Monarquía española: El alto precio de la Corona contrasta con su valor. Guillermo Ferrari.
Una Corona que ha conseguido una fortuna inmensa sin que se sepa de dónde salió.
¿Cuánto nos cuesta la familia real de las arcas públicas?
En principio, la familia real se lleva unos 8 millones de euros anuales, los cuales puede gastar como le dé la “real” gana. El 9% se usan para pagar los “sueldos” de cada integrante. El Rey “cobra” 292.000 anuales y la reina la mitad, números con los cuales se pueden mantener más de diez o quince familias obreras. Si los comparamos con el salario mínimo interprofesional es completamente obsceno. Tampoco hay que olvidar que cobran los reyes “eméritos”.
Hay que recordar que hasta 2011 los gastos de la monarquía española eran completamente opacos. En 36 años de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) no había publicado ni un solo euro de gastos. Fue a partir de 2011, con la ley de transparencia, que podemos acceder a ver alguna parte de los gastos realizados y los ingresos que recibe la monarquía desde los PGE. Seguramente, el escándalo de Iñaki de Urdangarín (y el aviso de Juan Carlos), “ayudó” a arrojar un pelín de “transparencia”.
El Rey emérito ya se ha preocupado por el “futuro” de sus hijas y las ha podido colocar en buenas faenas. La mayorcita se encuentra trabajando para la Fundación Mapfre y dispone de una nómina de 300.000 euros anuales. La menor no tuvo tanta “suerte” y en la Fundación La Caixa, donde “trabaja”, cobra tan solo 170.000.
El Rey también se preocupa por su hija, que ya “cobraría” más de 100 mil euros. Mientras tanto nuestros abuelos cobran monedas de pensiones, o jefes de familias que malviven con un subsidio de 426 euros mensuales o familias enteras que buscan en los contenedores de la basura. Una realidad obscena que contrasta enormemente con el “acuerdo-chantaje” que se hizo contra los trabajadores de Opel de Aragón ¿Qué beneficio tiene eso para los trabajadores? Ninguno, por el contrario.
En 2017, la corona ha recibido 7,82 millones. Aumenta un 0,5% respecto del ejercicio anterior. Pasaron tres años de congelación y otros tres años de algunas reducciones que no superaron el 10%. Sin embargo, el coste real de la Monarquía es mucho mayor a esos 8 millones. Hay varias partidas que están incluidas en diversos ministerios pero que están al servicio de “su majestad”.
Hay más partidas que salen de los PGE
Sin embargo, esos 8 millones de euros no es lo único que pagamos con nuestros impuestos. De los PGE hay más partidas dedicadas a subsanar el gasto real. Como hacen otras casas reales o jefaturas de estado, el coste verdadero se hace imposible de calcular, aunque se puede tener cierta aproximación.
El Ministerio de Exteriores, por ejemplo, paga los viajes de la corona, que en 2013 ascendieron a 696 mil euros. Hay varias partidas del Ministerio de Presidencia para pagar el personal de la Corona (6,1 millones), y también hay una cantidad imprecisa para costera recepciones oficiales, audiencias civiles y militares, cenas de gala y visitas de jefes de Estado. Por ejemplo, en 2013 se presupuestaron 96 actos por unos 10 millones de euros más.
El mantenimiento de la Zarzuela y el Palacio Real va a cargo de Presidencia. Pero esto incluye una millonaria factura de la luz y 130 empleados. En esta partida se cargó una “cinta para correr” por 14.000 euros, que es más o menos lo que ganaría un mileurista en un año. También hubo unos 26 millones de euros para conservar el Patrimonio Nacional de la Casa Real. No se sabe qué coste anual tiene la Guardia real compuesta por 1500 efectivos que se carga a Defensa. El coste del parque automotor real está dentro del presupuesto de hacienda.
Durante el ejercicio económico de 2013 la Casa Real costó al Estado más de 50 millones de euros. Todo, sin contar con las partidas que dedica el Ministerio de Interior o el de Defensa a Seguridad, o el de Hacienda a los vehículos de la Casa Real porque a esos datos no es posible acceder. Pasamos de los 8 millones iniciales a al menos unos 50 millones, sin tener datos de todas las partidas.
Una familia “muy normal”
Más de 50 millones son los que cuesta anualmente mantener a la familia real. No podemos saber cuántos millones más les llegan vía “regalos”, como ese yate famoso. Tampoco sabemos cuánto millones más amasan por ser “favorecedores” para los grandes empresarios. Si el cuñado de la familia, el Urdangarín, se dedicaba a explotar económicamente el apellido real, imagínense qué es lo que hacen el resto de los miembros de la familia. En estos días salió a la luz que el Rey y Pujol tenían una serie de “negocios comunes”.
Según el New York Times, la fortuna de Juan Carlos I ascendía a 1.700 millones de euros en 2012. Hay cálculos que en la actualidad la sitúan en 2.700 millones. De acuerdo al diario norteamericano, la fortuna procede de las “grandes dotes diplomáticas” y de su condición de “embajador diplomático”. Es decir, que en los viajes que se paga con los PGE, el Rey ha ido haciendo su fortuna. Millones en comilonas, comitivas, viajes, hoteles, agasajos, comisiones, etc., para agrandar la fortuna “real”.
El pueblo y los trabajadores hemos venido pagando año tras año, todos y cada uno de los “caprichos” del Rey, las cacerías; los costes de las familias reales tanto de Juan Carlos como las de Sofía; educaciones carísimas de los hijos y los nietos; los banquetes y las fiestas como la del 12 de octubre que costó oficialmente algo más de 30.000 euros. La monarquía va amasando su fortuna y la de los grandes empresarios del Ibex 35.
Una monarquía restaurada por la dictadura de Franco, que nadie votó y que nos impusieron gracias al chantaje que el PSOE y el PCE hicieron a la clase trabajadora con el “o esto o guerra civil”. Una monarquía que encabeza el reaccionario Régimen del 78 responsable del paro y la precariedad laboral, de ser cárcel de los pueblos, de la opresión contra mujeres, jóvenes y las diferentes minorías sociales. Un rey como Felipe VI que reivindica la represión contra el pueblo catalán mientras los catalanes querían votar y decidir su futuro.
Vale la pena recordar las palabras del expresidente Adolfo Suárez, cuando le aseveraba a Victoria Prego que “la mayor parte de los jefes de gobierno extranjero me pedían un referéndum sobre monarquía y república. Hacía encuestas y perdíamos”. Las encuestas actuales no son mucho mejores. La monarquía obtuvo un 4,4 sobre 10 de valoración (con un 23% de “0”) y Felipe VI apenas si tiene un 52% de apoyo.
Hay que romper los candados del Régimen del 78 para discutir qué forma de gobierno queremos; para ver cómo resolver los graves problemas sociales que padecen amplias capas de la sociedad; para resolver problemas democráticos básicos como es el de las naciones que existen dentro del estado. En síntesis, hay que enfrentar a la Monarquía, el Ibex 35 y el Régimen del 78 para encarar la construcción de una verdadera república democrática, y esta no puede ser otra que una república de los trabajadores y el pueblo.
Foto: El rey Felipe VI, el rey emérito Juan Carlos, y la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, rodeados de mandos y personal de la armada durante una visita al Buque Escuela Juan Sebastián de Elcano en el Arsenal de La Carraca en San Fernando (Cádiz). EFE/Román Ríos
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