ENTREVISTA Quim Torra: "Con Borrell, se ha espiado a delegados en Londres, Berlín y Ginebra; diputados ingleses y periodistas alemanes"
El president de la Generalitat explica en una
entrevista a fondo con 'Públic' que mantiene conversaciones con JxCat,
ERC, CUP. Òmnium, ANC, sindicatos y otras organizaciones para acordar la
respuesta política a las sentencias del Supremo. Asegura que no
convocará elecciones, pero se manifiesta a favor de "volver a ejercer el
derecho de 'autodeterminación' de Catalunya".
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El president Quim Torra no
disimula nunca su vocación por la cultura. Explicaba no hace mucho, el
pasado 26 de junio, durante la presentación de un libro suyo en el
barrio del Poblenou, que cuando la compañía de seguros para la cual
trabajaba como abogado fue absorbida por otra y prescindió de sus
servicios, no dudó en elegir camino. Fundar una editorial. Habló de sus
escritos sobre más de veinte personalidades catalanas de los años
treinta, Honorables. Cartes a la pàtria perduda ,
algunas de ellas convertidas en las grandes figuras del exilio
cultural. Recordaba el papel de las bibliotecas y episodios como el del
bibliobús que tuvieron que utilizar significativos personajes de las
letras catalanas en su camino hacia el exilio.
Aquel día, Torra se explicaba sin necesidad de medir
sus palabras, sobre su pasión por la literatura y el humanismo. En aquel
contexto reconoció, relajadamente, que hasta unos días antes de recibir
la propuesta de Carles Puigdemont no había imaginado la posibilidad de
convertirse en president de la Generalitat.
Ha concedido esta semana una entrevista a Públic
en la cual le hemos invitado a hablar sobre el actual momento político
y social de Catalunya y sobre su responsabilidad presidencial en el
mismo tono, distendido, a pesar de las últimas noticias, que le afectan
personalmente. “Yo estoy al servicio de este país hasta que lleguemos a la República independiente de Catalunya”,
asegura en un momento de esta conversación, en la cual le preguntamos,
obviamente, por la reciente decisión del Tribunal Superior de Justícia
de Catalunya (TSJC) y sobre las perspectivas de su Gobierno.
Un juez del TSJC ha decidido enviarle a juicio, president. ¿Cómo valora esta decisión después de lo que dijo la Fiscalía? ¿Cuál cree que tiene que ser la respuesta por parte de usted y de su Gobierno?
Tengo la impresión de que desde un principio alguien
ha querido que fuera a juicio. Alguien me ha querido en el banquillo de
los acusados, ya fuera por desobediencia o por prevaricación. Por
desobediencia si no hacía aquello que me pedía la Junta Electoral
Central, o por prevaricación si hacía aquello que me pedía y que estaba
fuera de mi competencia. Supongo que me tendría que sorprender que la
Fiscalía pida mi inhabilitación y una multa en lugar de defender la
legalidad y denunciar que la Junta Electoral Central [JEC] no era el
órgano competente para darme aquellas instrucciones. Pero, sinceramente,
no me sorprende. Cuando algunos partidos llevaron el lazo amarillo a la
Junta Electoral Central, iban a buscar el órgano que no era competente
pero que les daría la razón. Todo el mundo sabe ya quién configura la
JEC y en qué consiste su actuación política contra el independentismo.
No hay sorpresas ya en todo eso.
"Nos multan, nos encarcelan, nos espían y nos quieren inhabilitar por razones ideológicas, pero nuestro compromiso con la libertad y la democracia no desaparecerá"
Yo defendí concienzudamente unos derechos y libertades que no son solo míos, sino que son universales y no me pertenecen.
Nos multan, nos encarcelan, nos espían y nos quieren
inhabilitar por razones ideológicas, pero nuestro compromiso con la
libertad y la democracia no desaparecerá. Cada derecho que nos nieguen,
lo volveremos a ejercer. Sea la libertad de expresión o sea el derecho
de autodeterminación.
Que ahora el juez no archive la causa contra todas
las evidencias que hemos presentado, es la constatación de una voluntad
política de ganar en los tribunales aquello que el Estado no gana en las
urnas. La respuesta ya se la pueden imaginar.
La Fiscalía pide que le inhabiliten durante 20 meses. ¿Tiene alguna esperanza de que esto no se produzca o viendo la situación de sus predecesores no tiene ninguna?
