Escritos sobre la guerra y la economía política
Recientemente, Pensamiento Crítico Ediciones publicó su primer libro, con el que afirman iniciar una travesía como parte del esfuerzo político organizativo de
En el otro polo equidistante de la izquierda institucionalizada, que identifica a la corrupción como causal cuasi única de la tragedia nacional, y elude debatir sobre el saqueo, la explotación, la dominación y la catástrofe humanitaria causada por el capitalismo trasnacionalizado y los gobiernos de traición nacional, el zapatismo ha contribuido a generar pensamiento emancipador y anticapitalista a lo largo de estas dos décadas. En efecto, la obra compilada comentada, –y añadiría yo, el texto introductorio de Rodríguez Lascano, de 58 páginas, en sí mismo una contribución adicional enriquecedora–, resultan esenciales para comprender el contexto actual en el que se encuentra el país y el mundo entero, a partir de una importante reflexión teórica inicial del subcomandante Marcos publicada hace 20 años originalmente en la revista Le Monde Diplomatique. Se trata del texto 7 Piezas sueltas del rompecabezas mundial, en el que el subcomandante Marcos vincula la fase actual de mundialización capitalista, o globalización neoliberal, con una nueva Guerra Mundial, la Cuarta, ya que la Tercera, la mal llamada guerra fría, implicó, acorde con el sub Marcos, la implosión y desaparición de la Unión Soviética y el campo socialista. A diferencia de la Segunda Guerra Mundial, el
Rodríguez Lascano destaca en su prólogo ideas claves para entender los nuevos rasgos que tiene el capitalismo globalizado “anunciados por el zapatismo, mediante los escritos del sub Marcos, desde hace muchos años”: 1. Lo que estamos viviendo es una nueva guerra mundial, diferente a las tres anteriores. 2. El mercado interno es una de las primeras bajas de esta guerra. 3. Otra víctima: el Estado-Nación. 4. La crisis del Estado y su papel en el neoliberalismo como garante del flujo de capital global. 5. La nueva sociedad del poder mundial. 6. El neoliberalismo significa: destrucción/despoblamiento. Reconstrucción/reordenamiento. 7. En paralelo, un nuevo movimiento social se está construyendo en el ámbito internacional. Un movimiento global de rebeldía. Como lo plantea el subcomandante Marcos:
En esta Cuarta Guerra Mundial que vivimos, “Se destruyen los territorios y se despueblan, –afirma el sub Marcos. A la hora que se hace la guerra, se tiene que destruir el territorio, convertirlo en desierto. No por afán destructivo, sino para reconstruir y reordenar. ¿Cuáles son los principales problemas que enfrenta este mundo unipolar para globalizarse? Los estados nacionales, las resistencias, las culturas, las formas de relaciones de cada nación, lo que las hace diferentes. ¿Cómo es posible que la aldea sea global y que todo el mundo sea igual si hay tantas diferencias? Cuando decimos que es necesario destruir los estados nacionales y desertificarlos no quiere decir acabar con la gente, sino con las formas de ser de la gente. Después de destruir hay que reconstruir. Reconstruir los territorios y darles otro lugar. El lugar que determinen las leyes del mercado; he aquí lo que está marcando la globalización”.
El compilador destaca la coherencia apabullante del planteamiento, a partir de lo observado en Bosnia, Kosovo, Irak, Afganistán, Libia, Siria o Ucrania, y señala como “en el 2007, Naomi Klien documentó este proceso en su libro La doctrina del shock, sólo que el subcomandante Marcos lo había planteado desde 1997. Asimismo, se subraya que lo nuevo de esta guerra es que su enemigo al frente es la humanidad en su conjunto”, mientras la
Esta importante obra contribuye a luchar por la vida y la supervivencia de la especie humana. Constituye un singular aporte al ejercicio del pensamiento crítico revolucionario.
A La Jornada en sus 33 primeros años.
lo que los compañeros del Ejército Zapatista de Liberación Nacional convocaron como adherentes de la Sexta Declaración de la Selva Lacandona.Sostienen que no se ubican como una editorial aséptica, donde
una supuesta objetividad es la coartada para la complicidad con los dominadores.Su interés fundamental no es
ni la academia ni los círculos de los políticos profesionalessino ir al encuentro de quienes se ubican abajo y a la izquierda. Prueba tangible de la coherencia de esta declaración de principios es la primera obra, ya en circulación, en la que Sergio Rodríguez Lascano compila y prologa textos del difunto subcomandante insurgente Marcos con un atinado título: Escritos sobre la guerra y la economía política (2017). Hay que destacar la pertinencia de la publicación de este libro precisamente en el momento en que el Congreso Nacional Indígena y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional se encuentran inmersos en la tarea inconmensurable de poner en práctica su propuesta de integrar el Concejo Indígena de Gobierno y registrar a su vocera como candidata independiente a la Presidencia de la República para las elecciones del próximo año.
