"PEQUEÑO" CATÁLOGO DE AYUDAS A LA BANCA
"Hasta
ahora, los únicos que han aportado dinero a las entidades financieras,
bancos y cajas de ahorros, han sido ustedes. (...) Yo, desde luego, no
pienso dar ni un solo euro de dinero público, a diferencia de lo que han
hecho ustedes."
Mariano Rajoy, en el debate electoral con Alfredo Pérez Rubalcaba (07/11/11).
Contundentes
palabras que perseguirían a nuestro presidente de no ser porque ha
demostrado ser completamente invulnerable a los efectos de la
hemeroteca. Al margen de que la primera parte de la cita es una
perogrullada (estando en la oposición difícilmente se le puede dar
dinero a los bancos), la segunda ha resultado ser falsa.
Recientemente,
el Estado dio por perdidos casi 37.000 millones de euros en ayudas a la
banca, pero esta cifra apenas sirve para hacerse una idea de las ayudas
que ha recibido el sector financiero desde que estalló la crisis.
Ayudas a la banca ha habido durante la presidencia de Rajoy, y muy
cuantiosas, y no ha sido el gobierno el único en ayudar a las entidades
financieras, que también han recibido generosas ayudas del Banco Central
Europeo y de los consumidores y usuarios. Vamos a dedicar esta entrada a
hacer una recapitulación de las ayudas más destacadas recibidas por el
sector financiero, aunque me temo que tampoco seremos capaces de dar una
panorámica general que haga justicia a las mismas. No obstante, ¡allá
vamos!
AYUDAS DIRECTAS, CAPITALIZACIONES Y NACIONALIZACIONES.- Un
primer epígrafe sería el de las ayudas directas, es decir, el del
dinero público puesto directamente a disposición de la banca.
La partida más importante de este epígrafe serían las inyecciones de capital,
que en el caso del gobierno español han sido practicadas por el FROB
(Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria), una entidad pública
creada por el gobierno Zapatero en 2009 tras la intervención de la Caja
Castilla La Mancha, cuyo objeto era apoyar los procesos de
reestructuración e integracion entre entidades financieras que se
llevarían a cabo con vistas a reordenar el sistema financiero español.
Según la revista Alternativas Económicas,
el FROB ha aportado 54.699 millones de euros al capital de las
entidades españolas, una cifra que se desglosaría de la siguiente forma:
- 22.424 millones de euros a Bankia.
- 12.054 millones de euros a Catalunyabanc.
- 9.226 millones de euros a Novacaixagalicia Banco.
- 5.500 millones de euros al Banco de Valencia.
- 1.645 millones de euros al Banco Mare Nostrum.
- 1.129 millones de euros al Banco Ceiss.
- 407 millones de euros a Caja3.
- 124 millones de euros a Liberbank.
La
mayoría de las veces, las capitalizaciones se han llevado a cabo
mediante la conversión forzosa en acciones de las obligaciones o
participaciones preferentes en poder del FROB, como ocurrió con la
nacionalización de Bankia. En la práctica, la mayoría de estas entidades
se han convertido en bancos públicos, ya que el FROB controla la mayor
parte de su capital: así, el FROB posee el 68'4% del capital de Bankia,
el 66% del capital de Catalunyabanc y el 65% del capital del Banco Mare
Nostrum.
De
estos casi 55.000 millones de euros, algo más de 40.000 han sido
aportados por el MEDE (Mecanismo Europeo de Estabilidad) gracias al
rescate bancario que se concedió a España en junio de 2012. En cualquier
caso, estos más de cuarenta mil millones son una ayuda pública
española, pues se trata de un préstamo (línea de crédito, en palabras de
Luis de Guindos) que tendremos que devolver con sus correspondientes
intereses.
Como
ya hemos mencionado al principio de la entrada, el FROB da por perdidos
36.932 millones de euros de las ayudas ejecutadas entre 2010 y 2012. Un
caso especialmente sangrante se dio hace poco con la venta de NCG Banco
al grupo venezolano Banesco por 1.000 millones de euros cuando el FROB
había concedido a esta entidad ayudas por importe de 9.226 millones.
Recientemente, se ha sabido que el FROB ha contratado los servicios de Goldman Sachs
para diseñar el proceso de privatización de Bankia, operación que
espera completarse en el plazo de unos dos años; teniendo en cuenta que
dicha privatización se llevaría a cabo justo antes de las elecciones,
esperemos que no sea tan catastrófica para las arcas públicas. Al
margen de estas ayudas, cuando nació el FROB hubo que dotarlo con un
capital inicial de 9.000 millones de euros, de los cuales el 75% se
financiaron con cargo a los Presupuestos Generales del Estado (vaya, con
el dinero de todos) y el 25% restante por los distintos fondos de
garantías de depósitos del sistema financiero español.