Me parece un absurdo que la Fiscalía me pida 20
meses de inhabilitación y 30.000 euros de multa por haber defendido la
libertad de expresión, pero tal como le comenté al magistrado
instructor, sí que desobedecí, porque pensaba que justamente la libertad
de expresión está por encima de la utilización fraudulenta de la Junta
Electoral Central por parte de PP y Cs. Todo esto fue una operación
orquestada para llegar a este punto en concreto. La Junta Electoral
Central no es un organismo superior a la Presidència de la Generalitat,
no tenía ninguna autoridad ni competencias para iniciar este proceso, se
trataba de un proceso nulo. Lo que se espera de la vía judicial, es que
el ministerio fiscal sea el garante de la legalidad y no que vaya en
contra, con unos objetivos muy determinados de persecución ideológica de
los que queremos la independencia. Es evidente que todos los
precedentes y los diferentes juicios hacen prever un escenario que no me
sea favorable.
Esta semana ha dicho en el Parlament que "la represión ha llegado a un punto intolerable". El martes la Guardia Civil se presentó en la Generalitat y en diferentes departamentos para requerir información. ¿Se opusieron de alguna manera? ¿No echó de menos algún tipo de protesta?
En primer lugar, la Guardia Civil, cumpliendo un
mandato judicial, vino a requerir una serie de informaciones. Se les
atendió en la salita de abajo y no se pasearon por las dependencias del
Palau, en absoluto. Todas aquellas informaciones que el juez requirió,
se les entregaron. Eso no fue ningún registro, pero sí la constatación
de que una vez más pasan cosas como ésta, como las multas de la Junta
Electoral Central al president Puigdemont y al conseller Comín, como que
la Fiscalía me pida 20 meses de inhabilitación y 30.000 euros de multa
para defender la libertad de expresión, como que se investigue a una
diputada, Laura Borràs, sin tener las competencias para hacerlo y como,
finalmente, nos enteramos de un caso de espionaje por parte del ministro
de Exteriores español, el señor Borrell, que supera todo lo que nos
habíamos imaginado hasta ahora.
Ha pedido la dimisión del ministro Borrell. ¿Cree que tendrá algún efecto?
Hemos pedido la dimisión y ya han salido las
cartas a la cancillerías europeas y a cada uno de los eurodiputados para
poner de manifiesto lo que ha pasado. Y cómo se ha espiado no solo a
los delegados en Londres, Berlín y Ginebra, sino también a diputados
ingleses, diputados suizos, periodistas alemanes y que constan en
informes de agentes del CNI. Hoy mismo leíamos una noticia en el diario
escocés The National diciendo que diputados escoceses habían sido investigados .
Entendemos que este es un escándalo de dimensiones
europeas y los eurodiputados tienen que saber antes a quién han de dar
su ok o no para que sea el alto representante de la política exterior
europea. Nosotros entendemos que el Parlamento Europeo tendría que
denegar la autorización a una persona con estas credenciales.
Hemos pasado de una legislatura con un gran desafío al Estado, con el 1 de octubre como máxima expresión, a otra más simbólica, como ejemplificaría el caso de la pancarta con el lazo amarillo. No sé si a causa de la represión, en el ámbito nacional, ¿ha optado su Gobierno por ceñirse a los símbolos?
"Es evidente que la situación de prisión, exilio, persecución y represión condiciona enormemente una acción de gobierno"
No
estoy de acuerdo, porque ya en el discurso de investidura marcamos
hacia dónde queríamos ir, siendo conscientes de que existiría un punto
de inflexión, que son las sentencias. Pero dijimos que queríamos llegar
hasta el proyecto de la Constitución catalana, con un enfoque clarísimo
en políticas sociales e iniciando un debate constituyente que tiene que
acabar con este proyecto de Constitución.
También es evidente que la situación de prisión, exilio, persecución y represión condiciona enormemente una acción de gobierno.
¿En qué estado se encuentra este debate constituyente? Hace tiempo que no se sabe casi nada.
El Fòrum Civic i Social, presidido por Lluís
Llach, ha estado todos estos meses organizándose y buscando la
metodología óptima para lo que han de ser los grandes debates
constituyentes de país, que se pondrán en marcha a partir de septiembre.
