viernes, 22 de febrero de 2013

Del "todos contra el PP" al "todos contra el sistema"


 

 

Del “todos contra el PP” al “todos contra el sistema”




Suele decirse que cuando se abre la ventana del pragmatismo, después no alcanzan las horas para justificar el tsunami capitalista que entra con fuerza destrozando todo. Los sindicatos mayoritarios hicieron un amago de unir sus voces a lo más reivindicativo de la sociedad en el comienzo de la crisis. Afirmaron que no iban a ser los trabajadores los que pagasen con quita de derechos y conquistas la ofensiva neoliberal. Eran palabras, sólo palabras. La realidad es tozuda y lo que estamos viviendo, apenas unos meses después, es la aceptación aquí y allá de recortes. El miedo inoculado por el régimen en los trabajadores, y jamás combatido por las dos centrales sindicales mayoritarias (más preocupadas por igualar el Convenio con el IPC previsto o que sus afiliados tengan un seguro para el coche con mejores condiciones o pasear alguna pancarta por la ciudad con réditos de clase nulos o mantener liberados), dando a los trabajadores conciencia y herramientas de lucha para enfrentar al sistema de un modo serio,  analizando y dando donde duele al enemigo de clase, ha dejado un tejido social en muy mal estado. Al punto que ya se aceptan con un inexpresivo “qué otra cosa podemos hacer”, que a los trabajadores se les rebaje salario, se les quiten pagas, se despidan o se prejubilen a miles de personas. Incluso festejan con abrazos y vítores que en vez de 100 echen a la calle a 70, y lo explican como una gran conquista argumentando que de los 70, 22 se van prejubilados. Desde hace mucho tiempo es una evidencia que para socavar las bases de este sistema no se va a poder contar con CC.OO y UGT, y el argumento de trabajar desde dentro para ir ganando espacios de lucha porque ahí es donde están las masas, es un argumento que tiene más de problema psicológico que ideológico.
II
Varias personas han optado en las últimas horas por el suicidio para escapar de una situación angustiosa. Horas antes de sufrir un desahucio, que los iba a conducir a la caridad y vivir bajo un puente, han decidido acabar con su vida. Como es preceptivo nunca hay culpables, ni imputados, ni juicios. La banca y el gobierno saben que dentro de este sistema las normas las ponen ellos y, por si fuera poco, han extendido la idea de que si caen las entidades financieras se derrumbaría todo. Pues de eso se trata, que el capitalismo como sistema económico y social que provoca la marginación de millones, pase a peor vida. Stop desahucios sí, pero sobre todo Muerte al capitalismo, porque los desahucios son una de las tantas consecuencias de este régimen oprobioso.   
III
Lo van a intentar pero todo indica que esta vez les va a costar más, porque el bipartidismo se deteriora a gran velocidad. Nos referimos a la estrategia del PSOE de ir sumándose como si tal cosa a manifestaciones organizadas por la sociedad civil, de ir usando a sus peones y altavoces mediáticos para regar el argumento que contra la derecha debemos actuar todos juntos y apoyar a partidos como el de Rubalcaba para desalojar a los marianos del poder. Tienen el recuerdo de la gran juntada de votos que hicieron con la idea de acabar con el gobierno de Aznar, con el uso calculado de aquella marea humana que salió con toda la dignidad hace diez años a gritar “No a la guerra”. Ocurre que en esta ocasión la crisis ha diseminado la ira también  hacia la clase política y ni con la ayuda de CC.OO, UGT e IU van a tener fácil vender lo de “todos contra el PP”. Hay ya mucha gente corrigiendo el eslogan y practicando el “todos contra el sistema”, y ahí se engloba a los socialdemócratas y afines que lo único que buscan es reformar tal o cual cosas sin cambiar de raíz. Por eso, el caso de Talegón y Aguilar, abucheados y zarandeados en la movilización de la PAH es solo el comienzo. Hay gente que no tiene amnesia ni se le engaña tan fácil, y recuerda lo que es el PSOE cuando gobierna (incluso cuando lo hace con sus aliados “naturales”).

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