lunes, 19 de noviembre de 2012

Carlos Gorairis denuncia que la policía entró en el Hospital haciéndose pasar por familiares para pedir el parte médico. Así entienden la "democracia", los peperos y el jefe de la Policía y el Sr. Bascuñana

.Carlos Gorairis denuncia que la policía entró en el Hospital haciéndose pasar por familiares para pedir el parte médico.

 

Golpeado con ira por los antidisturbios.
Con la cara hecha un mapa. La expresión es vulgar, pero define a la perfección el aspecto con el que compareció ayer, ante los medios de comunicación, Carlos Gorairis, con el fin de denunciar la agresión sufrida la pasada huelga general a manos de un 'antidisturbios'.

Haciendo gala de su sentido del humor, y luciendo el pijama azul del hospital Virgen de la Arrixaca, donde aún aguarda a recibir el alta médica después de serle reconstruido el tabique nasal, bromeó con los reporteros gráficos: «Mi lado bueno es el izquierdo; os podéis cebar». Eso fue lo que presuntamente hizo un agente de la Policía Nacional, que el pasado miércoles estuvo «a punto de hacerme perder un ojo; faltó medio centímetro», tal como relató ayer este miembro de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), en su comparecencia en la parroquia de Los Rosales de El Palmar.

Carlos defendió su versión de los hechos ocurridos en la calle Bando de la Huerta, frente a las explicaciones ofrecidas en un primer momento por el jefe superior de Policía de Murcia, Cirilo Durán, y el delegado del Gobierno, Joaquín Bascuñana. «No me tropecé con ninguna moto. Salí huyendo de una carga policial injustificada. No llevábamos piedras, ni objetos contundentes. Iban a por nosotros; iban a pegar», sentenció con los ojos inyectados en sangre, fruto del hematoma, y con el pómulo deformado.

«Yo intenté proteger a una chica a la que estaban pegando y recibí varios golpes en la espalda; me empujaron contra la famosa moto. Solo notaba que varios policías me golpeaban. Se ensañaron con mi cabeza, lo hicieron con porras y patadas; al final perdí el conocimiento», narró Carlos mientras recordaba que «cuando desperté vi a dos compañeras mirándome y llorando. Entonces noté sangre por mi cara».

Durante la rueda de prensa se proyectaron varios vídeos donde se evidenció que no hubo lanzamiento de piedras contra la Policía Nacional, antes de que se inicira la carga. Dichos archivos serán presentados en la querella conjunta contra la Policía que formalizará este miembro de la PAH y otros dos ciudadanos que también fueron atendidos en el Morales Meseguer. A este hospital, según Carlos, «acudieron los agentes, haciéndose pasar por familiares míos, para pedir el parte médico».

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