Víctor Jara, la voz más tierna del pueblo, en sus últimas líneas. Cecilia Zamudio
Recordamos a Victor Jara, cantautor del pueblo, comunista y dramaturgo, asesinado para callar su voz revolucionaria. Así se ha perpetuado, y se perpetúa el capitalismo: con el fascismo, el terrorismo de Estado, el exterminio de cualquier persona que alce la reivindicación social y politica. Así es cómo la barbarie capitalista ha truncado el proceso histórico de emancipación de los pueblos. En Chile el capitalismo transnacional, la injerencia estadounidense y la oligarquía chilena implementaron la barbarie para perpetuar el capitalismo: con el golpe de Estado contra el Gobierno de Salvador Allende y la subsiguiente dictadura de Pinochet, que asesinó y desapareció a miles de chilenos, chilenas e internacionalistas que se encontraban viviendo en Chile.
Al Gobierno de Allende lo tumbaron por planificación de la CIA estadounidense, porque era un Gobierno que quería nacionalizar las minas de cobre, impulsar la soberanía alimentaria, que quería frenar el saqueo capitalista, que quería gobernar para el pueblo y no como lo dicta el capital: para una élite burguesa.
En el estadio de Santiago de Chile fue torturado y asesinado el cantautor del pueblo, junto con miles más... Miles de mujeres y hombres, las mejores hijas e hijos del pueblo, asesinados para que el capitalismo siguiera perpetrando la explotación y el saqueo a sus anchas.
A Víctor lo torturaron durante días (lo quemaron, le rompieron los dedos, le cortaron la lengua y lo sometieron a simulacros de fusilamiento): le machacaron sus manos, quebrándolas y desgarrándolas como simbolismo del terror aplicado contra todo aquel que crea consciencia y revolución. He aquí el poema escrito por Víctor Jara poco antes de ser asesinado por la barbarie capitalista. El poema fue sacado del centro de tortura gracias a la solidaridad de compañeros que se arriesgaron para sacar del horror la voz más tierna de Chile. Víctor Jara sigue vivo hoy en sus escritos, sus canciones, su lucha que sigue siendo alzada por miles de mujeres y hombres valientes y comprometidos, por todo el orbe.
"Somos cinco mil aquí.
En esta pequeña parte de la ciudad.
Somos cinco mil.
En esta pequeña parte de la ciudad.
Somos cinco mil.
¿Cuántos somos en total
en las ciudades y en todo el país?
en las ciudades y en todo el país?
Somos aquí diez mil manos
que siembran y hacen andar las fábricas.
que siembran y hacen andar las fábricas.
¡Cuánta humanidad
con hambre, frío, pánico, dolor,
presión moral, terror y locura!
con hambre, frío, pánico, dolor,
presión moral, terror y locura!
Seis de los nuestros se perdieron
en el espacio de las estrellas.
en el espacio de las estrellas.
Un muerto, un golpeado como jamás creí
se podría golpear a un ser humano.
se podría golpear a un ser humano.
Los otros cuatro quisieron quitarse todos los temores,
uno saltando al vacío,
otro golpeándose la cabeza contra el muro,
pero todos con la mirada fija de la muerte.
uno saltando al vacío,
otro golpeándose la cabeza contra el muro,
pero todos con la mirada fija de la muerte.
¡Qué espanto causa el rostro del fascismo!
Llevan a cabo sus planes con precisión artera sin importarles nada.
La sangre para ellos son medallas.
La matanza es acto de heroísmo.
La sangre para ellos son medallas.
La matanza es acto de heroísmo.
¿Es éste el mundo que creaste, Dios mío?
¿Para esto tus siete días de asombro y trabajo?
¿Para esto tus siete días de asombro y trabajo?
En estas cuatro murallas sólo existe un número que no progresa.
Que lentamente querrá la muerte.
Que lentamente querrá la muerte.
Pero de pronto me golpea la consciencia
y veo esta marea sin latido
y veo el pulso de las máquinas
y los militares mostrando su rostro de matrona lleno de dulzura.
y veo esta marea sin latido
y veo el pulso de las máquinas
y los militares mostrando su rostro de matrona lleno de dulzura.
¿Y México, Cuba, y el mundo?
¡Qué griten esta ignominia!
¡Qué griten esta ignominia!
Somos diez mil manos que no producen.
¿Cuántos somos en toda la patria?
¿Cuántos somos en toda la patria?
La sangre del Compañero Presidente
golpea más fuerte que bombas y metrallas.
golpea más fuerte que bombas y metrallas.
Así golpeará nuestro puño nuevamente.
Canto, que mal me sales
cuando tengo que cantar espanto.
Canto, que mal me sales
cuando tengo que cantar espanto.
Espanto como el que vivo, como el que muero, espanto.
De verme entre tantos y tantos momentos del infinito
en el que el silencio y el grito son las metas de este canto.
en el que el silencio y el grito son las metas de este canto.
Lo que nunca vi, lo que he sentido y lo que siento
hará brotar el momento...
hará brotar el momento...
Víctor Jara, septiembre 1973
Video: Somos Cinco Mil, último poema de Víctor Jara. El capitalismo se perpetúa en base al terror y al exterminio:
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
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