PALMA.- "No se hacía nada sin que se obtuviera la autorización, la habilitación y la bendición de la Casa Real". Así lo ha puesto de manifiesto el abogado del exsocio de Iñaki Urdangarin, Diego Torres, durante la exposición de su informe en el juicio del caso Nóos, en la que desde hace más de una hora se encuentra rebatiendo los argumentos de la Fiscalía Anticorrupción y del resto de acusaciones.

"Oiga, ¿de verdad han estado aqui?", ha llegado a inquirir después de que el fiscal Pedro Horrach alegase la pasada semana que no está probado que la Casa Real estuviese al tanto de las actividades del Instituto Nóos.


En este sentido, el letrado, Manuel González Peeters, ha manifestado que limita a decir "lo que dijeron en su día Diego Torres, el propio Urdangarin, la Infanta Cristina, José Manuel Romero [exasesor de la Casa Real] e incluso Carlos García Revenga [exsecretario personal de las Infantas], que por supuesto que estaban al caso", ha abundado.

"No se podía saber en ningún caso que aquello que se estaba llevando a cabo pudiera tener alguna suerte de atisbo de irregularidad, entre fundadas razones porque la más alta institución de nuestro país estaba al tanto de todo, y se le preguntaba todo", ha remachado.

La defensa de Torres propuso en su día la declaración en el juicio de casi 700 testigos, entre quienes se encontraban el Rey Felipe VI, don Juan Carlos, doña Sofía, la Infanta Elena, su exmarido Jaime de Marichalar, Pilar de Borbón y la princesa Irene de Grecia y Dinamarca, con el objetivo de demostrar cómo la Casa Real estaba al corriente de las actividades del Instituto Nóos.

Torres defendía así que siempre se operó con absoluta transparencia e incidía en que es imposible sostener que, "con el ejército de asesores" con los que cuenta la Casa Real, "que intervenían de manera activa y determinante", pudieran el empresario y su mujer, Ana María Tejeiro, "tener la más leve sospecha de que algo de anómalo pudiera estar llevándose a cabo".

El abogado de Diego Torres, Manuel González Peeters, en la exposición de sus alegatos contra todas las acusaciones que pesan sobre su patrocinado en el marco del caso Nóos, ha asegurado sentirse "como James Stewart en 'Caballeros sin espada': estoy desarmado frente a todo esto".

En este sentido Peeters ha manifestado no querer emplear la palabra "ridículo" para "no acabar con otro expediente" -después de que se le abriese uno por llamar "idiota" al exministro de Justicia Alberto Ruiz Gallardón durante su interrogatorio-, por ello ha insistido en que "me está costando muchísimo contenerme, ilustrísima señoría"

Durante su intervención, el letrado está rebatiendo punto por punto los argumentos acerca de su intervención en un presunto entramado de desvío de fondos públicos a través del cual, junto a Iñaki Urdangarin, se habría apoderado de más de seis millones de euros.