“Ata un listón amarillo al viejo roble”, reza la vieja canción que familiares de las tropas estadounidenses en guerra le cantan a los suyos esperando el retorno de los combatientes. Pero el símbolo fue tomado hoy por toda Cuba dentro de la quinceava Jornada Nacional e Internacional por la liberación de cinco antiterroristas cubanos, presos en cárceles de Estados Unidos desde el 12 de septiembre de 1998.
Gerardo Hernández Nordelo, Fernando González, Antonio Guerrero, Ramon Labañino y el recientemente liberado y arribado a la ciudad de La Habana, René González Sheweret, lograron infiltrarse entre grupos terroristas cubanoamericanos de Miami, operando desde dentro para desarticular actos magnicidas contra la isla, como la explosión de un avión de Cubana de Aviación, el 6 de octubre de 1976 y los bombazos a hoteles de la capital cubana de 1997.
El gobierno de la isla les reconoce haber logrado detener atentados con bombas a instalaciones turísticas en Ciudad de La Habana e intentos de derribar aviones en pleno vuelo, entre otras operaciones violentas.
Sin embargo, el gobierno de Estados Unidos ordenó su captura acusándolos de espionaje y terrorismo, a pesar que La Habana colaboraba en este instante con el FBI sobre pruebas de nuevos planes terroristas en Cuba que ponían en riesgo la vida de ciudadanos cubanos y estadounidenses, señala el embajador de Cuba en México, Dagoberto Rodríguez Barrera, jefe de la Oficina Cubana de Intereses en Washington durante el apresamiento y juicio de los agentes de la Revolución Cubana.
En entrevista con este periodista, Rodríguez Barrera explica que el caso de “Los Cinco” –cuatro en realidad, aunque la propaganda por su liberación sigue nombrando así el caso–, “forma parte de la vendetta de los terroristas y esa mafia anticubana en Miami y dentro de los sectores conservadores de derecha de Estados Unidos”.
“Ya en los Estados Unidos el caso judicialmente está agotado, pero el presidente Obama tiene la capacidad de tomar una decisión sobre el caso que sería liberar a esos luchadores antiterroristas”, señala en la adhesión de la Embajada cubana en México a la jornada de solidaridad,
El gobierno cubano ha expresado por sí mismo que sus agentes cumplen “excesivas condenas” y ha calificado como “una revancha política de Washington contra la Revolución Cubana”.
Instituciones internacionales como el Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, se han pronunciado contra las violaciones de derechos humanos de las que han sido víctimas Los Cinco, entre las que se encuentran aislamiento, tratos indignos y sujeción a un proceso legal cuestionado.
Además, diversos parlamentos del mundo, diez Premios Nobel (entre ellos los latinoamericanos de Paz Rigoberta Menchú y Adolfo Pérez Esquivel y otros personajes de la comunidad internacional como el escritor Gabriel García Márquez), han reclamado al gobierno de EE.UU. la liberación de los cinco combatientes antiterroristas.
No obstante estos llamados, Rodríguez Barrera no se muestra optimista sobre la voluntad de Washington por liberarlos:
“A pesar que la historia de Estados Unidos ha demostrado que no respeta mucho la opinión pública mundial y las peticiones de los organismos internacionales, la aspiración es que las instituciones como la sociedad pidan al gobierno que se restituya y se libere a los cinco cubanos”.El también ex viceministro de Relaciones Exteriores denuncia que el proceso legal al cual fueron sometidos Los Cinco en Miami fue el “más largo en su historia”, con una duración de siete meses, durante los cuales no se conoció fuera de Miami “porque no le convenía al gobierno de Estados Unidos”.
Acusa que periodistas de esa ciudad fueron “pagados con altísimas sumas de dinero por parte del gobierno de Estados Unidos para que creara las condiciones favorables para condenar a los compañeros sin razón alguna”.
“La selección del jurado fue un insulto. No aceptaron la petición de la defensa para cambiar la sede porque Miami no era un lugar propicio para un juicio justo. Es decir, todo un conjunto de factores llevaron a que la sentencia fuera emitida sin lógica como una cosa realmente surrealista. Esto es intolerable”.Para Rodríguez Barrera, la conciencia del mundo no puede estar tranquila si algo como esto se permite. “Por eso el llamado al mundo para que se restablezca la justicia en el caso de nuestros cinco compañeros”.
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