Syriza y sus primeras 100 horas en el poder
El líder de Syriza, Alexis Tsipras, en una imagen de archivo.
Han pasado cinco días desde que Alexis Tsipras ganó con
contundencia las elecciones en Grecia. Cinco días que han centrado la
atención de todo el mundo, días en los que hemos visto declaraciones y
actos de los principales miembros de Syriza ocupando las portadas en
Grecia y en el extranjero. Syriza, un partido de izquierdas, con una
trayectoria larga pero más bien modesta hasta ahora en la vida política
griega, ahora integra el Gobierno, acabando con el bipartidismo que
desde el 1954 gobernaba el país (con la oscura excepción de la
dictadura). Sólo este hecho sería suficiente para vislumbrar que en
Grecia pasa algo. No obstante, esta primera semana de Syriza en el poder
ha provocado acontecimientos que no han pasado desapercibidos.
Tsipras pudo formar Gobierno en un plazo de 24 horas con el respaldo de los Anel,
un partido de centro-derecha, en una coalición que según algunos medios
ha asustado a muchos, aunque los mismos medios no se han molestado en
explicar a fondo la razón del supuesto susto. Por muy inesperada que
parezca, la opción de pactar con Anel es la que puede resultar más
sólida (en comparación con las demás posibilidades, Potami o Pasók) y la
en que más puntos de referencia comunes hay. Al fín y al cabo, si
existió un pacto verdaderamente “impío” en Grecia no es otro que el que
se fraguó entre ND y Pasók, el tradicional dipolo de competencia en el
país.
Las primeras 24 horas de Tsipras como primer ministro estuvieron
llenas de simbolismos, que motivaron críticas pero también muchos
aplausos. Tsipras se presentó ante el presidente de la República sin
corbata y prefirió realizar un juramento civil y no religioso. En un
país donde hace unos años la Iglesia Ortodoxa Griega convocó una
manifestación contra la decisión del gobierno de entonces de abolir el
apartado “Religión” del carné de identidad, el acto de Tsipras (que el
día siguiente imitaron sus ministros) provocó polémica; pero también
voces de apoyo, incluso desde dentro de la misma Iglesia.
Polémica ha generado también que en el esquema del nuevo Gobierno,
con 38 altos cargos (entre ministros y subministros), sólo haya 6
mujeres. Y ninguna de ellas es ministra. La única mujer que en los
primeros puestos es la nueva presidenta del Parlamento heleno, Zoe
Konstantopulu, abogada e hija del antiguo presidente de Syriza (cuando
todavía se llamaba “Synaspismós”), Nikos Konstantópulos.
La estrella del nuevo gabinete no es otro que el economista y
escritor Yanis Varufakis. Y no sólo porque su cartera es la más
“caliente” dentro del gabinete. Poco convencional, tanto por su manera
de vestir, con sus chaquetas de cuero, como por sus opiniones heréticas
sobre la trayectoria de la economía griega durante los últimos años,
Varufakis quiere personificar el fín de las políticas de austeridad en
Grecia y al mismo tiempo es el que presionará más para que se convoque
una conferencia internacional sobre la deuda.
Pero al margen de personas, es el propio programa gubernamental de
Syriza el que ha provocado reacciones contradictorias desde los primeros
días. Medidas incluidas en el programa electoral (el famoso “plan de
Tesalónica”) de Syriza, se confirmaron ahora por los ministros de
Tsipras al asumir sus nuevos cargos. El subministro de Reforma
Administrativa sostuvo que los empleados públicos despedidos de manera
incostitucional durante los últimos 18 meses volverán a sus puestos de
trabajo. ¿Y de dónde sacarán los fondos para pagar los costos de su
contratación?, se ha preguntado la oposición, Nueva Democracia. La
respuesta, sin embargo, está en el mismo presupuesto de 2015 que ND
aprobó en noviembre, que preveía la contratación de 15.000 empleados
públicos a lo largo del año. La suspensión de las privatizaciones en
curso (como la de la empresa pública de electricidad, de los puertos de
Pireo y Tesalónica, y de la empresa pública de petróleo) es otro punto
clave del programa gubernamental de Syriza que se ha anunciado como
política oficial del Gobierno esta semana.
Pero en general, las reacciones a estas primeras cien horas de Syriza
en el poder son reacciones entumecidas. Syriza cuenta con el apoyo de
buena parte de la sociedad y lo que ha hecho hasta ahora es poner en
marcha su programa electoral. Las primeras pruebas a nivel europeo, sin
embargo, están a la vuelta de la esquina. Con ellas, se esperan las
primeras reacciones verdaderamente fuertes.
1 comentario
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Ni siquiera aquí se valora el centro y lo importante de lo que propone Syriza, y el motivo PRINCIPAL por el que han pactado con Anel. La defensa de la soberanía nacional de Grecia frente a imposiciones de Washington y Berlín, y la unidad del 90% (y no sólo de la izquierda) contra los recortes. Sólo en base a eso podrán tener éxito podrán proponer cosas en favor del pueblo griego, y de momento son consecuentes con ello. Aquí en España deberíamos hacer lo mismo, como propone Recortes Cero.
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