En ciertos sectores de la izquierda todavía persiste la idea -tan absurda como conveniente para los poderes establecidos- de que el independentismo y el internacionalismo son incompatibles, por no decir antagónicos. El internacionalismo une a los pueblos, mientras que el independentismo los divide, argumentan algunos, ya sea de forma ingenua o tendenciosa. De forma tan ingenua o tan tendenciosa que olvidan incluso algo tan elemental como que, por definición, el internacionalismo presupone la existencia de diversas naciones -y nacionalismos- capaces de interrelacionarse solidariamente.
Lo que, a su vez, supone entender el nacionalismo no como la exaltación arrogante de determinadas peculiaridades culturales ni como la reivindicación excluyente de privilegios arbitrarios, sino como la pura y simple afirmación de la propia identidad y de la propia soberanía frente a quienes las niegan o las limitan. Y en una época en la que el capitalismo adopta la forma de un imperialismo avasallador que intenta arrebatarles a los pueblos su identidad para poder arrebatarles todo lo demás, la defensa de la soberanía y el derecho de autodeterminación se convierte en un aspecto fundamental de la lucha anticapitalista.
Así lo han entendido la mayoría de los cubanos, para quienes «socialismo o muerte» y «patria o muerte» se han convertido en lemas equivalentes, puesto que tienen muy claro que la defensa de su soberanía nacional y la defensa de su proceso revolucionario son una misma cosa. Así lo ha entendido una buena parte del pueblo vasco, cuya lucha contra la opresión de los estados español y francés se funde y se confunde con la lucha de clases. Y así lo han entendido también diversas organizaciones independentistas catalanas, gallegas, castellanas, aragonesas, andaluzas… Y así empiezan a entenderlo, por fin, algunas formaciones de izquierdas de ámbito estatal.
Sin embargo, el incontenible clamor soberanista que en estos días sacude Catalunya ha provocado el paradójico rechazo de una parte de la izquierda, esa que repite como jaculatorias ciertas consignas marxistas que, sacadas de contexto, dejan de tener sentido o, lo que es peor, se prestan a todo tipo de tergiversaciones. Y una de las más equívocas de esas consignas descontextualizadas (que llevaron al propio Marx a decir «Yo no soy marxista»), invocada recurrentemente por quienes se oponen al independentismo, es «Los obreros no tienen patria».
En el marco del Manifiesto comunista, la frase tiene pleno sentido, pues lo que dicen expresamente Marx y Engels es que el proletariado no puede identificarse con el modelo de nación burgués -basado en la explotación de unas personas por otras y de unos países por otros- y ha de construir su propio modelo solidario; fuera de ese contexto, la frase se ha utilizado a menudo para cuestionar las reivindicaciones identitarias y soberanistas de los pueblos oprimidos, y la izquierda institucional no puede hacerse cómplice de esta manipulación.
Cuando en América Latina y en Oriente Próximo los desheredados del mundo libran una batalla decisiva contra el imperialismo, las privilegiadas izquierdas europeas tienen la insoslayable responsabilidad política e histórica de unirse en un frente común, en una quinta columna que desde el propio interior de los países ricos, desde el corazón de la bestia, contribuya a desbaratar los planes de expolio y exterminio de un capitalismo exasperado que también entre nosotros, y hoy más que nunca en Catalunya, está mostrando su rostro más brutal.
Histórica movilización estudiantil en defensa del referéndum del 1 de Octubre
29/09/2017
Por Insurgente / Kaos en la red / La Haine
Convocad@s por Universitats per la República, alrededor de 100.000 personas, en su mayoría estudiantes, han participado en la gran manifestación que esta mañana ha recorrido el centro de Barcelona, desde la Plaza de la Universitat, abarrotando la Gran Vía de les Corts Catalanes en una animada y combativa marcha en defensa del referéndum del próximo domingo.
Una auténtica marea humana que ha defendido el derecho del pueblo catalán a ejerecer su derecho a votar en el referéndum de autodeterminación de este próximo domingo, por encima de las amenazas y la actitud antidemocrática del estado español.
“Las calles serán siempre nuestras”, o “votaremos” han sido de los lemas más escuchados durante la marcha. También han recriminado a varios periodistas de los mass-media la manipulación de la prensa española.
La marcha ha sido vigilada de cerca por los mossos y desde el aire por un helicóptero de la Policía Nacional.
Los bomberos de Barcelona también se han sumado a la movilización, que ha terminado en la Plaza de Sants. Al desconvocar el acto los convocantes han confirmado que se trata de la manifestación estudiantil más grande de la historia de Catalunya.
En definitiva, una impresionante demostración de fuerza del movimiento estudiantil catalán, a unas pocas jornadas del 1-O. Otra demostración más de que nada podrá parar a un pueblo decidido a participar en el referéndum.
En la OMC y el G 20 se verifican las nuevas tensiones entre potencias. EEUU intenta recuperar primacía económica utilizando su poder geopolítico-militar
Restaura el unilateralismo comercial para hacer valer la competitividad de sus servicios, pero no logra concertar alianzas internacionales. Trump afianza el belicismo eludiendo el uso de los marines. Potencia las tensiones en la esfera internacional afrontando una aguda crisis interna.
EEUU utiliza a Latinoamérica para su recomposición económica. Pretende desplazar a China, someter a México y apropiarse de los negocios de Brasil. La nueva agresión imperial tiene efectos devastadores. Transita más por presiones indirectas que por las intervenciones explícitas.
Cuenta con el sostén de tres modalidades de restauración conservadora, que complementan la subordinación a Trump con acuerdos de libre-comercio favorables a Europa. Las plutocracias no se asientan en el sufragio y priorizan el acoso de Venezuela. Renace la batalla que sepultó al ALCA.
A pocos días del referéndum de autodeterminación del 1 de octubre, desde Endavant OSAN queremos hacer una serie de reflexiones sobre la situación política actual
A pocos días del referéndum de autodeterminación del 1 de octubre, desde Endavant OSAN queremos hacer una serie de reflexiones sobre la situación política actual.
El estado de las autonomías es un estado irreformable
1. La respuesta del estado a la convocatoria del referéndum de autodeterminación en el Principado para el 1 de octubre ha evidenciado el carácter represivo, autoritario y contrario a los derechos de los pueblos de este estado. La capacidad de poner en marcha una operación represiva de esta magnitud es fruto del poso franquista en una parte de la sociedad, pero también de años de propaganda y disciplinación de la población a través del discurso nacionalista español -basado en la retórica antiterrorista . Esta operación represiva es también un ensayo de cara a normalizar un mayor grado de control político y social. Si el estado gana, eso que ahora son medidas excepcionales -prohibición de propaganda política, persecución a cargos electos, restricciones a internet- pasarán a formar parte del paisaje cotidiano.
2. El estado español es un estado irreformable. El nacionalismo español es quien articula este estado. Un nacionalismo al servicio de las oligarquías y del capitalismo patriarcal que para sobrevivir necesita aniquilar las identidades nacionales diferentes a la española y situar en el campo del enemigo de la patria cualquier movimiento político y social que cuestione aunque sea parcialmente el carácter indiscutible de la unidad de España o los pilares de la dominación capitalista y patriarcal. La única forma efectiva para combatir y derrotar este nacionalismo es con el ejercicio de la soberanía y la conquista de la independencia por parte de los pueblos subyugados a este estado.
3. La intervención de la autonomía, que comenzó con el FLA, y ha acabado de materializar con la intervención de las finanzas y otras competencias de la Generalitat, es una demostración de que las autonomías y el autonomismo no pueden garantizar ni las libertades nacionales de los Países Catalanes ni una vida digna para las clases populares. Que las autonomías son entes vacíos de soberanía lo ha demostrado la intervención del Fondo de Liquididad Autonómico en los Países Catalanes por parte del estado español, la recentralización de competencias y la aplicación de los dictados austericidas de la UE. En este sentido las autonomías se han convertido oficinas de gestión de la miseria, de privatización de los servicios públicos, de drenaje de recursos públicos para engordar beneficios privados, y de intensificación de la doble explotación que sufrimos las mujeres. Además, como hemos visto esta misma semana, el estado, sólo con el poder ejecutivo, ha podido anular la escasa autonomía de la Generalitat de Cataluña. Aquellos sectores que en Cataluña, el País Valenciano y las Islas proponen un mayor grado de autonomía o una mejor financiación autonómica como herramienta que garantice la libertad nacional y una vida digna para las clases populares, están apostando por un callejón sin salida y sin garantías. Sólo la apuesta por la autodeterminación abre un camino para garantizar las libertades nacionales de los Países Catalanes y para invertir las relaciones de dominación y explotación que nos llevan a un presente de precariedad.
4. No podemos caer en la ingenuidad de pensar que lo que pase en Cataluña no afectará a Valencia y las Islas Baleares. La ofensiva que el estado prepara para atacar las bases de lo que considera las causas del proceso independentista (escuela en lengua propia, medios de comunicación en lengua propia, competencias autonómicas, etc.) se dirigirá aún con más fuerza contra el resto de territorios. El estado siempre ha tenido más clara nuestra unidad que nuestro propio pueblo. Por ello es urgente pasar a la ofensiva, no comprar los marcos discursivos del progresismo españolista y extender también la perspectiva de la autodeterminación en todo el territorio de los Países Catalanes. Asimismo, el proceso de independencia de Cataluña abre las puertas a un crecimiento de la conciencia nacional en Cataluña Norte, que no puede ser vendido ni sacrificado en nombre de la geopolítica y de las relaciones con el estado francés.
Sin desobediencia no hay independencia
5. Todo lo que ha pasado en el último mes demuestra que la desobediencia es imprescindible para poder ganar la independencia y romper con el estado español. No hay vía legal a la independencia, sólo vía legítima. Y por lo tanto, en la lucha por hacer y ganar el referéndum es imprescindible extender la desobediencia al máximo posible de ámbitos. Para extender la desobediencia es imprescindible la construcción de un poder popular y de una institucionalidad alternativa.
6. El 1 de octubre es un referéndum de autodeterminación y si gana el sí se ha de proclamar la independencia de Cataluña. Hay que estar alerta contra los intentos de reconducir las energías de la calle hacia una simple movilización contra el gobierno del PP. Hay que denunciar la hipocresía política de «la izquierda de orden» que ante la incapacidad de aceptar un proceso verdadero de autodeterminación y el vértigo a una protesta popular no controlable, pretende actuar de apagafuegos del estado. El único mandato existente en la actualidad es el de dar la voz al pueblo para ejercer el derecho de autodeterminación.
7. Nadie tiene ningún mandato para negociar en nombre del pueblo ninguna salida alternativa que no sea el ejercicio del derecho de autodeterminación. Somos conscientes de que tanto si el referéndum fracasa como si se convierte revuelta abierta, el día 2 de octubre las élites de este país intentarán activar una salida negociada. Habrá que oponernos frontalmente a cualquier operación de este tipo.
Garantizamos el referéndum
8. Para ganar este embate es imprescindible la movilización generalizada. Defendemos la apuesta por una resistencia no violenta y trabajar codo con codo con todos los que quieran defender el referéndum. Y hacerlo a través de la inteligencia colectiva. Esto, sin embargo, está lejos de movilizaciones teledirigidas y destinadas a desviar y rebajar la tensión. El estado ha enviado miles de policías armados al Principado, y la única forma de detenerlos es mediante un desbordamiento de masas que anule tanto su capacidad de asustar como su capacidad de hacer daño.
9. El papel de los Mossos no puede ser excusa para rehuir la movilización. La situación actual no permite ambigüedades: o se desobedecen las órdenes represivas del aparato judicial y ejecutivo español, o se participa en la estrategia represiva del estado. Esta es una disyuntiva que están afrontando diversos sectores de población con un alineamiento masivo a favor de la desobediencia, y no hay ningún motivo, al contrario, para hacer una excepción con este cuerpo policial.
10. Como dicen las compañeras de Arran, la organización es la clave de la victoria. Por ello es importantísimo que todo el que quiera luchar se organice en su comité local de defensa del referéndum. Asimismo, pensamos que es vital la autoorganización de los diferentes sectores de la clase trabajadora para usar sus herramientas y su fuerza colectiva para detener la acción represiva de las fuerzas de ocupación. En este sentido, las llamadas de bomberos y campesinado a defender físicamente el referéndum con cordones de seguridad y tractores son un magnífico ejemplo.
11. Hay que apostar y trabajar por una huelga general indefinida como una de las pocas herramientas que nos permitirá derrotar el estado. Es por ello que apoyamos la propuesta de convocatoria de una huelga general. Esta huelga, sin embargo, no debe ser ninguna herramienta para justificar de forma honrosa una renuncia al referéndum, sino una herramienta para hacer valer el derecho de autodeterminación.
Nada termina el 1 de octubre
12. El objetivo de la izquierda independentista es una República independiente de los Países Catalanes y la construcción de una sociedad socialista y feminista. Por lo tanto, el 1 de octubre no es el final de nada, sino un hito más camino de nuestros objetivos. Por eso, sea cual sea el resultado de este embate, habrá que continuar construyendo Unidad Popular. La fuerza y las lecciones acumuladas este otoño deberán servir para continuar la lucha por la libertad completa del pueblo trabajador de los Países Catalanes.
La ONU ha emitido un comunicado a través de su Oficina de Derechos Humanos en el que reclama al Gobierno que garantice que "las medidas adoptadas antes del referéndum catalán del 1 de octubre no interfieran con los derechos fundamentales a la libertad de expresión, reunión y asociación y participación pública".
El escrito se basa en un informe de dos expertos de Naciones Unidas: David Kaye, relator especial sobre la promoción del derecho a la libertad de opinión y expresión, y Alfred de Zayas, experto independiente sobre la promoción de un orden internacional democrático y equitativo.
"Independientemente de la legalidad del referéndum, las autoridades españolas tienen la responsabilidad de respetar los derechos que son esenciales para las sociedades democráticas", afirman en el escrito fechado este jueves.
La ONU relata cómo desde que el Constitucional declaró ilegal el referéndum "cientos de miles de catalanes han salido a la calle para protestar, las tensiones han aumentado, con las autoridades registrando imprentas y confiscando material electoral". También hace alusión al bloqueo y cierre de webs relacionadas con el 1-O y a la detención de cargos del Govern, "al tiempo que los dirigentes de las protestas masivas han sido acusados de sedición, un crimen que conlleva una pena máxima de 15 años de prisión".
“Las medidas que estamos presenciando son preocupantes porque parecen violar derechos individuales fundamentales, limitando el flujo de información pública y la posibilidad de un debate abierto en un momento crítico para la democracia española”, señalan los expertos de Naciones Unidas.
Kaye y Zayas muestran, asimismo, su preocupación por el gran despliegue policial en Catalunya, cifrado ya en cerca de 10.000 agentes, y por la "orden del Gobierno de actuar en caso de que se celebrara el referéndum ilegal". “Nos preocupa que esta orden y la retórica que la acompaña puedan aumentar las tensiones y el malestar social”, señalan. "Instamos a todas las partes a ejercer la mayor moderación y a evitar actos violentos de cualquier tipo en el contexto de las protestas pacíficas que se den en los próximos días", finalizan.
Catedrático de Ciencias Políticas y Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra
El coste de la desmemoria histórica
La escasa recuperación de la Memoria Histórica en los círculos políticos, mediáticos e incluso académicos españoles explica que no se haya corregido la tergiversada historia de este país, tergiversación que continúa dominando el relato del pasado y del presente. No hay plena conciencia ni hay pleno reconocimiento, por ejemplo, de que la Guerra Civil fue un golpe militar contra un sistema democrático gobernado por unas fuerzas políticas promotoras de reformas urgentes y necesarias que estaban afectando los intereses de las clases privilegiadas y dominantes que, siendo una minoría de la población, necesitaron de una enorme y cruel represión frente a la mayoría de la población, que eran las clases populares. De no ser por la enorme resistencia popular en la mayor parte de los territorios españoles, aquel golpe militar se hubiera impuesto en cuestión de dos o tres meses. Pero a pesar de la ayuda de las tropas nazis alemanas y fascistas italianas, y de la escasa ayuda militar que el gobierno republicano recibió de los supuestamente democráticos gobiernos occidentales (temerosos estos de que las reformas altamente populares del Frente Popular contaminaran a sus propias clases populares), no pudieron conseguir someter a la mayoría de la población hasta tres años más tarde, estableciendo uno de los regímenes más represivos, crueles y terroristas (es decir, que el terror era una política del Estado) que hayan existido en Europa durante el siglo XX. Nunca hay que olvidar que por cada asesinato que cometió Mussolini, el régimen de Franco cometió diez mil.
La Guerra Civil fue una lucha de clases. Pero también fue una lucha de dos visiones de lo que es España
No hay duda de que la Guerra Civil fue una lucha de clases, de las oligarquías y de las burguesías en contra de la clase trabajadora de los distintos pueblos y naciones de España. Los vencedores de aquella lucha de clases establecieron el Estado dictatorial, y, cuarenta años más tarde, fueron las fuerzas dominantes en la transición de la dictadura a la democracia, definida erróneamente como modélica. Y digo erróneamente porque el desequilibrio de fuerzas en aquel proceso fue tan grande a favor de los vencedores de la Guerra Civil y en contra de los vencidos (las izquierdas que lideraban las fuerzas democráticas) que era imposible que el resultado de aquella transición fuera modélico. Su producto, la democracia española, era y continúa siendo enormemente limitada y el Estado del Bienestar fue y continúa siendo muy insuficiente. Los datos que avalan tal observación están ahí para el que quiera verlos. Los muestro en mis libros (ver Bienestar insuficiente, democracia incompleta. De lo que no se habla en nuestro país.Anagrama, 2002; y El subdesarrollo social de España: causas y consecuencias.Anagrama, 2006).
Ahora bien, hay otra parte de la desmemoria histórica que está incluso más ocultada. Es poco conocido hoy en España que además de la lucha de clases que apareció en la mayoría de los pueblos y naciones de España, hubo otra lucha que se sintió con especial énfasis en las naciones “periféricas”, como Catalunya y el País Vasco (y también en Galicia). La represión en contra de la cultura e identidad nacional en Catalunya fue una característica de aquel golpe militar y del régimen que estableció. Puedo dar constancia de ello, como catalán que soy. No soy muy dado a referirme a experiencias personales, pero me permito hacer una excepción en este artículo en mi intento de explicar una dimensión poco conocida del pasado de nuestro país a mis amigos al sur del Ebro, a quien está dirigido predominantemente este artículo. Cuando yo era un niño, alrededor de los 10-11 años, un gris (la policía franquista) en Barcelona se molestó por dirigirme a él, en la calle, en catalán –mi lengua materna- diciéndome “no hables como un perro, habla como un cristiano”. Recuerdo bien la frase, a la que respondí escupiéndole en la cara. Además de la paliza y el bofetón que me dio, me llevó al cuartelillo de la policía, desde donde llamaron a mis padres, maestros republicanos que fueron brutalmente represaliados por su apoyo a las reformas educativas de la República y a la Generalitat de Catalunya (ver Una breve historia personal de nuestro país. biografía de Vicenç Navarro, en www.vnavarro.org). Mi padre me acarició la cabeza, y hablando para sí mismo dijo “Tan jove, ja” (tan joven, ya), y mi madre, delante de los grises, me dio uno de los besos más grandes y más políticos que una madre haya dado a su hijo en Catalunya, mostrando lo enormemente orgullosa que estaba de mí.
En muchas partes de España parece no conocerse que siempre ha habido en Catalunya un sentimiento de identidad que no tiene por qué ser excluyente o insolidario. Es cierto que este sentimiento puede lamentablemente traducirse en un nacionalismo excluyente. Así pasó con Jordi Pujol, el mayor punto de referencia político del nacionalismo catalanista conservador, cuando escribía que los “inmigrantes” murcianos y andaluces que venía a trabajar a Catalunya (a los que la burguesía catalana y los nacionalistas pujolianos llamaban “charnegos”) tenían una capacidad intelectual inferior a la de los catalanes. Ahora bien, siempre hubo otro sentimiento identitario solidario característico de las izquierdas catalanas, opuesto al anterior. En el mismo periodo que Jordi Pujol promovía aquel nacionalismo, yo escogí ser médico de los “charnegos” en el barrio más pobre de Barcelona, el Somorrostro. La resistencia antifascista que se había infiltrado en el sindicato fascista, el SEU, fundó el SUT (el Servicio Universitario del Trabajo), que había establecido el único centro sanitario en aquel barrio y cuyos habitantes representaban la clase trabajadora venida de otras parte de España que estaba construyendo el país y luchando, muchos de ellos, en la resistencia antifascista. Las izquierdas catalanas siempre vimos que la lucha social y la lucha por la recuperación de la identidad catalana estaban unidas, pues la causa de su opresión era la misma: el Estado fascista. Y esta diversidad de identidades regionales y nacionales era la riqueza del país. Nuestro deseo era que tal diversidad quedara reflejada en la configuración del Estado cuando se estableciera la democracia.
La España plurinacional fue siempre la visión preferente dentro de las izquierdas catalanas y españolas
La tergiversada historia de España, heredada de la dictadura, ha ocultado que siempre ha habido dos versiones de España. Una, la uninacional, de las derechas españolas, cuya máxima expresión se dio durante el fascismo. Esta visión de España es la visión de los vencedores de la Guerra Civil. Pero la de los vencidos era la visión plurinacional y pluri-identitaria, característica de las izquierdas. No se conoce en España que tanto el PSOE como el PCE, durante la resistencia antifascista, tenían en su programa el reconocimiento de dicha plurinacionalidad, garantizada por el derecho de decisión o autodeterminación, que aseguraba que la deseada unión de España estuviera basada en la voluntad de las distintas regiones y naciones de España, en lugar de estar unidas por la fuerza, tal como exige la actual Constitución Española, que asigna nada menos que al Ejercito la función de asegurar tal unión (cláusula impuesta por el Monarca y el Ejército en el redactado de la Constitución). En esta última versión, la uninacional, se consideraba a la visión plurinacional como la anti-España, siendo brutalmente reprimida por el régimen dictatorial, y todavía ocultada o discriminada durante el régimen del 78 iniciado en la inmodélica transición, como resultado de la pervivencia de la cultura franquista, todavía muy extendida en los aparatos del Estado español, incluyendo su judicatura y sus órganos de seguridad.
La represión fascista contra los que la dictadura definió como rojos y separatistas
La mayor represión fruto del golpe militar fascista y del régimen que le siguió fue dirigida a los que fueron definidos como rojos y separatistas, categorías que incluían en Catalunya a aquellas personas que habían luchado por una España justa, libre y democrática (a las que definían como rojos), y a aquellas personas que luchaban por una España plurinacional (a las que definían como separatistas). Y lo peor de esta represión era que a uno se le definiera como rojo y separatista, como lo fue gran parte de mi familia, incluyendo mi padre, al que se le supuso separatista por haber sido secretario de la Asociación en Defensa de la República Catalana en la Federación Española. Mi padre era federalista, no secesionista. Y amaba profundamente a España y a Catalunya. Era valenciano de origen y maestro ilusionado, junto con mi madre, también maestra ilusionada, con las reformas docentes realizadas por la Generalitat de Catalunya y por la II República. Que los considerasen a ellos, mis padres (y mis tíos y tías que tuvieron que dejar España y más tarde luchar contra el nazismo en la Francia ocupada) como anti-España, es absurdo y ofensivo en extremo, pues lucharon y dieron lo mejor de su vida por otra España diferente a la España monárquica borbónica, centrada en la capital del Reino, Madrid (que no tenía nada que ver con el Madrid popular), radial, jerárquica, corrupta e injusta. Su España era republicana, democrática, justa y plurinacional. Pero para los “nacionales” (así se definían a sí mismas las fuerzas fascistas), los que apoyaban la otra visión de España eran antiespañoles. Para ellos, separatistas eran todos aquellos que no compartían su visión uninacional. El president Companys (al que los fascistas fusilaron), que había sido director de una revista titulada Nueva España, y que fue Ministro del gobierno español republicano, era un federalista, no un secesionista. Y sorprenderá también a muchos lectores saber que los mártires y héroes cuya vida y muerte se homenajea el día nacional de Catalunya, el 11 de septiembre, por defender los derechos de Catalunya frente a Felipe V, de la realeza borbónica, también luchaban por el bien de España, dato que las derechas nacionalistas españolistas y los independentistas siempre ocultan en su historia tergiversada de España. Cito textualmente las palabras del General Villarroel, que dirigió a los luchadores que se enfrentaron a las fuerzas borbónicas que los derrotaron, eliminando los derechos de la nación catalana: “Señores, hijos y hermanos: hoy es el día en que se han de acordar del valor y gloriosas acciones que en todos tiempos ha ejecutado nuestra nación. No diga la malicia o la envidia que no somos dignos de ser catalanes e hijos legítimos de nuestros mayores. ¡Por nosotros y POR LA NACIÓN ESPAÑOLA PELEAMOS! Hoy es el día de morir o vencer” (el original no está en mayúsculas, las añado para que se pueda leer bien). Queda claro que los héroes masacrados por las tropas borbónicas luchaban por otra visión de España, claramente plurinacional, cuya memoria es recordada el 11 de septiembre, la Fiesta Nacional de Catalunya. El Día Nacional en la primera versión de España –la uninacional borbónica- es el día de la Raza (tal como se llamaba) en el que se celebra la victoria y conquista de un nuevo continente. En Catalunya, sin embargo, el Día Nacional es un homenaje a los derrotados defendiendo otra visión de Catalunya y de España.
El renacer del plurinacionalismo
Esta visión plurinacional ha continuado viva en las izquierdas catalanas durante la época democrática. Fue precisamente un gobierno de izquierdas -el gobierno tripartito del socialista Pasqual Maragall- el que preparó el Estatut de Catalunya que fue vetado, después de ser aprobado por el Parlament de Catalunya, por las Cortes Españolas y refrendado por la población en Catalunya, por el Tribunal Constitucional (TC), controlado por el PP. Tal veto (de partes esenciales de aquel Estatut, como considerar a Catalunya como una nación) y la pasividad del PSOE han creado la situación actual. La derecha española en general, y el PP en particular, han sido una fábrica de independentistas. El nacionalismo españolista y su versión y expresión uninacional son la mayor causa del crecimiento del independentismo.
Dicho esto, me niego a creer que el gobierno Rajoy esté aplicando claras políticas represivas que están incrementando el independentismo como resultado de su incompetencia, como algunas voces de izquierdas están indicando. El Sr. Rajoy encaja perfectamente en el molde extremista del nacionalismo uninacional heredado del franquismo. Cree, como también creen muchas personas de derechas, e incluso de izquierdas, que los partidos independentistas son los responsables de haber creado este enorme movimiento en Catalunya, sin querer darse cuenta de que la realidad es precisamente lo contrario. Ha sido el hecho de ver desoídas las justas demandas de redefinición de España lo que ha convertido el deseo de reconocimiento en un deseo de separación. Y el hecho de que la visión uninacional sea todavía la dominante en España, en parte debido a la renuncia por parte de las izquierdas tradicionales de su visión plurinacional, explica el comportamiento electoralista de Rajoy, totalmente comprensible desde el punto de vista electoral, pues lo beneficia a nivel de votos.
