Ya no sirven las
medias tintas, es necesario defender la nacionalización de la banca y los
sectores estratégicos”
El pasado 12 de febrero la Plataforma de Afectados
por la Hipoteca
consiguió una notable victoria. Tras fuertes movilizaciones, el Congreso aceptó
a trámite su Iniciativa Legislativa Popular sobre la dación en pago
retroactiva. Nuevamente se demuestra que la lucha sirve y que es el único
camino para hacer frente a las agresiones del capitalismo. Entrevistamos a
Chema Ruiz Losa, activista de al PAH y dirigente de Izquierda Unida.
EM.- Chema, ¿cómo valoras el cambio de
posición del PP en relación a la admisión a trámite de la ILP?
Chema Ruiz Losa.- Desgraciadamente el PP
no ha cambiado realmente de posición, el escorpión no puede dejar de matar,
siguen posicionados donde siempre, al lado y como mamporreros de la banca y las
grandes multinacionales, de los dueños del capital. El aceptar la tramitación
de la ILP es una
medida cosmética mas, siguen sin creer en ella. Ahora bien, y esta es la parte
positiva, muy positiva, lo que demuestra ese cambio en el sentido del voto es
lo que venimos diciendo desde la
PAH, cuando los de abajo somos capaces de organizarnos, de
abandonar el sectarismo y trabajar juntos desde las diferencias pero con un
objetivo común, somos capaces de doblegar el poder, de conseguir asumir las
riendas de nuestro destino.
Los desahucios no existían mediáticamente antes
de iniciarse el trabajo de movilización de la Plataforma. Lo más
importante que se ha dejado claro es que ante la conculcación de los derechos
fundamentales y el atropello al que se somete a los más desfavorecidos, la
desobediencia civil no solo es fundamental y legítima, además sirve para
alcanzar los objetivos marcados. Y eso es lo que hemos hecho desde la
plataforma, enarbolar la bandera de la desobediencia a las leyes injustas
impidiendo la ejecución de más de 800 sentencias de lanzamiento, y obligando a
los bancos a tener que aceptar más de 300 daciones en pago y muchos alquileres
sociales.
Por supuesto esto no ha hecho mas que empezar y
vamos a seguir recuperando el tejido social necesario para construir un
contrapoder popular que ejerza de forma efectiva la soberanía que, no lo
olvidemos reside única y exclusivamente en los pueblos.
EM.- Millones de personas se sintieron
identificadas con la intervención de Ada Colau en la Comisión de Economía del
Congreso y su calificación de la banca como “criminales”. ¿No crees que ha
llegado la hora de proponer que los recursos que maneja la banca se pongan al
servicio de las necesidades sociales y de la creación de empleo, a través de su
nacionalización y su gestión bajo control social?
CRL.- No solo la banca es criminal,
también dueños de multinacionales como Amancio Ortega que ganan miles de
millones de euros anuales mientras mas de 12 millones de personas viven en la
miseria o el 25% de los niños de nuestro país pasan hambre son criminales, y
los dueños de las compañías energéticas que se enriquecen mientras la gente no
dispone de calefacción y agua caliente cometen un crimen. En definitiva vivimos
en un sistema criminal, injusto y sobre todo insostenible. Lo que se ha
producido en las últimas décadas es una financiarización de la economía para
mantener el poder de la oligarquía económica y con ello mantener este modelo
caduco, y por lo tanto, efectivamente ha llegado el momento de tener claro que
se trata de cambiar el modelo, que con este modelo no hay salida posible, y por
lo tanto, efectivamente entre las medidas urgentes a tomar están el impago de
la deuda, la nacionalización de la banca para ser gestionada desde una
perspectiva social y que el beneficio sea redistribuido entre toda la población,
y también volver a convertir en público los sectores estrátegicos, entre ellos
el energético, de forma que se pueda garantizar el suministro y generar
beneficio público.
La banca ha sido la artífice de una gran estafa
desplazando toda la inversión a la especulación financiera. El negocio primario
no era el inmobiliario, este era el instrumento, el negocio era la titulización
de las hipotecas y por lo tanto se sobrevaloran las viviendas, a pesar de ser
una necesidad humana básica, y se hace una gestión temeraria del riesgo
concediendo hipotecas muy elevadas y a sabiendas de la imposibilidad de
saldarlas, y cuando todo esto les estalla en la cara, hemos rescatado a los
especuladores una y otra vez, bien de forma directa, o bien mediante el prestamos
al 1% que reutilizaban para comprar deuda soberana al 6%, hemos entregado a la
banca mas de 720.000 millones de euros.
EM.- Desde El
Militante proponemos que las viviendas vacías en manos de los
bancos, hoy traspasadas a la
Sareb – el "banco malo" - se conviertan en parte de
un parque de viviendas públicas destinadas al alquiler social. En los años 70
se realizaron numerosas ocupaciones masivas de bloques de viviendas desocupadas
¿Crees que esas acciones realizadas durante la Transición arrojan
alguna lección de aplicación a la actual situación?
CRL.- Exacto. No solamente las viviendas
entregadas a la SAREB,
es fundamental conformar un parque público de viendas en alquiler social de
forma que esta sea la opción de uso de la vivienda mas generalizada. Estamos
hablando de 6 millones de viviendas vacias mientras que familias son
desalojadas o miles de jóvenes no pueden salir de casa de sus padres.
