Y hasta aquí llegó la democracia y el proceso político nacido de la soberanía del pueblo catalán.
El Pleno del Tribunal Constitucional ha suspendido cautelarmente esta misma tarde la declaración soberanista de Cataluña, al estimar el recurso presentado por la Abogacía del Estado contra la resolución del Parlament.
La decisión ha sido tomada por unanimidad por los 11 magistrados y, además, el tribunal acepta notificarla en persona a los 21 altos cargos catalanes amenazados de suspensión (entre ellos la presidenta del Parlamento catalán, Carme Forcadell, y del presidente en funciones, Artur Mas) y que dicha notificación se haga "bajo apercibimiento expreso de suspensión de sus funciones", lo que de incumplirse daría lugar a acciones penales; y que se añada la prohibición también expresa de que la cámara autonómica emprenda iniciativas legislativas que pretendan dar cumplimiento a la resolución.
Así pues, las negativas rotundas del Presidente Rajoy, y de todo el bloque españolista (liderado por PP, PSOE y Ciudadanos) de dialogar y resolver por la vía política el procés democrático surten, momentáneamente, efecto y denotan la incapacidad del sistema de superar el problema sin usar la vía penal y represiva.
La resolución ha sido inmediatamente criticada a lo largo de la tarde por Neus Munté, Vicepresidenta en funciones de la Generalitat, afirmando que "la democracia no está en juego en Catalunya, y que la democracia se está defendiendo", abogando por la desobediencia y por la continuación del proceso democrático soberanista iniciado por el pueblo y por el parlamento catalán.
Así mismo, Junts pel Sí afirmaba que "el Parlament va a obedecer el mandato que el pueblo va a dar en las urnas", en el mismo sentido que el socio de CDC, Oriol Junqueras, el Presidente de ERC, que afirmaba que "la voluntad del pueblo de Catalunya no puede suspenderse. Nos conjuramos a seguir el mandato democrático".
En la misma tónica se manifestaba también David Fernández, militante de las CUP, quien afirmaba que; "el TC llega tarde; suspende una declaración soberana y democrática. Ya no se le reconoce, desde el Lunes, ninguna autoridad".
Fuente; El Economista.
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