lunes, 30 de junio de 2014

La salida del subcomandante Marcos abre una nueva fase en el movimiento zapatista

La salida del subcomandante Marcos abre una nueva fase en el movimiento zapatista

Opera Mundi

Lo que nadie esperaba es que en la ceremonia de homenaje a otro combatiente que cae desde que el EZLN declaró la guerra al estado mexicano el 1 de Enero de 1994 se anunciara también la salida de la escena de su portavoz y principal figura pública. “Quería pedir paciencia, comprensión y tolerancia a las compañeras y compañeros, porque éstas serán mis últimas palabras en público antes de dejar de existir”.
Era la madrugada del 25 de Mayo cuando miles de milicianos, insurgentes y bases de apoyo del EZLN (Ejército Zapatista de Liberación Nacional) en el centro del caracol de La Realidad, pudieron oír el discurso del Subcomandante Insurgente Marcos, quien habló sobre la muerte del zapatista Galeano, asesinado durante los ataques paramilitares del 2 de Mayo. La sustitución por el indígena Moisés, representa más que el fin del “personaje”, como el proprio Marcos se define.
Éste es el resultado de una serie de transformaciones de los neozapatistas desde el 17 de Noviembre de 1983, fecha en el que le movimiento fue fundado en la Selva Lacandona de Chiapas. En aquella época contaban con apenas seis miembros, cinco hombres y una mujer, siendo tres indígenas y tres mestizos, como Marcos, que sólo llegaría a la selva en 1984.
Según el anterior Subcomandante, los años transformaron al EZLN de forma múltiple y compleja, y la mayoría de los analistas se equivocaron en concentrarse solamente en un aspecto del cambio: el generacional. Parte de los que empiezan a asumir el control del movimiento y de su ejército ni siquiera habían nacido cuando fue fundado, pero hay otros aspectos en esta evolución. “El de la clase, el del origen de la clase media a los campesinos, el de la raza, de la dirección mestiza a la dirección plenamente indígena, y el más importante, el del pensamiento, del vanguardismo revolucionario al mandar obedeciendo, de la toma del poder “por encima” a la creación de poder desde abajo”, apuntó el ahora exportavoz de los zapatistas. Una de las características del movimiento zapatista es su capacidad de reinventarse y sorprender.
Para el mexicano Waldo Lao Fuentes, profesor en la USP (Universidad de Sao Paulo), el sorprendente anuncio ha dejado margen para una serie de interpretaciones. Investigador de la autonomía zapatista, Fuentes resalta que Marcos también era el jefe militar del EZLN, además de tener el papel de comunicarse con la sociedad civil mexicana e internacional. Esta función venía siendo compartida no sólo con su sucesor sino con las Juntas del Buen Gobierno y las propias comunidades.
El subcomandante Marcos: de portavoz a mecanismo de distracción
El Ejército Zapatista de Liberación Nacional surgió a principios de los 80 pero recogía fuertes trazas de las formas políticas de la lucha de finales de los años 60 en América Latina. Los militantes se vieron influidos por las concepciones guerrilleras y foquistas (creando focos de revolución en el mundo) que procuraban, a través de la lucha armada, llevar a los más pobres a luchar contra el capitalismo y al toma del poder.
Durante tres años el EZLN tuvo una sola columna con 40 combatientes y permaneció aislado de las comunidades indígenas que lo rodeaban en la selva de Chiapas. Con el tiempo, el contacto se consolidó y cambió completamente en forma de organización y en los objetivos de ésta. Actuando en el estado más pobre de México, con los índices más altos de desigualdad y pobreza, el movimiento se amplió rápidamente, llegando a los cinco mil combatientes a principios de los 90.
Con la inminente aprobación del TLC (Tratado de Libre Comercio) entre Estados Unidos y México y el deterioro de las condiciones de vida en la región, se inició una amplia consulta a las comunidades, que optaron por la declaración de guerra divulgada a nivel mundial el primer día del año 1994. “En la madrugada del primer día del primer mes de 1994, un ejército gigante de indígenas rebeldes bajó a la ciudad para sacudir al mundo con su paso” declaró Marcos en su última aparición pública. Sin embargo, incluso en los alzamientos, con las ramas en la mano, los indígenas continuaban siendo invisibles para los acostumbrados a “mirar hacia arriba”. Su mirada se posó en un mestizo que usaba el pasamontañas.
