Bolsas, platos y cubiertos, envases de plástico, redes de pesca abandonadas...más de
22 kilos de plástico causaron la muerte a una joven
hembra de cachalote preñada esta semana en la costa de Cerdeña. Según la
autopsia, la madre y su cría, de 2 mts de longitud, murieron al ser
incapaces de alimentarse por los kilos de basura
plástica acumulados en su estómago.
Esta tragedia no es un caso aislado. Más de 270 especies marinas
de cetáceos, peces, tortugas o aves sufren heridas o mueren al
enredarse en objetos de plástico abandonados. Y la tendencia es más
que preocupante: si no actuamos ya, en 2030 la contaminación por plásticos podría duplicarse, causando más víctimas en la fauna marina.
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