La doble crisis de la universidad. Capitalismo cognitivo, precariedad laboral, producción del conocimiento y conflictos sociales. Patrick Cuninghame. Rebelión
Ponencia completa para Tema 8, Sociología de la Educación, del Segundo Encuentro de Sociología en la Universidad Autónoma Metropolitana 2014 “La Sociología Hoy…en México y en la UAM”, 20 de octubre de 2014, Club Alemán, México DF. |
Existe una doble
crisis en la universidad en México y globalmente: económica e
institucional. Los procesos de comercialización y globalización de la
educación superior (ES), que son fundamentales para la transición del
capitalismo industrial al capitalismo cognitivo y que se basan en el
gran aumento del valor del trabajo inmaterial intelectual en comparación
con el trabajo manual material en las relaciones productivas actuales,
han ampliado radicalmente el mercado mundial en la ES, teniendo una
serie de impactos sociales algunos positivos, pero muchos negativos.
Fundamentalmente, estos procesos han llevado a la creciente
precarización de las condiciones de trabajo, para los trabajadores
universitarios, sobre todo los de tiempo parcial. Además, está cada vez
más restringido el acceso a la educación superior pública para los
estudiantes, lo cual causa un creciente malestar entre los sectores
sociales de menos recursos que resultan más excluidos que antes.
También, han causado un número creciente de conflictos sociales,
principalmente huelgas por parte de los trabajadores y movilizaciones y
ocupaciones estudiantiles.
La sociedad civil y la comunidad
académica mexicanas necesitan aprender de los conflictos actuales en
torno a la producción del conocimiento en la universidad pública para
reducir los peores efectos del modelo educativo neoliberal en aras de su
transformación a un modelo educativo mas incluyente y de mejor calidad
que estimula el pleno desarrollo del trabajo cognitivo inmaterial en
México.
La
capital percibe todos los límites como obstáculo y los supera en lo
ideal si no los superó en la realidad: ya que cada uno de estos límites
es en contra de toda proporción inherente al capital, su producción se
mueve a través de contradicciones constantemente superadas pero
igualmente constantemente recreadas.
Karl Marx "Grundrisse"
Introducción
El objetivo central de esta ponencia es delinear las causas y los
efectos de las principales formas de conflicto social relacionadas al
acceso, la producción y la difusión del conocimiento en la universidad
pública mexicana durante la actual transición del capitalismo industrial
hacia el capitalismo cognitivo, involucrando el auge del trabajo
inmaterial/intelectual en la sociedad y de la precariedad laboral
posfordista en la universidad, a través de un estudio que examina los
conflictos en la universidad pública mexicana alrededor de la cuestiones
de la producción y consumo del conocimiento en México en particular y
en las Américas en general.
Es difícil entender la transición
actual del capitalismo industrial-financiero al capitalismo cognitivo,
que se base en el trabajo inmaterial que produce, consume, compra,
vende, comunica, comparte y transmite nuevos conocimientos e
informaciones a un ritmo inédito en la historia sin considerar las
deformaciones y transformaciones producidas por la actual crisis
económica mundial y la convergencia de un conjunto de crisis
trans-épocal (ambiental-cambio climático, de la hegemonía geoestratégica
de los Estados Unidos de Norte América, de la producción alimenticia y
del terrorismo, guerra y narco-violencia) (Blondeau et al 2004, Bartra
2010, Pacheco y Gun Cuninghame 2010, Veraza Urtuzuástegui 2010). En el
epicentro de estos desarrollos al inicio del siglo XXI se encuentra la
universidad que traspasa una “doble crisis” (Edu-Factory y Universidad
Nómada, 2010): crisis de función, en cual una institución históricamente
conservadora y renuente a enfrentar el cambio institucional está
obligada pasar a la expansión substancial para poder satisfacer la
creciente demanda para la educación superior; por otro lado, hay la
crisis de financiamiento a largo plazo bajo el neoliberalismo ahora
exacerbado al extremo por la crisis económica mundial que en su etapa
actual obliga incluso a los países céntricos a introducir recortes de
presupuesto en el gasto público y las re-estructuraciones financieras
más radicales desde los años 30 del siglo pasado.
