jueves, 25 de abril de 2013

¿Quien investiga a los investigadores? HUELE A PODRIDO EN BOSTÓN, ¿POR QUÉ TANTA PROPAGANDA?



¿Quién investiga a los investigadores?. Algo huele podrido en Boston.
This Can't Be Happening
Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

(El siguiente artículo fue escrito el pasado día 22 de abril por Dave Lindorff y actualizado ayer. La actualización se añade al final)
No soy muy amigo de las teorías de la conspiración, pero hay algo que decididamente apesta en toda la historia de los atentados de Boston.
Por lo que estamos leyendo sobre el caso, resulta que el FBI llevaba al menos dos años, que puede que fueran cinco, investigando a Tamerlan Tsarnaev, el hermano mayor de 26 años que murió durante el tiroteo entre la policía y los dos hermanos, Tamerlan y Dzhokar, de 19 años. Habían interrogado ya a Tamerlan en su casa, le habían advertido de que estaban registrando cuanto comía, cuanto miraba en su ordenador, etc. Sabían que había ido a Rusia, Daguestán y Chechenia.
Luego tenemos la cuestión del dinero. ¿Verdad que se nos dijo que Tamerlan había abandonado el instituto público de formación profesional por problemas de dinero? ¿Institutos públicos de formación profesional? Asistir a clase ahí apenas cuesta nada. Eso es lo que les caracteriza: que todo el mundo puede permitírselos. Y, al parecer, ¡sólo estaba yendo a tiempo parcial! Pero, entonces, ¿cómo es que los dos hermanos conducían un Mercedes y llevaban ropas de marca?
Un estiloso Tamerlan y su Mercedes-Benz: ¿un tipo con mala suerte o alguien protegido por el gobierno?
Estamos hablando de dos hermanos, ambos graduados de la escuela pública, con un padre que estaba enfermo y vivía en Daguestán, que había trabajado como mecánico ambulante cuando estaba en EEUU, y una madre que tenía una especie de salón de belleza en casa, y esos chicos vestían ropa estilosa y conducían un coche caro, aunque lo compraran de segunda mano, y que es también terriblemente caro de mantener.
¿De dónde venía todo ese dinero? No lo sabemos. Al parecer, Tamerlan trabajaba repartiendo pizzas durante esa época. Todo eso mientras vivía con su mujer y cuidaba en casa de su hija, que tiene ahora tres años. Se ha dicho que la mujer de Tamerlan, una artista, estaba manteniendo a la familia trabajando de “60 a 80 horas a la semana” como auxiliar sanitaria a domicilio, uno de los trabajos peor pagados que puedas encontrar y por el que a menudo se recibe menos del salario mínimo.
¿Por qué resulta inquietante todo esto? Porque una y otra vez, cuando las tramas terroristas se “interrumpen” y se arresta a los supuestos terroristas, resulta que son unos incautos ineptos a los que provocadores del FBI han dirigido hasta sus “complots”.
Por tanto, ¿acaso este horrendo atentado fue otra de la larga cadena de operaciones encubiertas del FBI que quizá salió mal? O peor aún, ¿fue esto en realidad, como los padres de los Tsarnaev, ahora divorciados y viviendo por separado en Daguestán, están sugiriendo, un montaje de “bandera falsa” de las agencias de inteligencia estadounidenses?
Pero hay más elementos curiosos en todo este asunto. Se ha informado ampliamente, incluso en los principales medios de comunicación locales (al menos en los primeros momentos), de que este año había una presencia policial inusual tanto al principio como al final del maratón –presencia que incluía perros policías detectores de droga- y también, ¡no se lo pierdan!, personal privado de seguridad, según consta, de Craft International, ¡que llevaban el mismo tipo de ropas negras y mochilas negras que se vio llevar a los hermanos Tsarnaev! ¿De qué va todo esto? El parecido entre la ropa que llevaban los hermanos Tsarnaev y la que llevaban los mercenarios de Craft es increíble, hasta las gorras negras con el logotipo blanco sobre la frente (el logo de Bridgestone de Tamerlan no era una calavera pero, desde una determinada distancia, podría haber pasado por lo mismo).

El parecido de la cazadora, los pantalones, las gorras e incluso las mochilas entre las fotos de Tarmelan Tsarnaev (la primera de arriba a la izquierda y la primera de abajo por la derecha) y las de los mercenarios de Craft International Security en la escena (en la fila superior, las dos del centro y la segunda de abajo por la derecha), así como de los agentes de la policía federal del CST (una unidad de la Guardia Nacional) es tan perfecto que permite desafiar cualquier afirmación de que se trata de una mera coincidencia


La página web de Craft International describe que la empresa proporciona “el mejor entrenamiento del mundo en armas de combate, seguridad y defensa al ejército, policía, corporaciones y clientes civiles”. Hasta ahora, ninguna entidad, privada o gubernamental, ha asumido la responsabilidad de haber contratado a Craft para prestar servicios durante el Maratón.

