jueves, 31 de agosto de 2017

El franquismo: la perdición de España

El franquismo: la perdición de España



El franquismo, una variante del fascismo de los años 30, no fue vencido en la Guerra de España, primera fase de la agresión nazi-fascista a los pueblos de Europa. La dictadura -derivada del golpe militar de 1936 y la consiguiente Guerra Civil inducida por el golpe- fue apoyada por los ejércitos de la Alemania nazi y de la Italia fascista.Años después, el dictador genocida Francisco Franco fue apoyado por el gobierno de los Estados Unidos a cambio de implantar sus bases militares en nuestra patria. La dictadura se prolongó durante cuarenta años.
La fallida ruptura democrática que dio lugar a la Transición, afianzó en las estructuras del Régimen del 78 el fascismo que imperaba en los aparatos del Estado, con especial virulencia en sus fuerzas armadas.
El ejército no solo no fue depurado de militares franquistas sino que se incluyeron sus exigencias en la Constitución. Además, mediante su ley preconstitucional de “punto final” -llamada “Ley de Amnistía”- quedaron impunes sus crímenes y se aisló y persiguió a los militares que se oponían a la dictadura.
Un comandante y ocho capitanes demócratas fueron procesados en consejo de guerra, expulsados y condenados a numerosos años de prisión. Después excarcelados al comienzo de la Transición, pero no amnistiados en aquellos momentos decisivos. Todos los que fuimos miembros de la Unión Militar Democrática UMD fuimos sistemáticamente reprimidos y condenados a un ostracismo interior, al quedar expulsados y no amnistiados nuestros compañeros de lucha, con el comandante Luis Otero al frente.
El capitán de aviación José Ignacio Domínguez, portavoz de la UMD en el exilio, fue también procesado y condenado en consejo de guerra a su regreso a España, a finales de 1977, en plena “modélica Transición”. Tampoco fue amnistiado en aquellos años, cuando era evidente la necesidad de ello para asentar la democracia en unas fuerzas armadas que procedían del nazi-fascismo.
Todos los que nos unimos activamente a la lucha contra el franquismo en aquellos tiempos difíciles éramos conscientes de que arriesgábamos, de un modo u otro, nuestras vidas y medios de subsistencia familiar; etapa que se prolongó peligrosamente hasta la llegada del PSOE al gobierno en 1983. Nuestra acción pacifica, acompañando a los pueblos de nuestra patria que clamaban por su libertad, fue duramente reprimida.
Con la llegada al gobierno de Felipe González se inició el blanqueo de los militares fascistas, que fueron ascendidos y promocionados a destinos de la máxima confianza, incluidos algunos responsables del autogolpe del 23 de febrero de 1981. La única condición que se les exigió para esa descarada promoción fue que estos no hiciesen declaraciones públicas contrarias al gobierno. El colaboracionismo estaba servido; era ya un hecho irreversible.
Nuestro país quedaba, pues, sometido a un sistema monárquico-parlamentario que poco tenía que ver con las democracias de nuestro entorno, en concreto con la de la República Portuguesa, que había conseguido liberarse del cáncer del fascismo mediante la llamada Revolución de los Claveles, en un luminoso 25 de abril de 1974.
Hoy, los civiles o militares que osan denunciar la corrupción sistémica que el franquismo ha institucionalizado en la vida pública y privada de la nación, son tratados con la misma saña con que lo fueron nuestros viejos camaradas. Es el caso del joven teniente Luis Gonzalo Segura, autor de Un paso al frente y Código Rojo, o de la valerosa funcionaria Ana Garrido Ramos, cuya denuncia e informes han sido decisivos para la investigación de la trama Gürtel.
Aquellas cadenas, impuestas por la Constitución monárquica a los pueblos del Estado español, se han ido corroyendo con el lento despertar ciudadano. Hoy en día la idea franquista de España “Una Grande Libre”, bajo la infame bandera bicolor y los espantosos sones de la marcha real -los mismos que en la genocida dictadura franquista- es sencillamente insoportable.
De ahí que el Parlament de Catalunya y su Govern haya decidido democráticamente consultar a su pueblo en referendum, pues es evidente que no desean seguir vinculados al franquismo y sus herederos, incluida la monarquía. Sin embargo, los cruzados nacional-católicos siguen dominando peligrosamente, de una forma u otra, casi 80 años después, las estructuras políticas del Estado español.
Algo habrá que hacer el día después.
Manuel Ruiz Robles, capitán de navío (R) de la Armada, portavoz del colectivo de militares demócratas Anemoi, miembro de la Junta Directiva de la Asociación Civil Milicia y Democracia ACMYR.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

"¿Fuego y furia como el mundo nunca ha visto?". ¡HASTA CUANDO VAMOS A ESTAR GOBERNADOS POR PSICÓPATAS!

Venezuela: con la constituyente se han llevado una derrota sin paliativos la derecha fascista, financiada por el terrorismo imperialista yanquis y europedo. Es el momento de avanzar en la democracia socialista.

