25-A o como el pueblo rompe el círculo de la criminalización. Escrito por Redacción
Muchos/as quizás piensen que el pasado jueves nos encontramos ante un nuevo fracaso, ante un nuevo intento fallido, pero cuando uno/a escucha a los medios de comunicación hablar de fracaso de dicha movilización, activa en su mente la duda, y se pregunta "¿Realmente habrá sido un fracaso o es que quieren transmitirlo como un fracaso?" Para nosotros/as la respuesta es clara: lo que fracasó fue la estrategia criminalizadora, la estrategia del miedo, la estrategia del terrorismo informativo, la estrategia desmovilizadora de ciertos sectores, y en torno a 3.000 personas rompieron la barrera del miedo y plantaron cara a este sistema, a la crisis y a sus consecuencias; 3.000 personas que fueron reprimidas con dureza.
La manifestación vino precedida de numerosas detenciones que trataban de inculcar el miedo, 15 detenciones previas a una manifestación -lo nunca visto- y de un desprestigio mediático con numerosos artículos desde días antes que trataban de seguir ejerciendo el miedo contra la libertad de manifestación y que auguraban un trágico final a la convocatoria, con numerosas declaraciones de sectores situados a la izquierda que trataban de desmovilizar. Y pese a eso, pese a todos esos impedimentos, la gente salió a la calle. En su mayoría fuimos jóvenes, quizás porque somos los que menos tenemos que perder, y porque la juventud de este pueblo ya ha perdido el miedo, pues si a algo debemos tener miedo es al futuro que nos espera si no luchamos.
La convocatoria transcurrió en un ambiente combativo y reivindicativo, con momentos emotivos como cuando llegó la columna desde Sol a las puertas del Congreso siendo recibida con aplausos por los allí congregad@s. El ambiente prosiguió en la misma tónica, hasta que llegado un momento la movilización fue reprimida.
La acción tampoco fue perfecta y el movimiento popular debe sacar conclusiones para avanzar, porque sin autocrítica es imposible crecer. El 25-A se dio un paso importante, se desenmascaró a ciertos sectores que creíamos compañeros/as de lucha y que dejaron a la juventud vendida, permitiendo la criminalización de esta convocatoria -cuando no la criminalizaron directamente-; se rompió la barrera del miedo y se superó la criminalización mediática, pero también se vio la necesidad de crear una estrategia previa más definida de actuación para que estas manifestaciones no acaben siendo una mera rutina con un alto coste, sino que realmente se puedan dar pasos más importantes. Ayer se anduvo camino, pero todavía nos queda mucho por andar y sólo con las aportaciones de todas podremos lograrlo; es en este sentido en el que trasmitimos nuestra crítica constructiva a la convocatoria de ayer.
Queríamos resaltar la vergonzosa actitud y declaraciones del PCE y de Izquierda Unida, afirmaciones que van más allá de la “corrección política” a la que algunos aluden para excusar este navajazo trapero al pueblo trabajador; son algo estructural a estas organizaciones y especialmente a su dirección. En sendos comunicados se desmarcaban de la convocatoria de “Asedia el Congreso” por no compartir ni los medios ni los fines de la movilización.
Sobre los medios, no cabe sino remarcar la ejemplaridad con la que ha tenido lugar este acto en líneas generales, lejos de las calumnias constantes que se tienen que aguantar desde las agencias de información y los tertulianos-políticos, teniendo por estandarte ejemplar a Cristina Cifuentes. Hoy, con un paro juvenil que roza el 60% en el Estado, con gente que se prende fuego antes de ser desahuciada o con un 25% de pobreza infantil, parece que el ojo del huracán está sobre el carácter pacífico o no de las movilizaciones y del pueblo en general, no incidiéndose nunca en la violencia a la que nos someten el gobierno y su falsa oposición. ¿Cuándo vamos a empezar a llamar las cosas por su nombre? Lo que es un verdadero ataque a la soberanía popular es permitir que la casta que nos condena a la miseria y al exilio se siente en el Congreso tranquilamente y que a eso se le llame "democracia".
En cuanto a los fines, ayer quedó demostrado lo que buscan las cúpulas de la izquierda afín a este sistema, un simple cambio de gobierno. Lo que buscamos -y no sólo buscamos sino que necesitamos el pueblo trabajador-, es un cambio de Régimen, como pedía la marcha del 25-A, cuestión que compartimos plenamente desde Yesca. La experiencia es algo de lo que hay que aprender: ya ocurrió en la “Transición”, entonces bajo la excusa de una nueva e indeseada guerra con los sectores más inmovilistas, que la izquierda reformista se salió con la suya desactivando o bloqueando las iniciativas transformadoras, y de aquellos polvos estos lodos. Hoy la estrategia oficial de IU no es sino el entrismo en las movilizaciones sociales para canalizar el descontento hacia unos mejores resultados electorales para su formación en próximas elecciones, a costa de un demacrado PSOE, con tal de ganar un puñado de votos, pero nunca para reforzar aquellos movimientos populares autónomos que están funcionando de manera honesta y eficaz. Hay que tener claro que ninguna victoria táctica puede ser duradera y real si no se camina hacia la victoria estratégica, es decir, hacia el cambio de sistema.
Por ello queremos felicitar a todos y a todas los que el 25-A nos congregamos a las puertas del Congreso. A veces unos miles dan voz a millones, a veces unos miles son multitud cuando sus reivindicaciones son tan justas y necesarias. A veces unos miles como ayer impulsan el cambio imparable hacia la construcción de un movimiento alternativo que cuestiona de raíz y con honestidad al sistema.
Yesca, la juventud castellana y revolucionaria
27 de abril de 2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario