VENEZUELA
Guaidó no es Gobierno, pero paga la fraudulenta deuda externa igual que Maduro
La Asamblea Nacional, en manos del golpista Guaidó autorizó este miércoles el pago de 71 millones de dólares a acreedores internacionales de bonos de PDVSA. No gobierna pero ya paga deuda.
Caracas @MiltonDLeon
Jueves 25 de abril | 14:12
La Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional (AN), en manos del autoproclamado “presidente encargado” del país, autorizó este miércoles pagar unos 71 millones de dólares en intereses a acreedores internacionales y que son tenedores de un bono de PDVSA que vencen en 2020. Sí, los mismos que hablan de ayuda humanitaria le están pagando a los buitres con dinero del pueblo venezolano.
Aunque este pago de intereses deberá ser refrendado por el pleno de la AN la próxima semana, esto ya es un hecho, se trata del primer pago deuda externa que impulsa Guaidó. Este personaje digitado por Washington no ha llegado al gobierno y ya se muestra tan “responsable” como Maduro para continuar pagando religiosamente los pagos de la deuda externa, mientras el pueblo sigue padeciendo las calamidades de la catástrofe.
Como todos sabemos, el imperialismo yanqui ha confiscado literalmente activos extraterritoriales de Venezuela en Estados Unidos, incluyendo cuentas líquidas que le corresponden por soberanía al país. La derecha criolla avalando y apoyando toda medida de Washington, dice que lo hace para “proteger” los activos del país de manos de Maduro, pero ya vemos para quienes realmente los está cuidando.
Recordemos que la oposición de derecha, vía la Asamblea Nacional, realizó un pedido a mediados de enero a 46 países, incluidos los 28 de la Unión Europea (UE), para que prohíban al gobierno de Maduro hacer uso de los fondos y activos que pertenezcan al Estado en esos territorios. Es decir, un llamado a la confiscación directa por parte de estos países, con Estados Unidos a la cabeza, de activos de la nación.
Es de recordar que en enero, luego que Guaidó se autoproclamara “presidente”, con la previa planificación y con el reconocimiento automático de EE.UU., Washington impuso sanciones a PDVSA que incluyeron el bloqueo de los fondos de Citgo con el supuesto objetivo de “traspasarlos eventualmente a un nuevo Gobierno”. Citgo, con sede en Houston (Texas), tiene tres refinerías en EE.UU., que en conjunto procesan unos 750.000 barriles de crudo venezolano al día, además de 48 terminales de almacenamiento y distribución, con unas 6.000 estaciones de venta de gasolina, y está valorada en entre 8.000 millones y 13.000 millones de dólares.
Citgo ya es una empresa complicada por la propia irresponsabilidad del gobierno de Maduro. El 50,1 % de sus acciones fue puesto en garantía como respaldo de una operación de canje de bonos. El restante 49,9 % está comprometido con la petrolera rusa Rosneft, como garantía para apalancar un financiamiento. Con las sanciones anunciadas en enero por Estados Unidos podían entrar en riesgo esas acciones, ya que el gobierno de Maduro tendría más límites para hacer frente a los pagos externos. Pero llegó Gauidó al “rescate” de los acreedores y con la venia de Washington los pagos de deuda se siguen realizando en base a las confiscaciones de las cuentas líquidas que le pertenecen a la nación.
Washington ha puesto como fachada que Citgo está bajo la “administración” de Gauidó, por lo que supuestamente está dirigida por una junta directiva bajo el mando de Luisa Palacios. Pero en realidad estos títeres no pueden hacer absolutamente nada que no emane o sea aprobado por el Departamento del Tesoro en todo lo que corresponde a esta empresa petrolera venezolana en Estados Unidos.
Cualquier procedimiento o acción requiere que la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), del Departamento del Tesoro, lo permita, no controlando realmente la supuesta “junta administradora” de Guaidó las operaciones diarias de la industria. La orden de cancelación directa de los bonos viene realmente desde Washington, pero son “refrendadas” por la Asamblea Nacional para darle un aire de “legalidad” a lo que es realmente un robo. Toda esta trama y mecanismos son una muestra apenas de lo que significaría un régimen político al servicio de la semicolonización que buscan los EE.UU.
No es a la empresa Citgo que protegen estos cipayos sino a los propios acreedores internacionales, y alegan que “Maduro no debería hacer estos pagos” ya que carece de “legitimidad”. Pero ellos sí pueden pagar la deuda. Una vez más se cae el discurso de esta derecha golpista que mientras habla de “ayuda humanitaria” se dispone con toda la diligencia a seguir engrosando los bolsillos de los buitres internacionales mientras el pueblo se sigue muriendo de hambre.
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Como vemos ni con Maduro, pero mucho menos con la derecha y el imperialismo hay salida para los trabajadores y el pueblo venezolano. La única salida progresiva vendrá de la mano de los propios trabajadores en función de sus intereses fundamentales. Basta de hambrear al pueblo, ni un centavo más al pago de la deuda externa. Dinero para la salud, alimentación y educación no para los buitres internacionales.