Las tres concesionarias han retirado finalmente los despidos previstos en el expediente de regulación de empleo, que afectaban inicialmente a 1.134 Las empresas de limpieza viaria de Madrid y los sindicatos han alcanzado un acuerdo en la madrugada del domingo que pone fin a la huelga de limpieza de barrender@s y jardiner@s que empezó el pasado 5 de noviembre.
Las tres concesionarias han retirado finalmente los despidos
previstos en el expediente de regulación de empleo, que afectaban
inicialmente a 1.134 empleados de la plantilla y que originaron los
paros que han llenado de basuras las calles de Madrid durante 13 días.
Las centrales sindicales habían condicionado el acuerdo a que no hubiera “ni despidos ni bajadas de sueldo”. Las medidas incluidas a cambio son un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) de 45 días, con una vigencia de cuatro años hasta 2017.
El acuerdo, incluye una cláusula que prohíbe a las empresas plantear modificaciones o nuevos ERE hasta el final de su vigencia. Se ha alcanzado in extremis, horas después de que expirara el plazo de un mes de negociación, que caducó a medianoche.
La propuesta, que pone fin a un conflicto que ha colocado en el centro de la diana a la alcaldesa Ana Botella y ha saltado a la prensa internacional, incluye bajas incentivadas de 30 días de salario por año trabajado con un máximo de 24 mensualidades, en las que las empresas tendrán capacidad de veto. También excedencias voluntarias incentivadas de 10 años de duración, con una indemnización única de 75% del salario anual bruto o de cinco años por el 50% del salario bruto anual, que también pueden ser rechazadas por las empresas. Los trabajadores (con sueldos que oscilan entre 500 euros mensuales por el turno de fin de semana y 1.300 euros) tendrán que dividir sus vacaciones en un periodo de 21 días en verano y otros 10 el resto del año. No se cubrirán vacantes durante el periodo de vigencia del ERTE.
El Ayuntamiento contrató el viernes, tras dar un ultimátum de 48 horas a contratas y sindicatos, a la empresa estatal Tragsa para que asumiera los servicios mínimos de la huelga que, según las estimaciones municipales, no se han cumplido ni un solo día de las protestas. Una cuadrilla de 200 empleados comenzaron en la madrugada del sábado a recoger los desechos por el centro de la capital custodiados por un fuerte despliegue policial de 600 agentes y en 24 horas habían retirado más de 460 toneladas, según las estimaciones municipales.
En diferentes asambleas, l@s emplead@s tendrán que ratificar el convenio que fue acordado por empresas y sindicatos en la madrugada del sábado y que supone la congelación salarial para los próximos cuatro años. Si lo aprueban, se dará por concluida la huelga y comenzarán a limpiar los restos que se acumulan por toneladas en todos los distritos de Madrid.
Las centrales sindicales habían condicionado el acuerdo a que no hubiera “ni despidos ni bajadas de sueldo”. Las medidas incluidas a cambio son un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) de 45 días, con una vigencia de cuatro años hasta 2017.
El acuerdo, incluye una cláusula que prohíbe a las empresas plantear modificaciones o nuevos ERE hasta el final de su vigencia. Se ha alcanzado in extremis, horas después de que expirara el plazo de un mes de negociación, que caducó a medianoche.
La propuesta, que pone fin a un conflicto que ha colocado en el centro de la diana a la alcaldesa Ana Botella y ha saltado a la prensa internacional, incluye bajas incentivadas de 30 días de salario por año trabajado con un máximo de 24 mensualidades, en las que las empresas tendrán capacidad de veto. También excedencias voluntarias incentivadas de 10 años de duración, con una indemnización única de 75% del salario anual bruto o de cinco años por el 50% del salario bruto anual, que también pueden ser rechazadas por las empresas. Los trabajadores (con sueldos que oscilan entre 500 euros mensuales por el turno de fin de semana y 1.300 euros) tendrán que dividir sus vacaciones en un periodo de 21 días en verano y otros 10 el resto del año. No se cubrirán vacantes durante el periodo de vigencia del ERTE.
El Ayuntamiento contrató el viernes, tras dar un ultimátum de 48 horas a contratas y sindicatos, a la empresa estatal Tragsa para que asumiera los servicios mínimos de la huelga que, según las estimaciones municipales, no se han cumplido ni un solo día de las protestas. Una cuadrilla de 200 empleados comenzaron en la madrugada del sábado a recoger los desechos por el centro de la capital custodiados por un fuerte despliegue policial de 600 agentes y en 24 horas habían retirado más de 460 toneladas, según las estimaciones municipales.
En diferentes asambleas, l@s emplead@s tendrán que ratificar el convenio que fue acordado por empresas y sindicatos en la madrugada del sábado y que supone la congelación salarial para los próximos cuatro años. Si lo aprueban, se dará por concluida la huelga y comenzarán a limpiar los restos que se acumulan por toneladas en todos los distritos de Madrid.
No hay comentarios:
Publicar un comentario