En Venezuela hay una nueva correlación de fuerzas

James Petras - La Haine
La Constituyente, la movilización militar, la movilización nacional contra el imperialismo intervencionista, han hundido a la derecha
Efraín Chury Iribarne: Observábamos que actualmente la situación que se vive en Afganistán es bastante compleja y que, bueno, Donald Trump prolonga de alguna manera la guerra en Afganistán. ¿Es correcto eso?
JP: Sí, está bajo el mando de sus generales que han decidido que no es el momento de abandonar el país porque podrían sufrir otro impacto negativo en la imagen de un gobierno débil y fracasado, y particularmente en los medios de comunicación que buscan cualquier pretexto para desplazar al presidente Trump.
Pero en realidad las cifras que dan para justificar la invasión norteamericana no se ajustan a la realidad, ellos dicen que los talibanes sólo controlan en un 50% al país, pero los expertos que tienen conocimiento en el campo dicen que es más del 80%. EEUU sólo controla algunas ciudades, principalmente Kabul, la capital, y mucho menos el resto. Y quiero cuestionar otro factor, entre los soldados del ejército de Afganistán hay muchos opositores. Es decir, infiltrados del talibán y de vez en cuando asesinan a funcionarios del gobierno norteamericano.
Y más allá de eso, incluso en las ciudades supuestamente controladas por EEUU, hay constantemente incendios, bombardeos y otras acciones que indican que ni en los centros que quedan en manos de EEUU están seguros. Entonces, la idea de que los EEUU con una entrada de 5 mil o 10 mil soldados pueda revertir la situación es totalmente falsa. Es un acto de kamikaze en el sentido de que meten tropas que están incapacitadas de actuar para el proyecto de recuperar Afganistán para los EEUU.
Yo creo que hay dos posibilidades alternativas, o tiene que multiplicar el número de tropas, intensificar el bombardeo [que ya se ha demostrado que no sirve], o tiene que retirarse dentro de un plazo de tiempo reconociendo que inevitablemente no están en condiciones de revertir las tendencias hacia los talibanes.
EChI: Venezuela solicita a la ONU tomar posición sobre amenazas de EEUU. No puede la ONU, y se lo decíamos a su secretario general, quedarse de brazos cruzados y no condenar estas acciones, dijoel jefe de la diplomacia venezolana. Por otro lado, el ministro para la Defensa venezolana, Vladimir Padrino López, aseguró que este sábado el pueblo de Venezuela y la Fuerza Armada Nacional están dispuestos a dar todo para defender la Patria, "está inscripto en nuestra Constitución, somos una República independiente y soberana y debemos entender el concepto amplio de lo que es la soberanía, la capacidad de un Estado, de una Nación y de su gobierno de tomar sus propias decisiones." ¿Cómo ves la situación por allí, Petras?
JP: La ONU no tiene mucho peso porque EEUU controla el veto, tiene mando efectivo entre los europeos, tiene apoyo indirecto de los países neoliberales de América Latina, principalmente la derecha dura. Entonces, es buena la idea y Venezuela tiene que presentarlo, pero no están esperando muchas cosas de la ONU.
En vez de eso han tomado medidas más positivas, por ejemplo, el ejercicio militar el pasado fin de semana con más de 700 mil soldados y milicias. Es una muestra de fuerza, una capacidad de movilizar y proteger al país que podría servir como un aviso a EEUU de que sería muy costosa una invasión.
Y también tiene un enorme efecto sobre la oposición interna. Debemos analizar la nueva correlación de fuerzas. Trump, con la declaración de intervención o amenaza de intervención, ha neutralizado y paralizado a la oposición. Porque sobre este asunto la oposición no tiene ningún respaldo, mucho menos en la calle.
Segundo, con la movilización militar y milicianos, también aplasta la presencia de la oposición. En otras palabras, la Constituyente, la movilización militar, la movilización nacional contra el imperialismo intervencionista, han cambiado por el momento la correlación de fuerzas. No se escucha mucho de los opositores, ni en los baluartes más fuertes en Caracas o en cualquier otro lugar. La derecha insurgente está paralizada, no tiene ninguna voz ni presencia en esta última confrontación.
Y tampoco Almagro y la OEA. Quedaron al margen de la situación, porque ni Almagro se atreve a levantar su cabeza frente a la intervención descarada de EEUU. Entonces, podríamos decir, por lo menos en esta semana, este mes, hay un cambio de correlación de fuerzas favorables a Venezuela por su muestra de fuerza, su apoyo popular y las malas políticas de Trump que han tenido un impacto muy positivo para el presidente Maduro.
EChI: Petras, otras informaciones en que estábamos interesados es en ese ataque permanente de Israel contra Palestina. ¿Cómo se ve eso desde distintos ángulos?
JP: Primero podríamos decir que la visita del 'über' sionista, asesor del presidente Trump, Jared Kushner, un ortodoxo fanático israelita judío, está apoyando a Netanyahu en la ocupación más tierras palestinas. Ese es el primer hecho que debemos entender. Segundo, Israel está ampliando la demolición de casas palestinas en cualquier distrito de lo que queda de lo que es Palestina.
Tercero, debemos anotar que Israel depende mucho de Arabia Saudita y de la colaboración de los derechistas en el Medio Oriente. Y eso indica que en esta situación, donde Siria e Irán están ganando peso en Irak y otras zonas, Israel ha perdido influencia entre los gobernantes y los terroristas que están involucrados en los países afectados.
Y finalmente debemos reconocer que la política norteamericana sigue siendo totalmente controlada por los sionistas. Si analizamos el régimen de Trump, hay igual o más sionistas en los principales puestos en la economía, en la política exterior, que durante el régimen de Obama. EEUU es un cautivo de los sionistas en el exterior, que funcionan como una quinta columna.
Y eso no ha tenido ninguna resonancia en otros países. Por ejemplo, revisamos los diarios supuestamente progresistas, en Argentina "Página 12", "La Jornada" en México y tal vez incluso en "Brecha", no hay ninguna discusión en profundidad del peso israelita en los gobiernos norteamericanos y de cómo formulan la política norteamericana. Hablan de los intereses petroleros, hablan de los intereses militares, pero de fondo sobre el Medio Oriente no hay ninguna observación que podría negar que Israel es la principal fuerza en la política interna y externa de EEUU.
Debemos finalmente decir que Israel tiene una oposición interna. Hemos visto cómo el grupo a favor del boicot y en contra de los asentamientos en Palestina, ha ganado mucho apoyo. Incluso hay sectores importantes de los estudiantes judíos que han rechazado la política de Israel. Y a pesar de que sigue teniendo fuerzas mayores en el Congreso, en la Presidencia, también entre la población norteamericana está creciendo la oposición.
EChI: Bien, Petras, como siempre aguardamos algún otro tema de los que en este momento estés trabajando
JP: Podríamos empezar con el caso de la desaparición de Santiago Maldonado, que apoyaba a los mapuche en Argentina. La desaparición por parte de los gendarmes provoca una gran movilización de protesta. No sólo en Argentina, hoy en día por ejemplo en la BBC hay un reportaje sobre la desaparición y un cuestionamiento de las versiones oficiales. Más que nada todo el mundo tiene miedo de que el acto de secuestro por parte de Macri sea un paso hacia la licencia de matar que existía durante la dictadura.
En otras palabras, las declaraciones de la ministra de "inSeguridad", Patricia Bullrich, no tiene ningún peso. Ni en el exterior ni en el interior. En los EEUU, entre los especialistas en América Latina, hay mucha preocupación y han juntado mucha gente conocida de América Latina rechazando la versión oficial.
Yo creo que el caso Maldonado podría resultar en un gran golpe político contra Macri en las próximas elecciones. Quiero extender mi apoyo a todo este movimiento por la reaparición con vida de Maldonado.
El segundo punto que quiero mencionar son las inundaciones en Texas, particularmente en la gran ciudad de Houston. Todo el mundo habla de la lluvia, del huracán, de las inundaciones, la destrucción de cientos de miles de millones de dólares, pero nadie habla de por qué las inundaciones se repiten.
Es porque no hay ninguna inversión en infraestructura. Cuando la lluvia cae, llena las calles porque los sistemas de drenaje no funcionan. Es curioso, una ciudad con grandes refinerías de petróleo, tiene túneles para canalizar el petróleo de todas partes, pero no tiene suficiente infraestructura para salvar la ciudad de una inundación.
Y otra vez surge el problema de las catástrofes internas, lo que llaman los medios aquí una catástrofe. El capitalismo no tiene inversiones e infraestructura para salvar sus propias fuentes de riqueza. Están perdiendo 500 mil barriles por hora allá por la parálisis de las refinerías. Quiero enfatizar otra vez, EEUU es un gigante con pies de barro.
Y finalmente quiero mencionar otro hecho que debemos tomar en cuenta, EEUU está militarizando a la policía, le están transfiriendo armas del Ejército, lo que llaman excedentes, y nuevas armas, tanques, carros blindados, ametralladoras, a la policía local, estatal.
Originalmente la justificación era la lucha contra los carteles de drogas. Después la excusa pasó a ser el anti terrorismo. Y ahora es la policía que está ocupada por los problemas de las comunidades empobrecidas. Es decir, la militarización de las ciudades, independientemente de cualquier problema de drogas y terrorismo.
Texto completo en: https://www.lahaine.org/en-venezuela-hay-una-nueva

`Si hubiera muchas Cuba, tendríamos un mundo mejor´: Periodista alemán Volker Hermsdorf.


