Entrevista a Mario Sánchez-Herrero, representante de ECOOO y la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético
Desolbediencia al sector eléctrico y al gobierno
“Los consumidores
acabaremos pagando lo que las empresas querían. Eso si, en cómodos
plazos, para que se note menos. Las grandes empresas y las
multinacionales de dinero saldrán indemnes.” Mario Sánchez-Herrero,
profesor de la Universidad Complutense, militante social e impulsor de
ECOOO y la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético, un gran
especialista en estos temas, nos informa sobre la actualidad del
revuelto mercado eléctrico y nos presenta la campaña de #DeSOLbediencia.
- En
las últimas semanas hemos vivido un auténtico “culebrón” en el mercado
eléctrico. Primero nos amenazaron con una subida del recibo en enero
del 11%, para, tras la intervención “manu militari” del Gobierno,
quedarse en el 2,3% de subida. ¿Podrías contarnos de forma sencilla qué
ha sucedido?
Mario Sánchez Herrero: La verdad es
que la historia es un poco larga y complicada, así que haré lo que
pueda. Todo empezó cuando el día 29 de noviembre el Gobierno anunció que
no iba a cumplir su palabra de aportar 3.600 M€ al sistema eléctrico
que iban a servir para acabar este año con el déficit de tarifa. Fue
cuando Soria dijo aquello de que el déficit público es más importante
que el déficit del sistema eléctrico. La reacción de las eléctricas no
se hizo esperar: como controlan absolutamente el mercado de la
electricidad decidieron cobrarse por otro lado lo que el Gobierno les
negaba. Resultado: el precio mayorista de la electricidad pasó de 50 €
por MWh el día 01 de diciembre a 70 € dos días después y a más de 90 el
día 8 de diciembre. Eso afectó al precio que marcó la subasta CESUR del
día 19 de diciembre, lo que, de acuerdo con la legislación vigente,
traía como consecuencia un aumento en la tarifa doméstica de ese 11%.
- Efectivamente,
resulta todo algo complicado. Nos vendría bien que nos explicaras un
poco en qué consiste la subasta CESUR y cómo se relaciona con el precio
que pagamos de electricidad.
M.S.H.: Las
subastas CESUR están relacionadas con la llamada Tarifa de Último
Recurso o TUR. De hecho, CESUR es un acrónimo de Contratos de Energía
para el Suministro de Último Recurso. La TUR es la tarifa que pagamos
prácticamente todos los consumidores domésticos y las pequeñas empresas y
se aprobó en su momento para evitar que el precio de la electricidad
estuviera bajando y subiendo cada día como sucede, por ejemplo, con la
gasolina. Las personas que estamos en esta tarifa sabemos que, durante
un trimestre al menos, no va a variar el precio que pagamos por kWh.
Pues bien, para que las grandes eléctricas puedan cubrirse del riesgo de
que los precios suban a lo largo de cada trimestre, se crea un
mecanismo, la subasta CESUR, en el que participan intermediarios
financieros (con nombres tan conocidos como Morgan Stanley o Goldman
Sachs a la cabeza) que asumen el riesgo a futuro de esa subida de
precio. Si el precio diario sube por encima del que marca la subasta,
estos intermediarios pierden y si es menor ganan.
- Y, por curiosidad ¿qué es lo que suele pasar: los intermediarios ganan o pierden dinero?
M.S.H.:
¡Menuda pregunta! Ganan prácticamente siempre. Los que perdemos somos
los consumidores pues nuestro precio lo determina la CESUR, que es, de
media, un 11% superior al que va marcando el mercado diario a lo largo
del trimestre. Ese 11% es lo que se llevan de beneficio estos
intermediarios en tres meses.
- Bien, nos
falta el resto de la historia. El precio de la subasta salió muy caro
porque las eléctricas decidieron subir el precio de la luz, en
respuesta al Gobierno, unos pocos días antes de la fecha de la subasta.
Pero, ¿qué pasó después?
M.S.H.: El Gobierno no
podía permitir un aumento tan grande en un precio tan sensible como el
de la electricidad, así que empezó a hablar de que la subasta estaba
amañada y decidió suspender su resultado. La Comisión Nacional de los
Mercados y la Competencia (CNMC), que se supone que es un organismo
independiente, ha ido haciendo lo que el Ministerio de Industria le ha
ido pidiendo, pero hasta un punto. Parece que la investigación que puso
en marcha con motivo de las sospechas de manipulación va a concluir con
que de manipulación nada. Eso significa, aparte del desprestigio de la
recién nacida y cuestionada CNMC, que al final los tribunales acabarán
dando la razón a los intervinientes en la subasta CESUR y, como ya ha
sucedido en otras ocasiones, acabaremos pagando ese 11% dentro de unos
meses, cuando ya han salido de la sala la luz y los taquígrafos.