Ahora se darán a conocer las conclusiones de esta primera fase, que es
la organización del Fòrum. Se han visitado todas las comarcas y se ha
hablado con entidades sociales, sindicales, empresariales, etc. Y a
partir de septiembre empezará propiamente la fase de debate con la
ciudadanía.
Elsa Artadi, exconsellera y exportavoz de su Gobierno, decía esta semana que "la unidad del independentismo ha tocado fondo" y que "la falta de unidad es más profunda que nunca". ¿Está de acuerdo?
"Seguiré trabajando para que la unidad independentista sea posible. Es mi responsabilidad como president"
Yo
vengo del mundo de la unidad, de las organizaciones cívicas y siempre
he estado luchando en favor de que la idea de la República catalana se
abriera paso, incluso a pesar de la lucha partidista, muy legítima pero
que quizás en algún momento puede ser una pequeña traba. La expresión de
Elsa Artadi recoge un sentimiento que comparto. Y el pasado miércoles
expresé en el Parlament mis disculpas a la ciudadanía, en aquella parte
en la que yo, seguramente, soy responsable. Pienso que solo si somos
capaces de avanzar juntos conseguiremos lo que queremos. Si tenemos la
misma represión y tenemos el mismo objetivo, solo a través de la unidad
lo conseguiremos. Durante todo este año de presidencia, y durante el
tiempo que haga falta, seguiré trabajando para que esta unidad sea
posible. Es mi responsabilidad como presidente.
Por su parte, ¿qué piensa que se ha hecho mal para llegar a esta situación?
Pienso que es una reflexión que tenemos que hacer
todos los partidos. Darnos cuenta de qué es lo que la ciudadanía nos
está exigiendo, cuál es el momento histórico que vive el país, de una
dificultad extrema, con exilio, prisiones, una represión que no cesa...
Pido que sea una autocrítica colectiva, pero a pesar de estas
contradicciones seguimos aquí y querría ponerlo en valor. Fuimos capaces
de ponernos de acuerdo para salir hacia adelante con un gobierno y este
gobierno sigue aquí.
Con el momento histórico que se acerca, en el que
habrá que dar respuesta a unas sentencias, que nos tememos no serán
absolutorias y en el que no solo se penalizará y se juzga a nuestros
compañeros, sino el concepto y el derecho a la autodeterminación de
Catalunya. No están ahí por haber organizado un referéndum sobre la
circulación en Barcelona, sino por la autodeterminación de Catalunya. Lo
que se juzga es la autodeterminación de Catalunya. La respuesta a estas
sentencias ha de ser unitaria, plural y firme. Ha de basarse en el
principio democrático, y por lo tanto ha de pasar por el Parlament, y
también en ejercer todos estos derechos que nos fueron negados. Si se
nos niega el derecho a la autodeterminación de Catalunya, tenemos que
exigir que se cumpla.
¿La respuesta a esta sentencia del Tribunal Supremo es lo que mantiene a su Gobierno con vida?
Pienso que todos somos muy conscientes de que
tenemos una responsabilidad, superior incluso a los problemas y las
diferencias puntuales que podamos tener sobre algunas cuestiones, porque
existe esa mirada alta y esa mirada histórica. Probablemente esto esté
sirviendo como última válvula de unidad de todos juntos.
Sergi Sabrià, que ha sido quizás uno de los dirigentes de ERC más críticos con JxCat, habló de este momento como el más oportuno para fortalecer el independentismo en "todas las instituciones", como la mejor manera de combatir la represión. ¿Han empezado a hablar sobre la posibilidad de dar una señal conjunta a la ciudadanía que se muestra decepcionada por estas peleas?
"Si se nos niega el derecho a la autodeterminación de Catalunya, tienes que volver a ejercerlo"
Es
evidente que queremos enviar este mensaje y que estamos trabajando para
hacerlo y que nos reunimos para lograr este mensaje unitario. Reconozco
la honestidad de todo el mundo, de los partidos políticos y las
entidades, para encontrar esta respuesta unitaria, y yo me debo a ello,
porque pienso que es parte del mandato del 1 de octubre. El 1 de octubre
lo hicimos porque estuvimos todos. Se produjo un momento de conjunción
casi astronómica en la política catalana, donde entidades, partidos y
ciudadanía estaban completamente alineados en favor de un objetivo. Y
ante las sentencias tenemos que conseguir lo mismo. Yo trabajo para eso.