El factor Cuba: guerra de terrorismo psicológica y guerra asimétrica contra Venezuela.

El factor Cuba: guerra psicológica y guerra asimétrica contra Venezuela

José Manzaneda, coordinador de Cubainformación.- La supuesta “injerencia de Cuba en Venezuela” ha sido mensaje recurrente de la prensa de ultraderecha (1) en los 18 años de Revolución bolivariana (2).
Hoy, en un escenario de acoso visceral al Gobierno de Nicolás Maduro, el mensaje ha calado  ya a todo el sistema mediático (3).
Recordemos que, en 2003, Cuba desplazó a decenas de miles de profesionales a las zonas más pobres de Venezuela, principalmente a la Misión de salud comunitaria Barrio Adentro (4). En la actualidad, Cuba tiene 46 mil cooperantes en los 24 estados del país, en casi 20 programas sociales (5). Por mencionar solo un dato de impacto, la cooperación sanitaria cubana en Venezuela ha salvado un millón 700 mil vidas (6).
Pero, en estos 14 años, a los medios internacionales no les ha interesado reflejar el cambio operado en la vida de millones de personas gracias a estos programas (7). Las únicas historias de vida publicables han sido las de una minoría de cooperantes cubanos que, para acceder a un mejor salario, decidieron acogerse al programa de asilo político a EEUU (8). Por cierto, eliminado en enero este programa por Barack Obama, ya apenas leemos noticias sobre “médicos cubanos desertores” (9).
Pero el actual escenario de violenta guerra psicológica necesita de historias más fuertes sobre el “factor cubano” en Venezuela.
Hace unos días, el presidente Donald Trump hablaba abiertamente de una hipotética intervención militar en el país (10). La oposición venezolana, casi dos días después, emitía un comunicado, en el que, sin siquiera mencionar a EEUU, responsabilizaba “a la dictadura de Maduro por convertir al país en una amenaza regional” e –increíblemente- la “intervención” que rechazaba era ¡la “cubana”! (11)
Sobre esta supuesta “injerencia cubana” podemos leer ya centenares de artículos de opinión, editoriales, reportajes y noticias, en grandes medios de todo el mundo: desde “The Washington Post” (de EEUU) (12) hasta Deutsche Welle (de Alemania) (13), pasando por “El Mundo” (14) o “ABC” (de España) (15).
Por supuesto, es la prensa venezolana la que lleva este tema al paroxismo. Hace unos días, el diario “El Nacional” decía que, con la nueva Asamblea Nacional Constituyente, “Venezuela y Cuba serán un solo país” (16).
El mensaje es ya universal: Maduro es “el títere de quienes realmente mandan en Venezuela: los cubanos” (17). “El régimen venezolano hoy se mantiene gracias a un aparato represivo (…) y de inteligencia (…) controlado por oficiales y funcionarios cubanos” (18), con el objetivo de garantizar “el petróleo que le subsidia” Caracas. Todo esto lo leíamos en el diario español “El País”, cuya línea editorial sobre Venezuela es marcada por Moisés Naim (19).
Moisés Naim, quien hoy afirma que su país es “una sucursal del régimen de Raúl Castro” (20) fue –recordemos- el ministro venezolano de Fomento que, en 1989, cedió toda soberanía económica al Fondo Monetario Internacional, e implantó un duro paquete neoliberal. Miles de personas sin recursos salieron entonces a las calles y asaltaron establecimientos de comida, en lo que se conoce como el Caracazo (21).
Quien hoy habla del “sufrimiento de millones de venezolanos” (22), fue el ministro que llevó a su país a tener un 80% de pobreza y un 58 % de pobreza extrema, con varios millones de personas sin ningún servicio de salud o educación (23).
Quien hoy apoya lo que denomina “resistencia en las calles” (24), es decir, la violencia opositora que ha quemado vivas más de 20 personas por ser “chavistas” (25), formó parte del gobierno que impuso la ley marcial y autorizó a disparar con munición de guerra. El balance: más de 3.000 muertos (26).
Pero no solo es la amnesia histórica y la doble moral. Hoy, desde todo el aparato mediático se pide, sin el menor pudor, presiones (27), sanciones (28) e incluso una intervención en Venezuela (29): “Sí, intervenir: no hay por qué asustarse. El derecho de injerencia humanitaria, en un caso como el venezolano, reclama ser ejercido”, leíamos en “El País” (30).
Alguien puede argumentar que todo esto es publicado en la sección de “Opinión” de dichos diarios. O como entrecomillados de noticias y reportajes. Que no es necesariamente, por tanto, la opinión de los medios. Una falacia, porque hoy la censura de cualquier artículo de opinión de línea contraria es absoluta e implacable (31).
Por eso dejémonos de tibiezas. Vivimos una dictadura mediática global. A la que hay que combatir en un nuevo escenario de guerra asimétrica. Con métodos también… asimétricos.

