Entrevista a Hagai
El-Ad, director ejecutivo de B'Tselem
Crímenes de guerra,
desplazamientos forzados y presión internacional
+972mag
Traducido del
inglés para Rebelión por J. M.
|
El director ejecutivo
de B'Tselem habla con la revista +972 sobre la decisión de su
organización de calificar la demolición y el desplazamiento de pueblos
palestinos de "crímenes de guerra" y el rol de la presión
internacional para cambiar la política israelí en Cisjordania.
Una familia palestina
al frente de su tienda de campaña en el pueblo de Susya al sur de Hebron Hills
(Foto: Activestills.org)
La comunidad
internacional de derechos humanos y diplomáticos a menudo presenta sus críticas
a las políticas israelíes frente a los palestinos en términos diplomáticos y
suavizados. Durante años el Departamento de Estado de los EE.UU. calificó de
"inútiles" las colonias israelíes. Los diplomáticos de la UE describieron el
desplazamiento forzado planeado de comunidades palestinas enteras como
"contrarias a los compromisos de Israel" en virtud del derecho
internacional.
Sin embargo hay otras
palabras para describir estas acciones. Según el Estatuto de Roma, el tratado
que estableció la Corte Penal Internacional (CPI), tanto la empresa de colonias
de Israel como el traslado forzoso de comunidades palestinas podría caer
fácilmente dentro de la definición de crímenes de guerra.
Por lo tanto fue de
particular interés que a fines del año pasado la organización israelí de
derechos humanos B'Tselem enviara una carta al
primer ministro de Israel, a los ministros de Defensa y de Justicia y a altos
oficiales militares sobre el desplazamiento forzado planeado de dos comunidades
palestinas, Susya y Khan al-Amer,
donde advertía de que "estas acciones constituirían un crimen de guerra
cometido bajo su instrucción y responsabilidad y por el cual usted tendría
responsabilidad personal".
La decisión de
B'Tselem de comenzar a nombrar el desplazamiento forzado como un crimen de
guerra reviste particular importancia considerando que el fiscal de la CPI está
llevando a cabo un examen preliminar de las acciones de Israel en los
territorios ocupados, específicamente sus colonias y
transferencias forzadas de población, entre otros presuntos
crímenes.
Volviendo rápido a
2018 y las dos aldeas nombradas en la carta de B'Tselem, Susya y Khan al-Amer,
una vez más están llevando a cabo campañas públicas para evitar su demolición y
desplazamiento. En el pasado la presión de los diplomáticos europeos y
estadounidenses ha logrado retrasar las demoliciones en esos pueblos. Pero con
la administración Trump hasta el momento mostrando cero disposición a criticar
a Israel, todo eso podría cambiar.
+972 habló con el director
ejecutivo de B'Tselem, Hagai El-Ad, esta semana sobre la decisión de describir
las acciones de Israel contra las comunidades palestinas en Cisjordania como
crímenes de guerra, si ese también debería ser el caso para las colonias, la
deportación masiva planificada de los solicitantes de asilo y el camino más
efectivo para salvar comunidades como Susya y Khan al Amer.
¿Qué provocó el cambio
en el lenguaje?
Cuando emitimos esa
declaración [acerca de pasar a la terminología de crímenes de guerra] fue en
respuesta a una declaración sin precedentes del ministro de Defensa hace un par
de meses, declarando que tenían un plan concreto para demoler por completo dos
comunidades palestinas, Khan al- Ahmer y Susya, que no tiene precedentes desde
1967.
Esa fue una
declaración muy inusual del ministro de Defensa. Al mismo tiempo es necesario
decir, y también lo decimos, que la política general de tratar de desplazar a
la fuerza a los palestinos de las principales partes de Cisjordania mediante la
creación de condiciones insoportables de habitabilidad, no es nueva.
¿Cuáles son los
objetivos del cambio de la terminología al uso de "crímenes de
guerra"?
En el sentido más
directo queremos evitar que ocurran crímenes de guerra. Queremos detener estas
políticas. Queremos evitar el desplazamiento forzado. Creemos que es el derecho
natural de las comunidades palestinas continuar viviendo sus vidas y
desarrollar sus comunidades donde están. Y el uso que hace Israel de las
justificaciones del "Estado de derecho" para implementar esta
política no es de ninguna manera legal, lícito o aceptable. El Estado presta
mucha atención al proceso legal para que pueda encontrar justificaciones
legales para acciones que son injustificables y desafortunadamente los
tribunales han estado cooperando con eso durante muchos años.
Hagai El-Ad , Director
ejecutivo de B’Tselem en la marcha del Día de los Derechos Humanos en Tel Aviv,
11 de diciembre de 2009 (Keren Manor / Activestills.org)
La segunda cuestión es
la elección táctica para la implementación de esta política de hacerlo
gradualmente, a lo largo del tiempo, y no directamente, colocando físicamente a
familias palestinas en camiones y enviándolas de una parte de Cisjordania a
otra. [En cambio, se hace] mediante la creación de condiciones de vida
insoportables para que las personas se autodeporten de una parte de Cisjordania
a otra. Esa es la estrategia.