Decía que en el Tribunal Supremo se ha juzgado sobre todo el derecho a la autodeterminación de Catalunya y de lo que se trata es de volver a ejercerlo. ¿Pero esto como se puede materializar? Por ejemplo. La CUP celebra una asamblea este fin de semana y en la ponencia política manifiesta que ahora no se dan las condiciones para otro 1 de octubre.
Hablemos, hablamos con la CUP, con Esquerra,
también nos hemos reunido con Som Alternativa, hablamos con JxCat, con
Òmnium y la ANC, pero también con Pimec, con Eines de País, las Cambres
[de comercio] y los sindicatos. Hablamos con todo el mundo para ver cuál
ha de ser la respuesta. Pero sí que muchos podemos encontrarnos bajo
este concepto de “Lo volveremos a hacer”. Yo en eso estoy. Esa idea
quedó muy bien expresada por el añorado amigo Jordi Cuixart, y es que
cada derecho que se nos ha negado tiene que volver a ser ejercido. Si te
niegan el derecho a la libertad de expresión tienes que volver a
ejercerlo, si te niegan el derecho a votar, tienes que volver a votar,
si te niegan el derecho a la autodeterminación tienes que volver a
ejercerlo. Pienso que estos son los grandes conceptos. Sobre cómo
destilamos la fórmula jurídica, tenemos todavía algunas semanas para
acabarlo de concretar. Habrá que concretarlo, porque no solo ha de haber
una respuesta antirrepresiva, hay que dar una respuesta política, y
este es el trabajo que tenemos que hacer entre todos.
¿Nos podría dar una aproximación sobre esa respuesta?
Estamos trabajando en ello. Y en eso sí que creo
que ha de haber un punto de prudencia, muy importante hasta que no
consigamos ese acuerdo. De la misma manera que llegamos a catalizar el
resultado de las elecciones de 2015, después de pasar por un proceso de
una moción de confianza, con un “referéndum o referéndum”, tenemos que
volver a ser capaces de hacer una síntesis parecida, que el país vuelva a
caminar decididamente hacia una solución.
La capacidad movilizadora del 1 de octubre fue muy importante, pero a la vez una parte importante de la sociedad no se sintió interpelada. ¿Cómo cree que hay que actuar para que esa parte de la sociedad catalana se sienta implicada en esta cuestión?
Todas las encuestas nos dicen que hay tres grandes consensos en la sociedad catalana, del 70 o el 80%.
Primero, que este país ya no considera la
institución monárquica como una institución propia. Diría que en esto el
porcentaje supera el 90%.
Segundo, que no se puede judicializar la política
y, por lo tanto, vamos a hacer política y a respetar las ideas de unos y
otros, que no se nos investigue porque tengamos una reunión con unos
diputados para hablar de la idea de la independencia de Catalunya. Esto
es absolutamente demencial y por eso estamos insistiendo tanto en este
escándalo europeo que suponen las investigaciones del señor Borrell.
Y tercero, existe otro gran consenso sobre el ejercicio del derecho a la autodeterminación.
Estos tres grandes consensos ya te están diciendo
que puedes tener una respuesta mucho más amplia que la del cincuenta por
ciento. Tenemos que ver hasta dónde podemos llegar con una respuesta
unitaria de todos juntos y hasta dónde puede llegar tanto la respuesta
antirrepresiva como la respuesta política.
¿Cree que al otro lado, es decir del lado del Gobierno español, hay ganas de acordar o de buscar algún tipo de solución política?
"Después de un año de Presidencia, todavía no sé cuál es la propuesta del señor Pedro Sánchez para Catalunya. No la conozco"
Fíjese
los problemas que tiene Pedro Sánchez para formar gobierno. Ya sería
hora que desde España se aceptara que no se puede gobernar en contra de
Catalunya, sin escuchar a la ciudadanía de Catalunya. Todos los
problemas que está teniendo Pedro Sánchez son precisamente por esta
falta de diálogo con respecto a Catalunya, de no querer sentarse ni a
hablar siquiera con los partidos que defienden la independencia de
Catalunya. Yo, después de un año de Presidencia, todavía no sé cuál es
la propuesta del señor Pedro Sánchez para Catalunya. No la conozco.
Desde la reunión de diciembre pasado en Pedralbes, ¿no han mantenido ningún otro contacto?