La doble crisis de la universidad
La primera causa de la doble crisis económica e institucional
universitaria han sido las políticas globales y nacionales para la
comercialización de la educación superior pública y la corporatización
de la “universidad-empresa” (de Mendonca Silva 2011; Roggero 2011)
promulgadas por gobiernos neoliberales con el objetivo (generalmente
escondido aunque inducido por las políticas de instituciones globales
como el Banco Mundial) de la privatización paulatina de la universidad
pública a través de políticas de recortes en el presupuesto para la
educación público en general y para la educación superior en particular,
y la transferencia de fondos públicos del sector publico al sector
privado, causando un aumento inicialmente pequeño y luego dramático,
como en Inglaterra en 2010 y en Estados Unidos actualmente, de las
colegiaturas y del endeudamiento estudiantil, así reduciendo el acceso a
la educación superior pública para grandes estratos de la población que
solamente recientemente se han integrado en la universidad.
Una segunda causa, sin duda, ha sido el desarrollo de políticas públicas
hacia la integración regional y continental de los sistemas nacionales
universitarios en Europa a través del Proceso de Bolonia, que inicio en
1999 y que habría debido terminado su primera etapa en 2010, y en
América Latina a través del Proyecto Tuning para el desarrollo de
competencias específicos para eventualmente substituir o por lo menos
complementar a las careras de licenciatura y de posgrado, se han
complementado mutuamente a nivel global, junto con procesos parecidos en
Estados Unidos, Australia y China. Estas iniciativas han sido recibidas
con sospecha por buena parte de las comunidades académicas nacionales
afectadas, principalmente por el miedo que sean “caballos de Troya” para
un mayor participación privada y empresarial en la universidad pública y
por lo tanto han sido resistido más activamente por los estudiantes y
otros movimientos sociales anti-neoliberales y mas pasivamente y
parcialmente por los trabajadores académicos y administrativos.
Los efectos han sido precisamente la subida de las colegiaturas (todavía
no en México, pero la prospectiva de una contrarreforma neoliberal en
la educación superior en concordancia con las de 2013-14 es muy
cercana), la reducción en el presupuesto de la universidad pública, la
transferencia de recursos del sector público al privado, la
precarización del trabajo académico y administrativo y la reducción de
acceso a la educación superior para las clases sociales con menos
recursos, así llevando a un aumento en conflictos políticos y sociales
dentro la universidad. A la vez se han aumentado el número de
iniciativas y colaboraciones por parte de la universidad pública con el
sector privado, sobretodo en la investigación en las ciencias exactas y
naturales, para compensar la reducción en financiamiento por el estado.
Muchas veces estas iniciativas han sido desarrolladas en una manera poca
democrática o abierta a los opiniones de toda la comunidad
universitaria precisamente para evitar la posibilidad de resistencias y
protestas.
Conflictos en la universidad
Las
principales formas de conflicto dentro la universidad mexicana han sido,
de antemano, la formación de organizaciones, colectivos y movimientos
sociales autónomas de las instituciones políticas por parte de grupos de
estudiantes, investigadores, profesores y administrativos opuestos a
los cambios neoliberales, los últimos dos grupos más frecuentemente a
través de sus sindicatos, sobre todo si sean independientes, como SITUAM
en la UAM y STUNAM en UNAM. Otras actividades de resistencia y protesta han sido la
organización y puesta en práctica de un abanico de acciones directas,
como ocupaciones de edificios y facultades, marchas internas,
contra-información por medio de la distribución de volantes y pancartas,
la organización de encuentros, seminarios, debates y proyecciones de
películas y videos, el desplego de posters, mantas y pintas con o sin la
autorización de la universidad, la organización de cursos y seminarios
alternativos por los mismos estudiantes como forma de autoeducación.