Precisamente
el Fondo de Garantía de Depósitos ha sido la otra gran entidad que se
ha encargado de suministrar ayudas directas a las entidades españolas.
En concreto, ha aportado más de 9.000 millones de euros al capital de
las entidades españolas (aunque conviene precisar que el Fondo se
financia en su mayor parte con las aportaciones de los bancos y cajas de
ahorros):
- 5.249 millones de euros a la CAM (Caja de Ahorros del Mediterráneo).
- 1.192 millones de euros a BBK para la adquisición de Cajasur.
- 1.001 millones de euros a Catalunyabanc.
- 953 millones de euros a la Unnim.
- 802 millones de euros a Novacaixagalicia Banco.
De
estas inyecciones de capital, la de la CAM ha sido especialmente
ruinosa, ya que ni siquiera con este apoyo ha podido recuperarse y
finalmente se vendió en diciembre de 2012 al Banco Sabadell por el
módico precio... ¡¡de un euro!!
GARANTÍAS Y AVALES DEL ESTADO.-
Un
segundo grupo de ayudas sería el de los avales y garantías concedidas
por el Estado. En un contexto como el actual, los bancos encuentran
muchas dificultades para financiarse en los mercados al no contar con la
confianza de los inversores. Para facilitar la financiación de los
bancos, el Estado ha avalado muchos de los préstamos que han solicitado
distintas entidades financieras.
El grueso de los avales
ha corrido por parte del Ministerio de Economía. En concreto, el saldo
vivo de los avales concedidos por el Tesoro español a las entidades
financieras a 5 de noviembre de 2013 ascendía a 50.628 millones de
euros. Este volumen de avales se desglosaba de la siguiente forma:
- 24.093 millones de euros a Bankia.
- 7.373 millones de euros a Catalunyabanc.
- 3.699 millones de euros a Novacaixagalicia Banco.
- 2.136 millones de euros a la CAM.
- 1.535 millones de euros a Banco Ceiss.
- 1.505 millones de euros a la Unnim.
- 1.451 millones de euros a Banco Mare Nostrum.
- 700 millones de euros a Liberbank.
- 8.136 millones de euros en avales de menor cuantía a otras entidades.
Y
si os parecen elevadas estas cifras, tened en cuenta que el saldo vivo
de los avales se ha reducido en 16.088 millones de euros desde que
alcanzó su máximo en febrero de 2013, ya que muchos de los préstamos
avalados han ido llegando a su vencimiento sin que de momento se haya
registrado ningún impago.
Además de los avales, debemos mencionar una peculiar figura puesta en práctica en el saneamiento financiero español: los Esquemas de Protección de Activos
(EPA). Tras la nacionalización de las cajas de ahorros, el Estado se
dio cuenta de que había pocas entidades que estarían dispuestas a
comprarlas cuando llegara el momento de la privatización. Gran parte de
las reticencias de los posibles compradores se debían a la opacidad de
las cuentas de las cajas y a su temor de que los índices de morosidad y
de créditos de dudoso cobro fueran mucho mayores.
Para
eliminar estos temores, el gobierno ideó los esquemas de protección de
activos, que venían a ser garantías contractuales en virtud de las
cuales el Estado se comprometía a indemnizar a los compradores en caso
de que algunos de los créditos dudosos de las cajas se convirtieran en
créditos fallidos. Normalmente, los esquemas de protección de activos
cubrían en torno al 80% de los créditos dudosos durante un período de
entre cinco y diez años.
Recientemente, el ministro Luis de Guindos cifró en 15.000 millones de euros la cantidad de dinero que podría perder el Estado
debido a los esquemas de protección de activos de la CAM, pero la
cantidad perdida en este concepto podría ser mucho mayor. La opacidad de
estos instrumentos es total, no facilitándose datos por entidades. No
obstante, podemos confirmar que se han comprometido por este concepto
las siguientes cantidades:
- 16.610 millones de euros al Banco Sabadell por la adquisición de la Cam.
- 4.824 millones de euros al BBVA por la adquisición de la Unnim.
- 2.475 millones de euros a Liberbank por la adquisición de Caja Castilla La Mancha.
- 600 millones de euros a La Caixa por la adquisición de Banco de Valencia.
- 392 millones de euros a BBK por la adquisición de Cajasur.