Después de Pedralbes mantuvimos contactos. Se
conocen, son públicos. Los que tuvo el vicepresident Pere Aragonès y la
consellera Artadi con la vicepresidenta Calvo. Son aquellos contactos
que nos llevaron hasta donde yo dije “volvamos a sentarnos”. Y era muy
sencillo, porque habíamos llegado a un punto en el cual, en una hoja, el
Govern de Catalunya ponía cual era su posición de entrada y el Gobierno
español [ponía] la suya. Y estaba la figura de un relator. Nosotros
dijimos, oigan, venimos del 1 de octubre, pero la propuesta que podría
ayudar a clarificar la situación es un referéndum de autodeterminación.
Planteamos esta propuesta y por parte del Gobierno español, silencio.
Cuando se hizo público que estaba la figura del relator, ustedes ya
conocen perfectamente el final.
¿Y desde entonces?
Desde entonces ya no he tenido ningún otro
contacto con el presidente Sánchez. Sigo sin saber cuál es la propuesta
del PSOE para Catalunya! No la conocemos. Nosotros hemos expuesto la
nuestra y seguimos en la mesa del diálogo. Cómo decía el presidente
Ibarretxe, “atornillados” a la mesa del diálogo.
¿Estarían dispuestos a hacer algún tipo de gesto para facilitar la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno español?
Nosotros ya le digo donde lo dejamos. Espero que
el PSOE sea muy consciente de que los cheques en blanco ya los dimos con
la moción de censura y que por lo tanto estamos donde estábamos, en la
mesa del diálogo.
¿De qué cree que depende la reanudación del diálogo?
De la voluntad política, del coraje, de afrontar
que no puedes gobernar contra la mayoría de un ochenta por ciento de
ciudadanos de Catalunya que quiere ejercer el derecho de
autodeterminación. Eso se tiene que escuchar.
¿De que haya elecciones, no?
¿Dónde?
En el Estado, posiblemente, si no consigue la investidura, o si confían en la convocatoria de nuevas elecciones en Catalunya.
A nosotros se nos critica mucho. Dicen de este
Govern, que no gobierna, la inestabilidad,... pero llevamos doce meses
gobernando. ¿Cuántos meses lleva España en situación de inestabilidad en
estos últimos años? ¿Cuántos gobiernos han tenido que pasar? ¿Cuántos
meses lleva el señor Pedro Sánchez siendo incapaz de llegar a un acuerdo
con el señor Pablo Iglesias?. Pienso también que esta cultura del
pacto, ya no entre Catalunya y España... La cultura del pacto en España
es muy débil y la prueba está en las dificultades que están teniendo el
PSOE y Unidas Podemos para poder llegar a un acuerdo.
De hecho, no ha habido gobiernos de coalición en el Estado.
No y hacer una coalición es complicado. Está claro
que lo es. A veces hay discrepancias, está claro que existen, pero hay
acuerdos, que se cumplen y sales hacia adelante con un programa. Ya
saben ustedes que a nadie le gusta más pactar que a los catalanes, y
nosotros sí que hemos tenido gobiernos de coalición, diferentes, de
muchos colores. Ya sería hora de que los gobiernos españoles adoptaran
esta mentalidad de coalición.
Después de los episodios de tensión que ha habido durante estas últimas semanas entre JxCat y ERC hay quien explica que la vida de su Gobierno no puede ir más allá del 2020. Que se convocarán elecciones. En el supuesto de que sea así, porque esto es una competencia que tiene usted como president de la Generalitat, ¿qué papel tendría? ¿Contemplaría la posibilidad de encabezar la candidatura?
"La respuesta a las sentencias [del Supremo] tendría que pasar por volver a ejercer el derecho de autodeterminación de Catalunya"
Primero, yo
estoy al servicio de este país hasta que lleguemos a la República
independiente de Catalunya. Segundo, no tengo ninguna intención de
convocar elecciones cuando lleguen las sentencias, porque creo que con
esta respuesta unitaria y colectiva tenemos que ser capaces todos de
fijarnos un objetivo. Este objetivo no tendría que pasar por unas
elecciones. Tendría que pasar por volver a ejercer el derecho de
autodeterminación de Catalunya. Y por lo tanto el acuerdo para el que
trabajo y para el que trabajaré infatigablemente cada día hasta que
lleguen las sentencias es este.
¿Hay acuerdo con ERC en este punto?
