sábado, 20 de julio de 2013

Un burka para Ana Mato, esclava agradecida



Un burka para Ana Mato, esclava agradecida

por Shangay Lily
Sábado, 20 de Julio de 2013 
 
...ni mucho menos piensan detenerse ahí: los cristofascistas, poniendo a sus esclavas agradecidas al frente “pá disimular un poco, macho”, van a por el matrimonio homosexual, el aborto y los derechos de la mujer.
Es graciosos que los cristofascistas, que se agotan la boca de intentar desviar el foco hacia los musulmanes para justificar su antidemócrata estafa, esa inmobiliaria fraudulenta que vende parcelas en el más allá a precios exorbitados en el más acá, siempre acaben siendo iguales a esos que intentan poner como demonios a los que temer: “vete a una mezquita si te atreves…”, “en Irán te colgarían”, “pues los talibanes sí que son machistas”, ” ¿Por qué no denuncias lo que el pachá de Noexistestán hizo en Las mil y una noches?”… sus retahílas aprendidas (son poco imaginativos los cristofascistas, son más de rebaño servil) siempre aparecen cuando alguien con dos dedos de frente les recuerda su verdadera naturaleza fascista, corrupta y al servicio de los poderosos, su negocio del odio; intentando distraer el debate para que no se complete ninguna de las bochornosas evidencias de su estafa: hablan de amor sin parar mientras torturan hasta la muerte a seres humanos que no les son útiles a su negocio.
Ana Mato ha vuelto a poner en evidencia ese hipócrita discurso que los cristofascistas usan como un burka: ahora, con cara de amargada abandonada por su amo pero igual de servil y agradecida esclava, la reina de la corrupción “no lo sabía” se atreve a intentar imponer la hipócrita moral franquista (que tanto gusta  alos cristofascistas puteros) de discriminar a las mujeres entre: seres humanos y esclavas agradecidas. Ella, como es una esclava agradecida, por supuesto va a jugar a favor de sus compañeras de servilismo. Las mujeres lesbianas (metamos a las solteras para disimular un poco) van a ser excluidas del sistema de asistencia que las feministas y  los rojos nos impusieron y ahora disfrutamos con gozo: cualquier mujer que no sea una esclava agradecida no podrá disfrutar de la reproducción asistida pública. O lo que es lo mismo, ahora con el dinero público sólo se podrá traer al mundo a cristofascistitos (qué monos, con su bigotito, su campo de concentración y su rosario).
Tiene gracia que los cristofascistas sigan colonizando los sistemas e instituciones que tanto han criticado e intentado impedir. Pero es que las esclavas agradecidas son una especie muy graciosa, casi tanto como los absurdigays. Son esas especies que los cristofascistas han creado para poder burlar la democracia aparentando una tolerancia y modernidad de la que carecen. Son fruto de la soberbia y la ira de esa Iglesia basura que quiere seguir matando, torturando e imponiendo su reino de terror a todo el que no sea poderoso o servil. Pero volvamos a esa subespecie que el cristofascismo ha creado: la esclava agradecida es un ser anacrónico que vive para complacer a su secuestrador, a su verdugo, a su amo, a su macho patriarcal. Ana Mato es una esclava agradecida. Vive de rodillas y lamiendo los maltratos de su amo patriarcal. Y si hay que apoyar a pederastas que violen a nuestros hijos como el fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel, pues se les apoya… y se les lleva a los hijos bien perfumados, que todavía no huelen a orín como diría esa babosa de Sostres, para que puedan sodomizar a nuestros retoños y arrancar el himen a nuestras niñas. Esa es la lógica cristofascista: todo por mi amo (y, por desgracia, no se refieren al muñeco imaginario llamado Cristo que se inventaron, se refieren al poderoso, al opresor, al verdugo, al putero blanco).
Y ni mucho menos piensan detenerse ahí: los cristofascistas, poniendo a sus esclavas agradecidas al frente “ disimular un poco, macho”, van a por el matrimonio homosexual, el aborto y los derechos de la mujer. De hecho ya han avisado de que La Ministra Ana Mato se rodea de expertos contrarios al matrimonio homosexual o al aborto para elaborar las futuras medidas de protección a la institución familiar. Y aunque su sistema corrupto se está desmornando y se está llevando a algunos de los mejores a causa de esa guerra fraticida entre patriarcas, siguen intentando desmontar los pocos avances que siglos de lucha obrera, feminista, civil, atea, gay han traído.
Por favor, en honor a la coherencia política, yo pido un burka para Ana Mato y todas las esclavas agradecidas que legislan a favor de su verdugo. Para que no nos liemos tanto y sus amos estén más contentos. Y que metan un Jaguar en sus garajes que no puedan conducir ni entender como propiedad, ya que estamos. La corruptas con burka son el último grito en Gürtelstán, patria natal de Ana Me-ato (a mi misma).

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