En total, 24.901 millones de euros, aunque un artículo
de eldiario.es firmado por Pilar Blázquez y Belén Carreño eleva esta
cifra a los 35.681 millones de euros. El mismo artículo cita que es muy
probable que al menos el 80% de los EPAs tengan que ser abonados por el
Estado.
COMPRA DE ACTIVOS TÓXICOS.-
No se puede hacer un repaso a las ayudas recibidas por la banca sin mencionar al famoso "banco malo".
El banco malo español, que responde al bonito nombre de SAREB (Sociedad
de gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria), se
creó para hacerse cargo de los activos tóxicos (fundamentalmente, bienes
inmuebles y préstamos a promotores inmobiliarios) acumulados por los
bancos para que estos pudiesen seguir con su actividad sin el lastre que
suponía esta basura financiera.
Por supuesto, la creación de la SAREB ha supuesto otro reguero de dinero
público. Para empezar, el FROB tuvo que aportar en el momento de su
constitución un capital de 2.500 millones de euros. Además, la SAREB se
financia emitiendo deuda que vende en los mercados, deuda que cuenta con
el aval del Estado.
Lógicamente, un factor esencial en el funcionamiento de un banco malo es
el precio al que compra los activos tóxicos a los bancos: lo ideal es
adquirir los activos a precios bajos para minimizar las pérdidas del
contribuyente en caso de que no se puedan vender (aunque si esos precios
son demasiado bajos, se corre el riesgo de que los bancos no se animen a
transferir sus activos). Hasta ahora, la SAREB ha comprado su cartera
de activos con un descuento medio del 63% en el caso de activos reales y
un 45'6% en el caso de préstamos a promotores.
A finales de 2013, el volumen total de los activos absorbidos por la
SAREB ascendía a 50.782 millones de euros, y este es el importe de la
deuda emitida por la entidad y avalada por el Estado (aval que se suma a
los 50.628 millones de euros que ya mencionamos más arriba). El volumen
máximo de activos a transferir a la SAREB se ha fijado en 90.000
millones de euros.
Y sin embargo, aunque la creación de la SAREB se vendió como la forma
más eficaz de librar a las entidades financieras de su basura
financiera, lo cierto es que la tasa de morosidad del sector bancario no
deja de subir, señal más que evidente de que los bancos no han purgado
todos sus balances.
CRÉDITOS FISCALES A LA BANCA.-
Seguramente, una de las ayudas públicas a la banca más desconocidas por
el público general sean los créditos fiscales. Como sabréis, las
empresas pagan un impuesto por sus beneficios que en España se denomina
Impuesto de Sociedades y cuya tasa es del 30% de los beneficios antes de
impuestos (aunque
la maraña de deducciones y desgravaciones del sistema impositivo
español ha reducido el tipo efectivo del impuesto a un escueto 12%).
Lo que quizás no sabréis es que cuando una empresa obtiene pérdidas se
genera un impuesto "negativo" que se descontará de futuros impuestos.
Estas cantidades que podrán descontarse de futuros impuestos se
denominan créditos fiscales o activos fiscales diferidos.
Por ejemplo, si una empresa tiene unas pérdidas de 100.000 €, se
genera un impuesto negativo de 30.000 €. Esto significa que en los
próximos años, cuando la situación de la empresa mejore y vuelva a
obtener beneficios, se descontará 30.000 € de los impuestos a pagar. Es
decir, que si la empresa obtuviese unos beneficios de 40.000 y 60.000 €
los dos años siguientes, no pagaría impuestos ninguno de esos años.
Si tenemos en cuenta que entre 2011 y 2012 los bancos españoles
declararon unas pérdidas conjuntas de 104.389 millones de euros, podemos
imaginarnos la cantidad de dinero que van a ahorrarse en impuestos los
próximos años. Y por supuesto, nos equivocaríamos.
Lo cierto es que la posibilidad de descontarse los impuestos negativos
de los futuros impuestos a pagar está a disposición de todos los
sectores económicos, no solo del sector financiero. Lo sangrante de esta
situación es que las pérdidas de las entidades financieras que han sido
saneadas por el Estado están siendo utilizadas por los bancos que las
compraron para rebajar sus futuros impuestos. Así, se han visto
enormemente beneficiadas entidades como Caixabank (por la absorción de
Banca Cívica y Banco de Valencia) o el Banco Sabadell (por la absorción
de la CAM), y la entidad con un mayor volumen de créditos fiscales no es
otra que el Santander, con 17.848 millones de euros. También destacan
con luz propia los 9.700 millones de euros en créditos fiscales de
Bankia, lo que en la práctica supone que no pagará impuestos durante
mucho tiempo.