- ¿Eso significa que podemos prever nuevas subidas en el futuro?
M.S.H.:
Es lo más probable. Aunque quizá tengamos suerte y la futura
indemnización a Morgan Stanley y compañía se compense, al menos en
parte, con una bajada en el precio mayorista de la electricidad en los
próximos trimestres. Eso pasará si aumenta la producción de energía
renovable, la única que hace bajar ese precio mayorista de la
electricidad.
- Pero, no lo entiendo.
Llevamos años oyendo decir que las renovables son las culpables de que
la electricidad sea tan cara e incluso del déficit de tarifa, esa deuda
de casi 30.000 M€ que los consumidores mantenemos con las eléctricas
por no pagar todo lo que supuestamente cuesta la luz. ¿Cómo puedes
decir que las renovables bajan el precio?
M.S.H.:
El oligopolio eléctrico es muy poderoso. Gana mucho dinero y utiliza un
buena parte de él en pagar publicidad a toda página en todos los medios
de comunicación. Así es como ha conseguido convencernos de que no tiene
ninguna responsabilidad en los problemas de nuestro sistema eléctrico.
Las culpables son otras, las renovables, que son muy caras. Un lujo que
no nos podemos permitir.
Pero la realidad es que cuanta más
energía renovable entra en el mix eléctrico, más baja su precio. Y ello
por una sencilla razón. La eólica o la fotovoltaica no tienen costes
variables, no tienen que pagar nada por combustible y el coste de
mantenimiento es muy bajo. Eso significa que, una vez colocado el
aerogenerador o el panel, no se incurre en costes adicionales para
producir un kWh más. Por eso, estas tecnologías ofertan en el mercado a
precio cero, es decir, que están dispuestas a regalar la electricidad
porque una vez colocado el panel o el molino ya da igual producir que no
producir. Pues bien, cuanta más demanda eléctrica se oferte a precio
cero, menor será el precio que determine el mercado mayorista. Eso fue
lo que sucedió, por ejemplo en abril de este año. Gracias a la eólica y a
la hidráulica el precio pasó a estar por debajo de los 20 € el MWh.
Por supuesto, que las tecnologías renovables no regalan su
electricidad. Tienen que recuperar la inversión inicial que realizaron.
Por ello complementan sus ingresos con un complemento a su inversión.
Pero con su efecto en el mercado mayorista compensan con creces lo que
cobran. Eso, lógicamente, no lo cuentan en su publicidad Iberdrola o
Endesa.
- La conclusión a la que llega uno al
escucharte es que estamos en manos de grandes empresas, no sólo
energéticas, sino también financieras, y entre tanto cuatro millones de
familias se encuentran en situación de pobreza energética y no se
pueden permitir el lujo de encender la calefacción. No puedo uno evitar
pensar que ambos fenómenos están conectados.
M.S.H.:
Evidentemente. Con la energía sucede como con el resto de sectores de
la economía. En medio de la crisis brutal que estamos padeciendo en la
que se ha acabado gritando aquello de “sálvese quien pueda”, resulta que
se está salvando quien realmente puede, es decir, los poderosos. La
forma en que se determina el precio de la electricidad, y el modo en que
se reparte el dinero que nos cobran por ella, se establecen en función
de los beneficios que las grandes eléctricas y, ahora también, las
multinacionales financieras deciden que quieren tener. Lo demás va
luego. Si, por poner un ejemplo, las cinco grandes eléctricas de nuestro
país quieren ganar siete y ocho mil millones de euros al año, los van a
ganar, sin que les afecte el hecho de que la demanda haya caído, o que
cada vez sea mayor la penetración de renovables en el sistema, con el
impacto que tiene eso en el precio de mercado.
- ¿Y el Gobierno que hace, aparte de improvisar como ha hecho ante la subida de la tarifa en enero?
