TRES MILLONES DE NIÑOS EN RIESGO DE POBREZA O EXCLUSIÓN SOCIAL
De La Marea
Un total de 2.826.549 niños y niñas, el 33,8% del total, viven en riesgo de pobreza o exclusión social en España. Así lo constata el informe "2.826.549 Razones. La protección de la infancia frente a la pobreza: un derecho, una obligación y una inversión", hecho público este miércoles por la ONG Save the Children,
que alerta de que la falta de recursos está provocando que estos
menores tengan serias dificultades para disfrutar de los derechos
reconocidos en la Convención sobre los derechos del niño de Naciones Unidas.El acceso a la educación y la salud, a la protección frente a la
violencia, o a gozar de un nivel de vida adecuado son las principales
condiciones en riesgo para dos tercios de los menores españoles. Las
dificultades económicas del núcleo familiar son la causa de muchas de
estas carencias. La ONG denuncia, además, que los recortes en la
inversión pública afectan directamente a las condiciones de vida de los
niños y niñas en riesgo de exclusión social.
Por ejemplo, la eliminación y reducción de las prestaciones sociales, o “la incapacidad del modelo” –señala Save the Children-, dificultan el acceso a un nivel de vida adecuado. La exclusión de inmigrantes del sistema sanitario público, así como la “inadecuación de las viviendas y la alimentación de los niños”, impiden que los menores tengan acceso al nivel más alto de salud. “La dieta básica de los niños es el menú escolar de los pequeños y el del centro de servicios sociales la niña mayor. En casa… todas las combinaciones posibles de pan, mortadela, huevos y patatas”, afirma Paloma, madre de tres niños, en declaraciones recogidas por la ONG.
Los recortes, la insuficiencia de las becas comedor o “el precio oculto de la educación” restringen el derecho a la educación. El desbordamiento de los servicios sociales y la falta de recursos para la prevención y detección suponen una dificultad añadida a la protección frente a la violencia de los menores. Asimismo, indica la ONG, la subida de los precios públicos de las actividades deportivas y culturales o la falta de recursos de las familias para que los hijos participen en ciertas actividades afectan al derecho al descanso y el juego de los pequeños.
La ONG señala que las iniciativas aprobadas hasta la fecha para combatir la pobreza infantil “son insuficientes”. “Más que en las declaraciones, expresiones de voluntad política, políticas públicas y reformas legislativas, es en los presupuestos públicos donde más claramente se refleja el compromiso político de los gobiernos para abordar la situación de los niños y las niñas en un país. La escasez de inversión pública en políticas de protección a la infancia tiene un efecto demoledor sobre los niños. Seguimos estando a la cola de la UE en inversión en infancia”, explica Alberto Soteres, Director General de Save the Children en España.Líderes en pobreza infantil
El porcentaje del PIB dedicado en España a inversión en política social y en infancia se sitúa en el 25,29%, 3,7 puntos por debajo de la media de los países de la Unión Europea. La tasa de niños y niñas por debajo del umbral de pobreza relativa fue, una vez efectuadas las transferencias sociales, del 29,9% en el 2012, más de diez puntos por encima de la de Francia (19%) y superior a la media de la zona Euro (20,6%). La ONG ha realizado una encuesta a familias que participan en sus programas de atención a niños y niñas en riesgo de pobreza y exclusión. El 24% de las familias consultadas afirma que sus hijos no comen fruta ni verdura todos los días, el 21% asegura que los pequeños no tienen un lugar adecuado para hacer los deberes ni juegos en casa, y el 20% apunta que sus hijos no han estrenado ninguna de las prendas de vestir que llevan ni tienen más de un par de zapatos.
Por ejemplo, la eliminación y reducción de las prestaciones sociales, o “la incapacidad del modelo” –señala Save the Children-, dificultan el acceso a un nivel de vida adecuado. La exclusión de inmigrantes del sistema sanitario público, así como la “inadecuación de las viviendas y la alimentación de los niños”, impiden que los menores tengan acceso al nivel más alto de salud. “La dieta básica de los niños es el menú escolar de los pequeños y el del centro de servicios sociales la niña mayor. En casa… todas las combinaciones posibles de pan, mortadela, huevos y patatas”, afirma Paloma, madre de tres niños, en declaraciones recogidas por la ONG.
Los recortes, la insuficiencia de las becas comedor o “el precio oculto de la educación” restringen el derecho a la educación. El desbordamiento de los servicios sociales y la falta de recursos para la prevención y detección suponen una dificultad añadida a la protección frente a la violencia de los menores. Asimismo, indica la ONG, la subida de los precios públicos de las actividades deportivas y culturales o la falta de recursos de las familias para que los hijos participen en ciertas actividades afectan al derecho al descanso y el juego de los pequeños.
La ONG señala que las iniciativas aprobadas hasta la fecha para combatir la pobreza infantil “son insuficientes”. “Más que en las declaraciones, expresiones de voluntad política, políticas públicas y reformas legislativas, es en los presupuestos públicos donde más claramente se refleja el compromiso político de los gobiernos para abordar la situación de los niños y las niñas en un país. La escasez de inversión pública en políticas de protección a la infancia tiene un efecto demoledor sobre los niños. Seguimos estando a la cola de la UE en inversión en infancia”, explica Alberto Soteres, Director General de Save the Children en España.Líderes en pobreza infantil
El porcentaje del PIB dedicado en España a inversión en política social y en infancia se sitúa en el 25,29%, 3,7 puntos por debajo de la media de los países de la Unión Europea. La tasa de niños y niñas por debajo del umbral de pobreza relativa fue, una vez efectuadas las transferencias sociales, del 29,9% en el 2012, más de diez puntos por encima de la de Francia (19%) y superior a la media de la zona Euro (20,6%). La ONG ha realizado una encuesta a familias que participan en sus programas de atención a niños y niñas en riesgo de pobreza y exclusión. El 24% de las familias consultadas afirma que sus hijos no comen fruta ni verdura todos los días, el 21% asegura que los pequeños no tienen un lugar adecuado para hacer los deberes ni juegos en casa, y el 20% apunta que sus hijos no han estrenado ninguna de las prendas de vestir que llevan ni tienen más de un par de zapatos.
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