Fuera de la universidad, pero relacionadas a ella y su crisis, las
principales formas de conflicto han sido la participación por
estudiantes sobretodo en redes sociales y encuentros locales, nacionales
e internacionales opuestas a las políticas neoliberales hacia la
educación superior pública, como los que han sido organizadas por los
movimientos sociales globales Edu-factory, Knowledge Liberation Front y
el Movimiento Estudiantil Internacional desde 2008. Se han organizado
jornadas nacionales e internacionales de protesta contra algunas
políticas en particular, como el intento de aumentar el endeudamiento
estudiantil como solución a la crisis económica de la universidad,
particularmente en los países anglo-sajones. Esta política del
endeudamiento social, en lugar del aumento de los impuestos a las clases
altas, surge de las políticas neoliberales de endeudamiento de enteros
países y regiones, como África y América Latina en los 70 y 80, y ahora,
por medio de políticas de austeridad y recortes en el gasto público,
del 99% de la población, según Occupy Wall Street y los Indignados, como
solución a la crisis económica global del modelo neoliberal.
Capitalismo Cognitivo
El concepto del “capitalismo cognitivo” como nueva etapa en la historia
del capitalismo está relacionado a otros como la “sociedad de
información”, la “economía del conocimiento” y los “trabajadores del
conocimiento” (knowledge workers), forma la base teórica de esta
ponencia que sin embargo quiere presentar las limitaciones de tal
planteamiento, sobre todo para México como país todavía periférico, o
semi-periférico según Wallerstein, en términos de su desarrollo
económico y tecnológico. Las Nuevas Tecnologías de la Comunicación y de
la Información (NTIC), causa de la inédita expansión de Internet y por
la generalización del uso de la computadora personal o PC en cualquier
actividad social, cultural y económica, y luego de los laptops como
dispositivo mas móvil, ahora ya están en vía de ser substituidos por
dispositivos cada vez más pequeños, ligeros, delgados, versátiles,
potentes y rápidos, como son los tablet y los celulares inteligentes.
La sociología y la ciencia económica han abordado el tema de las NTIC a
través de varias teorías, como las de la “sociedad de la información” y
la “economía del conocimiento” o bien los conceptos de la “nueva
economía” o la “economía red” para analizar la transformación profunda
en las prácticas laborales y estudiosas en curso. Sin embargo, lo que
falta a estas teorías y conceptos, que sobre todo tratan de aferrar la
velocidad de este cambio enorme, es precisamente la dimensión
conflictiva y contradictoria como problema también de gobierno y de
dominio (Blondeau et al, 2004).
Desde una perspectiva
estrictamente economicista, el antiguo objetivo del desarrollo —basado
sobre la relación entre primer y segundos sectores económicos — sería
reemplazado y/o subordinado al objetivo prioritario de la creación de
una articulación coherente entre el sector intensivo en conocimiento
—que algunos autores designan como el quinto sector que comprende
también los sectores colectivos del welfare — y la renovación del sector denominado tradicional que viene designado como el sexto sector de la economía.
Así hay las condiciones para un desarrollo sostenible cuya realización
rebasa la capacidad de innovación y de autonomía de cada territorio.
Esto implica la ruptura con la actual regulación neoliberal de la
división internacional de trabajo fundada en los "cercamientos" del
saber y en la captación de lo cognitivo en provecho de lo financiero
(ídem).
La crisis económica mundial actual que inició en
septiembre de 2008 se presenta como la primera “gran crisis” de
regulación del capitalismo cognitivo. Es una “crisis de mutación” que
muestra la imposibilidad del actual régimen de crecimiento para asegurar
la cohesión y la preservación de los recursos naturales. La salida de
esta gran crisis está indeterminada y está ligada al juego de una
compleja dinámica de conflictos e innovación.
