Las vacunas de Cuba y Reino Unido o por
qué fue enterrado el Informe McBride
Basado
en la investigación “¿Culpables de deshonestidad?”, de Flor de Paz, publicada
en “Juventud técnica” (Cuba) (1)
José Manzaneda, coordinador de
Cubainformación.- El Informe "Voces múltiples, un solo mundo" fue
redactado en 1980, a petición de la UNESCO, por una comisión presidida por el
Premio Nobel de la Paz Seán MacBride (2). Este “Informe MacBride” proponía un
Nuevo Orden Mundial de la Información y Comunicación, que acabara con el
control hegemónico que ejercen agencias, medios y gobiernos de los países más
ricos.
Pongamos un ejemplo muy gráfico de
este control a través de una noticia reciente.
Cuba fue el primer país en el mundo en
vacunar contra la meningitis B a los recién nacidos. Desde 1991 la vacuna
antimeningocócica BC (VA-MENGOC-BC), creada en el Instituto Finlay de La
Habana, forma parte del Programa Nacional de Inmunización de Cuba (3).
Sin embargo, 24 años después, a
finales de 2015, una nota que fue publicada en centenares de medios de todo el
mundo, aseguraba -a bombo y platillo- que es el “Reino Unido (el) primer país
(del mundo) que inmunizará contra la meningitis B a recién nacidos” (4) (5). Ni
una sola referencia a Cuba, a pesar de que su vacuna ha sido aplicada en 15
países (6), fue Medalla de Oro de la Organización Mundial de la Propiedad
Intelectual (1989) (7), su “perfil de seguridad” fue reconocido como
“excelente” por la Organización Mundial de la Salud (en un Informe de 2008) (8)
y, según la revista de la Organización Panamericana de la Salud, observa una
altísima eficacia “en niños y niñas de 0 a 5 años” (1999) (9).
Este es el esquema de control de la
información que denunciaba el Informe McBride. Decenas de medios de todo el
mundo se hacen eco de una noticia que reciben de las grandes agencias –todas
ubicadas en países ricos, en este caso Reuters, DPA, AFP, AP, Europa Press y
Efe, entre otras (10) (11) (12)-. Además, un gran medio del país implicado (la
cadena británica BBC) actúa como otra potente agencia informativa (13), para
convertir en noticia internacional lo afirmado por su fuente original, que no
es otra que el gobierno de una potencia mundial. En este caso, fue el Ministro
de Salud de Reino Unido, Jeremy Hunt, quien aseguraba, en una rueda de prensa,
sentirse “muy orgulloso” de que el suyo sea “el primer país del mundo en contar
con un programa nacional de inmunización contra la meningitis B” (14). A partir
de esta afirmación inexacta, se activará todo un mecanismo de difusión masiva
de una noticia no contrastada.
La vacuna cubana, hoy ignorada por la
BBC, fue reconocida –sin embargo- en 1999 por la propia cadena inglesa. En una
noticia titulada “Acuerdo sobre vacuna cubana rompe el embargo”, reconocía que
era “la única de su tipo”, y aseguraba –palabras textuales- que “va a ser muy
difícil, incluso para los más acérrimos enemigos del líder cubano Fidel Castro,
prohibir la venta de una vacuna que podría prevenir la muerte de niños en los
Estados Unidos” (15).
Pero regresemos al famoso Informe
McBride, que pretendía acabar con el monopolio de la información por agencias y
gobiernos de países del Norte. ¿Saben qué ocurrió con él? Pues que fue
boicoteado –precisamente- por el gobierno de Reino Unido –y por el de EEUU-,
por ser contrario –decían- a la “libertad de expresión y de información”, con
el aplauso de las grandes agencias y medios de comunicación. Ambos gobiernos
abandonaron la UNESCO que, sin fondos, decidió enterrar el “peligroso” Informe
McBride (16). Hoy, el 80% de la información internacional sigue procediendo de
cuatro grandes agencias ubicadas en los países ricos.
Y las vacunas de Cuba… siguen sin ser
noticia (17).
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