lunes, 18 de marzo de 2019

Política: entre el rencor, los pesebres y la ansias de poder

Política: entre el rencor, los pesebres y la ansias de poder



 

Web: David Bollero Colaborador de Público (excorresponsal oficioso en Londres), periodista vocacional en fase de desintoxicación informativa y pensador irreverente en continua hora extra. Víctima multitarea en rehabilitación. Otro mundo es mejor, pero para eso, entendamos antes éste. Twitter: @dbollero

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La confección de las listas electorales está confirmando lo que ya se evidenciaba desde hacía tiempo: la escena política española apesta. Cada vez resulta más complicado encontrar personajes en los que la decencia y la honestidad converjan. Da igual el partido que miren, bien por acción o por omisión, quienes se mueven en la arena política terminan contribuyendo a que ésta parezca tierra fértil para el rencor, los pesebres y la ansias de poder.
Pablo Casado (PP) ha arrasado con quienes apoyaron a su rival en las primarias (ahora fichaje estrella de Cuatrecasas); el odio que se tienen Pedro Sánchez y Susana Díaz (PSOE) ha dinamitado las listas andaluzas; los dedazos de Albert Rivera (Cs) disfrazados de primarias se ven salpicados por el fraude y en Unidas Podemos los puestos de cabeza provocan fugas.
Hay en todos esos hechos un denominador común: luchas intestinas que se nutren del deseo de rodearse de fieles por un lado y, por otro, de ganarse el favor de algun@s recompensando con honores, con tintes de venganza. Las dosis de hipocresía en los partidos se vende a granel: este mismo fin de semana, escuchar en Málaga a Elías Bendodo, ya colocado en la Junta de Andalucía, aplaudir la candidatura de Francisco de la Torre para la alcaldía era un buen ejemplo de cinismo: precisamente él, que tantos palos le puso en las ruedas a De la Torre porque ansiaba su puesto, mientras éste rechazó irse para no dejarle libre el paso.
Hace unos días, un primero de lista de uno de los principales partidos políticos del país me confesaba “cómo te salen amig@s por todas partes cuando estás arriba”. Hablaba el tipo de gente del propio partido, imaginen lo que sucede con las personas que llegan de fuera. El candidato lamentaba el modo en que la política se ha podrido, en cómo las alimañas se acercan a ella para convertirla en un modo de vida, importándoles bien poco el servicio público.
La campaña electoral arranca ya desde la misma confección de las listas. La manera de actuar de quienes lideran los partidos -ya sea a nivel central, autonómico o local-, bien porque ejecuten o dejen ejecutar, dice mucho de quienes podrían gobernar una Administración Pública. Ténganlo en cuenta cuando voten, porque quienes tratan así a l@s suy@s, ¿qué no harán l@s ajen@s?


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