miércoles, 30 de agosto de 2017

1-O. El pueblo de Catalunya tiene derecho a decidir







Por el derecho de autodeterminación, por una Catalunya socialista
¡Para derrotar la represión del Estado y los recortes de Rajoy y Puigdemont: movilización de la clase trabajadora y la juventud!
El gobierno del PP, la burguesía española y el aparato del Estado han lanzado una campaña represiva sin precedentes para impedir la celebración del referéndum del 1 de Octubre, incluidas amenazas muy serias de aplicar el artículo 155 de la Constitución y suspender la autonomía catalana. Todo vale contra el derecho del pueblo de Catalunya a decidir democráticamente qué relaciones queremos mantener con el Estado español, incluido el derecho legítimo a la independencia.
¡Basta de españolismo rancio y represión!
Uno de los episodios más indignantes de esta campaña es la utilización desde el gobierno y los medios de comunicación capitalistas, como El País y otros muchos, del brutal atentado terrorista en las Ramblas para exigir que cese la movilización en defensa del derecho a decidir y se abandone cualquier intento de realizar el referéndum del 1 de octubre. ¡Qué cinismo! Los herederos de la dictadura franquista y autores de la “ley mordaza”, los campeones de los recortes y la austeridad, los mismos que hacen negocios con el régimen saudí, principal sostén del terrorismo yihadista, los que tienen las manos manchadas en el terrorismo de Estado y en las guerras imperialistas que siembran la destrucción y la barbarie en Oriente Medio se presentan como “campeones de la paz”, y descalifican a quienes defendemos que el pueblo catalán pueda decidir en las urnas su futuro como una “amenaza a la democracia”.
Desde Esquerra Revolucionaria nos oponemos frontalmente a cualquier intento de impedir la celebración del referéndum del 1-O por un gobierno y un aparato del Estado (tribunales, policía y ejército) que sigue dominado por todo tipo de elementos reaccionarios. Como marxistas revolucionarios reiteramos nuestro compromiso en la lucha contra la opresión nacional que sufre Catalunya y llamamos a los trabajadores y jóvenes catalanes y del resto del Estado a movilizarnos masivamente contra cualquier medida represiva que obstaculice el derecho al voto.
Ante esta ofensiva lanzada desde la derecha es completamente escandaloso que el PSOE, y particularmente Pedro Sánchez, sigan planteando que cualquier decisión sobre el futuro de Catalunya no le corresponde tomarla al pueblo catalán sino a los habitantes del conjunto del Estado, exactamente igual que propone el PP. Esto es tan absurdo como si para ejercer su derecho legal al divorcio un hombre o una mujer tuviesen que conseguir la autorización obligatoria del otro cónyuge. Tanto con este posicionamiento, como con las declaraciones de Pedro Sánchez sumándose a la estrategia del PP ante el referéndum del 1-O, no se hace más que reafirmar los valores más rancios del nacionalismo españolista que la dictadura franquista se encargó de consolidar tras una guerra brutal y una represión sangrienta, y que la llamada Transición perpetuó al negar que Catalunya fuese una nación y seguir pisoteando así los derechos democráticos del pueblo catalán. La cuestión es concreta: ¿Por qué tanto miedo a las urnas? ¿Por qué las votaciones son buenas en Venezuela y malas en Catalunya?
También representa un error la posición de la dirección estatal de Podemos, o de Catalunya en Comú. Tras manifestar que el gobierno le tendría enfrente si recurría a la represión, Pablo Iglesias ha llamado a no participar en el referéndum proporcionando munición a la derecha. Tanto él como Ada Colau han renunciado a la movilización de masas para defender el derecho a decidir e insisten en que cualquier referéndum debe ser “pactado” con el Estado. Pero ¿Con qué Estado? ¿Este estado reaccionario que ha proclamado por boca de varios ministros que impedirá el referéndum “por todos los medios”? ¿El del Fiscal General Maza, que amenaza con perseguir a quienes  participen como voluntarios? ¿El mismo Estado que garantiza la impunidad de los corruptos y maltratadores mientras cercena el derecho a huelga de los trabajadores de El  Prat? 
Ningún apoyo a la burguesía catalana
Por supuesto, defender el derecho a la autodeterminación de Catalunya no implica subordinarse a la burguesía catalana, ni justificar sus políticas contra la clase obrera y la juventud. De la mano de Mas y Puigdemont, de los mismos que han saqueado los recursos públicos en Catalunya levantando una trama de corrupción endémica —como el PP en el resto del Estado—, y enriqueciendo a la oligarquía catalana a costa de aplicar las mismas recetas neoliberales que los gobiernos centrales, nunca conseguiremos la liberación social y nacional de Catalunya.
El apoyo de Puigdemont a la monarquía y a la burguesía española no es nuevo. Convergencia (hoy PDECat) siempre ha sostenido con sus votos en el parlamento español a gobiernos reaccionarios como los de Aznar y Felipe González y aprobado todas las leyes y medidas antiobreras de la burguesía española. Su política en Catalunya es igual que la de Rajoy; han reducido un 17% el gasto social entre 2010 y 2015, un 17% el educativo, 14% el sanitario y… ¡un 60% los fondos dedicados a vivienda!  Y utilizan a los Mossos d’Esquadra para reprimir la movilización social con la misma saña que el PP.
Si la derecha catalanista del PDeCAT ha convocado finalmente el referéndum, tras buscar todo tipo de excusas para no hacerlo, se ha debido a la presión por abajo. Querrían llegar a un acuerdo con el PP, pero su problema es que por el momento no encuentran cómo hacerlo sin desacreditarse y ser totalmente rebasados.  Esa es la causa de su crisis interna (que ya ha provocado la sustitución de varios consellers) y de que pretendan limitar en la práctica el referéndum a un consulta ciudadana como la del 9N.
Es evidente para todo el que tenga ojos en la cara, que el gobierno de Junts pel Sí aplica los mismos recortes y las mismas políticas contra los trabajadores y las capas populares que Convergencia y el PP. Por estas razones, el apoyo de los dirigentes de ERC y la CUP al PDeCAT es un completo desastre. Argumentar que por encima de los intereses de clase está la cuestión nacional, es la mejor coartada que se puede brindar a la derecha catalanista para que siga haciendo de las suyas, y para que el derecho a decidir esté cada vez más lejos de conseguirse.
Un ejemplo de lo que decimos se ha podido apreciar de manera llamativa en la huelga de la plantilla del Prat. La criminalización desvergonzada de estos trabajadores en lucha ha sido la tarea que se han impuesto desde el Govern encabezado por el PDECat y el central dirigido por Rajoy. Ambos han cerrado filas contra ellos, y el entorno de Puigdemont se ha mostrado especialmente entusiasmado con la intervención de la Guardia Civil para romper el derecho a huelga de los trabajadores. Cuando esta ofensiva arreciaba, era especialmente deplorable que diputados famosos por su sarcasmo parlamentario, como Gabriel Rufián de ERC, se posicionaran contra los trabajadores y al lado de los empresarios de Eulen. A esto lleva el nacionalismo pequeño-burgués que supone que la “Patria” está por encima de las clases: a situarse en los momentos decisivos al lado de los oligarcas y los grandes poderes económicos.
Las tareas de la izquierda anticapitalista
Sólo hay un modo de hacer efectivo el derecho de autodeterminación de Catalunya: levantando un movimiento de masas que agrupe a los millones que defendemos sinceramente este derecho y extendiendo ese movimiento a muchos que hoy recelan del “procés” porque lo lidera el PDECat, y lo consideran una maniobra de esa misma oligarquía catalana que siempre ha despreciado a los trabajadores inmigrantes y sus familias.
Esta es la tarea central de la izquierda anticapitalista, y no basta sólo con gestos y declaraciones, por muy audaces que estás sean. Hace falta que el discurso sea coherente con los hechos. En este sentido, desde Esquerra Revolucionària mostramos nuestra solidaridad con la CUP ante los ataques de que han sido víctimas por denunciar los negocios que unen a la burguesía española, y a la Casa Real, con regímenes reaccionarios que apoyan y financian el terrorismo yihadista como el saudí. Pero la cuestión es concreta: Si los dirigentes de la CUP hacen estas denuncias, ¿por qué han sostenido y sostienen en el Parlament a los gobiernos de Mas y Puigdemont?  Mas y Puigdemont no tienen diferencias con el gobierno central ni con la Monarquía en su defensa de la Europa del gran capital, en los negocios con Arabia Saudí o Qatar, en las guerras imperialistas que han arrasado Siria, Iraq o Afganistán, o en respaldar los acuerdos con el régimen de Erdogan para tratar a los miles de refugiados que llaman a las puertas de Europa como si fueran criminales. ¿Por qué entonces seguir apoyando a Puigdemont? ¿Quizá con Puigdemont y la derecha catalanista se puede construir una Catalunya más libre y democrática? Pensar eso es una completa utopía reaccionaria.
La CUP debe mantenerse firme en su denuncia de la monarquía española y sus negocios, pero deben romper igualmente su subordinación a Puigdemont y al PDECat. Para conseguir la liberación social y nacional de Catalunya hay que poner punto final a una política de colaboración de clases que sólo puede tener consecuencias nefastas. 
¡Por la república socialista catalana! ¡Fuera los gobiernos de Rajoy y Puigdemont!
La lucha por la liberación nacional de Catalunya sólo triunfará si va unida a la defensa de un programa socialista audaz, que combata los recortes y la austeridad.  Incluso si se consiguiese una república catalana en el marco del sistema capitalista, ninguno de los problemas fundamentales que padece la inmensa mayoría de nuestro pueblo se resolverá.
Por eso, además de echar al gobierno corrupto, reaccionario y españolista de Rajoy tenemos también la tarea de echar al Govern de Puigdemont, igualmente corrupto y antiobrero. El programa de la “unidad nacional” por encima de las clases es un completo fraude. Lo que necesitamos es levantar un gran Frente de Izquierdas que defienda un programa anticapitalista coherente para conquistar en las calles y en las instituciones, a través de la movilización masiva, el derecho real a decidir.
Desde Esquerra Revolucionària llamamos a los jóvenes y trabajadores a organizarnos de manera independiente para luchar por una república socialista catalana, sin recortes, desahucios, ni corrupción, donde la riqueza que los trabajadores generamos sea utilizada en beneficio de la mayoría y no para llenar los bolsillos de los capitalistas, sean españoles o catalanes. Una república socialista que inscriba en su constitución la nacionalización de la banca y los grandes monopolios bajo el control democrático de los trabajadores, y garantizar así la creación de millones de empleos con salarios dignos y sin precariedad, con educación y sanidad públicas de calidad, con el derecho a techo para todos y todas a través de un sistema de vivienda pública asequible. Una Catalunya libre de opresión, solidaria y con justicia social que se convierta en la vanguardia de la lucha por el socialismo en el conjunto del Estado español, de Europa y del mundo.
¡Únete a Esquerra Revolucionària!

