RODRIGO WILSON
Número 41, noviembre 2017.
Un método sistemático y perfeccionado por el estalinismo para hacer desaparecer a su principal opositor, León Trotsky, entre otros, de las fotografías y de la historia.
Se han cumplido cien años de la primer y más grande empresa que llevara la clase obrera a su triunfo, la Revolución rusa. También se cumplen 77 años del asesinato de León Trotsky, uno de los más importantes dirigentes de la revolución junto a Lenin. La vida de Trotsky por supuesto no carece de momentos maravillosos, heroicos, difíciles, arriesgados. Tampoco careció de exilios, persecuciones, atentados, y por último, su asesinato.
Trotsky no podía concebir su vida sin la lucha tenaz por las ideas del marxismo. Escritor excepcional y exigente, implacable en la crítica. Como dijera en su libro Mi vida (intento autobiográfico), sobre todo en el período de la guerra civil y en la formación y dirección del Ejército Rojo, se supo ganar una gran cantidad de amigos, camaradas cercanos y también enemigos. A estos últimos se ocupó de organizar Stalin, a quienes usaría para sus futuros planes.
Trotsky se pondrá a la cabeza de la lucha contra la burocratización, continuando el último combate de Lenin. Él y todos sus camaradas serán perseguidos con los métodos de Stalin.
El retoque fotográfico
La intervención en la fotografía es un recurso casi tan antiguo como la misma fotografía. Pero no sería un problema en sí mismo, ya que es lícito intervenirla cuando se quiere mejorar problemas técnicos provocados por la lente como aberraciones, desenfoques tenues pero indeseados. Incluso la recreación de diseños con fotografías para aplicar en otras disciplinas artísticas, como un collage, o como hacía el movimiento fotográfico conocido como Pictorialismo. Actualmente la técnica ha dado gigantescos saltos que permiten una manipulación en la imagen jamás imaginada con el soporte digital, además de la utilización de software que amplían el horizonte creativo.
La historia de la Revolución rusa lamentablemente no carece de tergiversaciones y manipulaciones de imágenes para desaparecer dirigentes políticos. El estalinismo ha echado mano a las herramientas de la época para falsificar documentos históricos como la fotografía, para adaptarla a la “nueva” historia oficial que construyó para justificar sus privilegios de casta burocrática. Para ello se valió del asesinato de sus opositores desde la década del ‘20 en adelante, práctica que no se limitó solo a la Oposición de izquierda, ni a Trotsky y su familia; sino también a los propios aliados circunstanciales de Stalin.
David King ha publicado el libro El comisario desaparece donde da cuenta de la amplia manipulación y desaparición no solo física sino también en las imágenes de toda aquella persona que se interpusiera de una u otra manera en sus objetivos, o que simplemente cuestionara su liderazgo burocrático. Hay una gran variedad de ejemplos de diferentes desapariciones. En este artículo solo nos detendremos en alguno de ellos. Se podría decir que esta manipulación grosera, deliberada y perversa cumplía un doble objetivo: aterrorizar a los enemigos que vieran estas imágenes y conocieran al “desparecido” (y para las futuras generaciones ocultar la verdad) y dar a conocer una historia oficial donde se idolatra la figura del líder y padre de la revolución, Stalin.. El comisario desaparece
Claramente había una obstinación en Stalin por hacer desaparecer a Trotsky de cualquier registro historiográfico dentro de la URSS, para que no fuera conocido para las nuevas generaciones que nacían ya en un país donde la revolución había triunfado. Había que ocultar cualquier discusión y a los dirigentes que cuestionaran los privilegios de Stalin y su casta.
El 5 de mayo de 1920, a Trotsky se lo ve en una fotografía arengando a los soldados del Ejercito Rojo que marchaban al frente. Detrás de él se ve el imponente teatro Bolshoi, y al lado se encuentran Lenin y Kamenev observando.
El ilustrador Petre Nikolaievitch Staronosov hizo una reinterpretación a pedido de Stalin muy mala eliminando de la escena a Trotsky y Kámenev claramente y haciendo hablar a Lenin en el estrado. Esta ilustración se utilizó para un álbum titulado “La vida de Lenin”.
Claramente había una obstinación en Stalin por hacer desaparecer a Trotsky de cualquier registro historiográfico dentro de la URSS, para que no fuera conocido para las nuevas generaciones que nacían ya en un país donde la revolución había triunfado. Había que ocultar cualquier discusión y a los dirigentes que cuestionaran los privilegios de Stalin y su casta.
El 5 de mayo de 1920, a Trotsky se lo ve en una fotografía arengando a los soldados del Ejercito Rojo que marchaban al frente. Detrás de él se ve el imponente teatro Bolshoi, y al lado se encuentran Lenin y Kamenev observando.
El ilustrador Petre Nikolaievitch Staronosov hizo una reinterpretación a pedido de Stalin muy mala eliminando de la escena a Trotsky y Kámenev claramente y haciendo hablar a Lenin en el estrado. Esta ilustración se utilizó para un álbum titulado “La vida de Lenin”.
En esta otra imagen se lo ve a Lenin arengando a las tropas que partían hacia el frente polaco. Lenin está inclinado hacia la izquierda en un alto podio. En el margen opuesto están parados en unos escalones de madera Trotsky y Kámenev detrás, donde se los ve parcialmente. De está escena hay más de una toma, ésta es una de las más conocidas. La fotografía fue tomada por G.P. Goldstein y daba cuenta de un Lenin vivo y activo, y de un Trotsky que aun conservaba el lugar que la revolución le otorgó.
Con la expulsión de Trotsky de la URSS, la fotografía se dejó de mostrar tal cual y fue víctima de numerosas manipulaciones e, incluso, de interpretaciones en otros soportes como pintura en la que abiertamente se falseaba la imagen documental original. La fotografía sufrió reencuadres en los que arbitrariamente se recorta a Trotsky y Kamenev.
Cuando se cumplen los diez años de la Revolución rusa se vuelve a utilizar esta imagen en diversas publicaciones pero ya intervenida, como puede verse en el ejemplo de arriba donde Trotsky y Kámenev son reemplazados y donde tuvieron que llenar el vacío reconstruyendo los peldaños del escenario.
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