Está quedando cada vez mas claro que la única
forma de obtener derechos es la movilización continua y su organización. Desde la PAH ya se ha participado en la
ocupación de varios edificios, algunos de los cuales todavía siguen resistiendo
y otros de los que nos desalojaron como fueron el Hotel Madrid o el edificio de
Corredera en Madrid. Estoy convencido de que ese debe ser el camino, tenemos
que extender ese ejemplo, incluso llevarlo a otros sectores en lucha, ocupar y
gestionar hospitales que se pretender privatizar con las compañeras de sanidad,
colegios, expropiación a las grandes multinacionales de distribución de alimentos
para redistribuir entre la población necesitada, etc. La situación que se nos
viene encima es tremendamente dramática, hablamos de esclavismo y hambre, pero
desgraciadamente todavía no hemos adquirido la conciencia de cual es la
situación.
EM.- En nuestra opinión la lucha contra los
desahucios tiene numerosos puntos en común con la lucha de los estafados por
las preferentes y con los trabajadores de banca, que hoy son víctimas de
despidos masivos y de recortes salariales. ¿Qué pasos habría que dar para
unificar estas luchas y que papel deberían jugar los dirigentes sindicales?
CRL.- Es que es la misma lucha. Los
afectados por las preferentes son victimas de la misma estafa especulativa que
los hipotecados, en esta ocasión lo que hacen es robarles los ahorros de toda
una vida para trasladarlos a inversiones en paraísos fiscales, incluso tenemos
casos en que familias son desahuciadas por no poder hacer frente al pago de la
hipoteca mientras tienen secuestradas varias decenas de miles de euros en
preferentes. Y en el caso de los trabajadores de la banca sucede lo mismo, se
les ha sometido a una presión brutal que les ha llevado en algún caso a firmar
productos financieros que ni siquiera conocían y ahora son expulsados del
mercado de trabajo porque en su sector no tienen ninguna posibilidad de
reengancharse a la vida laboral. Por lo tanto, la unificación de todos los
agentes de esta lucha, no solo es positiva, es fundamental para ganarla. Estamos
intentando dar los primeros pasos en esa línea sin demasiado éxito.
Para conseguir la convergencia de esta lucha es
necesario que los dirigentes sindicales corrijan el análisis, el objetivo y la
estrategia que les lleva a aceptar, en aras de un mal entendido pacto social,
el actual modelo como un mal menor. También tenemos que conseguir que los
afectados por las preferentes entiendan que están tan abocados a la precariedad
como los que ya no pueden pagar su hipoteca, y romper ciertas reticencias por parte
de algunos afectados por las hipotecas a trabajar con los empleados de banca,
focalizando donde está el enemigo.
Estoy convencido de que finalmente, hablando,
poniendo los argumentos encima de la mesa, conseguiremos trabajar juntos.
EM.- Muchos consideramos que IU debería ser
más audaz y encabezar una rebelión social que ponga fin a la situación a la que
nos aboca el capitalismo en crisis, empezando por promover una huelga general
para derribar al gobierno de Rajoy y convocar elecciones anticipadas en las que
la izquierda concurra con un programa de profundas transformaciones sociales.
Desde tu experiencia como veterano activista social y desde tu nueva
responsabilidad en IU ¿Qué opinión te merece este planteamiento?
CRL.- Eso es precisamente lo que hemos aprobado
en la X asamblea,
la conformación de un bloque político y social que mediante la movilización y
la lucha permanente, y con un brazo institucional sea capaz de asumir el poder
para transformar la sociedad con una alternativa social, democrática y
superadora del capitalismo.
Ahora bien, en cuanto a la estrategia para llevar
esto a la práctica, se produce un debate histórico y recurrente entre quienes
entienden que ante una sociedad compleja y acomodada como la actual es
necesario un discurso mas moderado que acerque paulatinamente a la gente a un
proyecto alternativo, y los que entendemos que nos encontramos ante un momento
de excepción y no cabe otra posibilidad de poner encima de la mesa un nuevo
modelo socialista y tensar la movilización hasta conseguir llevarlo a la
práctica.
Mi posición como responsable de movimientos
sociales, y así lo hemos planteado en el documento estratégico es que ya no
sirven las medias tintas, es necesario defender una propuesta que pasa por la
nacionalización de la banca y los sectores estratégicos, el impago de la deuda
por ilegítima e imposible de saldar, una fiscalidad que grave de forma
contundente las rentas del capital y las procedentes de la explotación y el
expolio, garantizar los derechos fundamentales como la vivienda y el trabajo
digno y reforzar unos servicios públicos de calidad. En definitiva es el
momento de impulsar mediante la movilización y la propuesta política un proceso
constituyente que nos lleve a un estado federal y republicano, y que sea de
verdad social, democrático y de derecho.
Para conseguirlo tenemos que ser muchos los
hombres y mujeres que dentro y fuera de IU trabajemos en el mismo sentido y ese
es el reto que asumimos, conseguir que desde la independencia y autonomía de
cada uno de los colectivos, organizaciones y movimientos, seamos capaces de
configurar un espacio que elabore ese proyecto alternativo y lo lleve adelante
mediante una lucha in crescendo que termine con la dimisión del gobierno y una
convocatoria electoral que nos lleve a la toma del poder para ejecutar los
compromisos que ya son un clamor en la calle, y por supuesto con la calle.
(1) Un
extracto de esta entrevista está publicado en El
Militante de marzo
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