lunes, 22 de octubre de 2012

Fidel Castro está agonizando por Fidel Castro Ruz. ¡Cómo es posible que haya en el mundo tanto idiota que no se dé cuenta qué es idiota!. La verdad, es que se ven tan claras las infamias de tantas mentiras, de tanto montaje de los poderes medíaticos del capitalismo para hacer de su capa un sallo a su medida y beneficio espurio e inmoral, para difamar todo aquello que huela a justicia social, igualdad de los hombres en derechos materiales, no en milongas, retóricas y sermones vacíos de contenido y de pan. Y negar todos los derechos a los demás, sólo los quieren para ellos, los burgueses, (es decir, ricos y millonarios) lo dicen y lo hacen con tal descaro, de forma tan obvia, tan criminal, tan grosera, que se ven desde las más lejanas galaxias. ¡Cómo nos engañan!, sobre todo a los europeos y yanquis, que con sus propagandas publicitarias nos hacen creer que estamos en una "democracia" tan bonita, cuando estamos en una vil plutocracia corrupta que nos roban a diario nuestra dignidad, nuestros derechos económicos, sociales, culturales, y nos explotan trabajando como burros de carga para ellos, y nos quieren hacer creer que vivimos en la abundancia del Estado del Bienestar, cuando vivimos en la sociedad del malestar y el crimen en el mundo entero, incluidos lo que nos comemos un bocadillo de jamón, o una hamburguesa. Y con eso, nos hacen creer que vivimos como reyes, que viajamos en limusinas, que navegamos con yates de lujo, y que volamos en aviones como palacios voladores a los paraisos fiscales a guardar de millones de euros en billetes de 200 y 500 euros para no pagar impuestos. ¡Ay que ser tonto para creerse todo el rollo de la "democracia capitalista"!

Fidel Castro está agonizando, por Fidel Castro Ruz.

"Aunque muchas personas en el mundo son engañadas por los órganos de información, casi todos en manos de los privilegiados y ricos, que publican estas estupideces, los pueblos creen cada vez menos en ellas", escribió el líder de la Revolución Cubana.
Bastó un mensaje a los graduados del primer curso del Instituto de Ciencias Médicas “Victoria de Girón”, para que el gallinero de propaganda imperialista se alborotara y las agencias informativas se lanzaran voraces tras la mentira. No solo eso, sino que en sus despachos cablegráficos le añadieron al paciente las más insólitas estupideces.
El periódico ABC de España, publicó que un médico venezolano que radica no se sabe donde, reveló que Castro había sufrido una embolia masiva en la arteria cerebral derecha, “puedo decir que no vamos a volverlo a ver públicamente”. El presunto médico, que si lo es abandonaría primero a sus propios compatriotas, calificó el estado de salud de Castro como “muy cercano al estado neurovegetal”.
Aunque muchas personas en el mundo son engañadas por los órganos de información, casi todos en manos de los privilegiados y ricos, que publican estas estupideces, los pueblos creen cada vez menos en ellas. A nadie le gusta que lo engañen; hasta el más incorregible mentiroso, espera que le digan la verdad. Todo el mundo creyó, en abril de 1961, las noticias publicadas por las agencias cablegráficas acerca de que los invasores mercenarios de Girón o Bahía de Cochinos, como se le quiera llamar, estaban llegando a La Habana, cuando en realidad algunos de ellos trataban infructuosamente de llegar en botes a las naves de guerra yankis que los escoltaban.
Los pueblos aprenden y la resistencia crece frente a las crisis del capitalismo que se repiten cada vez con mayor frecuencia; ninguna mentira, represión o nuevas armas, podrán impedir el derrumbe de un sistema de producción crecientemente desigual e injusto.
Hace pocos días, muy próximo al 50 aniversario de la “Crisis de Octubre”, las agencias señalaron a tres culpables: Kennedy, recién llegado a la jefatura del imperio, Jruschov y Castro. Cuba nada tuvo que ver con el arma nuclear, ni con la matanza innecesaria de Hiroshima y Nagasaki perpetrada por el presidente de Estados Unidos Harry S. Truman, estableciendo la tiranía de las armas nucleares. Cuba defendía su derecho a la independencia y a la justicia social.
Cuando aceptamos la ayuda soviética en armas, petróleo, alimentos y otros recursos, fue para defendernos de los planes yankis de invadir nuestra Patria, sometida a una sucia y sangrienta guerra que ese país capitalista nos impuso desde los primeros meses, y costó miles de vidas y mutilados cubanos.
Cuando Jruschov nos propuso instalar proyectiles de alcance medio similares a los que Estados Unidos tenía en Turquía —más cerca todavía de la URSS que Cuba de Estados Unidos—, como una necesidad solidaria, Cuba no vaciló en acceder a tal riesgo. Nuestra conducta fue éticamente intachable. Nunca pediremos excusa a nadie por lo que hicimos. Lo cierto es que ha transcurrido medio siglo, y aun estamos aquí con la frente en alto.
Me gusta escribir y escribo; me gusta estudiar y estudio. Hay muchas tareas en el área de los conocimientos. Nunca las ciencias, por ejemplo, avanzaron a tan asombrosa velocidad.
Dejé de publicar Reflexiones porque ciertamente no es mi papel ocupar las páginas de nuestra prensa, consagrada a otras tareas que requiere el país.
¡Aves de mal agüero! No recuerdo siquiera qué es un dolor de cabeza. Como constancia de cuan mentirosos son, les obsequio las fotos que acompañan este artículo.
Fidel Castro Ruz
Octubre 21 de 2012 10 y 12 a.m.

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