Syriza y el falso rapto de Europa
Europa
atraviesa un período muy convulso pues la crisis financiera está
poniendo todavía más difícil el proceso de construcción europea
(imprescindible para que pueda competir como potencia mundial) y el
colapso económico que se está haciendo visible en los países periféricos
y emergentes, previsiblemente acabará generando la desmembración de la
actual Unión Europea y el retorno a escenarios ya olvidados de
compartimentos estancos y proteccionismo económico.
Origen de la crisis
Factores exógenos: La
política suicida de las principales entidades bancarias mundiales en la
concesión de créditos e hipotecas de alto riesgo aparece como detonante
de la crisis de las subprime de EEUU, seguida de la aparición de los
activos tóxicos, un goteo incesante de insolvencias bancarias, una
severa contracción de los préstamos bancarios y una alarmante falta de
liquidez monetaria y de confianza en las instituciones financieras, lo
que ha originado la desestabilización económica global y la entrada en
recesión de las principales potencias económicas mundiales, dibujándose
un escenario a cinco años en el que se podría regresar al proteccionismo
económico, con la subsiguiente contracción del comercio mundial y
posterior finiquito a la globalización económica.
Factores endógenos:Estallido
de la burbuja inmobiliaria que ha provocado el hundimiento del castillo
de naipes económicos de los países PIIGS (despectiva abreviatura
anglosajona que englobaría a España, Portugal, Italia, Irlanda y
Grecia). La economía de dichos países se ha basado en el último decenio
en la conocida “dieta mediterránea” cuyos
ingredientes principales eran el “boom” urbanístico, el turismo y el
consumo interno y que creaba excelentes platos minimalistas, de
apariencia altamente sugestiva y precio desorbitado pero vacíos de
contenido culinario y con fecha de caducidad impresa (2008).
¿Salida de Grecia del Euro?
Las
reformas estructurales y fiscales que ha impuesto la Troika a países
como Irlanda, Grecia, Portugal, España, Italia, Chipre, Malta y
Eslovenia para modernizar la Administración pública y la sanidad,
mejorar el mercado laboral y adaptar la presión fiscal a las
circunstancias son principios genéricos que se han traducido en
sucesivas subidas de impuestos, reducción de funcionarios, supresión de
organismos públicos, recortes salariales y máxima flexibilidad en el
mercado laboral aunado con una sensible pérdida de jirones del
primigenio Carta Social Europea (CSE) o Carta de Turín de 1.961.
En
el caso griego, la troika que comprenden la UE, el FMI y el BCE llevan
tiempo presionando a Grecia con un riguroso programa de privatizaciones
debido a su desorbitante Deuda Pública (de 320.000 millones de euros) y
ha obligado a todos los partidos políticos a aprobar suicidas medidas de
austeridad que han provocado la pérdida de más de 1 millón de puestos
de trabajo y el ascenso imparable de formaciones como Syriza que propone
la quita de 2/3 de la deuda helena y el default o suspensión de pagos
hasta que se retorne a escenarios de crecimiento económico.
Por
otra parte, las reformas estructurales y fiscales para modernizar la
Administración pública y la sanidad, mejorar el mercado laboral y
adaptar la presión fiscal a las circunstancias (rebajar el IVA situado
en la actualidad en el 23%,) son principios genéricos que se traducirán
en subidas de impuestos, reducción de funcionarios, supresión de
organismos públicos, recortes salariales y flexibilidad en el mercado
laboral. Los
expertos de la llamada “troika” habrían concluido, según un documento
secreto publicado por la web italiana Linkiesta que “Atenas no sólo no
podrá hacer frente a sus obligaciones financieras, sino que, además,
sufrirá una “fuerte devaluación interna”, una significativa caída de
precios y de salarios en los próximos años”. Así,según Efecom, se prevé que la deuda pública del país heleno ascenderá hasta el 200 % del producto interior bruto (PIB)
en el 2015, existiendo el temor de que podría pasar del default
(incumplir sus pagos) a la quiebra y es que, a pesar de que Grecia trata
desesperadamente de evitar el impago de su deuda,” cada vez más
empresas europeas y estadounidenses se preparan para lo que antes era
impensable”, según The New York Times.
Caso de producirse finalmente la salida de Grecia de la Eurozona por la presión alemana,asistiríamos
a escenarios de devaluación de su moneda (dracma); alta inflación,
galopante tasa de paro y deuda desbocada, radicalización de los otrora
aburguesados y sumisos sindicatos de clase, (Confederación General
Griega del Trabajo GSEE), ruptura del diálogo social con la patronal,
frecuentes estallidos de conflictividad laboral, auge de partidos como
el Partido Comunista Griego (KKE) y la aparición mediática de los grupos
antiglobalización que utilizando tácticas de guerrilla urbana pondrán
en jaque a las fuerzas de seguridad.