JUAN FRANCISCO MARTÍN SECO. ¿Hemos salido de la crisis?

Dediqué el artículo de la semana pasada a hacerme eco de un mensaje lanzado desde los ángulos más diversos y recogido en la totalidad de los medios, el recuerdo del comienzo de la crisis, allá por agosto de 2007, hace exactamente una década. Pretendí mostrar cómo todos estos discursos transmitían una opinión parcial e incompleta acerca de la gran recesión ignorando su causa última; y al final de mi argumentación dejaba para otro artículo ocuparme de la segunda parte del mensaje, consistente en la tajante aseveración de que la crisis ha llegado a su final en España y en toda Europa. Así lo manifestaba la propia Comisión en una rueda de prensa, en la que tanto el vicepresidente, Valdis Dombrovskis, responsable del euro y del diálogo social, como el comisario Pierre Moscovici, responsable de asuntos económicos y financieros, aseguraban que diez años después del comienzo de la crisis mundial la recuperación de la economía europea se ha consolidado plenamente.
Esta aseveración puede ser cierta en un sentido más bien reduccionista y simple, entendiendo que la crisis se ha superado por el simple hecho de que las tasas de crecimiento en todos los países se sitúen en cifras positivas. De acuerdo con esta interpretación, los datos no dejan lugar a dudas. La semana pasada Eurostat publicó las cifras macroeconómicas correspondientes al segundo trimestre para toda la Unión Europa (UE), según las cuales la Eurozona en su conjunto está creciendo al 2,2% en tasas interanuales. Hasta Francia e Italia, que últimamente se encontraban en una situación más delicada, se apuntan también al crecimiento. Solo Grecia permanece en tasas negativas. Por el contrario, España, con el 3,1%, se sitúa muy por encima de casi todos los países, exceptuando a Polonia, República Checa, Rumanía o Letonia, con tasas por encima del 4%, y que son las que empujan hacia arriba la media.
Pero no todo es el PIB, sobre todo si se le considera puntualmente en un periodo concreto. Malamente se puede afirmar que se ha superado la crisis cuando no se han corregido aquellas variables y hechos que la originaron, comenzando por lo que constituye el cáncer de la Unión Monetaria (UM): la fuerza centrifuga que incrementa poco a poco la divergencia entre sus miembros. Alemania y algunas otras naciones económicamente satélites, sí pueden afirmar que están bastante mejor que cuando se inició la crisis, pero no los países del Sur como Portugal, España, Italia, no digamos Grecia, e incluso Francia.
La aseveración anterior se confirma de manera clara si comparamos el lugar que la renta per cápita de los distintos países ocupaba y ocupa respecto a la media de la de Europa de los 15, en 2007 y en 2016. Alemania pasa de representar el 104,7% al 113,9%; mientras que Italia desciende del 95,6% al 88,7%, España del 92,2% al 84,4% y Grecia se desploma del 82,9% al 62,2%. Estos datos tienen su lógica traducción en las tasas de paro. Alemania desciende del 8,6 al 4,1%, mientras que el desempleo se incrementa en España desde el 8,2% de la población activa al 19,6; en Italia del 6,1% al 11,7 y en Grecia del 8,4 al 23.6%.
En esta década ominosa, no solo es la desigualdad entre los países la que se ha incrementado, sino también las diferencias dentro de los propios Estados. Por ejemplo en España, los salarios -tanto los privados como los públicos- han perdido poder adquisitivo y están muy lejos de encontrarse a los niveles del comienzo de la crisis, de manera que si entonces la pobreza se centraba exclusivamente en los parados o pensionistas, hoy afecta también a muchos de los que disponen de un trabajo. Ha sido el propio presidente del Banco Central Europeo (BCE) el que hace poco manifestó que la recuperación no había llegado a los sueldos. Tampoco las prestaciones y los servicios públicos han retornado a los niveles de hace diez años. No se han corregido muchos de los ajustes aplicados que, lógicamente, han afectado en mayor medida a las rentas bajas.
No se puede afirmar que se ha superado la crisis cuando se mantienen los mismos desequilibrios y contradicciones que la han causado. Es más, algunos factores como el endeudamiento han empeorado. El hecho de que casi todos los países miembros poco a poco se hayan ido situando en tasas de crecimiento positivas se debe, por una parte, a un factor extrínseco a la Unión Monetaria, el descenso del precio del petróleo, y, por otra, a la actuación -aunque tardía- del BCE y a la política por él aplicada de bajos tipos de interés y expansión cuantitativa, política que no puede durar indefinidamente. La pregunta que, quiérase o no, surge es qué puede ocurrir cuando el BCE vaya retirando poco a poco las ayudas instrumentadas.
Hay, además, una razón adicional y de gran importancia para que países como Portugal y España hayan abandonado el espacio de tasas negativas del PIB y es que han corregido el desequilibrio fundamental que los tenía postrados y encerrados en una especie de ratonera, el saldo del sector exterior. En España en 2008 el déficit de la balanza por cuenta corriente se elevaba al 9,6% del PIB, cifra inquietante que, con el consecuente endeudamiento exterior, nos había precipitado a la recesión y nos mantenía atados a ella. La “conditio sine qua non” para el despegue económico consistía en cerrar este desfase entre importaciones y exportaciones. En condiciones normales, la solución pasaba por la depreciación de la moneda, como así de hecho había ocurrido en las otras muchas ocasiones que a lo largo del tiempo el déficit exterior (mucho más reducido que el de 2008) había estrangulado la economía española. Este camino en las circunstancias actuales estaba vedado al pertenecer España a la UM. Las autoridades económicas nacionales e internacionales señalaban una única salida, lo que se ha dado en llamar devaluación interna.
La devaluación interna persigue alcanzar los mismos efectos que la depreciación del tipo de cambio con la diferencia de que lo hace por un camino indirecto mucho más alambicado e injusto. Consiste en conceder todo tipo de ventajas a los empresarios con la finalidad de conseguir que los precios internos se reduzcan con respecto a los precios exteriores. Para ello persigue, por una parte, deprimir los salarios y, por otra, minorar la cargas sociales y fiscales a las empresas. Este fue uno de los motivos por los que algunos estuvimos en contra de la UM desde sus inicios. Preveíamos que en cuanto comenzasen las dificultades, que sin duda iban a surgir, el ajuste recaería sobre los trabajadores, y que la imposibilidad de devaluar la divisa, unida a la libre circulación de capitales, constituiría un arma letal en contra del Estado social y de los derechos laborales.
Tengo que reconocer que cuando Europa y el Gobierno la plantearon, al margen de su valoración social y ética, albergaba muchas dudas de que la devaluación interior consiguiese su objetivo, al menos en la cuantía necesaria. Dado que nos movemos en una economía de mercado -en la que, por supuesto, los precios no pueden ser intervenidos ni limitados los beneficios de los empresarios-, temía que la disminución de los salarios se tradujese en un incremento del excedente empresarial en lugar de trasladarse a los precios. Desde luego, este efecto se ha producido en la realidad, pero el ajuste ha sido tan brutal, y la reducción de la retribución de los trabajadores tan cuantiosa que, a pesar de la modificación de la redistribución de la renta en contra de los trabajadores y a favor de los empresarios, los precios interiores han descendido en la cuantía suficiente para equilibrar el saldo del sector exterior.
Resulta casi increíble que la economía española haya pasado de un déficit en la balanza por cuenta corriente del 9,6 en 2008 a un superávit del 1,9% en 2016. Bien es verdad que en este ajuste han colaborado el descenso del precio del petróleo y los bajos tipos de interés, que han reducido la carga financiera frente al exterior, pero resulta innegable que la devaluación interna y los recortes presupuestarios han ocupado un lugar transcendental en el cierre de la brecha que existía en la balanza de pagos y con ello en la superación de las tasas negativas del PIB y en la creación de empleo. Lo evidente conviene no negarlo.
Esta evidencia deberían tenerla en cuenta tanto el Gobierno como sus críticos. El primero para relativizar los éxitos económicos de los que se ufana, pues este crecimiento económico se esta logrando a base de someter a la sociedad a una cura de caballo, con recortes significativos en el gasto público y una depresión muy elevada en el nivel salarial. Se está pagando un precio muy alto, principalmente por parte de las clases bajas, quebranto que están aún muy lejos de superar; es más, la probabilidad de poder resarcirse en el futuro es muy escasa, ya que precisamente la recuperación económica, ante la imposibilidad de devaluar la moneda, está basada en una política deflacionista. ¿Merece la pena? ¿Podemos afirmar que se ha superado la crisis? Los críticos del Gobierno, pero defensores de la UM, tendrán que tener sumo cuidado en no incurrir en contradicción. Cuando se quejan de que la recuperación económica no ha llegado a todo el mundo deberían preguntarse si bajo las coordenadas en las que se ha construido la moneda única, el crecimiento económico no se fundamenta obligatoriamente en la desigualdad, tanto interterritorial como personal.
La devaluación monetaria distribuye el coste de forma igualitaria, modifica únicamente la relación de precios interiores frente a los exteriores, pero deja intactos los precios relativos (incluyendo los salarios) en el interior. Todos se empobrecen en la misma medida frente al exterior, pero no experimentan ningún cambio relativo en su capacidad económica respecto a los otros agentes internos. La deflación competitiva, por el contrario, resulta totalmente injusta, ya que distribuye el coste de una manera desigual y caótica: afectará exclusivamente a los salarios y a aquellos empresarios, principalmente los pequeños y que carezcan de defensa, mientras que las grandes empresas que actúan en sectores donde la competencia no existe, no solo no asumirán coste alguno sino que incluso verán incrementar sus beneficios. Tampoco todos los salarios se comportarán de la misma manera ni se reducirán en la misma cuantía.
Las dudas acerca de que sea cierta la afirmación de que hemos salido de la crisis surgen además en las incertidumbres y desequilibrios que subsisten para el futuro. Si la casi totalidad de los países del Sur han corregido su déficit exterior, no así Alemania que lejos de reducir su superávit lo ha incrementado (8,5% en 2016), ni Holanda que aunque lo ha minorado algo, continúa manteniéndolo a un nivel muy elevado (7,9% en 2016). Es decir, el ajuste ha recaído exclusivamente sobre los países deudores sin que los acreedores hayan hecho el mínimo esfuerzo para corregir el desequilibrio en el sector exterior, y todo indica que Alemania -que es la protagonista principal- no piensa dar marcha atrás en esta política de cara al futuro, lo que siembra toda clase de nubarrones sobre la Eurozona.
En estos mismos días, el presidente del BCE manifestaba su preocupación por que la cotización del euro era excesivamente alta y, además, mostraba una elevada resistencia al descenso. ¿Podría ser de otra forma cuando la primera economía de la Eurozona presenta un superávit de su balanza de pagos por cuenta corriente cercano al 9%? El problema del BCE es que tendría que instrumentar dos políticas monetarias, una para el Norte y otra para el Sur, lo que es radicalmente imposible.
De momento, la economía española ha abandonado el espacio de la recesión y se ha adentrado en tasas positivas del PIB. ¿Pero a qué coste y con qué secuelas? ¿Qué ocurrirá cuando el precio del petróleo se eleve o el BCE cambie de política monetaria y suban los tipos de interés?, ¿qué sucederá si vuelven a presentarse choques asimétricos?, ¿y qué acontecerá si la balanza de pagos comienza a resentirse y retorna de nuevo a cifras negativas? En la actualidad, nuestra capacidad para incrementar el endeudamiento exterior es nula. ¿Deberemos mantener, en consecuencia, una política deflacionista permanentemente? No, la crisis, la verdadera crisis, la que se deriva de la pertenencia a la Unión Monetaria, no se ha superado ni se superará mientras se permanezca en ella.
Republica.com

EEUU: ¡Siguen las provocaciones imperiales contra Venezuela y contra el mundo!.

¡Siguen las provocaciones imperiales contra Venezuela y contra el mundo!.  
CEDIS.  

