Presidenta Rousseff cancela visita oficial a EEUU
17 sept. 2013 - La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, canceló su
visita a los Estados Unidos prevista a realizarse el 23 de octubre
próximo luego del conflicto por el espionaje estadounidense, según
constataron medios de comunicación locales.
El diario brasileño O Globo citó que organismos de inteligencia de Brasil siguieron de cerca las denuncias de espionaje por parte de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) a ciudadanos de países latinoamericanos, incluidos la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y el mandatario mexicano Enrique Peña Nieto.
El pasado 14 de septiembre, los ministros de Defensa de Brasil y Argentina firmaron un acuerdo en el que será creado un grupo bilateral que tendrá el objetivo de “lograr un óptimo desarrollo en ciberdefensa y minimizar situaciones de vulnerabilidad”.
Una misión parlamentaria de Brasil viajará a Rusia para entrevistar al exconsultor de la Central de Inteligencia (CIA, por su sigla en inglés), Edward Snowden, con el objetivo de conocer detalles para comprobar el presunto espionaje de Estados Unidos a la nación brasileña.
El presidente de la comisión, Nelson Pellegrino manifestó que la obligación de los parlamentarios es saber las reales dimensiones de esos programas de espionaje de Estados Unidos.
Un alto cargo del gobierno brasileño informó a inicios de septiembre que la mandataria brasileña está indignada por los últimos reportes sobre el espionaje estadounidense contra sus comunicaciones privadas.
Este mismo funcionario gubernamental, quien optó por mantener el anonimato, detalló que la mandataria podría debilitar los lazos comerciales con los Estados Unidos si no recibe disculpas oficiales, luego de las denuncias sobre el espionaje estadounidense hechas por el periodista Glenn Greenwald, quien se basó en los archivos filtrados por Snowden.
Posteriormente el gobierno brasileño llamó al embajador de Estados Unidos en Brasil, Thomas Shannon, para que diera explicaciones y canceló los preparativos para la visita de la presidenta Rousseff a suelo estadounidense a la espera de explicaciones y disculpas oficiales por parte del gobierno de EE.UU.
La iniciativa del viaje de parlamentarios a Rusia se hace en momentos de tensión en las relaciones entre Brasil y Estados Unidos por las revelaciones de que la agencia estadounidense interceptó comunicaciones de la presidenta Dilma Rousseff y de la petrolera Petrobras, la cual es operada por el gobierno brasileño.
Estados Unidos argumentó que su programa de intercepción de mensajes tenía el propósito de combatir el terrorismo, pero el gobierno brasileño alegó que el supuesto espionaje a Petrobras se debe a intereses estratégicos.
En julio, la prensa brasileña reveló que su país formó parte de una red de 16 bases de espionaje operadas por los servicios de inteligencia de Estados Unidos, que intervinieron millones de llamadas telefónicas y correos electrónicos.
México también aparece en ese grupo de países, junto a Ecuador, Argentina, Venezuela, Colombia, Bolivia, Egipto, India, Irán, Turquía, China, Rusia, Francia, entre otros.
El diario brasileño O Globo citó que organismos de inteligencia de Brasil siguieron de cerca las denuncias de espionaje por parte de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) a ciudadanos de países latinoamericanos, incluidos la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y el mandatario mexicano Enrique Peña Nieto.
El pasado 14 de septiembre, los ministros de Defensa de Brasil y Argentina firmaron un acuerdo en el que será creado un grupo bilateral que tendrá el objetivo de “lograr un óptimo desarrollo en ciberdefensa y minimizar situaciones de vulnerabilidad”.
Una misión parlamentaria de Brasil viajará a Rusia para entrevistar al exconsultor de la Central de Inteligencia (CIA, por su sigla en inglés), Edward Snowden, con el objetivo de conocer detalles para comprobar el presunto espionaje de Estados Unidos a la nación brasileña.
El presidente de la comisión, Nelson Pellegrino manifestó que la obligación de los parlamentarios es saber las reales dimensiones de esos programas de espionaje de Estados Unidos.
Un alto cargo del gobierno brasileño informó a inicios de septiembre que la mandataria brasileña está indignada por los últimos reportes sobre el espionaje estadounidense contra sus comunicaciones privadas.
Este mismo funcionario gubernamental, quien optó por mantener el anonimato, detalló que la mandataria podría debilitar los lazos comerciales con los Estados Unidos si no recibe disculpas oficiales, luego de las denuncias sobre el espionaje estadounidense hechas por el periodista Glenn Greenwald, quien se basó en los archivos filtrados por Snowden.
Posteriormente el gobierno brasileño llamó al embajador de Estados Unidos en Brasil, Thomas Shannon, para que diera explicaciones y canceló los preparativos para la visita de la presidenta Rousseff a suelo estadounidense a la espera de explicaciones y disculpas oficiales por parte del gobierno de EE.UU.
La iniciativa del viaje de parlamentarios a Rusia se hace en momentos de tensión en las relaciones entre Brasil y Estados Unidos por las revelaciones de que la agencia estadounidense interceptó comunicaciones de la presidenta Dilma Rousseff y de la petrolera Petrobras, la cual es operada por el gobierno brasileño.
Estados Unidos argumentó que su programa de intercepción de mensajes tenía el propósito de combatir el terrorismo, pero el gobierno brasileño alegó que el supuesto espionaje a Petrobras se debe a intereses estratégicos.
En julio, la prensa brasileña reveló que su país formó parte de una red de 16 bases de espionaje operadas por los servicios de inteligencia de Estados Unidos, que intervinieron millones de llamadas telefónicas y correos electrónicos.
México también aparece en ese grupo de países, junto a Ecuador, Argentina, Venezuela, Colombia, Bolivia, Egipto, India, Irán, Turquía, China, Rusia, Francia, entre otros.
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