Producción y consumo del conocimiento
En cuanto a la cuestión del conocimiento y su producción y transmisión
acertada para la formación de nuevos cuadros profesionistas y
científicos y que forma la base del papel de la universidad en las
sociedades modernas. Sin embargo, estos procesos para la producción y
transmisión del conocimiento han sido puestos en crisis, como la misma
institución de la universidad, por una serie de desarrollos en la
economía global capitalista que se podría encapsular en los términos de
“globalización” y “posmodernización”.
En estas nuevas
condiciones socio-culturales, el conocimiento se ha vuelto sobre todo un
bien comercializado cada vez más central a los procesos de la
privatización de los recursos y bienes públicos y la concentración de la
riqueza socio-económica, como políticas neoliberales generales y partes
esenciales de lo que Harvey (2004) ha llamado una nueva etapa de la
acumulación originaria por medio de la desposesión.
Por otro
lado, se ha vuelto la base de la nueva economía del capitalismo
cognitivo a través del trabajo inmaterial y afectivo (Lazzarato y Negri,
2001), sobre todo en la forma del precariedad que predomina cada vez
más en la universidad, incluso entre los profesores de tiempo
indeterminado que sin embargo viven formas de precariedad e inseguridad
laboral en su cotidianidad.
Frente al desafío de la intentada
privatización de un conocimiento cuya producción se ha vuelto a la vez
masiva y precaria gracias a las NTIC, así realizando con algún ligero
retraso la teoría de Marx (1974) del “general intellect”, el mundo
académico se ha dividido entre los que abogan a favor del conocimiento
abierto y gratuito para todos, o sea un commons (bienes comunales
o propiedad colectiva) del conocimiento, contra la posición neoliberal
donde todo el conocimiento estratégico tiene que ser comercializado y su
acceso rígidamente restringido según criterios comerciales, mientras
una parte menos estratégica puede ser “regalado” por medio de la
economía de la donación (gift economy). En medio hay muchos académicos e
investigadores que defienden su propiedad intelectual y derechos de
autor en distintos grados, así resultando en la proliferación de
distintos tipos de regímenes de propiedad intelectual desde “copyright” y
“copyleft” a “intelectual commons”.
La universidad pública en
México se encuentra en una condición estancada donde por el momento no
hay grandes iniciativas privatizadoras por parte de los últimos
gobiernos neoliberales del PAN y del PRI, probablemente debido al hecho
que existe un enorme base de oposición a tales cambios que se ha visto
sobre todo en la huelga estudiantil y ocupación de UNAM, la principal
universidad del país, en 1999-2000, pero también en la lucha en la UACM
contra la rectora neoliberal Esther Orozco entre 2011 y 2013 y en forma
más latente en el movimiento estudiantil-juvenil #YoSoy132 en 2012-2013.
No obstante, existen cambios paulatinos hacia la gradual privatización
de la universidad pública a través de un mayor participación de la
iniciativa privada por un lado y por otro iniciativas de control de
calidad como la inspección y acreditación de departamentos
universitarios por parte de agencias privadas manejando criterios
comerciales, como el ISO 9000 por ejemplo, trabajando para el SEP o el
CENEVAL. Desde 2008, se ha visto una ola de huelgas y otras formas de
resistencia, como la huelga de SITUAM en la UAM en 2008, la más larga de
su historia, que han involucrado mas a los trabajadores universitarios,
sobre todo los administrativos y académicos precarios, que a los
estudiantes.
Movimientos sociales estudiantiles del siglo XXI en México
El principal tema de lucha para los estudiantes mexicanos en estos años
ha sido el aumento de acceso a la universidad pública para las clases
populares que se consideran excluidos por la naturaleza clasista y
exclusiva de los exámenes de selección. La decisión por parte del
gobierno del PAN en 2012 de no expandir el sector público y transferir
recursos hacia el sector privado en la forma de abonos para fomentar la
educación privada ha dejado cientos de miles de jóvenes en la condición
de “ninis” (no tienen ni empleo ni estudian). Sin embargo y a pesar de
la gran importancia democrática del movimiento social de 2012,
#YoSoy132, por el momento no existen importantes movimientos
estudiantiles en México sobre la cuestión de la neoliberalización de la
universidad, comparado a otros países en el continente como Chile o
Quebec, aunque han habido un número importante de campañas e iniciativas
locales sobre la defensa de la universidad pública y ocasionales
acciones de protesta contra la creciente presencia comercial en las
universidades públicas.