Ante esta situación y sin el paraguas protector de la UE, no sería descartable la reedición del golpe de los Coroneles (1967),(que
sería un episodio local dentro de un nuevo escenario de Guerra Fría
entre EEUU y Rusia) y que contaría con el apoyo encubierto de EEUU
dentro de su objetivo de anular los esfuerzos de Rusia para fagocitar
países europeos. Así, según el diario turco Daily Hürryet que cita al
alemán Bild,“la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos,
ha advertido que puede haber un golpe militar en Grecia por la
creciente ola de malestar social ante los draconianos planes de
austeridad impuestos por el gobierno”.
¿Finiquito a la Eurozona?
La exclusión de Grecia de la Eurozona supondría el finiquito de la Eurozona pues el resto de países periféricos (Portugal, España, Irlanda, Malta y Chipre), seguirá inexorablemente el movimiento centrífugo de Grecia y deberán retornar a sus monedas nacionales, sufrir la subsiguiente depreciación de las mismas,
la regresión a niveles de renta propias de la década de los 70 e inicio
del éxodo al medio rural de una población urbana afectada por la
asfixia económica, embargo de viviendas e ingreso en las listas del
paro, con la consiguiente revitalización de extensas zonas rurales y
rejuvenecimiento de su población. Así, en
la cadena Fox News, Peter Morici, economista y profesor de la
Universidad de Maryland, dijo que “la necesidad de una unión fiscal en
la zona euro y de que el BCE adopte un papel similar al llevado a cabo
por la Reserva Federal de EEUU, no llegarán a tiempo para salvar a
España” y consideró la posibilidad de que “nuestro país simplemente
abandone el euro para poder así imprimir su propio dinero y resolver sus
problemas como lo hizo Estados Unidos a raíz de la crisis financiera”.
Por
otra parte, el severo retroceso de las exportaciones debido la
contracción del consumo interno de la UE por la recesión económica, (los
intercambios comerciales entre los Estados miembros de la UE alcanzan
el 60% del volumen total de su comercio) y a un euro artificialmente
revalorizado que encarece los productos europeos y reduce su
competitividad frente a los países del resto del mundo, con especial
incidencia en países tradicionalmente exportadores como Alemania,
Francia, Holanda, Eslovaquia y Finlandia, podría provocar que los países
nórdicos abandonaran las estructuras de la Unión Europea y procedieran a
la constitución de una Federación Escandinava (integrada por Dinamarca,
Noruega, Suecia y Finlandia),quedando una vez más los países bálticos (Letonia, Estonia y Lituania) abandonados a su suerte.
Mención
especial merece el caso del Reino Unido en el que convergen una mayor
exposición a los activos tóxicos (hipotecas subprime), a los activos
inmobiliarios y una libra revalorizada que ha estancado sus
exportaciones, por lo que se verá obligado a realizar sucesivas bajadas
de tipos de interés, implementar medidas cuantitativas (Quantitative
Easing) para incrementar la base monetaria, depreciar repetidamente su
moneda para estimular sus exportaciones y a aplicar medidas
proteccionistas. Además, tras retornar al poder los conservadores
liderados por David Cameron y fieles a su política euroescéptica (nula
voluntad británica de embarcarse en un proyecto en decadencia en el que
la soberanía británica estaría supeditada a los mandatos de Bruselas),
incluyeron en su programa electoral del 2.015 la convocatoria de un
referéndum sobre la salida de la UE para el 2017, con lo que Cameron
tranquilizó a las bases más radicales de su partido al tiempo que
arrebató la bandera al partido en alza de los euro-escépticos( UKIP) que
consideran que el Reino Unido no necesita de Europa ya que podría
convertirse en la Singapur de Occidente desde su atalaya financiera de
la City londinense al tiempo que metrópolis del comercio de Ultramar al
pilotar la nave capitana de una renacida Commonwealt, siguiendo la
filosofía de Winston Churchill : “Estamos en Europa, pero no en ella”.
Por
último, el resto de países no integrados en dicha órbita (países del
centro y este de Europa, integrantes de la llamada Europa emergente,
incluida Turquía),sufrirán con especial crudeza los efectos de la
tormenta económica al no contar con el paraguas protector del euro y se
verán obligados a depreciar sucesivamente sus monedas, aumentar
espectacularmente su Deudas externa y sufrir alarmantes problemas de
liquidez. Asimismo, deberán retornar a economías autárquicas tras sufrir
masivas migraciones interiores, al descartar la CE la modificación de
las reglas para la adopción del euro en la Unión Europea y así poder
acelerar la adhesión de los Estados miembros del centro y este de Europa
y deberán proceder a la reapertura de abandonadas minas de carbón y
obsoletas centrales nucleares para evitar depender energéticamente de
una Rusia que conjugando hábilmente el chantaje energético y la
desestabilización de gobiernos vecinos “non gratos” irá fagocitando a la
mayoría de estos países abandonados a su suerte por la Unión Europea en
aras de asegurarse el abastecimiento energético de gas y petróleo
rusos.
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