Cuba únicamente podrá ser recolonizada mediante la restauración del capitalismo. Por Fernando Martínez Heredia
Cuba
 fue colonia o neocolonia durante cuatrocientos cincuenta años de su 
historia, desde que llegaron los colonizadores europeos hasta el triunfo
 de la Revolución en 1959. Durante poco menos de sesenta años ha estado 
liberada, y el pueblo cubano es el dueño de ella y de sí mismo. Cuba 
solo pudo lograr cambios colosales a favor de las personas, la sociedad y
 la nación mediante su sistema de socialismo de liberación nacional. En 
medio de la guerra cultural que se está librando hoy, es necesario que 
estemos conscientes de que Cuba puede ser recolonizada, pero solamente 
si nosotros mismos lo permitimos. Y que estemos conscientes de que 
únicamente podrá ser recolonizada mediante la restauración del 
capitalismo, que es el sistema de dominación mundial y es la base de 
todas las formas de colonización.
La 
naturalización del capitalismo, es decir, que todo parezca natural y no 
debido a relaciones sociales específicas de dominación y de promoción de
 comportamientos, motivaciones y sentimientos, es una necesidad 
fundamental para la implantación de ese sistema. Su éxito no dependerá 
de una gigantesca conspiración, sino de una progresiva aceptación que se
 vaya convirtiendo en consenso, y que reúna tanto la resignación como el
 entusiasmo, los intereses de lucro y poder y las esperanzas de gente 
común, las iniciativas y la inercia, los sucesos y las nuevas 
costumbres. No hay que desdeñar la intencionalidad que pueda existir 
dentro de un proceso de desarme ideológico que está en marcha y que es 
urgente frenar y revertir, y en la promoción interesada de motivaciones,
 normas, creencias y valores que corresponden al capitalismo. Pero lo 
esencial siempre será que esa transformación sea o no sea consentida, 
aceptada y asumida por grandes núcleos de la población.
Los que 
trabajamos en el campo cultural estamos conscientes del momento 
histórico que vivimos, y expresamos esa conciencia al dedicarnos a 
nuestras prácticas específicas.
La nación 
cubana se reconoce, ante todo, en su origen revolucionario, y ello es 
ostensible en su material simbólico. . A ese material le toca
desempeñar hoy papeles importantes en la defensa de Cuba, ante el gran peligro
que se nos viene encima. 
(Fragmento de Conferencia
en el XI Fórum Teórico Fernando Ortiz, convocado por el Grupo de Investigación
y Desarrollo de la Dirección Provincial de Cultura de Matanzas, en la XII
Fiesta de los Orígenes. Matanzas, 14 de julio de 2016.) Texto completo en Cubadebate. 
 