Recientemente se supo que desde el pasado Lunes 21 comenzaron, en territorio surcoreano, los ejercicios anuales UlchiFreedom Guardián., organizados en esa lejana región del mundo por el gobierno de los Estados Unidos. Ellos fueron previstos para durar 12 días, e incluyen la mayor simulación computarizada del planeta, el despliegue de 50,000 mil militares surcoreanos y 17,000 estadounidenses. Para quienes siguen con atención la alarmante situación internacional, difícilmente podría escapárseles que en el actual contexto, esas maniobras, suenan no sólo como la continuación de una política de constante provocación contra la República Democrática y Popular de Corea –Corea del Norte, como se le conoce popularmente-. Asoman como un nuevo escalón agresivo contra la paz del mundo.
No han pasado muchos días de la visita del Vicepresidente norteamericano Mike Pence, a algunos países del Cono Sur de América. A ellos, y también a los gobiernos de Brasil y el Perú, el Vice Mandatario Yanqui les ha exigido que “rompan” relaciones diplomáticas con el gobierno de Pyong Yang. Esa demanda, ha incluido los nuevos intentos de la Casa Blanca por aislar a Venezuela y preparar las condiciones para una posible intervención militar contra la Revolución Bolivariana.
Pese a que las cancillerías de los países visitados ha rechazado la agresividad extrema del Imperialismo, el Presidente Trump ha dado a conocer recientemente, nuevas sanciones contra la administración de Caracas. Los expertos, las resumen del siguiente modo: Estas sanciones no van contra funcionarios venezolanos, sino contra toda la economía y el sistema financiero del país bolivariano. Y es que prohíben a cualquier persona, empresa, entidad financiera o asociación en EEUU, que acepten negociar de manera directa o indirecta con los nuevos bonos o recursos de financiamiento que sean emitidos por el BCV o PDVSA. Se trata, sin duda de una medida de asfixia a la economía toda de Venezuela, que intentará limitar las capacidades del país de obtener financiamiento o incluso comprar y vender activos.
Estas sanciones no afectan los bonos venezolanos que ya están en el mercado. Pero apuntan al default e impago de Venezuela, aunque el país ha pagado 65 MM$ por sus compromisos en 24 meses. Esto debido a que las sanciones intentarán limitar la capacidad de Venezuela de obtener financiamiento, para cumplir con ello los compromisos que ya están vigentes. De ese modo, las sanciones se dirigen a afectar las vías de financiamiento de PDVSA para desarrollar la Faja del Orinoco, proyecto bandera de aspiración al desarrollo nacional. Así que apuntan al corazón de la economía venezolana al corto y largo plazo.
Es claro que esta nueva acción imperialista, fracasará. Venezuela no está sola. Ya se preparaba para esto, y venía trabajando con China en un proceso de recompra de bonos venezolanos. El jueves, en Wall Street ya se manejaba esa posibilidad y los bonos venezolanos tuvieron su mejor día del año al saltar 6%. Este acuerdo permitiría la compra segura de China de la deuda venezolana, cosa que aseguraría el financiamiento de Venezuela para el corto y mediano plazo. Asegurando estabilidad y evitando mayores afectaciones de las acciones de Trump contra el país. Las medidas de Trump aunque tomen la forma de sanciones económicas, son en realidad acciones políticas. El objetivo es doblegar a Venezuela, por ser un factor clave en el Sistema-mundo no sólo por sus ingentes recursos que la declaran como zona en disputa, también por su posición de importancia política de actor de influencia
Si a esto sumamos la crisis Siria, los fracasos imperialistas en Irak , el caos que vive Libia, las medidas orientadas a prolongar la guerra afgana, los sistemáticos ataques contra el pueblo Palestino y el acoso a la República Saharahui, que llega incluso a nuestro país; percibimos el hecho que el sistema imperial norteamericano y a sus aliados europeos se les ha ampliado actualmente el cúmulo de problemas que tienen relación con la crisis sistémica que no ha terminado aún pero que amenaza con reeditarse. Ellos intentan enfrentarlos cargando a cuestas el pesado anclaje de su pasado y coherentes con el dictado propio de la naturaleza de sus genes, no tienen otra opción que sus ya tradicionales recetas intervencionistas. Objetivamente la policía norteamericana contras el así llamado “terrorismo islámico” no ha dado resultado. Al contrario, este se ha extendido, como lo prueban los recuentes ataques ocurridos en Barcelona y en otras ciudades europeas.
Las recientes sanciones a Corea del Norte, Rusia, Irán y las amenazas a China, ellas no lograrán tampoco los efectos deseados por Washington. No debe olvidarse que terminada la guerra en la península de Corea -1953- la Pyong Yang planteó la firma de un tratado de paz a lo que EEUU se negó. Por lo demás, en 1998, el Pentágono diseñó el proyecto ‘OPLAN 5027-98’ para bombardear este país en colaboración con Corea del Sur y Japón. Y es que Corea del Norte, siempre estuvo en la mira de los estrategas del Pentágono. Las verdaderas razones de esa política residen en sus objetivos estratégico del Imperio. Y Corea lo sabe, y entiende que solo su capacidad de responder a la agresión le permitirá sobrevivir. Ellos no están dispuestos a correr la suerte de Irak y Libia. La locura que se le endilga al gobernante no es más que una forma de ocultar sus verdaderos propósitos. El cinismo y el engaño forma parte del libreto de las élites, mega corporaciones que concentran en sus manos más del 50 por ciento de los activos del mundo. Ellos necesitan la guerra para mantener un estilo de vida que se asienta en el despojo de gran parte de la humanidad.
Debemos destacar el papel de los integrantes del Gobierno Bolivariano, en especial del Presidente Nicolás Maduro y de la ahora Presidenta de la Asamblea Nacional Constituyente Delcy Rodriguez. Ellos han mostrado a los pueblos del mundo ejemplos de valentía y de dignidad al ejercer el derecho del pueblo venezolano a decidir su destino con independencia, y soberanía, respetando los derechos humanos, construyendo una democracia renovada, participativa, protagónica. En Venezuela se ha ampliado y profundizado la participación del pueblo en la vida política del país. El actual gobierno Venezolano ha asumido con coherencia el legado sembrado por el Comandante Hugo Chávez Frías.
En la Patria Grande Latinoamericana, hay que destacar los éxitos del proceso Venezolano. El pasado 30 de julio, y luego de la exitosa elección de la Asamblea Constituyente, cesaron, finalmente, las acciones terroristas impulsadas por los grupos contra revolucionarios internos con el apoyo de los Estados Unidos y se alcanzó un proceso de pacificación del país, signado por la derrota de los planes desestabilizadores de la MUD.
El proceso bolivariano está mostrando al mundo, que las guerras de ‘’cuarta o de quinta generación’’, de ‘’baja intensidad’’ o las ‘’Revoluciones de Colores’’ alimentadas por una gigantesca campaña mediática, de mentiras y falsificaciones sobre la realidad del país hermano, bajo ciertas condiciones y en el nuevo escenario global que se abre, pueden ser derrotados. Pensamos que la importancia del mismo trasciende el espacio de nuestra patria grande y tiene una dimensión mundial. Esta alumbrando los caminos del porvenir de nuestros países y pueblos y constituye un punto de referencia y de estudio obligado de toda persona honesta que se plantea el compromiso de aportar en la construcción de un país y un mundo nuevo.
En el Perú, el gobierno hace agua y la mafia acecha