Además, los activos fiscales diferidos no sólo están constituidos por
los impuestos negativos de los años en los que se obtienen pérdidas,
sino también por los gastos que los bancos no se han podido deducir del
impuesto al no haberlo pagado. En concreto, las partidas más importantes
de estos gastos son las provisiones dotadas por los bancos para cubrir
pérdidas y las aportaciones a los planes de pensiones de los empleados.
Como ambas partidas han sido gigantescas (en especial la de las
provisiones), los créditos fiscales a favor de las entidades bancarias
son de auténtico vértigo (datos extraídos del número 6 de la revista Alternativas Económicas):
- Santander: 17.848 millones de euros.
- Bankia: 9.700 millones de euros.
- BBVA: 7.752 millones de euros.
- La Caixa: 5.695 millones de euros.
- Banco Sabadell: 5.381 millones de euros.
- Banco Popular: 3.243 millones de euros.
- Banco Mare Nostrum: 2.135 millones de euros.
- Novacaixagalicia Banco: 2.079 millones de euros.
- Caja España-Duero: 1.820 millones de euros.
- Kutxabank: 1.767 millones de euros.
- Liberbank: 1.700 millones de euros.
- Catalunya Caixa: 1.247 millones de euros.
- Cajamar: 792 millones de euros.
- Cajatres: 776 millones de euros.
- Unicaja: 566 millones de euros.
- Ibercaja: 500 millones de euros.
- Caja Laboral: 266 millones de euros.
- Bankinter: 14 millones de euros.
Al suponer los créditos fiscales un derecho para los bancos (ya que el
Estado les "promete" que les perdonará esas cantidades de los futuros
impuestos a pagar), estos los anotan en el activo de sus balances.
Sin embargo, las normas internacionales contables los consideran un
activo de baja calidad, ya que solo podrían aplicarse en el caso de que
haya beneficios futuros, por lo que piden su eliminación.
Esta exigencia ha puesto contra las cuerdas a las entidades financieras,
que se encontrarían con graves problemas de solvencia si de la noche a
la mañana tuvieran que eliminar estos activos. Pero cómo no, el Estado
ha acudido en su ayuda y de los 60.000 millones de euros que atesoran
los bancos en créditos fiscales ya ha avalado 30.000:
es decir, que si una entidad registra pérdidas por encima del plazo
fijado por la Unión Europea -diez años- o es declarada insolvente, el
Estado tendría que hacer efectivo el pago del crédito fiscal avalado.
Aunque esto no ocurriera, y aunque los créditos fiscales no han supuesto
un desembolso efectivo por parte del Estado, su coste para el
contribuyente es inmenso. En los próximos años, Hacienda va a dejar de percibir 60.000 millones de euros en concepto de impuestos a los bancos
(la mitad de ellos con total seguridad, pues ya ha sido avalados por el
Estado). Son 60.000 millones de los que ya no podremos disponer para la
Sanidad Pública, para Educación o para Servicios Sociales. 60.000
millones de euros que obligarán a mantener o incluso aumentar los
recortes que llevamos sufriendo varios años.
Y todo porque se lo hemos perdonado a los bancos.
INYECCIONES DE LIQUIDEZ DEL BCE.-
Por supuesto, no ha sido el Gobierno la única entidad en correr en
auxilio de la banca española. A causa de la crisis, el BCE ha concedido
financiación en condiciones privilegiadas a las entidades europeas, una
financiación de la que la banca española ha sido la principal
beneficiada (de hecho, la banca española se sostuvo durante muchos meses
gracias a la respiración asistida que supuso la financiación del BCE).
En concreto, durante los dos últimos años, el BCE ha prestado 1'019
billones de euros a la banca europea a unos tipos privilegiados que han
oscilado entre el 0'25 y el 1%. Las entidades españolas han captado más
del 30% de esta financiación, casi el triple de su peso en la eurozona.
De este modo, el volumen neto de los préstamos a un plazo máximo de tres
años del BCE a las entidades españolas alcanzó un máximo de 388.736
millones de euros en agosto de 2012.
Mientras que la intención del BCE era que no se interrumpiera el flujo
del crédito a las empresas, lo cierto es que los bancos españoles
dedicaron buena parte de este dinero a adquirir deuda pública española,
cuyo rendimiento medio estos años ha estado en torno al 4%, lo que ha
proporcionado a los bancos unos beneficios inmediatos de 12.000 millones
de euros entre 2012 y 2013.
