El gobierno bolivariano sufrió una derrota sin paliativos. La ultraderecha se convierte en el primer partido de Francia
VENEZUELA Y FRANCIA: DOS DERROTAS HISTÓRICAS SIN PALIATIVOS.
Dos hechos electoralmente adversos se produjeron el pasado domingo. Por una parte, en Venezuela, el gobierno de Nicolás Maduro fue duramente derrotado en las elecciones a la Asamblea Nacional. La Mesa de la Unidad Democrática, que reune a la oposición mas rabiosamente derechista venezolana, obtuvo 99 diputados.
La representación del Partido Socialista Unido de Venezuela, hoy en el gobierno, quedó reducida a 46 diputados. No obstante, quedan todavía por adjudicar 22 escaños, que podrán disminuir o aumentar aún más la diferencia entre gobierno y oposición.
Dado que el régimen político venezolano es presidencialista, como el de losEstados Unidos, el presidente Nicolás Maduro continuará gobernando, aunque no disponga de la mayoría la Asamblea Nacional. No obstante, las dificultades con las que va a tropezar el proyecto político bolivariano van a ser probablemente insalvables.
La adversidad electoral con la que ha tropezado el Ejecutivo bolivariano es atribuible, en primer lugar, a una guerra económica sistemática, planteada tanto por los sectores empresariales venezolanos, como por fuerzas y medios foráneos. La satanización que las grandes empresas de la comunicación mundial han realizado del proceso político bolivariano, particularmente después de la desaparición física del presidente Chávez, cercaron al país sumiéndolo en el aislamiento político y económico.
No obstante, independientemente de los elementos indicados, un factor que ha tenido una enorme influencia en el fracaso electoral es la pérdida de impulso en los avances de las reformas económicas y sociales revolucionarias que han marcado el mandato del gobierno de Nicolás Maduro durante los últimos años.Venezuela, pese a la importancia de las reformas que se han realizado durante un período de 17 años y sus posiciones políticas anti imperialistas, continúa siendo un país eminentemente capitalista, en el que el poder hegemónico lo siguen ejerciendo las clases sociales históricamente dominantes.
FRANCIA
Por otra parte, paralelamente a la derrota electoral bolivariana, por primera vez en la historia francesa de los últimos 70 años un partido de ultraderecha ha ganado unas elecciones en el país galo. Se trata de un acontecimiento que no se había producido después de la Segunda Guerra Mundial. El Frente Nacional de Marine Le Pen alcanzó los porcentajes más altos de su historia en las elecciones regionales, con casi el 30% de sufragios, situándose muy por encima de Nicolás Sarkozy y del propio presidente francés François Hollande.
En cualquier caso, ambas derrotas, que alcanzan la categoría de históricas, la de Hollande y la Nicolás Maduro, con todas las enormes distancias que hay entre ambos proyectos politicos, forman parte de concepciones ideológicas que solo aspiran a reformar aspectos formales de la sociedad capitalista, pero sin afrontar la erradicación de sus fundamentos.
Una lección ciertamente histórica, sobre la que habrá mucho que reflexionar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario