Uno de los maquinistas, un monfortino "responsable", con más de 30 años de experiencia
Francisco José Garzón Amo es un hombre "estupendo", señalan quienes le conocen, que opinan que la polémica por su supuesto comentario en 'Facebook' es "absurda"
Francisco Garzón, maquinista del tren que descarriló en Santiago, salió magullado del accidente. REUTERS
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"Un tío normal y responsable". Así definen sus conocidos a Francisco José Garzón Amo, uno de los dos maquinistas que conducía el Alvia accidentado este miércoles en Santiago.
Sus paisanos de Monforte de Lemos, la pequeña ciudad lucense donde nació, también afectados por la tragedia, se han mostrado molestos por la polémica surgida después de que se dieran a conocer sus supuestos comentarios sobre el exceso de velocidad publicados en una conocida red social. "A veces todos escribimos babosadas en Facebook, que no van más allá de una broma. Todo esto es absurdo", opinó a Público un amigo del maquinista.
Garzón, de unos 50 años, aproximadamente, llevaba 30 trabajando para Renfe. "Empezó de peón, de auxiliar, y fue ascendiendo hasta que hace 10 años se presentó a las pruebas para ser maquinista y aprobó", relatan fuentes municipales. Desde entonces, desarrolló su trabajo en el mismo Monforte y también en Barcelona y Madrid. "Le encanta su trabajo y se lo toma muy en serio", insisten sus conocidos.
Hace tres años, Garzón fue trasladado a A Coruña, donde reside desde entonces. Separado y sin hijos, cuida de su madre, ya mayor, con quien vive solo.
Ayer fue uno de los heridos que ayudó a atender a otros accidentados. Antes de eso, sus primeras palabras emitidas a través del teléfono fueron: "Descarrilé, qué le voy a hacer, qué voy a hacer", repetía una y otra vez.
Hoy se ha conocido también que Garzón admitió que entró en la curva de A Grandeira, en la parroquia compostelana de Angrois, a 190 km/h, cuando la velocidad de dicho tramo estaba limitada sólo a 80. Hasta el momento, permanece ingresado y custodiado por la Policía en el Hospital de Santiago. Aunque no está detenido, sí ha sido citado como imputado por el Juzgado de Instrucción número 3 de Santiago.
Las causas del descarrilamiento aún no están confirmadas oficialmente. A la espera de que terminen las investigaciones iniciadas por Renfe y Adif, el Sindicato de Maquinistas y Ayudantes Ferroviarios (SEMAF) ha asegurado que el accidente no se habría producido de haber contado con otro sistema de frenado de seguridad. El presidente del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, José Antonio Santamera, también ha apuntado al sistema de seguridad como posible causa de la tragedia y ha manifestado que "casi" descarta el fallo humano como culpable.
Sus paisanos de Monforte de Lemos, la pequeña ciudad lucense donde nació, también afectados por la tragedia, se han mostrado molestos por la polémica surgida después de que se dieran a conocer sus supuestos comentarios sobre el exceso de velocidad publicados en una conocida red social. "A veces todos escribimos babosadas en Facebook, que no van más allá de una broma. Todo esto es absurdo", opinó a Público un amigo del maquinista.
Garzón, de unos 50 años, aproximadamente, llevaba 30 trabajando para Renfe. "Empezó de peón, de auxiliar, y fue ascendiendo hasta que hace 10 años se presentó a las pruebas para ser maquinista y aprobó", relatan fuentes municipales. Desde entonces, desarrolló su trabajo en el mismo Monforte y también en Barcelona y Madrid. "Le encanta su trabajo y se lo toma muy en serio", insisten sus conocidos.
Hace tres años, Garzón fue trasladado a A Coruña, donde reside desde entonces. Separado y sin hijos, cuida de su madre, ya mayor, con quien vive solo.
Ayer fue uno de los heridos que ayudó a atender a otros accidentados. Antes de eso, sus primeras palabras emitidas a través del teléfono fueron: "Descarrilé, qué le voy a hacer, qué voy a hacer", repetía una y otra vez.
Hoy se ha conocido también que Garzón admitió que entró en la curva de A Grandeira, en la parroquia compostelana de Angrois, a 190 km/h, cuando la velocidad de dicho tramo estaba limitada sólo a 80. Hasta el momento, permanece ingresado y custodiado por la Policía en el Hospital de Santiago. Aunque no está detenido, sí ha sido citado como imputado por el Juzgado de Instrucción número 3 de Santiago.
Las causas del descarrilamiento aún no están confirmadas oficialmente. A la espera de que terminen las investigaciones iniciadas por Renfe y Adif, el Sindicato de Maquinistas y Ayudantes Ferroviarios (SEMAF) ha asegurado que el accidente no se habría producido de haber contado con otro sistema de frenado de seguridad. El presidente del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, José Antonio Santamera, también ha apuntado al sistema de seguridad como posible causa de la tragedia y ha manifestado que "casi" descarta el fallo humano como culpable.
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