AYUDAS DE PEQUEÑOS AHORRADORES.-
Si el BCE se ha mostrado extremadamente generoso con la banca española,
los pequeños ahorradores no íbamos a ser menos, por supuesto. Aunque se
podría decir que todas las ayudas públicas son ayudas del ahorrador, en
la medida en que sostiene el Estado con sus impuestos, esto no ha sido
suficiente y podemos enumerar una serie de actuaciones en las que los
bancos han sido socorridos por los ciudadanos (eso sí, casi siempre en
contra de su voluntad o mal informados):
- Por un lado, debemos señalar a los cientos de miles de pequeños
ahorradores que invirtieron en participaciones preferentes y deuda
subordinada. Como todos sabemos, una gran parte de esas operaciones se
llevaron a cabo engañando a estos ahorradores o, como mínimo, abusando
de su confianza. Se estima que la banca ha esquilmado por esta vía
14.750 millones de euros a las familias españolas. Un rescate bancario
en toda regla.
- También debemos señalar a los cientos de miles de familias que se
han visto perjudicadas por abusivas "cláusulas suelo", que han impedido
que muchas familias hipotecadas se beneficien de la rebaja del precio
del dinero. Afortunadamente, el Tribunal Supremo emitió hace unos meses una sentencia
en la que declaraba que las cláusulas suelo eran abusivas si no se
cumplían unos estrictos requisitos de información al cliente. Por
hacernos una idea de cuánto dinero significaban estas cláusulas para los
bancos, el Popular ha calculado que su retirada supondría una pérdida de 9 millones de euros netos mensuales, es decir, unos 108 millones de euros al año, mientras que BBVA reconoce un impacto en sus resultados de 420 millones de euros al año.
- Por último, vale la pena mencionar que en 2013 (coincidiendo con un
descenso en la financiación otorgada por el BCE) el Banco de España
acudió en ayuda de las entidades españolas limitando los rendimientos de
los depósitos de los ahorradores al 1'75% a un año y al 2'25% a dos
años. Esta medida se ha traducido en una drástica reducción de los
costes financieros soportados por los bancos españoles, que en el primer
semestre de 2013 se redujeron en 5.488 millones de euros con respecto
al mismo período del año anterior.
UN POCO DE PERSPECTIVA.-
Hasta aquí el listado de las ayudas recibidas por la banca española. Sin
embargo, la avalancha de datos ha sido tal que se corre el riesgo de
perder la perspectiva, así que conviene aportar alguna cifra más para
comprender cuál ha sido la magnitud de las ayudas:
- Recientemente, la Unión Europea creó el Fondo de Empleo Joven para
fomentar la creación de empleo entre los jóvenes. Dicho fondo constará
de 6.000 millones de euros a aplicar entre 2014 y 2015, apenas 500
millones más de lo que el FROB ha inyectado solo en el Banco de
Valencia. España, que es el país más beneficiado de la Unión, recibirá
1.800 millones de euros de este fondo, un poquito más de lo que el Banco
Mare Nostrum ha recibido del FROB.
- El Ministerio de Educación contó con 3.088 millones de euros en
2012, casi 200 millones menos de lo que se le va a perdonar en impuestos
al Banco Popular durante los próximos años. Pensad en ello la próxima
vez que se hable de recortes de becas en las noticias.
Si al menos todo este sacrificio diera sus frutos, podríamos aceptarlo.
Sin embargo, las entidades financieras siguen reduciendo el crédito a
empresas y familias. Si comparamos la situación actual con la de 2008,
año en el que oficialmente comenzó la crisis, las empresas y familias
disponen a día de hoy de 400.000 millones de euros menos en créditos,
una reducción del más del 20%.
Para dar por terminada esta entrada, ¿por qué no recuperar la cita con
la que comenzaba el artículo? (esta vez en boca de nuestro
presidente)...
PD: los datos mencionados en el artículo se han extraído de la
revista Alternativas Económicas (números 2, 6, 10 y 11), de eldiario.es y
del libro Qué hacemos con los bancos, escrito por el colectivo qué hacemos, a cuya presentación tuve la suerte de acudir.
PD II: Apenas tres días después de publicar esta entrada, leo un artículo en el blog de El Economista Observador (José
Carlos Díez) que denuncia que el crédito sigue bajando (27.000 millones
en diciembre de 2013) y la morosidad subiendo (superando ya el 13%).
Después de lo expuesto en esta entrada, me temo que la peor noticia que
nos podrían dar es que tantas ayudas no estén sirviendo para nada.