¿A qué llaman Pacto por el empleo?
¿Cómo piensan crear empleo? Recientemente el Gobierno se sentaba con la patronal y los dirigentes de CCOO y UGT para “retomar el diálogo social”. La histórica y vergonzosa cifra de 6,2 millones de parados, exige según Toxo y Méndez un gran Pacto por el empleo. La reunión concluyó sin acuerdo general pero sí con un comunicado conjunto en el que se acuerdan constituir “grupos de trabajo” para estudiar varios temas, al tiempo que la patronal y los sindicatos reafirmaron su compromiso de moderación salarial.
Cabe entonces preguntarles a Toxo y Méndez a qué llaman Pacto por el Empleo. Ese pacto, ¿incluiría la derogación de la reforma laboral? Porque, si no es así, ¿qué empleo se puede crear con esa reforma que es una máquina de generar desempleo?
Ese Pacto por el empleo, ¿incluiría derogar el pensionazo para que los trabajadores no acabemos pasando del trabajo al cementerio y para abrir puertas para ese 57% de jóvenes sin trabajo? Porque, si no es así, ¿qué empleo se va a crear si lo único que hacen es prolongar cada vez más la vida laboral?
La creación de empleo exige sin ningún género de dudas reconstruir el tejido industrial: ¿contemplará el Pacto planes de inversión para crear industrias? Y, si fuera así, ¿cómo van a hacer entonces con la Unión Europea, que fue quien puso como precondición para entrar en ella la destrucción de la industria?
Ese Pacto por el empleo, ¿incluiría detener las privatizaciones de la sanidad y la educación? ¿Creen que van a convencer en una hipotética mesa de negociación a Rajoy y compañía a que renuncien a esa veta de negocio que han encontrado para sus amigos en la sanidad y la educación?
Ese Pacto por el empleo, ¿va a garantizar que los más de 3,5 millones de parados que no perciben subsidio alguno tengan una prestación digna?
¿De dónde van a sacar los recursos económicos para todo eso si se prevén otros 50.000 millones de euros para el rescate bancario, el pago de la infame deuda es prioridad y solo en intereses hay que pagar este año más de 40.000 millones de euros, casi el doble de lo destinado al desempleo?
Llamar a Rajoy a liderar el Pacto por el empleo como hacen Toxo y Méndez, es cuando menos proponer al zorro que cuide el gallinero. El único proyecto de empleo que este gobierno tiene y que pinta de cuerpo entero el modelo de país que están construyendo se llama Eurovegas.
Sin acabar con la reforma laboral y el pensionazo, sin dejar de pagar la deuda de los banqueros, sin nacionalizar la banca y las industrias clave, sin romper con esa falsa Unión Europea y la Troika, no hay forma humana de crear empleo.
¿A qué llaman entonces Pacto por el empleo? A lo que propone Rubalcaba, el "modelo alemán", hacer que el estado se haga temporalmente cargo de una parte de los salarios, al tiempo que se reducen los ingresos de los trabajadores? En otras palabras, generalizar los Expediente de Regulación Temporal de Empleo, que es lo que ya están haciendo en las empresas CCOO y UGT. En nombre de “evitar la pérdida de empleo” se trata de mandar temporalmente a los trabajadores al paro para que, consumiendo su paro y a cuenta del erario público, las empresas hagan caja. Y todo ello sin garantías de continuidad alguna.
La verdadera batalla por el empleo es otra
El comunicado conjunto del Gobierno, la patronal y los dirigentes de CCOO y UGT menciona explícitamente dar prioridad a la negociación a escala de empresas. Se evita así la respuesta general unificada de los trabajadores, se nos divide empresa a empresa y, en ese marco, el papel de los representantes de CCOO y UGT no es otro que ser los abanderados de la firma de ERES y ERTES, de las bajadas de salarios, de las dobles escalas salariales, que lejos de generar empleo lo único que hacen es sustituir trabajadores con derechos y salarios dignos por mano de obra precaria y sin derechos. Hablan de Pacto por el empleo mientras en multitud de empresas son los abanderados de la negociación de los convenios sobre la base de perder puestos de trabajo, vía las jubilaciones sin contratos de relevo o las bajas incentivadas.
CCOO y UGT, en la medida en que la crisis sigue profundizándose, se empeñan en demostrar al gobierno y a los empresarios que su concurso es fundamental para actuar como “mediadores” entre los trabajadores y la patronal, evitando así la conflictividad y el estallido social. Las actuaciones de CCOO y UGT en acuerdos como los de Nissan, Opel, Seat... en conflictos abiertos como Metro de Madrid, Ferroser, Soldene… muestran ese papel canalla que les lleva a aparecer cada vez más como representantes de las empresas antes los trabajadores y no al revés, como se supone que debería ser su función.
La recientemente acordada prórroga de la “ultraactividad” en los convenios es utilizada como un tiempo más para seguir sosteniendo ante los trabajadores las firmas de ERTES, las bajas incentivadas, las prejubilaciones… como la fórmula más “realista” ante la actual situación. Por esa vía llevan las luchas a la derrota, a la desmoralización de los trabajadores, a la división y a seguir perdiendo derechos, salario y puestos de trabajo.
Para defender el empleo y los derechos sociales el único camino es la lucha y no el pacto social. La batalla por el empleo, por los salarios y los derechos sociales exige poner en el centro de todas las reivindicaciones una misma exigencia inmediata: Fuera el gobierno de Rajoy y la troika. Y esa batalla por la unidad de la clase obrera, por la lucha resuelta por acabar con los que quieren acabar con todo, nos obliga a cada paso a tener que enfrentar y echar a esa burocracia sindical que, cuanto más apoyo pierde, más se convierte en las empresas en testaferros de la patronal.
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