Desde la nación encarcelada
Lágrimas… y una sonrisa
Amig@s de Mumia, México
A lo largo y ancho de Estados Unidos, la elección presidencial ha dejado a muchas personas angustiadas, ansiosas, llenas de miedo e inseguridad.
Parece surreal. Un candidato que fue captado en video diciendo las cosas que dijo. Un candidato que lanzó una perniciosa campaña de odio contra los mexicanos y musulmanes. Un hombre que parecía encarnar una sensación de fatalidad.
Sin embargo…. sin embargo...
Donald Trump ha arrebatado el aro de bronce, el máximo premio de la política, en su primera (y única) candidatura y victoria política. Y con ello, ha hecho historia en Estados Unidos. Para bien o para mal, esta elección puede transformar la política estadounidense.
Sería correcto decir que el descontento económico fue un factor en su victoria, como resultado del Tratado de Libre Comercio fraguado durante el régimen de Clinton.
Pero eso no es todo. La campaña de Trump no solamente representaba el miedo, sino una profunda paranoia y también la venganza blanca contra el crecimiento de la población de gente de color en su país.
Si Trump representaba la venganza, Clinton representaba la traición. La traición contra todos los que votaron por Bill Clinton: la gente gay, la gente negra y muchos otros grupos. Los Clinton sancionaron leyes en contra de los intereses de sus electores: DOMA (el Acta de Defensa del Matrimonio), AEDPA (Ley de antiterrorismo y pena de muerte efectiva, maniobra contra el derecho de amparo, como recurso de habeas corpus), y NAFTA (El Tratado de Libre Comercio de América del Norte). Todo esto a pesar del masivo apoyo del sector laboral que había recibido Clinton.
Estos son, sin lugar a dudas, tiempos oscuros en Babilonia.
La política de traición contra la política de venganza. ¡Qué malas opciones! ¿No?
¿Una sonrisa? Sí. Porque esto también pasará.
Desde la nación encarcelada soy Mumia Abu-Jamal.
—©’16maj
https://amigosdemumiamx.wordpress.com
Audio grabado por Noelle Hanrahan: www.prisonradio.org
Texto circulado por Fatirah Litestar01@aol.com
Editado por Silvia Arana para Rebelión.
Parece surreal. Un candidato que fue captado en video diciendo las cosas que dijo. Un candidato que lanzó una perniciosa campaña de odio contra los mexicanos y musulmanes. Un hombre que parecía encarnar una sensación de fatalidad.
Sin embargo…. sin embargo...
Donald Trump ha arrebatado el aro de bronce, el máximo premio de la política, en su primera (y única) candidatura y victoria política. Y con ello, ha hecho historia en Estados Unidos. Para bien o para mal, esta elección puede transformar la política estadounidense.
Sería correcto decir que el descontento económico fue un factor en su victoria, como resultado del Tratado de Libre Comercio fraguado durante el régimen de Clinton.
Pero eso no es todo. La campaña de Trump no solamente representaba el miedo, sino una profunda paranoia y también la venganza blanca contra el crecimiento de la población de gente de color en su país.
Si Trump representaba la venganza, Clinton representaba la traición. La traición contra todos los que votaron por Bill Clinton: la gente gay, la gente negra y muchos otros grupos. Los Clinton sancionaron leyes en contra de los intereses de sus electores: DOMA (el Acta de Defensa del Matrimonio), AEDPA (Ley de antiterrorismo y pena de muerte efectiva, maniobra contra el derecho de amparo, como recurso de habeas corpus), y NAFTA (El Tratado de Libre Comercio de América del Norte). Todo esto a pesar del masivo apoyo del sector laboral que había recibido Clinton.
Estos son, sin lugar a dudas, tiempos oscuros en Babilonia.
La política de traición contra la política de venganza. ¡Qué malas opciones! ¿No?
¿Una sonrisa? Sí. Porque esto también pasará.
Desde la nación encarcelada soy Mumia Abu-Jamal.
—©’16maj
https://amigosdemumiamx.wordpress.com
Audio grabado por Noelle Hanrahan: www.prisonradio.org
Texto circulado por Fatirah Litestar01@aol.com
Editado por Silvia Arana para Rebelión.
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