Los neonazis ucranianos patrocinados por Washington han quemado vivo recientemente a un independentista tras clavarle en una cruz lo que parece como ejecuciones perpetradas por el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe).
Todos los independentistas, traidores de Ucrania y los combatientes de la milicia serán tratados de la misma manera”.
“Todos los independentistas, traidores de Ucrania y los combatientes de la milicia serán tratados de la misma manera”, ha destacado uno de los miembros del grupo Azov Battalion, un grupo nazi que se convirtió en un regimiento como parte de facto del Ejército de Ucrania, en la grabación.
Los voluntarios nacionalistas ucranianos han sido acusados repetidamente de perpetrar crímenes de guerra, como los integrantes de Daesh, durante los conflictos, incluido la decapitación de los rehenes.
Video
El vídeo muestra a un hombre con capucha arrodillado en el suelo y cinco militantes ucranianos que lo rodean mientras uno de ellos lee un comunicado. Luego, los uniformados toman a la víctima, quien está amordazada y le colocan sobre una cruz de madera.
Los brazos de la víctima son tendidos en la cruz y sus manos clavadas en la estructura.
Posteriormente, el hombre es levantado del suelo y los militantes encienden fuego en la parte inferior de la estructura. El vídeo se corta en el punto de que el fuego llega a los pies del proindependentista y él comienza a gritar.
“Azov” es una de las más infames unidades de la Guardia Nacional de Ucrania patrocinada por Washington que se formó como un batallón y se expandió a un regimiento en otoño del año pasado. La Unidad incluye a los nacionalistas acérrimos- integrado por los ucranianos y los mercenarios de otros países. El regimiento utiliza los símbolos de la Alemania Nazi “SS” en su bandera.
Kiev, con la ayuda de Washington, ha lanzado múltiples operaciones militares para aplastar a los independentistas, que se han cobrado la vida de numerosos civiles.
Desde abril de 2014, los enfrentamientos en las provincias rusoparlantes del este de Ucrania han dejado unas 6000 personas muertas, según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Además, alrededor de 1,5 millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares y gran parte de la zona ha quedado destruida.
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