La guerra anula la democracia.
Todos con Francia, Todos somos Francia, dicen políticos convencionales, empresarios ortodoxos e intelectuales variopintos. Pero ¿es necesaria esta guerra o es una consecuencia de la histeria y la exaltación de la grandeur de la France?
La guerra anula la democracia. Toda guerra. Y es mentira que sea el camino para recuperarla. El fin no justifica los medios, creo. Por eso hay que estar contra la guerra. Contra toda guerra. La que sea. De hecho y no de palabra. El gran fracaso de la Humanidad es que con sus más de siete mil guerras le ha dado carta de naturaleza como algo común y necesario, habiendo llegado a un punto en que la paz es la excepción. Soy el más viejo del lugar y en toda mi vida no recuerdo ni un solo día, ni uno solo, en que no haya habido una guerra en el mundo.
Así, por muchas fintas verbales que haga Rajoy tratando de retrasar el asunto hasta después de las elecciones generales, España entrará inevitablemente en guerra con presencia real de tropas en el territorio si Francia recaba el apoyo de la Unión Europea, de la OTAN, de la ONU. Conviene que se sepa. Las solidaridades nominales no bastan. Formaremos parte de la venganza si gana el PP, el PSOE o Ciudadanos. Parte de la inútil e ineficaz guerra. Gran diferencia en cómo resolvió Zapatero los atentados del 11-M. No declaró una guerra. No solicitó ni exigió ayuda internacional. Detuvo a los terroristas, los juzgó y los encarceló. Y encima nos retiró de aquella guerra en que nos había metido Aznar contra el criterio del 85 % de los españoles y de la que Esperanza Aguirre dice que no participamos. Es la única forma de recuperar la democracia. Aunque ahora, estúpidamente y fuera de juego, le pide a Pablo Iglesias que reflexione sobre su decisión de no incorporarse al potenciado Pacto Antiterrorista. Lo mismo que tampoco apoya la inamovible postura constitucionalista ante Catalunya (¡qué pereza tener que volver a hablar de Catalunya!) decidiendo esto en nombre y representación de todos los españoles sin consultarles.
Francia está en guerra, disfrutan diciéndolo y cantando La Marsellesa. Europa está en guerra, España está en guerra puesto que todos somos Francia, Estados Unidos está en guerra eterna. ¡Mira que les gustan las guerras! No hace falta que suenen tambores. Una guerra imposible de ganar, y por tanto fraudulenta. Una guerra contra víctimas inocentes mezcladas forzosamente con los asesinos reales. Una guerra, pues, que anula la democracia. Con el miedo como sostén. Con la desgana. Sin el menor ardor patriótico. Una guerra por obligación. El que no desee y no acepte esta guerra que levante la mano. A ver cuántos somos, ya que esto tampoco nos lo consultarán. La guerra es el artículo 135 de la violencia, los buenos se compinchan y los malos somos mirados con repulsa.
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