Ejecutado anoche
Condena unánime a la ejecución del mexicano Tamayo en Texas
Télam
Fue ejecutado pese a un
fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que ordenó revisar su
sentencia que fue lamentada por la Unión Europea (UE), los gobiernos de
México y Estados Unidos, y por Amnistía Internacional (AI), que la
consideró “un asesinato sin ninguna justificación”.
Tamayo, condenado a la pena capital por haber asesinado a un policía en enero de 1994, fue ejecutado mediante una inyección de barbitúricos en la “cámara de la muerte” de la prisión de Huntsville, a 216 kilómetros al noreste de Austin, la capital del estado norteamericano Texas.
La sentencia se cumplió a las 21.32 de anoche (0.32 de hoy en la Argentina), tres horas y media después de lo previsto, una vez que la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos rechazara dos apelaciones presentadas a último momento por la defensa de Tamayo, informaron las agencias de noticias DPA y EFE.
El reo pasó sus últimas horas “tranquilo y resignado”, y se manifestó “listo para irse” porque “20 años en la cárcel ya era mucho”, reveló el vocero del Departamento de Justicia Criminal de Texas, Jason Clark, según la agencia Notimex.
De hecho, al despedirse de sus padres y sus hijas les pidió que no presenciaran la ejecución, no solicitó un menú especial para su última cena y declinó pronunciar unas palabras antes de recibir la inyección.
En cambio, sí observaron la aplicación de la inyección letal la madre y otros parientes de Guy Gaddis, el policía asesinado.
De 47 años y con un diagnóstico de “discapacidad mental leve”, según el diario Excelsior, Tamayo era uno de los 51 mexicanos incluidos en el llamado Fallo Avena, la resolución de la CIJ que en 2004 estableció que Estados Unidos violó el artículo de la Convención de Viena porque no se respetó el derecho de los reos a recibir asistencia consular.
Anoche se convirtió en el tercero de esos 51 mexicanos en ser ejecutado.
Los abogados de Tamayo, encabezados por Sandra Babcock, agotaron las instancias judiciales, pero todos los recursos que presentaron fueron rechazados, incluso ayer mismo por la Junta de Perdones y Libertad Condicional de Texas y por una corte de apelaciones local, además de por la Corte Suprema federal.
Organismos internacionales -entre ellos, la ONU, la UE y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)- reclamaron, sin éxito, la suspensión de la ejecución, lo mismo que los gobiernos de México y Estados Unidos.
Ya en septiembre pasado, el secretario de Estado, John Kerry, había advertido por carta al gobernador de Texas, el republicano Rick Perry -ferviente defensor de la pena de muerte-, que el caso podría “afectar la manera en que se trata a los estadounidenses en el extranjero”.
La Casa Blanca tampoco tuvo éxito al pedir el martes pasado “un retraso” que permitiera efectuar “una revisión y reconsideración” de la sentencia.
Asimismo, el Departamento de Estado emitió esta tarde una declaración en la que “lamenta la decisión” de ejecutar a Tamayo, reitera la importancia del “cumplimiento” por parte del país de las obligaciones internacionales para “asegurar acceso consular y asistencia” a estadounidenses en el exterior, y resalta que “había comunicado estos importantes intereses a las autoridades de Texas”. Apenas conocida la noticia de la ejecución, la cancillería de México difundió un comunicado lamentando el hecho y exhortando a que las autoridades estadounidenses “tomen acciones efectivas” para evitar que “se ejecuten otras condenas en desacato del Fallo Avena”.
En Davos, Suiza, donde asiste al Foro Económico Mundial, el presidente Enrique Peña Nieto afirmó que la ejecución “sienta un mal precedente” pero valoró que el gobierno de Estados Unidos “también apoyó y se solidarizó con este tema para que se observara el debido proceso”, reportó el diario mexicano La Jornada.
En tanto, la alta representante para Asuntos Exteriores de la UE, Catherine Ashton, opinó que la ejecución de Tamayo configuró “una violación de una obligación internacional indiscutible”.
Por otra parte, AI sostuvo que la consumación de la condena fue “un asesinato sin ninguna justificación” que “no fue acto de justicia sino de crueldad”, consignó el diario mexicano El Universal.
Paralelamente, Grace Tamayo, tía de Edgar, pidió a la comunidad mexicana que no tome represalias contra estadounidenses presos en México. “Esto tiene que acabar aquí, ellos no tienen la culpa de lo que pasó hoy”, dijo.
