¿Te habla la virgen María? no eres la elegida, simplemente visita a tu oncólogo
A lo largo de la historia miles de personas han afirmado que la respectiva deidad de su elección les ha señalado como portadores de la verdad espiritual. E incluso algunos de ellos han llegado a crear religiones que en la actualidad practican miles de millones de personas. Sin embargo, la ciencia está descubriendo cada día con mayor nitidez, que lejos de ser los receptores de los misterios espirituales estas pobres personas son simplemente enfermos oncológicos.
Y el caso más reciente nos llega de Murcia, en donde una mujer conocida entre sus allegado por su piedad cristiana empieza a desarrollar más y más su religiosidad, de tal manera que la lectura de la Biblia le empieza a obsesionar y comienza a tener visiones y diálogos con la más que ficticia virgen María. Es decir, supuestamente otro caso más de la veracidad de la Biblia y del poder de la zarza ardiente.
Menos mal que sus familiares, lejos de considerar normal que esta persona fuera por ahí declarando sus éxtasis cristianos y sus charlas con la adúltera madre del nazareno demente, la condujeron al médico. Allí, después de diversas pruebas se le diagnosticó un glioblastoma, un agresivo tumor cerebral que le estaba alterando las funciones cognitivas. Rápidamente el tumor fue tratado con quimio y radioterapia y de manera casi milagrosa la mujer dejó de tener sus arrebatos místicos y volvió a la cordura. Desgraciadamente el tumor estaba muy avanzado y la mujer acabó falleciendo pocos meses después eso sí, sin que la "madre de dios" volviera a hacer acto de presencia.
Según los doctores que la atendieron el diagnóstico fue relativamente sencillo porque aunque la mujer era creyente su hiperreligiosidad fue un cambio brusco, ocurrido en apenas dos meses. Si el tumor hubiera crecido de manera más lenta, la religiosidad hubiera ido desarrollándose de manera paulatina, y muy probablemente nadie hubiera sospechado nada y esta señora hubiera podido acabar como una santa y una devota cristiana, con conexión directa con el cielo, morada en la que supuestamente vive en cuerpo y alma la adultera judía.
Y la pregunta que surge ahora es ¿cuántos santos y profetas de la Historia, actualmente adorados por millones de supersticiosos, no eran más que pobres enfermos oncológicos necesitados de tratamientos antitumorales?
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