Imágenes de presuntos efectivos del personal de seguridad de Craft International antes y después de las explosiones en el Maratón. Fíjense en el atuendo similar entre las ropas y mochilas de los tipos camuflados de la seguridad de Craft y la que los dos sospechosos del atentado. (¡Irónicamente, el tipo de tez oscura de la primera foto –el segundo por la izquierda- fue erróneamente señalado como sospechoso en las fotos de prensa!)

Seguramente, si los perros rastreadores hubieran estado haciendo bien su trabajo y no hubieran tenido taponadas las narices, habrían detectado a dos aficionados que supuestamente prepararon dos grandes ollas a presión de cocina llenas de pólvora negra y clavos, que después colocaron en las mochilas y que iban caminando entre la multitud en la línea de meta. La pólvora negra tiene un fuerte olor reconocible y es muy difícil manejarla de forma limpia, algo parecido a utilizar polvos de talco e intentar que no manchen nada (prueben a hacerlo alguna vez).
Para quienes tengan dudas acerca de la afirmación de que los mercenarios de Craft estaban en el escenario, echen un vistazo aquí , y a la siguiente foto con la imagen del logo de la compañía en las gorras.

Mercenarios de Craft en el escenario del Maratón de Boston, llevando las gorras con el logo de la compañía (ampliado aquí)

Y después tenemos también una extraña entrevista en WEEI, una radio con un programa de llamadas de la zona de Boston denominado Dennis & Callahan Morning Show, a partir de una llamada de una mujer de nombre Linda, que afirma que presenció el tiroteo entre los dos hermanos y la policía en el que murió Tamerlan. La mujer, que dice que estaba en casa de su novio en la calle Dexter, en el Watertown, afirma que “corrieron a la parte delantera” de la casa cuando oyeron el sonido de los disparos y las explosiones y “vieron un todoterreno de la policía que atropellaba al sospechoso, al que, después de llevárselo por delante, le dispararon múltiples veces”.
Al aclarar las cosas, en virtud de las preguntas del locutor de la radio, ella dice que Tamerlan fue primero golpeado por el coche de la policía y después añade: “Por lo que vimos esta mañana temprano, me cuesta creer que en realidad le declararan muerto en el hospital, quiero decir que con las heridas que le causaron en la calle, probablemente estaba ya muerto cuando le metieron en la ambulancia”. Continúa sugiriendo que Tamerlan pudo haber sido ejecutado por la policía: “Recuerdo que le dispararon múltiples veces”. Desde luego, “Linda” y su historia podrían ser una farsa total, pero su relato, es totalmente contrario al relato oficial de un Dzhokhar despiadado e insensible atropellando a su propio hermano durante el tiroteo, arrastrándole a lo largo de diez metros por la carretera antes de escaparse a pie del cordón policial (de forma y manera que los perros rastreadores no pudieron seguir su rastro ensangrentado).
Están apareciendo otros testigos del asesinato de Tamerlan. Uno de ellos, Adam Kitzenberg, ya ha acusado a la policía de haberle disparado antes de ser atropellado por la huída de su hermano, y tiene fotos que muestran a los dos hermanos disparando contra la policía detrás de un coche, por lo tanto, “Linda” podría ser una artista del fraude. Tendremos que esperar más pruebas sobre ese tema.
El mismo Dzhokhar, que actualmente está bajo estrictas medidas de seguridad en el Hospital Beth Israel de Boston, donde se encuentra en estado grave con tres heridas de bala y que ha sido interrogado por el FBI antes de que le leyeran sus derechos y le acusaran formalmente, tiene mucha suerte de estar vivo. Cuando le descubrieron, debilitado por la pérdida de sangre, escondido dentro del remolque de una lancha de recreo en el camino de entrada a la casa de un jubilado de la compañía New England Telephone, la policía, llamada por el propietario, David Henneberry, disparó inicialmente varios tiros hacia la lancha tratando de matarle, hasta que un supervisor les ordenó que dejaran de disparar. No se sabe si la bala que alcanzó a Dzhokhar en el cuello, produciéndole una herida que ahora al parecer le impide hablar, era una de las que la policía disparó en aquel momento (la policía afirma que “probablemente” se disparó él mismo).
Será interesante escuchar lo que finalmente tenga él que decir… o escribir, si es que tiene la laringe liquidada. No doy mucha credibilidad a los informes de que está “confesando” ante los federales. Esos mismos informes mencionan que también está sedado, por lo tanto, los entrenados profesionales en hacer cantar de los equipos del FBI estaban en una posición inmejorable para hacer preguntas desorientadoras y conducentes a obtener las respuestas que ansiosamente esperaban de él. Tendremos que esperar para saber algo más, si logra sobrevivir a su cautividad secreta en los vigilados confines del hospital. Mientras tanto, las fotos que siguen apareciendo plantean cada vez más preguntas acerca de quién estaba realmente detrás de los atentados y de qué iba todo.
No sé qué hacer ni qué pensar de tantas rarezas, pero sí estoy seguro de una cosa. Teniendo en cuenta el largo y perverso historial del FBI a la hora de orquestar y financiar complots terroristas a partir del 11 de septiembre de 2001, para poder después explotarlos tanto para pulir su propia imagen como para aterrorizar a la gente, la última organización que debería encargarse de interrogar a Dzhokhar Tsarnaev en el hospital, y de investigar todo lo relativo al atentado, es el FBI. La agencia tiene mucho que explicar sobre sí misma en este extraño caso.
Antes de que el país siga su marcha hasta convertirse en un estado policial, y de que las calles tomadas por la ley marcial se conviertan en la nueva “normalidad”, necesitamos averiguar qué hacía el FBI –y qué hacía Craft International- en Boston y de dónde sacaban su dinero, sus ideas y sus suministros los hermanos Tsarnaev. (Y, a propósito, si usted pensaba que la orden de “no salgan de sus casas” a toda la ciudad de Boston estaba motivado para proteger a la gente, y no como un ejemplo de ley marcial en marcha, miren en este video cómo se actúa sobre el terreno, con los ciudadanos sacados de sus casas a golpe de pistola y la policía como tropas de asalto y no como servidores públicos, gritando órdenes a los aterrados vecinos).

Actualización (23-4-2013):

Ayer escribí un amplio artículo sobre el creciente número de aspectos extraños en el supuesto atentado de los hermanos Tsarnaev en el Maratón de Boston, que incluía interrogantes acerca de dónde sacaba ndinero el hermano mayor, Tamerlan Tsarnaev, que era repartidor de pizzas, y su mujer, que trabajaba como auxiliar sanitaria a domicilio con un salario muy precario, para poder comprar ropas de marca y un Mercedes Benz; por qué la línea de meta del Maraton estaba llena de mercenarios con cazadoras negras de la agencia de seguridad privada Craft International Security y cómo fue que la agencia federal, la agencia policial y la Guardia Nacional consiguieron sellar una ciudad de un millón de almas en sólo unas pocas horas sin ningún plan previo.
Ahora, un tipo listo con una web denominada Underground World News ha encontrado una foto que muestra al hermano menor superviviente, Dzhokhar, huyendo del escenario del atentado. Esa imagen muestra claramente que todavía carga con su mochila, la que supuestamente había dejado atrás para que explotara en medio de la multitud.
Además, la misma foto muestra imágenes, que han circulado ya ampliamente, de la mochila explotada, con un único cuadrado blanco en su parte superior –un diseño que es claramente visible en la parte superior de la mochila negras que llevaba uno de los dos mercenarios de Craft, la misma persona de tez oscura que, irónicamente, fue al principio erróneamente identificado en algún medio importante como uno de los sospechosos.
Y después, la tremenda sorpresa: Otra imagen, que también ha circulado ampliamente, muestra a ese mismo mercenario de Craft huyendo de la explosión de la bomba ¡sin su mochila!
Obviamente, hoy en día se puede hacer photoshop con las imágenes, por eso se aconseja precaución, pero aunque esa imagen de Dzhokhar corriendo es nueva, las otras, las de la mochila después de explotar y la del mercenario de Craft –mostrando ambas ese distintivo cuadrado blanco- estaban ampliamente disponibles desde poco después de que tuviera lugar el atentado.
Como escribí en la cabecera de mi anterior artículo "This Can’t Be Happening!", el gobierno y los medios tienen una prisa enorme por acusar al capturado Dzhokhan de este horrible crimen y de ejecutarle por él, pero “Algo huele a podrido en Boston”.
Si sólo se tratara del destino de un joven, esa prisa en juzgarle ya sería algo suficientemente inquietante, pero su caso se ha utilizado para justificar un extraordinario recorte de las libertades constitucionales, tanto del derecho a disponer de un abogado como de la imposición de facto de la ley marcial sobre toda una ciudad durante la caza del hombre. Esto hace que sea especialmente importante clarificar y explicar todo lo ocurrido.
Este fotomontaje muestra una escena del video grabado con Dzhokahr abandonando el escenario del atentado llevando su mochila. También muestra a un tipo de la seguridad de Craft con una mochila con el mismo cuadrado blanco que aparece en la mochila que explotó, con otros dos tipos de Craft y ahora no lleva la mochila. Cabría hacer un montón de preguntas….
Dave Lindorff es un veterano periodista de investigación. Ha escrito cuatro libros, el más reciente es The Case for Impeachment (St. Martin’s, 2006). Sus artículos suelen editarse en diversas publicaciones como The Nation, Mother Jones, Businessweek, Treasury & Risk, Rolling Stone y Salon. Habla chino de forma fluida y pasó cinco años como corresponsal en Hong Kong para Businessweek.

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