“Comenzó entonces una compleja maniobra de distracción, un truco de magia terrible y maravilloso, una maliciosa jugada del corazón indígena que somos. La sabiduría indígena desafiaba a la modernidad en uno de sus bastiones: los medios de comunicación. Empezó la construcción del personaje llamado Marcos”, declaró el Subcomandante.
El papel de comunicador pasó a ser el de distraer las atenciones. Marcos ocupaba los medios mientras que el movimiento construía su autonomía una vez que pasaron los momentos de combate más duros. “Al final, es más difícil vivir que morir”, señaló.
Según Federico Assis, autor de una tesis en Historia sobre la figura de Marcos, el “liderazgo sui generis” del Subcomandante colocó el espectáculo en el centro de la resistencia zapatista. “Por otra parte, su figura permitía la adaptación: era fácil verse a sí mismo en él en lo que querían ver, y por supuesto se identificaban con él. No es de extrañar con que Marcos haya bromeado con que su máscara es un espejo”, apuntó.
“Marcos ocupa un lugar de gran importancia, no sólo para el EZLN, sino para la trayectoria histórica de México y de la izquierda latinoamericana”, avala el periodista y profesor Igor Fuser. Cree que el creador de personajes como Elías Contreras, Don Durito y Velho Antonio “inventó un nuevo discurso en el plano de las izquierdas, un discurso irónico, poético y humorístico”. Según Fuser, el Subcomandante Marcos se convirtió en la antítesis de lo que había de burocrático en los socialistas de esa época.
A partir del levantamiento de 1994, que también coloca en primer plano el importante debate sobre la cuestión indígena en México, se cristaliza en el escenario político la figura del Subcomandante Marcos en cuanto “personaje”, una especie de “antihéroe que viene a ocupar el lugar central en el imaginario mexicano y mundial”, indica el historiador Federico Assis.
Desde entonces, el personaje se convirtió en icono pop: “De Manu Chao a imagen en las sudaderas y marca de preservativos en México, por citar algunos ejemplos”, destaca el investigador Waldo Lao Fuentes, investigador de la autonomía zapatista. Para él, que resalta la importancia de internet en la difusión de este nuevo ideario, el Subcomandante llamó la atención “por ser un rebelde que usaba un discurso rebelde y simple, que llegaba al sentir de los de abajo, los excluidos de la tierra”.
Con los intentos fallidos de negociación con los gobiernos mexicanos, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional caminó cada vez más hacia un proceso de autonomía, expulsando a los servicios estatales de educación y sanidad de sus territorios. Con las Juntas del Buen Gobierno en 2003 el movimiento se encapsula y permanece en un silencio prácticamente completo entre las elecciones presidenciales de 2006, en que no apoyó a nadie, y 2012, cuando miles de zapatistas ocuparon pacífica y silenciosamente los mismos lugares que 1994. El mensaje: “No nos rendimos”.
Comienza a partir de entonces una nueva etapa de apertura para el EZLN, que ya había intentado articularse como una nueva sociedad civil nacional en diversas ocasiones, siendo la última de éstas la que tuvo lugar con el lanzamiento de la Sexta Declaración de la Selva Lacandona y de la Otra Campaña, en 2006. Con la “Escuelita”, curso de formación realizado por primera vez en Agosto de 2013, se consolida la opción a favor del contacto directo con todos los activistas nacionales e internacionales, dando prioridad a la reconstrucción de las estructuras en torno a la Sexta Declaración, que en la práctica funciona como una red de apoyo y acciones conjuntas. La palabra zapatista volvió a extenderse por el mundo, renovada con el enfoque cada vez más indígena y autónomo. “Sabíamos y sabemos que una y otra vez tendremos que defender lo que somos y cómo somos. Sabíamos y sabemos que seguirá habiendo muerte para que haya vida. Y sabiendo que para vivir, moriremos”, resumió Marcos antes de salir de la escena para siempre.
Fuente: http://www.esquerda.net//artigo/sai...
Traducción de Tomás Martínez para Izquierda Anticapitalista:http://anticapitalistas.org/spip.ph...

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