Política: entre el rencor, los pesebres y la ansias de poder
Web: David Bollero Colaborador de Público
(excorresponsal oficioso en Londres), periodista vocacional en fase de
desintoxicación informativa y pensador irreverente en continua hora extra.
Víctima multitarea en rehabilitación. Otro mundo es mejor, pero para eso,
entendamos antes éste. Twitter: @dbollero
AHORA EN PORTADA
La deriva de las primarias: cuando el militante
es sustituido por el dedazo
Sánchez prescinde de los principales dirigentes
de las ejecutivas de Zapatero y Rubalcaba
Ábalos justifica los cambios en las listas:
"La democracia interna se combina con el respeto a la norma"
Vox quiere prohibir los partidos políticos
independentistas y los que "no renuncian al marxismo"
Vox tira de generales retirados para sus
listas, algunos abiertamente franquistas
La confección de las listas electorales está confirmando
lo que ya se evidenciaba desde hacía tiempo: la escena política española
apesta. Cada vez resulta más complicado encontrar personajes en los que la
decencia y la honestidad converjan. Da igual el partido que miren, bien por
acción o por omisión, quienes se mueven en la arena política terminan contribuyendo a que ésta parezca tierra
fértil para el rencor, los pesebres y la ansias de poder.
Pablo Casado (PP) ha
arrasado con quienes apoyaron a su rival en las primarias (ahora fichaje
estrella de Cuatrecasas); el odio que se tienen Pedro Sánchez y Susana Díaz (PSOE) ha
dinamitado las listas andaluzas; los dedazos de Albert Rivera (Cs) disfrazados de
primarias se ven salpicados por el fraude y en Unidas Podemos los puestos de cabeza provocan
fugas.
Hay en todos esos hechos un
denominador común: luchas intestinas que se nutren del deseo de rodearse de
fieles por un lado y, por otro, de ganarse el favor de algun@s recompensando
con honores, con tintes de venganza. Las dosis de hipocresía en los partidos se vende a granel:
este mismo fin de semana, escuchar en Málaga a Elías Bendodo, ya colocado en la
Junta de Andalucía, aplaudir la candidatura de Francisco de la Torre para la
alcaldía era un buen ejemplo de cinismo: precisamente él, que tantos palos le
puso en las ruedas a De la Torre porque ansiaba su puesto, mientras éste
rechazó irse para no dejarle libre el paso.
Hace unos días, un primero de
lista de uno de los principales partidos políticos del país me confesaba “cómo te salen amig@s por todas
partes cuando estás arriba”. Hablaba el tipo de gente del
propio partido, imaginen lo que sucede con las personas que llegan de fuera. El
candidato lamentaba el modo en que la política se ha podrido, en cómo las alimañas se acercan a ella
para convertirla en un modo de vida, importándoles bien poco el
servicio público.
La campaña electoral arranca
ya desde la misma confección de las listas. La manera de actuar de quienes
lideran los partidos -ya sea a nivel central, autonómico o local-, bien porque
ejecuten o dejen ejecutar, dice mucho de quienes podrían gobernar una
Administración Pública. Ténganlo en cuenta cuando voten, porque quienes tratan así a l@s suy@s,
¿qué no harán l@s ajen@s?
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