En el otro polo equidistante de la izquierda institucionalizada, que identifica a la corrupción como causal cuasi única de la tragedia nacional, y elude debatir sobre el saqueo, la explotación, la dominación y la catástrofe humanitaria causada por el capitalismo trasnacionalizado y los gobiernos de traición nacional, el zapatismo ha contribuido a generar pensamiento emancipador y anticapitalista a lo largo de estas dos décadas. En efecto, la obra compilada comentada, –y añadiría yo, el texto introductorio de Rodríguez Lascano, de 58 páginas, en sí mismo una contribución adicional enriquecedora–, resultan esenciales para comprender el contexto actual en el que se encuentra el país y el mundo entero, a partir de una importante reflexión teórica inicial del subcomandante Marcos publicada hace 20 años originalmente en la revista Le Monde Diplomatique. Se trata del texto 7 Piezas sueltas del rompecabezas mundial, en el que el subcomandante Marcos vincula la fase actual de mundialización capitalista, o globalización neoliberal, con una nueva Guerra Mundial, la Cuarta, ya que la Tercera, la mal llamada guerra fría, implicó, acorde con el sub Marcos, la implosión y desaparición de la Unión Soviética y el campo socialista. A diferencia de la Segunda Guerra Mundial, el
teatro de operacionesde la Tercera se libró en África, Asia y América Latina, con el estallido de revoluciones y guerras anticoloniales, en el contexto del enfrentamiento estratégico entre las dos superpotencias de la época: Estados Unidos y la Unión Soviética. El subcomandante Marcos señala –con base en datos de la Unicef–, que
desde el fin de la Segunda Guerra Mundial hasta 1992, se libraron 149 guerras en todo el mundo. El resultado, 23 millones de muertos, no deja dudas de la intensidad de esta Tercera Guerra Mundial.El compilador cita a Fred Halliday, quien identifica también a los más de 140 conflictos de carácter anticolonial, interestatal, clasista y étnico en el llamado tercer mundo, mencionando una cifra aún mayor en el número de víctimas, con
más de 30 millones de personas (que) murieron en esos conflictos.
Rodríguez Lascano destaca en su prólogo ideas claves para entender los nuevos rasgos que tiene el capitalismo globalizado “anunciados por el zapatismo, mediante los escritos del sub Marcos, desde hace muchos años”: 1. Lo que estamos viviendo es una nueva guerra mundial, diferente a las tres anteriores. 2. El mercado interno es una de las primeras bajas de esta guerra. 3. Otra víctima: el Estado-Nación. 4. La crisis del Estado y su papel en el neoliberalismo como garante del flujo de capital global. 5. La nueva sociedad del poder mundial. 6. El neoliberalismo significa: destrucción/despoblamiento. Reconstrucción/reordenamiento. 7. En paralelo, un nuevo movimiento social se está construyendo en el ámbito internacional. Un movimiento global de rebeldía. Como lo plantea el subcomandante Marcos:
Si la humanidad tiene todavía esperanzas de supervivencia, de ser mejor, esas esperanzas están en las bolsas que forman los excluidos, los sobrantes, los desechables. El subcomandante Marcos identifica los elementos constantes en estas guerras: 1. Conquista de territorios y su reorganización. 2. Destrucción del enemigo, que en el caso de la Tercera Guerra Mundial significa que la URSS y el campo socialista desaparecen
como una opción frente al mundo capitalista.3. La administración de la conquista por la fuerza que ganó es otra de las constantes. Así como hay constantes, también se identifican variables en cada conflicto mundial: la estrategia, los actores que se enfrentan, el armamento que se utiliza y las tácticas que se siguen.
En esta Cuarta Guerra Mundial que vivimos, “Se destruyen los territorios y se despueblan, –afirma el sub Marcos. A la hora que se hace la guerra, se tiene que destruir el territorio, convertirlo en desierto. No por afán destructivo, sino para reconstruir y reordenar. ¿Cuáles son los principales problemas que enfrenta este mundo unipolar para globalizarse? Los estados nacionales, las resistencias, las culturas, las formas de relaciones de cada nación, lo que las hace diferentes. ¿Cómo es posible que la aldea sea global y que todo el mundo sea igual si hay tantas diferencias? Cuando decimos que es necesario destruir los estados nacionales y desertificarlos no quiere decir acabar con la gente, sino con las formas de ser de la gente. Después de destruir hay que reconstruir. Reconstruir los territorios y darles otro lugar. El lugar que determinen las leyes del mercado; he aquí lo que está marcando la globalización”.
El compilador destaca la coherencia apabullante del planteamiento, a partir de lo observado en Bosnia, Kosovo, Irak, Afganistán, Libia, Siria o Ucrania, y señala como “en el 2007, Naomi Klien documentó este proceso en su libro La doctrina del shock, sólo que el subcomandante Marcos lo había planteado desde 1997. Asimismo, se subraya que lo nuevo de esta guerra es que su enemigo al frente es la humanidad en su conjunto”, mientras la
tecnología militar busca crear una falsa conciencia: no es viable ni posible oponerse a todo ese poderío.
Esta importante obra contribuye a luchar por la vida y la supervivencia de la especie humana. Constituye un singular aporte al ejercicio del pensamiento crítico revolucionario.
A La Jornada en sus 33 primeros años.
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