La prolongada huelga magisterial ha demostrado la absoluta incapacidad de la Clase Dominante apara encarar y resolver los graves problemas sociales que atormentan a las grandes mayorías nacionales. El gobierno fracasó en toda la línea, por su torpeza, soberbia e insensibilidad. Le restó inicialmente importancia al conflicto magisterial que se inició en el Cusco y subestimó la capacidad de lucha de los docentes peruanos, largamente abandonados por el Estado Peruano. Después, se aferró a prejuicios anti comunistas sin fundamento alguno, guiado por la estrechez mental de algunos de sus ministros y, finalmente, se negó a dar la cara para tratar el conflicto con los dirigentes reales de la lucha profesoral. Como consecuencia de tan errático comportamiento, la huelga se ha extendido a todo el país y prolongado en el tiempo, en detrimento de la “estabilidad política” que reclaman las autoridades formales. La Izquierda “oficial” le debe al país una severa autocritica por el sesgo de los acontecimientos.
La responsabilidad principal, en este orden de cosas, le cabe a “patria Roja” y a la dirección nacional del SUTEP, pero se proyecta a otros sectores de la denominada “Izquierda legal, no por lo que está haciendo ahora –que busca reaccionar positivamente ante la crisis- sino por lo que dejó de hacer en los últimos 25 años, en los que buscó unirse no para organizar al pueblo, ni para alentar o conducir sus luchas; sino apenas para participar en jornadas, en procura de “cuotas de Poder” que nunca fue capaz de alcanzar. Mientras las “vanguardias” de nuestro pueblo se unían, o dividían, en disputas episódicas de corte electoral.
La justeza de las demandas de los docentes es sin duda indiscutible. Y su capacidad de lucha aflora hoy como un aliciente para otros segmentos de la vida nacional. La vigorosa acción desplegada en 18 regiones del país, ha sido producto de una caudalosa protesta ciudadana embalsada mucho tiempo. Acciones valerosas han desplegado en todo el territorio nacional maestros y maestras de localidades rurales y urbanas, dedicadas esforzadamente al laborioso trabajo de la educación de la infancia y la juventud. Sobreponiéndose a enormes dificultades económicas, materiales y aun académicas, los docentes peruanos han hecho honor a la gloriosa tradición de lucha del magisterio nacional, a las enseñanzas del Amauta, las lecciones de José Antonio Encinas, la ruta esforzada de Walter Peñaloza y el activo trabajo sindical de Isaías Poma Rondinel, que arrancara al magisterio del cautiverio político en la que lo tuviera sometido el APRA durante algunas décadas.
Las acciones de masas libradas por los maestros, y la movilización de los trabajadores el pasado 24 de agosto bajo las banderas de clase de la CGTP, no han tenido precedentes en lo que va del siglo XXI; y han rememorado más bien episodios heroicos de tiempos mejores, desplegados bajo idénticas banderas de clase en otras épocas.
No obstante, la continuación incierta del conflicto, entraña peligros que deben ser advertidos. Una parte de las demandas magisterial, ha asido satisfecha de manera parcial. Esto, de por si configura una verdadera victoria de los maestros, que han logrado arrancar conquistas que no han sido producto de la generosidad del régimen, ni han caído del cielo; sino el resultado de una batalla dolorosa y difícil, que ha dejado una estela de muerte y daños físicos y sicológicos en muchos docentes. Y asoma en el escenario el peligro de la dispersión y el desbande del movimiento, alentados por el gobierno y por grupos desclasados que aún existen en el magisterio nacional y en la sociedad peruana.
Siempre es preferible que un movimiento victorioso ceda el paso y se repliegue ordenadamente, antes que cunda el desánimo y el temor. El liderazgo de una Vanguardia unida y coherente, exige tensar la cuerda hasta donde realmente sea posible, y buscar acuerdos antes que se agote el movimiento. Por lo demás, la radicalización extrema de una acción de clase puede debilitar la capacidad operativa de los trabajadores e incidir negativamente en la formación de su conciencia de clase; al mismo tiempo, alentar deformaciones y errores que finalmente quiebren una lucha que merece una clara victoria.
Grupos aventureros o ultra izquierdistas, de hecho están interesados en destruir las estructuras independientes de los trabajadores, en tanto que el fujimorismo y el APRA buscan usar en su provecho la crisis política que la acción genera. Su propósito, es neto: promover la vacancia presidencial para adelantar las elecciones nacionales del 2021 e instalar a Keiko Fujimori en la Jefatura del Estado. Lo que no pudieron lograr por vía ordinaria ni el 2011 ni el 2016 , quieren arrancarlo ya, a la mala, en los próximos meses. Esta maniobra que podría conducir al país al despeñadero, debe ser enérgicamente rechazada por la ciudadanía.
La unidad de accion debe profundizar las luchas
En este marco, la unidad de acción de los trabajadores y el pueblo debe perfilarse de un modo claro y definido, cimentarse en un programa elemental y vigorizarse a partir de luchas políticas que eleven la conciencia revolucionaria de las masas.
Hay que luchar en primer lugar contra el régimen de dominación capitalista que impone –a espaldas de los peruanos- el “modelo” Neo Liberal vigente, culpable directo de la crisis que agobia a los peruanos.
Hay que enfrentar la política imperialista que promueve y alienta la guerra en nuestro continente con el propósito de vencer a los pueblos y derrotar el pro cesio emancipador latinoamericano que hoy se afirma en las victorias de Cuba, Venezuela Nicar agua, Bolivia y otros países de nuestro continente.
Hay que luchar por la derogatoria de la írrita Constitución de 1993, heredada de la dictadura asesina y mafiosa del fujimorismo, promoviendo una nueva Carta Magna verdaderamente democrática y popular
Hay que demandar el respeto a los derechos laborales de los trabajadores en todos los niveles, y sus conquistas sociales, producto de la acción vigorosa de todo nuestro pueblo.
Hay que defender la enseñanza pública y combatir la privatización creciente de la educación y los servicios de salud, que han sido convertidos en simples instrumentos de lucro por la clase dominante.
Hay que demandar el respeto pleno a las libertades democráticas, condenar la represión, combatir a la Mafia y a la corrupción enquistada en el alma de los explotadores; denunciar y sancionar ejemplarmente a los beneficiarios de Odebrecht, Lava Jato y otros portadores de la corrupción.
Y hay que dar paso a la acción unida y organizada de los trabajadores en defensa de la Soberanía Nacional y los derechos fundamentales de la población peruana.
Las “alianzas electorales” que fraguan algunos, tiene sustento precario y efímero. En cambio, la lucha abierta y de clases que asoma este año del Sesquicentenario del Manifiesto Comunista y del Centenario de Octubre, diseña un porvenir mejor para los trabajadores de nuestra patria y del mundo. No hay que olvidar, en ese marco, las sabias palabras de Carlos Marx:: “El movimiento proletario, es el movimiento autónomo de una inmensa mayoría, en interés de una mayoría inmensa, El proletariado, la capa más baja y oprimida de la sociedad actual, no puede levantarse, incorporarse, sin hacer saltar, hecho añicos, desde los cimientos hasta el remate todo ese edificio que forma la sociedad oficial”
Este es el sentido esencial que cobra hoy la vigorosa batalla de clase que libra nuestro pueblo. ¡Honor a ella!
Lima, agosto del 2017
Centro de Estudios Democracia, Independencia y Soberanía