Universidad y producción del conocimiento
El
segundo objetivo de la ponencia es de analizar críticamente el debate
internacional en torno al papel de la universidad pública en la
producción y transmisión del conocimiento. Existen tres perspectivas
teóricas sobre las variables mencionadas que se puede caracterizar como
a) la neoliberal contra-reformista, según la cual sería necesario por lo
menos parcialmente privatizar la universidad pública para compensar por
la reducción en el gasto público y para permitir la introducción de
mecanismos del mercado para flexibilizar la fuerza de trabajo y obligar
las universidades a competir entre sí para los mejores maestros y
estudiantes así mejorando la calidad del servicio; b) la
social-demócrata institucionalista: es necesario defender la universidad
pública reduciendo al mínimo o de preferencia eliminado totalmente una
presencia comercial para mantener su autonomía institucional e
independencia y libertad académicas, así garantizando que se sirve a
todo la comunidad y no solamente o sobre todo al sector de la iniciativa
privada; c) la marxista-autonomista: la universidad pública sufre una
“doble crisis” (financiero e institucional), pero en lugar de
simplemente “defenderla” es necesario ver la actual “doble crisis” como
una oportunidad importante para transformarla en un espacio ni privado
ni publicó pero más bien de “commons” (bienes comunales) para el
beneficio y desarrollo postcapitalista de toda la comunidad dentro y
fuera de la universidad pública, así liberando el conocimiento de
cualquier “enclosure” (cercamiento) comercial privada u institucional
pública (De Angelis, 2010).
Existe actualmente una nueva ola de
conflictos sociales relacionados a la producción y transmisión del
conocimiento en la universidad pública en particular, pero también cada
vez más en la privada. Al nivel global el año 2010 terminó con la
emergencia de movimientos estudiantiles importantes en Italia y por la
primera vez en la historia, también en Inglaterra, donde ni siquiera
hubo uno en 1968, junto con ocupaciones, huelgas y otras formas de
protesta en prácticamente toda Europa Occidental, aunque menos en Norte
América, México incluso. Elementos de estos movimientos estudiantiles se
han formados en dos redes de discusión y acción colectiva en 2011,
Knowledge Liberation Front (Frente para la Liberación del Conocimiento) e
International Students Movement (Movimiento Estudiantil Internacional)
no solamente para defender la universidad pública contra los recortes en
su presupuesto pero sobre todo para transformarla en un espacio libre
de autoeducación donde se podrá superar la falsa dicotomía de las
esferas privada y pública para transitar a un “commons” (bienes
comunales) de educación y conocimiento (De Nicola y Roggero, 2008).
En
México el movimiento estudiantil, después de la ola de conflictos
sociales masivos contra las políticas educativas neoliberales en
1998-2000, ha adoptada una postura mucho mas defensiva hacia la
universidad pública y se ha preocupado recientemente, en común con toda
la sociedad civil organizada, por la ola de violencia que ha afectado el
país desde 2007 con la decisión del gobierno de Calderón a militarizar y
ampliar territorialmente la represión de la criminalidad organizada.
Movimientos que reúnen estudiantes de distintas universidades públicas,
como el Comité Estudiantil Metropolitano y el Movimiento de Aspirantes
Excluidos de la Educación Superior (MAES) han presionando al gobierno
para ampliar substancialmente el número de lugares en un sistema de
educación superior que actualmente solamente permite a 29% de los
jóvenes continuar sus estudios después de la preparatoria, dejando
cientos de miles en condición de “rechazados” quienes engordan las filas
de los llamados “ninis”, los jóvenes que ni estudian ni trabajan (por
lo menos en el sector formal). Este fenómeno social, que interesa mucho a
la prensa y a la clase política, en realidad sería difícil a medir,
dado el creciente tamaño del sector informal de empleo en cual
seguramente la gran mayoría de los “ninis” participan (MAES, 2010).
Sin
embargo, el movimiento estudiantil mas importante en México desde por
lo menos el Consejo General de Huelga de UNAM en 1999-2000 ha sido sin
duda el #YoSoy132 (YS132) que nació sorpresivamente en una de las
universidades privadas mas elitarias, la Iberoamericana, el 11 de mayo
de 2012 durante la contestación de la visita electoral del entonces
candidato presidencial del PRI Enrique Peña Nieto (EPN) a esa
institución. En breve tiempo, siguiendo los ejemplos de los movimientos
sociales basados en redes y medios sociales cibernéticos, sobretodo
Facebook y Twitter, como los de la “Primavera Árabe” de 2011, los
Indignados en España y el Occupy Wall Street en Estados Unidos, el YS132
se volvió el primer movimiento estudiantil nacional en la historia
mexicana, organizándose incluso globalmente entre los estudiantes
estudiando en el extranjero a través de una red de asambleas locales
directamente democráticas y sin liderazgos o protagonismos grupisticos
que envían voceros rotativos a una Asamblea General Interuniversitaria
(AGI) mensualmente, el órgano decisional del movimiento aunque cada
asamblea puede optar no acatar una decisión del AGI, así protegiéndose
contra una excesiva centralización del movimiento aunque este aspecto
del YS132 ha sido sumamente problemático en la práctica. Sus principales
demandas han sido:
i) Elecciones nacionales limpias con “voto informado”;
ii) La democratización de los medios masivos, sobretodo del “duopolio” televisivo Televisa y Tele Azteca.
Paradójicamente,
el YS132 ha dado mucho menos énfasis a las cuestiones universitarias,
debido a sus fuertes divisiones políticas internas entre estudiantes de
las clases trabajadoras, medias-bajas y medias de las universidades
públicas y alumnos de las clases media, media-alta y alta de las
privadas. Mientras el YS132 ha declarado su oposición a la
neoliberalización de la universidad pública y a favor de un mucho más
amplio acceso a la educación superior desde sus inicios hasta la fecha
no ha iniciado una campaña de acción política nacional sobre estas
demandas, prefiriendo coordinarse con movimientos sociales radicales y
anti-sistémicos, sobre todo con el Frente Popular en Defensa de la
Tierra (FPDT) de San Salvador Atenco y el Sindicato Mexicano de
Electricistas (SME), en la Convención Nacional contra la Imposición
(CNCI) de EPN que reivindica que las elecciones del 1 de julio 2012
fueron otra vez fraudulentas (como las de 2006), esta vez por medio de
la compra masiva de votos por parte del PRI supuestamente a través de la
distribución de tarjetas de crédito del supermercado Soriana y de la
empresa financiera Monex, aunque el Instituto Federal Electoral (IFE) se
deshizo de esta hipótesis en noviembre de 2012 después de haberla
investigado. Sin embargo, el CNCI y el resto de la izquierda no acepto
el dictamen del IFE, acusándolo de parcialidad.