Estamos trabajando con Esquerra, pero también
necesito trabajarlo con la CUP, con las entidades sociales,
económicas... Porque yo busco un gran acuerdo de país.
Pero desde ERC se dice que cuando lleguen las sentencias una respuesta posible es una convocatoria de elecciones catalanas.
Yo le digo por lo que yo estoy trabajando y estaré
trabajando hasta que lleguen las sentencias. De hecho es por lo que
trabajo desde el día que asumí la presidencia. Yo me considero un
heredero, un sucesor mejor dicho, del Govern del president Puigdemont y
del vicepresident Junqueras, del Govern que llevó el país a la
autodeterminación y por lo tanto nosotros tenemos que continuar por este
camino.
¿Qué papel cree que puede tener el presidente Artur Mas, que parece que vuelve como figura de primera línea, cuando acabe la inhabilitación que le afecta?
Él se ha expresado en algunas entrevistas. Yo lo
desconozco. En cualquier caso ha sido un presidente importante de
Catalunya. Su voz siempre será escuchada.
¿Cree realmente posible que se reviertan los pactos establecidos en diferentes administraciones entre JxCat y ERC con fuerzas que apoyaron el 155?
No le sabría contestar. Lo que sí le puedo decir
es que yo, que vengo de la base del independentismo, siempre he
trabajado desde una perspectiva de una política unitaria y, por lo
tanto, si se nos aplica la misma represión a todos, si tenemos el mismo
objetivo que es la independencia, tenemos que encontrar la solución
entre todos, con Esquerra Republicana y con un socio preferente que es
la CUP. Siempre lo hemos dicho. Este es un proyecto de 70 diputados. Yo
avanzo siempre teniendo en cuenta que lo que a mí me interesa es que
esta política de unidad exista a todos los niveles.
Hace poco hizo balance de su primer año como president de la Generalitat. Destacó la buena evolución de las cifras macroeconómicas, pero uno de los objetivos básicos que se había fijado, que era la recuperación de las leyes que hizo caer el Tribunal Constitucional, todavía no se ha logrado.
Quise enviar un mensaje positivo y esperanzador a
la ciudadanía, que ya nos conviene también, y que se basa en cifras. Yo
quiero que el debate que tengamos, con toda la dureza y crudeza que haga
falta, se base en las cifras, en la realidad. Aquí ha habido una serie
de opiniones deliberadamente catastrofistas o alarmistas o fake news, que han desvirtuado el escenario completamente.
A mí me interesaba mucho volver a fijar donde
estábamos. Este país está en marcha, este país vive, crece
sostenidamente. El BBVA y el Banco de Santander están diciendo que este
año creceremos al 2,2 por ciento y que el año que viene lo haremos al 2
por ciento, manteniendo la misma perspectiva, que el año que viene el
desempleo estará por debajo del 10 por ciento, que continuamos
exportando más que nunca, el Financial Times nos recomienda como la mejor zona del sur de Europa para invertir...
Dicho esto, no me gustaría que sonara como un
discurso triunfalista, porque tenemos mucho campo por recorrer y temas
por resolver, como por ejemplo el índice de pobreza, o como el gap
que existe entre la gente que logra salir hacia adelante y la que no,
como temas de renta de ciudadanía... y siempre hay que añadir los
agravios permanentes que tenemos con el Estado, del déficit fiscal, los
incumplimientos... Todo esto determina un panorama que creo que nos
permite enviar a la ciudadanía un mensaje positivo.
Este país logra soluciones y creo que es bueno
este mensaje. Dicho esto, usted me pregunta por las leyes sociales en
concreto. Nosotros dijimos que íbamos a una legislatura en la cual las
políticas sociales, por las personas, fueran las que hicieran pivotar
los presupuestos, y en el proyecto de presupuesto que elaboramos y que
no pudimos discutir con otras fuerzas parlamentarias así lo plasmábamos.
El presupuesto más social de la historia, más de 1.700 millones que
podíamos incorporar para revertir muchas de estas situaciones, que nos
habrían ayudado a resolver muchas carencias que tenemos. No se pudo
salir hacia adelante con estos presupuestos y esto es un hecho que tiene
consecuencias, evidentemente.