M.S.H.:
Bueno, improvisación….o no. Lo más probable es que sea todo puro
teatro. Los lobbies empresariales deben saber ya que se les va a
compensar. Habrá una sentencia del Tribunal Supremo, por aquello de
guardar las formas, pero, como ya ha sucedido en el pasado, los
consumidores acabaremos pagando lo que las empresas querían. Eso sí, en
cómodos plazos, para que se note menos. Las grandes eléctricas y las
multinacionales del dinero saldrán indemnes. No hace falta recordar para
quién trabajan ahora José María Aznar, Felipe González o Pedro Solbes, o
de donde viene Luis de Guindos. Así que las grandes corporaciones no
tienen que temer por sus intereses.
A los ciudadanos nos toca la
otra cara de la moneda. Nosotros no podemos esperar ninguna
compensación, como se demostró hace unas semanas en el Parlamento cuando
Laia Ortiz de Izquierda Plural presentó una proposición no de ley para
evitar que se pudiera cortar la luz a las familias en los meses más
crudos del invierno. El PP por supuesto la rechazó. O como se ha
demostrado con la ley del sector eléctrico que acaba de aprobar el
Gobierno, con la que la que se cierra la puerta a la competencia que
pequeñas instalaciones de autoconsumo podrían plantear a las grandes
eléctricas. El Gobierno está para lo que está. Y desde luego no está
para defender el interés general.
- Y en esas
circunstancias, ¿qué podemos hacer los ciudadanos? ¿Qué se nos propone
desde ecooo y la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético?
M.S.H.:
Lo que proponemos es la DeSOLbediencia, desobedecer a las grandes
corporaciones y los gobiernos que trabajan para ellas, exigiendo un
modelo energético limpio, sostenible y, sobre todo, ciudadano. Al poder
político-económico no le interesan las medidas de ahorro y eficiencia
porque lo que quieren es que les compremos cuanta más electricidad
mejor. No les interesan las renovables, sobre todo aquellas que puedan
ser propiedad de las personas y las pequeñas comunidades, y por eso no
nos dejan autoconsumir electricidad ahora que es más barata. Y no nos
dejan desarrollar un sistema energético distribuido y comunitario porque
eso supondría perder su posición indiscutida de poder. Saben que si se
abre la puerta al autoconsumo acabarán teniendo que vender a precio de
saldo sus redes eléctricas y sus plantas de generación.
Por
eso, toca deSOLbedecer. Unirte a una nueva marea, la que ataca al
sistema plutocrático en su punto más débil: el energético. Porque ya es
más barato un modelo limpio, distribuido y ciudadano que el modelo
sucio, peligroso, centralizado e injusto que lleva manejando el mundo
desde hace décadas. Por eso es importante que seamos mucho y que seamos
muchos rápidamente los que digamos con nuestros actos NO al sistema que
nos esclaviza.
- ¿En qué consiste más concretamente y quién está detrás de la campaña de DeSOLbediencia?
M.S.H.:
La campaña de DeSOLbediencia está promovida por la Plataforma por un
Nuevo Modelo Energético y un conjunto de organizaciones de la economía
social, entre las que se encuentra ecooo y las cooperativas de
comercialización de electricidad verde SOM ENERGIA, GOIENER, ZENCER y
ENERPLUS. Consiste básicamente en una imagen gráfica que representa a un
sol tras los barrotes de una cárcel (la almohadilla que utilizamos en
twitter). Aspiramos a que desde todas las ventanas y balcones de nuestro
país nos salude esta imagen que simboliza el deseo de independencia de
los oligopolios, el deseo de recuperar el control sobre un recurso que
es de todos y que el Gobierno del PP ha decidido privatizar en beneficio
de las poderosas empresas eléctricas. Tenemos una página web
desolbediencia.org y en ella queremos recoger el testimonio y las
imágenes de todos los desolbedientes. Y también incluimos en ella el
listado de acciones que implican colocarse a este lado de la lucha:
hacer una auditoria de nuestro consumo eléctrico, cambiar de
comercializadora para dejar de recibir facturas desde el lado oscuro y
participar en proyectos comunitarios de producción limpia de energía.
Todo ello es la DeSOLbediencia. Dejar de ser convidados de piedra al
banquete de los muy ricos y muy poderosos. Conquistar un pedazo de
libertad.
Muchas gracias por tus palabras, Mario.
Ramón
Pedregal Casanova es autor de “Dietario de crisis” (Libros libres, de
rebelion.org), y es autor de “Siete Novelas de la Memoria Histórica.
Posfacios”, edita Fundación Domingo Malagón.
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