Otro movimiento
estudiantil importante en 2011-2013 ha sido el del Consejo Estudiantil
de Lucha (CEL) de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM)
en defensa del proyecto alternativo de educación superior que ha
caracterizado la UACM desde su fundación en 2001 por parte del Gobierno
del Distrito Federal (GDF) bajo el mando de Andrés Manuel López Obrador
(AMLO) y contra las propuestas “contrarreformas” neoliberales de la
rectora Orozco, apoyada desde su elección en 2010 por el GDF de Marcel
Ebrard con el propósito de “modernizar” la UACM. La gran mayoría de sus
estudiantes vienen de la clase trabajadora y no obtuvieron un lugar en
otras universidades públicas. Otros optaron activamente estudiar allá a
favor de su proyecto alternativo que no insiste que la finalidad de una
carera es la licenciatura y no la educación en sé y el desarrollo
personal sin necesariamente obtener un título. El conflicto entre la
rectora Orozco y los académicos, trabajadores y estudiantes agrupados en
el CEL o en el Sindicato de los Trabajadores de la UACM (STUACM) llego a
su culmine al fin de agosto de 2012 cuando el CEL se declaró en huelga y
ocupó los cinco planteles de la UACM en protesta contra la decisión de
la rectora Orozco de no reconocer el Tercer Consejo Universitario, en el
cual tuvo el apoyo de solamente un tercer de los miembros. Después de
la intervención parcial y tardía del GDF se pudo llegar a un acuerdo en
diciembre de 2012 que permitió terminar la huelga y ocupación, reabrir
los planteles e iniciar clases sin secuelas legales o disciplinarias
para los huelguistas y ocupantes (Albertani 2012). Sin embargo el
conflicto no quedó resuelto hasta que la rectora Orozco fue obligada a
la renuncia al inicio de 2013, siendo sustituido temporalmente por el
renombrado académico argentino-mexicano Enrique Dussell hasta que se
pudo organizar una nueva elección para la rectoría en 2014, ganado por
Hugo Aboites, reconocido critico de la neoliberalización y privatización
de la universidad en México y en el mundo y defensor del proyecto
educativo alternativo de la UACM.
Por otro lado, el gobierno
del PAN del 2000-2012 y del PRI actual han decidido por el momento a no
seguir el modelo de Estados Unidos y Unión Europeo de recortes radicales
en la educación superior, gracias también al cabildeo de los rectores
de las universidades públicas principales, pero sigue promoviendo la
educación privada a costo de la pública a través de una nueva política
de bonos para suscitar la entrada de familias de menos recursos en el
consumo de la educación privada, medida controversial que ha suscitado
críticas por parte de diversos sectores sindicales y políticos (Olivares
Alonso, 2011).
Conclusiones
Los procesos de
comercialización, privatización y globalización de la educación superior
pública, que son fundamentales para la transición del capitalismo
industrial al capitalismo cognitivo y que se basan en el aumento del
valor del trabajo inmaterial intelectual en comparación con el trabajo
manual material en las relaciones sociales actuales, han ampliado
radicalmente el mercado mundial en la educación superior, pero han
tenido una serie de impactos sociales negativos.
En primer
lugar, estos procesos de comercialización, privatización y globalización
han llevado a la creciente precarización de las condiciones de trabajo,
especialmente de los investigadores y de otros trabajadores académicos,
administrativos y manuales de tiempo parcial, así afectando
negativamente la calidad de la enseñanza y de la investigación.
En segundo lugar, está cada vez más restringido el acceso a los cursos
de licenciatura y de posgrado, el cual causa un creciente malestar entre
los sectores sociales de menos recursos que están más excluidos que
antes de la universidad pública y por lo tanto tienen que recurrir a las
universidades privadas que son generalmente de más baja calidad que las
públicas. Este a pesar de que el acceso a la educación superior de alta
calidad es de cada vez mayor importancia en el mercado de trabajo.
En tercer lugar, han causado un número creciente de conflictos
sociales, principalmente huelgas y ocupaciones en oposición tanto a los
propios procesos de privatización y comercialización como a la forma en
cual se les han impuesto, sin consultar a la comunidad universitaria o
el público en general.
En conclusión, la sociedad civil y
política y la comunidad académica mexicanas necesitan aprender de los
conflictos actuales en torno al acceso, producción y distribución del
conocimiento en la universidad pública, tanto en Norte América, como en
América Latina y en Europa, para reducir los peores efectos del modelo
educativo neoliberal en aras de su transformación radical a un modelo
educativo mas incluyente y democrático de manera que la tan necesaria
ampliación y mejoramiento de la educación superior publica finalmente
puede tener lugar.
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Patrick Cuninghame. Profesor Titular B de Sociología, Dep. de Relaciones Sociales, UAM-Xochimilco, email: pgcuninghame@yahoo.co.uk
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