Respecto a las leyes sociales, es cierto que
algunas las hemos podido recuperar, con otras todavía estamos pendientes
de resolución por parte del Tribunal Constitucional, otras, a través de
los mecanismos que nos da la dinámica parlamentaria, aprovecharemos la
posibilidad de cambiarlas más rápidamente. Esperemos que a final de este
año tengamos una visión muy completa de la reversión de todas las leyes
sociales.
De cara en los presupuestos del 2020, entendemos que buscarán como aliados a la CUP y a Catalunya en Comú Podem. ¿Han tenido alguna conversación exploratoria para facilitar que no se tenga que ir a una nueva prórroga?
Nosotros hemos ido manteniendo conversaciones
todavía muy informales, porque primero hemos de ser capaces de
confeccionar estos presupuestos, a través de los departamentos, que los
apruebe el Consell Executiu... Con esto, nos iremos a los últimos meses
del año, pero sí que hemos empezado a mantener contactos para ver estas
aproximaciones, estos cambios de estrategia, con la CUP por ejemplo,
para ver si esto nos podría llevar a nuevos escenarios. Porque
probablemente tiene que ser todo. Tiene que ser una solución política
que también pase por la elaboración de los presupuestos. A ver si es
posible.
Los contactos con los Comunes, ¿cómo han sido?
Nosotros estuvimos discutiendo en muchas reuniones
sobre los presupuestos con los Comunes. Pero no se pudo llegar a aquel
acuerdo, probablemente todo el calendario electoral lo hizo imposible.
Sí, pero no solo con los presupuestos. Los Comunes dicen que se quieren entender con ERC y con JxCat no. El tema del referéndum también cuenta. Ahora parece que han dejado de hablar del tema a pesar de que siguen comprometidos. ¿Han hablado políticamente sobre la posibilidad de un entendimiento o los encuentran muy lejanos y es demasiado complicado?
"Pablo Iglesias ha hecho desaparecer la cuestión de Catalunya, si hace falta, para llegar a un acuerdo con el Partido Socialista"
Es
evidente que la elección de la alcaldesa Colau y todos los pactos que se
establecieron allá no ayudan a que este diálogo con los Comunes sea
limpio, claro, sin nubes en el horizonte. Después, si me permite ponerme
un poco poético, en el tema del referéndum y del derecho a la
autodeterminación hemos visto que era como un atardecer de verano en el
cual todo esto ha ido declinando poco a poco, declinando, declinando y
desaparecía, si hacía falta. El señor Pablo Iglesias ha hecho
desaparecer la cuestión de Catalunya, si hace falta, para llegar a un
acuerdo con el Partido Socialista. Son temas que, a los que defendemos
el derecho a de autodeterminación de Catalunya y que este país solo
puede lograr objetivos si avanza hacia la independencia, nos resultan
muy difíciles de entender.
Comentaba, cuando le preguntábamos por el balance del Gobierno, que aparecían muchas 'fake news', análisis catastrofistas sobre la situación económica del país. No hace mucho apareció un informe del Col·legi d'Economistes de Catalunya, que seguro que conoce, en el que se decía que el impacto del otoño de 2017 era mucho menor que el que habían dado determinados grupos. Viendo lo que ha pasado, ¿le ha decepcionado el papel que ha tenido un cierto 'establishment' catalán?
Más que decepcionarme pienso que hay un establishment,
que podríamos señalar como el grupo del puente aéreo, que es el de
estas élites muy desconectadas de lo que pasa en la realidad catalana y
de los cambios profundos que se han producido en la misma. Las cosas ya
no son como hace 20 años. El acceso a la información, la distribución de
la información, la aparición de nuevos medios, como podéis ser vosotros
u otros... han cambiado las reglas del juego completamente y, por lo
tanto, la ciudadanía está mucho más informada, es mucho más exigente y
crítica y las élites ya no pueden jugar a “Mira, ahora querremos que
vayáis hacia aquí”. La ciudadanía se ha empoderado y gran parte de la
ciudadanía, no solo el movimiento independentista, los grandes
movimientos transformadores, el movimiento feminista, el 15M, en los
cuales ha sido la ciudadanía la que ha empujado. Sería un buen objeto de
discusión y de análisis el papel de las élites en las sociedades
contemporáneas y en concreto en la catalana.
Hablaba antes de los grandes consensos y entre ellos mencionaba el de la intervención del poder judicial en la vida política. ¿Cómo se puede evitar que dejen de buscar en los tribunales las soluciones del conflicto entre Catalunya y el Estado?
