Diez segundos de independencia. ¿Cuál es realmente el "mapa de situación" en Cataluña?
¿SE BAJA DEL "TREN" LA BURGUESÍA CATALANA?
No es la primera vez que sucede en la historia de Cataluña. Desde finales del siglo XIX, la burguesía catalana ha utilizado frecuentemente a los sectores populares para poder acudir, fortalecida a la mesa de negociaciones con el Centro, con el gobierno de Madrid. ¿Es eso lo que ha sucedido también ahora?, se pregunta nuestro colaborador M.Relti
POR M. RELTI / CANARIAS SEMANAL
No es la primera vez que sucede en la historia de Cataluña. Desde finales del siglo XIX, la burguesía catalana ha utilizado frecuentemente a los sectores populares para poder acudir, fortalecida a la mesa de negociaciones con elCentro, con el gobierno de Madrid.
Que se vuelvan a dar nuevamente las mismas condiciones que permitan ahora una repetición de la historia no debería resultar extraño. Particularmente, cuando las organizaciones populares en Cataluña son todavía débiles, incipientes y carecen aún de arraigo en el conjunto de la sociedad catalana. Desgraciadamente no son estos últimos sectores los que están protagonizando la dirección ejecutiva del proceso político que allí se desarrolla. El timón lo llevan otros: un sector de la burguesía catalana y una renovada socialdemocracia que pretende sustituir electoralmente a un PSOEen acelerada descomposición. Aunque el entusiasmo, la movilización y la combatividad las aporten las capas populares en la calle.
Cuando hace tan sólo unos días el presidente del gobierno, Mariano Rajoy, evocaba añorante en una entrevista a "aquellos políticos catalanes dialogantes, pactistas y proclives al acuerdo y el consenso", no hacía otra cosa que echar de menos a sus primos hermanos de clase , que no solo instrumentalizaron durante casi dos siglos los legítimos sentimientos nacionales del pueblo catalán, sino que contribuyeron de manera tan decisiva a la construcción del Régimen monárquico del 78.
Todavía resulta prematuro augurar hacia dónde se está dirigiendo realmente el llamado "proces". Y nos resulta particularmente difícil porque aún desconocemos el grado de unidad - o de fragmentación - que existe entre las diferentes sectores de la burguesía catalana. E, igualmente, la cohesión ideológica en el seno de las organizaciones populares que protagonizan la movilización en la calle. Porque ya es constatable que no es oro todo lo que allí reluce.
En cualquier caso, en la distancia desde la que seguimos los acontecimientos en Cataluña, la explicación proporcionada por el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, para justificar la suspensión de ladeclaración de independencia no parece convincente. O las presiones que se están ejerciendo desde el poder económico, - verdadero factótum de lo que sucede entre bambalinas - , son tan fuertes que se han convertido en irresistibles, o el simulacro de declaración de independencia y su inmediata suspensión son una genuina expresión de que en el llamado proces todo estaba improvisado y clavado con alfileres.
Será el curso de los próximos días, - o semanas - , el que nos proporcionará una respuesta a estas importantes interrogantes. Pero, en cualquier caso, ya nada será igual.
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