El punto que
planteamos es que el hecho de que esto se logra creando condiciones de vida
insoportables (demoliendo sistemas de agua, aulas y hogares y tomando paneles
solares, todos estos son diferentes aspectos de la creación de condiciones de
vida insoportables) no lo hace aceptable o legal de ninguna formas.
¿Existe el potencial
para ampliar esto? ¿Hay alguna esperanza de que la designación de estas
políticas como crímenes de guerra tenga algunas implicaciones en el ámbito
jurídico internacional y no solo en Israel?
Lo que hemos visto en
los últimos años es que la única cosa de influencia efectiva que ha impedido
que el Estado siga adelante con ciertas acciones fue la presión internacional,
a través de declaraciones, visitas de diplomáticos y conversaciones entre
funcionarios israelíes y representantes de otros países que sucedieron en
silencio. Susya es muy conocida, pero hay muchos esfuerzos en otras partes de
Cisjordania.
En el artículo
de Haaretz con Liberman, en la que hizo esa afirmación con
respecto a Susya y Khan al-Ahmar, si lees el artículo -no estoy seguro de si es
una cita directa o si el periodista la proporciona como contexto- hay una frase
que dice que la administración anterior de los Estados Unidos solía prestar
mucha atención a estas comunidades, pero aparentemente ya no es así. Lo cual
nuevamente demuestra el mismo punto: solo la presión internacional y la condena
han funcionado. No ha logrado proporcionar una protección adecuada a todas
estas comunidades en toda Cisjordania, ni mucho menos. Pero tuvo éxito en la
compra de más tiempo y en limitar en ciertas medidas algunas de las acciones de
Israel. Si nadie conserva por más tiempo esas líneas rojas, entonces eso puede
tener consecuencias nefastas.
Susya, Cisjordania,
pueblo palestino bajo amenaza de destrucción (Activestills)
¿Es el cambio en el
lenguaje una forma de hacer más efectiva la oposición a las demoliciones? ¿Cuán
sostenible es la estrategia actual de organizar una campaña internacional para
aldeas específicas a la vez que hay tantas aldeas en peligro?
El tiempo dirá si esto
es efectivo o no. Pero antes de la cuestión de la efectividad tenemos la
responsabilidad, como organización de derechos humanos, de llamar a las cosas
tal como son. Entonces, en el nivel más directo, llamamos a una pala pala
porque es una pala. Es nuestro análisis legal y así es como vemos las cosas.
Al mismo tiempo la
humanidad no inventó estos términos simplemente por el bien de la discusión
académica. La humanidad inventó estos términos para evitar que ocurran, para
proporcionar líneas rojas que no se crucen.
¿Usará un lenguaje de
crímenes de guerra para describir otras políticas de Israel, como la expansión
y legalización de colonias o la deportación de solicitantes de asilo?
No lo sé. Por
supuesto, existe una gran preocupación por el uso excesivo de este lenguaje,
que terminará perdiendo efectividad, incluso en la medida en que lo tenga.
Intentamos utilizar el lenguaje apropiado y hablar con la convicción moral
correcta, ya que es relevante para la realidad actual, sin exagerar ni dejar de
hacerlo.
Tengo que decir, con
mucha amargura y dolor, que esta realidad, esta estrategia que se mueve
lentamente en Cisjordania para desplazar a los palestinos con la utilización de
estas tácticas de crear condiciones de vida insoportables, no es algo nuevo.
Hubo fases durante años en que se desaceleró, hubo durante años fases en que se
pronunció. Y mientras tanto, eso significa que incluso si la estrategia en
algunos lugares no es exitosa, porque los palestinos de alguna manera logran
aferrarse a su tierra y a sus comunidades por el coraje, el compromiso y la
firmeza, incluso si ese es el caso, significa que es mientras tanto, y en el
mientras tanto puede pasar mucho tiempo, miles de personas tienen que soportar
vivir en condiciones que son absolutamente inaceptables e injustificables. Y
todo esto se hace fuera de una política planificada para desplazarlos.
Para la crueldad de
esta realidad en curso -incluso en los días en que no hay demolición- no hay
desarrollos legales, días absolutamente habituales cuando no pasa nada son más
días en los que las personas deben sobrevivir sin electricidad, sin conexión a
la red de agua y con el conocimiento de que la demolición está a las puertas,
con ese miedo todo el tiempo. Para nosotros eso es lo más importante que
debemos intentar y revertir.
Fuente: https://972mag.com/hagai-el-ad-talks-war-crimes-forced-displacement-and-intl-pressure/132895/
Esta traducción se
puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar a
los autores, a la traductora y Rebelión como fuente de la traducción.
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