Con un empoderamiento de los políticos por encima
de la judicialización. Con un debate político, sincero, honesto, franco,
y en el que se tomen los grandes acuerdos políticos. Es la única vía.
Ya lo hemos visto. Ya tenemos fecha por el juicio para el major Trapero.
El juzgado número 13 no para. Llegará el Tribunal de Cuentas, que es el
último conejo que ha sacado de la chistera el Gobierno español para
acabar de arruinar los defensores de la independencia de Catalunya. Todo
esto, o hay grandes pactos políticos para decir “Bastante, se ha
acabado” o mientras continúe la represión, no habrá normalidad política.
El protagonismo de Borrell, las iniciativas que aprecio a nivel político, no parece que apunten a los acuerdos.
"El espionaje ordenado por Borrell será un escándolo internacional. (...) Los eurodiputados se tendrían que pensar muy bien que una persona así sea la representante de la diplomacia europea"
Es uno de los
grandes pirómanos de la vida política, el señor Borrell. Nosotros lo
conocemos, en el Estado español también. Ahora lo conocerá Europa. Por
eso nos extraña tanto que haya podido ser un nombre que se proponga como
Alto Comisionado de la política exterior de Europa, e insisto, después
de este escándalo, que será un escándalo internacional, que en la medida
en que los diferentes países afectados se den cuenta, pondrán el grito
en el cielo sobre como el CNI y varios agentes han podido campar
impunemente, vigilando la actividad de diputados, periodistas...,
sencillamente porque el presidente Puigdemont había ido a hacer una
visita, o porque yo había ido de viaje o porque el vicepresidente daba
una conferencia en Londres. Todo esto está en informes de espionaje del
Ministerio de Asuntos Exteriores y, sinceramente, pensar que una persona
que ha sido capaz de ordenar una política como esta sea el
representante de la diplomacia europea... Me parece que los
eurodiputados se lo tendrían que pensar muy bien.
¿Puede ser objeto de conversaciones esta elección de Borrell para el decantamiento en un sentido u otro del voto independentista en la investidura de Pedro Sánchez?
Cuando votamos la moción de censura a favor del
señor Sánchez dimos un cheque en blanco absoluto. Con el señor Rajoy
llegamos hasta donde llegamos. Vamos a ver si con el señor Sánchez se
abre la perspectiva de un debate abierto y franco. Lo dimos todo por
este diálogo, pero la represión sigue igual. El señor Borrell sigue
allá. No somos, ni se nos espera, ni se nos llama a consultas para nada.
Da la sensación de que no ha habido ningún cambio. Y sobre todo, no
conocemos la propuesta del PSOE para Catalunya. Yo no la conozco. ¿Qué
es?, ¿un pacto fiscal?, ¿una reforma constitucional?, ¿nada?. Quizás
sería bueno que el PSOE dijera: "Escuchen: Para Catalunya, la respuesta
al conflicto político es cero". Al menos sabríamos dónde estamos. No
daremos otro cheque en blanco.
¿Cree que le falta valentía al PSOE para hacer una propuesta?
Creo que sí. Nosotros, hemos ido a sentarnos a
una mesa de diálogo con presos políticos y exiliados para preguntar:
"¿Cuál es el punto de partida?. Nosotros proponemos el referéndum,
¿ustedes que proponen?". No lo sabemos. Al relator se nos dice que no y
esto provoca unas elecciones. Quizás lo que quería el señor Sánchez era
ir a unos nuevos comicios, que no le aprobásemos los presupuestos. Lo
dejo aquí.
¿Qué cree?
No lo sé. Tendría que contestar él. Yo lo que veo
es la incapacidad de los partidos políticos españoles para llegar a
pactos que den una solución a Catalunya, en lugar de acuerdos que sirvan
para decir: "Ahora no hablaremos de Catalunya".
Además del PSOE está Cs, que es el primer partido del Parlament y sigue con la propuesta de 155 y 155.
Esta provocación constante, esta crispación,
estas ganas fracturar que tiene Cs le acabarán pasando factura. En
Catalunya, ya nos hace reír. El Estado español empieza a descubrir ahora
esta política que hemos tenido que aguantar estoicamente. Han hecho
puro teatro. Lo que querríamos nosotros es que se apagasen las luces,
que baje el telón y que Cs empiece a hacer política.
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