Fuente: http://www.telam.com.ar/notas/201401/49157-condena-unanime-a-la-ejecucion-del-mexicano-tamayo-en-texas.html
Tamayo, condenado a la pena capital por haber asesinado a un policía en enero de 1994, fue ejecutado mediante una inyección de barbitúricos en la “cámara de la muerte” de la prisión de Huntsville, a 216 kilómetros al noreste de Austin, la capital del estado norteamericano Texas.
La sentencia se cumplió a las 21.32 de anoche (0.32 de hoy en la Argentina), tres horas y media después de lo previsto, una vez que la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos rechazara dos apelaciones presentadas a último momento por la defensa de Tamayo, informaron las agencias de noticias DPA y EFE.
El reo pasó sus últimas horas “tranquilo y resignado”, y se manifestó “listo para irse” porque “20 años en la cárcel ya era mucho”, reveló el vocero del Departamento de Justicia Criminal de Texas, Jason Clark, según la agencia Notimex.
De hecho, al despedirse de sus padres y sus hijas les pidió que no presenciaran la ejecución, no solicitó un menú especial para su última cena y declinó pronunciar unas palabras antes de recibir la inyección.
En cambio, sí observaron la aplicación de la inyección letal la madre y otros parientes de Guy Gaddis, el policía asesinado.
De 47 años y con un diagnóstico de “discapacidad mental leve”, según el diario Excelsior, Tamayo era uno de los 51 mexicanos incluidos en el llamado Fallo Avena, la resolución de la CIJ que en 2004 estableció que Estados Unidos violó el artículo de la Convención de Viena porque no se respetó el derecho de los reos a recibir asistencia consular.
Anoche se convirtió en el tercero de esos 51 mexicanos en ser ejecutado.
Los abogados de Tamayo, encabezados por Sandra Babcock, agotaron las instancias judiciales, pero todos los recursos que presentaron fueron rechazados, incluso ayer mismo por la Junta de Perdones y Libertad Condicional de Texas y por una corte de apelaciones local, además de por la Corte Suprema federal.
Organismos internacionales -entre ellos, la ONU, la UE y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)- reclamaron, sin éxito, la suspensión de la ejecución, lo mismo que los gobiernos de México y Estados Unidos.
Ya en septiembre pasado, el secretario de Estado, John Kerry, había advertido por carta al gobernador de Texas, el republicano Rick Perry -ferviente defensor de la pena de muerte-, que el caso podría “afectar la manera en que se trata a los estadounidenses en el extranjero”.
La Casa Blanca tampoco tuvo éxito al pedir el martes pasado “un retraso” que permitiera efectuar “una revisión y reconsideración” de la sentencia.
Asimismo, el Departamento de Estado emitió esta tarde una declaración en la que “lamenta la decisión” de ejecutar a Tamayo, reitera la importancia del “cumplimiento” por parte del país de las obligaciones internacionales para “asegurar acceso consular y asistencia” a estadounidenses en el exterior, y resalta que “había comunicado estos importantes intereses a las autoridades de Texas”. Apenas conocida la noticia de la ejecución, la cancillería de México difundió un comunicado lamentando el hecho y exhortando a que las autoridades estadounidenses “tomen acciones efectivas” para evitar que “se ejecuten otras condenas en desacato del Fallo Avena”.
En Davos, Suiza, donde asiste al Foro Económico Mundial, el presidente Enrique Peña Nieto afirmó que la ejecución “sienta un mal precedente” pero valoró que el gobierno de Estados Unidos “también apoyó y se solidarizó con este tema para que se observara el debido proceso”, reportó el diario mexicano La Jornada.
En tanto, la alta representante para Asuntos Exteriores de la UE, Catherine Ashton, opinó que la ejecución de Tamayo configuró “una violación de una obligación internacional indiscutible”.
Por otra parte, AI sostuvo que la consumación de la condena fue “un asesinato sin ninguna justificación” que “no fue acto de justicia sino de crueldad”, consignó el diario mexicano El Universal.
Paralelamente, Grace Tamayo, tía de Edgar, pidió a la comunidad mexicana que no tome represalias contra estadounidenses presos en México. “Esto tiene que acabar aquí, ellos no tienen la culpa de lo que pasó hoy”, dijo.
Fuente: http://www.telam.com.ar/notas/201401/49157-condena-unanime-a-la-ejecucion-del-mexicano-tamayo-en-texas.html
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