6 de diciembre de 2016
Nada que celebrar
Los biempensantes nacionalcatólicos y carpetovetónicos de España celebran hoy con júbilo la Sacrosanta Constitución Española, pero la triste realidad es que hoy no hay nada que celebrar.
Así es porque aunque nuestra Carta Magna indica taxativamente en su artículo 47 que
"Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada"
la terrible realidad es que cientos de miles de personas han sido expulsadas de sus casas mediante desahucios "legales" para engrosar la casi infinita lista de indigentes españoles.
No hay nada que celebrar puesto que aunque el artículo 43 indica claramente que
"Se reconoce el derecho a la protección de la salud"
millones de personas han sido excluidos del sistema sanitario de facto y abocados a una muerte prematura.
No hay nada que celebrar de esta vacua e inane constitución, que vale menos que el papel en el que está escrita, ya que es su artículo 35 se declara que
"Todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo [...] y a una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia"
mientras tenemos una de las tasas de paro más altas de Europa, una de las menores coberturas de desempleo y uno de los más ridículos salarios mínimos de Occidente, sueldos de miseria que condenan incluso a esos millones de personas que tienen un "empleo" a vivir prácticamente en la indigencia, aún cuando trabajen como mulos 12 o 14 horas sirviendo cervezas en los tan famosos chiringuitos playeros.
Así que si millones de ciudadanos están sin casa, sin trabajo, al borde la miseria y sin futuro alguno dejémonos ya de hipocresías y, como esta constitución no vale nada más que para garantizar y perpetuar el expolio a los ciudadanos y el olvido más despreciable hacia los más desfavorecidos, , enterremos el sistema político que la sustenta que ya apesta.
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