lunes, 26 de noviembre de 2012

El déficit de RENFE, sus causas, sus responsables. La privatización de RENFE, "la competitividad del mercado", quien paga y quien recibe los beneficios. Un ejemplo práctico de funcionamiento del capitalismo, maravilloso capitalismo. La sostenibilidad e insostenibilidad, es cuestión de benficios para unos pocos y robar a los muchos. Es muy fácil. Que los muchos sean tontos y confundan sus derechos básicos vitales con los beneficios de sus amos.



Leo con estupor en los medios de comunicación que el Presidente de Renfe, Julio Gómez Pomar, ha declarado que la compañía que preside dispone de 26 trenes de Alta Velocidad para alquilar a los operadores privados que entren, en el mercado, a partir de agosto de 2013. Gómez Pomar señaló que esta flota de trenes está prácticamente nueva y, no se utiliza.
El presidente de la compañía que hasta ahora es el monopolio español del ferrocarril de pasajeros, añadió que con este alquiler quiere facilitar el acceso a la liberalización a los operadores privados que lo deseen sin la necesidad de que tengan que realizar una gran inversión en compra de flota de trenes, añadiendo que si los tuvieran que comprar,  hoy valdrían mil millones de euros.
Digo que leo esto con estupor porque me resulta muy difícil entender mayor acumulación de torpezas en la boca de un alto cargo de una empresa pública.
Por partes: ¿cómo se puede explicar que una empresa adquiera mil millones de euros en trenes que no utiliza? (Como siempre, busque al político, para encontrar pistas de esta decisión absurda.) Naturalmente, esa flota está envejeciéndose, genera amortizaciones e intereses y todo para estar en un depósito. Ni que decir tiene que este negocio ruinoso está en las cuentas de resultados, pesando como una losa. ¿Hay alguien que haya sido cesado por perpetrar este atropello de comprar mil millones en trenes que no tenían una demanda comprobada?
Pero el presidente de Renfe da un paso más en esta carrera de disparates: nos explica que lo que pretende con esta oferta es “facilitar” el acceso de los operadores privados al mercado ferroviario. O lo que es lo mismo, ayudar a los competidores, facilitarles que puedan competir con Renfe. Comprendo perfectamente que el presidente de Renfe, ante el ‘muerto’ de tener 26 trenes inutilizados, vea una salida en alquilarlos a la competencia, pero de ahí a decir que quiere facilitar el acceso a otros va un trecho. Puestos a ser ‘buen chico’ con la competencia, podría cederle los trenes gratis, para que lo tengan bien fácil. Total, pagamos nosotros. Así, yo mismo me pongo a competir con Renfe: le robo el mercado encima con sus propios trenes. Fantástico.
No quiero emitir un juicio demasiado severo ante estas declaraciones porque sigo pensando que no puede ser, que debe de haber un error, que el periodista que escribió esta noticia soñaba, que no puede ser que esto realmente ocurra en este país. Y tal vez, al final, esto tenga una explicación. Pero, si las cosas fueran así, lo que tocaría es que alguien nos dijera cómo se adoptó la decisión de comprar 26 trenes que no tienen uso y exigir responsabilidades por tamaña atrocidad. Mil millones de euros no son cualquier cosa, aunque en este país ya nos hemos acostumbrado a contar las barbaridades como quien cuenta fábulas infantiles. Y, por supuesto, asegurarnos de que esos 26 trenes se alquilarán a precio de mercado, preferentemente en otros países, donde también está habiendo un ‘boom’ de la alta velocidad.

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