidaridad con todos ellos/as.
Fuente: http://www.cobas.es/index.php?option=com_content&view=article&id=247:comunicado-de-cobas-ante-la-tragedia-ferroviaria-de-santiago&catid=7:co-bas&
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