José
Manzaneda, coordinador de Cubainformación.- Imagínense que la izquierda
llegara a varios gobiernos del Sur de Europa y aplicara decididas
políticas públicas. Y que, afectados ciertos intereses transnacionales,
EEUU les impusiese una guerra comercial.
¿España
permitiría que miembros de organizaciones españolas, con fondos de la
Casa Blanca, se dedicaran a destruir su industria turística?
¿Italia
permitiría que periodistas italianos, pagados por EEUU, hicieran una
campaña de boicot internacional a sus propios productos?
¿Francia
permitiría que supuestos activistas de derechos humanos, pagados por
Washington, alentaran el bloqueo total a su economía?
Pues no. Ni España, ni Italia ni Francia lo permitirían. Sus códigos penales son claros
(1). De 3 a 10 años de cárcel a quien reciba “del extranjero (...)
dinero” para “actos contrarios a los intereses nacionales" de Italia.
Prisión de 4 a 8 años a quien mantenga "relaciones de inteligencia” que
comprometan “los intereses vitales de España". Penas de hasta 30 años
–por motivos similares- en Francia.
Ahora
llevemos esta situación imaginaria, ubicada en países de la rica
Europa, a la realidad que sufre un país pobre del Sur: Cuba.
La “disidente” cubana Rosa María Payá, con fondos federales de EEUU, hace lobby en favor de la Ley Helms-Burton, que sanciona a compañías turísticas de todo el mundo e impide las inversiones en Cuba (2).
José Daniel Ferrer, cuyo colectivo “disidente” es sostenido por la Casa Blanca, presiona para que Joe Biden, de ganar las elecciones, mantenga la actual asfixia económica a la Isla (3).
Otro “disidente”, Guillermo Fariñas, reconoce que su misión es “perjudicar un acuerdo económico entre Cuba y la Unión Europea”, y así taponar toda alternativa comercial al bloqueo de EEUU (4).
Jorge Enrique Rodríguez, “periodista” de Diario de Cuba, medio financiado por Washington, se dedica a la más burda propaganda contra los acuerdos de cooperación entre la Unión Europea y Cuba (5).
Pero
¿qué leemos en la prensa europea? ¿Que por mantener "relaciones de
inteligencia” y recibir dinero para “actos contrarios a los intereses
nacionales" de Cuba, tal como contemplan los códigos penales de Europa,
estas personas deberían estar en prisión?
¿Qué son colaboracionistas de una brutal guerra económica impuesta por una superpotencia a una pequeña isla del Sur?
No. Nos cuentan que son pacíficos “opositores” a los que el “régimen cubano” “amordaza” (6), “censura” (7), no les permite su libre expresión ni organizarse políticamente (8).
Aunque
sigan libres y La Habana no aplique, con todo rigor, sus leyes. Las
mismas que en España, Francia o Italia no perdonarían semejantes actos
de mercenarismo. Mucho menos en EEUU. Por cierto, ¿conocen algún medio
europeo que llame “disidente” a un periodista preso llamado Julian
Assange (9)?
Edición gráfica y de video: Esther Jávega.
(7) https://www.cambio16.com/gobierno-de-la-habana-intensifica-la-represion-y-la-censura-tras-el-caso-del-george-floyd-cubano/
(8) https://www.infobae.com/america/america-latina/2020/07/03/el-regimen-cubano-y-sus-aliados-de-venezuela-china-y-corea-del-norte-sabotearon-el-discurso-del-cientifico-ariel-ruiz-urquiola-en-la-onu/
(9) https://elpais.com/gente/2020-06-22/los-secretos-de-la-historia-de-amor-de-julian-assange.html
(8) https://www.infobae.com/america/america-latina/2020/07/03/el-regimen-cubano-y-sus-aliados-de-venezuela-china-y-corea-del-norte-sabotearon-el-discurso-del-cientifico-ariel-ruiz-urquiola-en-la-onu/
(9) https://elpais.com/gente/2020-06-22/los-secretos-de-la-historia-de-amor-de-julian-assange.html
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