La demanda por un referéndum
En Catalunya, según las encuestas, la mayoría favorece una consulta o un referéndum sobre si Catalunya debería separarse o no de España. Tal apoyo va (según la encuesta) de un 70 a un 80%. Sin embargo, la mayoría no es favorable a la independencia. La prohibición del “referéndum” por parte del Estado y del gobierno Rajoy, consecuente con su historia de falta de sensibilidad hacia las peticiones provenientes de Catalunya, ha generado una gran protesta, claramente instrumentalizada por los partidos independentistas que gobiernan Catalunya, que han utilizado a su vez métodos sectarios y antidemocráticos en su instrumentalización del referéndum, el cual se ha transformado más en un plebiscito de apoyo a la independencia que en un auténtico proceso de debate democrático sobre los méritos o deméritos de tal opción, libremente expresados en los medios públicos de la Generalitat. En realidad, tales medios han sido meros instrumentos independentistas.
Esto ha dado pie a desarrollar una enorme represión contra las instituciones de la Generalitat de Catalunya que está siendo llevada a cabo por los aparatos del Estado uninacional (el judicial y el policial) bajo el gobierno Rajoy, represión que están afectando los derechos políticos y civiles de toda la población mediante medidas que, como han indicado varios juristas y constitucionalistas de conocido prestigio (como el Sr. José Antonio Martín Pallín, fiscal y magistrado emérito del Tribunal Supremo, el Sr. Baltasar Garzón o el profesor Javier Pérez Royo), son ilegales.
Crítica a algunas respuestas de sectores de izquierdas
Ante esta situación es sorprendente el silencio de la intelectualidad española. Me parece bien que unas personas de izquierdas publicaran en El País (hoy uno de los diarios más hostiles a la transformación social y nacional de España) una carta indicando que el referéndum no es un referéndum. Debo ser una de las personas en Catalunya que ha sido más crítica con Junts Pel Sí y su mal llamado referéndum. Ahora bien, me parece muy mal que no critiquen la continua y agresiva intervención del Estado, tanto por parte del gobierno como por parte de los aparatos del Estado, dirigidos por un coronel de la Guardia Civil, procedente de una familia de Fuerza Nueva y hermano de un ex miembro del TC, hecho ampliamente conocido en Catalunya. El sistema judicial y constitucional español dista mucho de ser el sistema democrático que el país tendría si hubiera habido una ruptura con el Estado anterior. Y lo mismo ocurre con las fuerzas de seguridad. Es preocupante que miembros de la Guardia Civil saludaran a miembros de la ultraderecha que los vitoreaban cuando estaban reprimiendo manifestaciones totalmente pacíficas y no violentas. Hemos visto estos días la llegada a Barcelona de grupos civiles fascistas que están intentando agredir a la población, que se está manifestando pacíficamente. Estos mismos grupos fascistas rodearon el centro de Zaragoza, donde fuerzas democráticas estaban reunidas para realizar un acto político que pudiera contribuir a resolver uno de los mayores problemas que hoy existen en España. No ha habido ninguna detención de miembros de dichos grupos. Y los políticos que acudieron al acto tuvieron que encerrarse en el lugar donde éste se realizaba.
La llamada a la movilización democrática
Cualquier persona democrática, sea o no catalana, consciente de la historia real y no tergiversada del país, necesita movilizarse y decir NO a esta ocupación de Catalunya por los aparatos del Estado central, dirigidos por un gobierno corrupto que utiliza el Estado y sus aparatos de represión para fines partidistas y personales. Escribir ahora diciendo que el referéndum propuesto por la Generalitat de Catalunya no es legal me parece insuficiente. Lo que estamos viendo hoy es la movilización de las fuerzas herederas del fascismo, los súper patriotas de siempre, que están, como también hicieron en el 36, recurriendo a una represión que (por desgracia y como resultado de la insuficiente recuperación de la memoria histórica está contando con la simpatía de amplios sectores de la población española), reforzando así su dominio sobre España y su Estado. La victoria de Rajoy en su enfrentamiento con la Generalitat de Catalunya (conseguida, una vez más, con la pasividad del PSOE) debilitará enormemente a las fuerzas democráticas en España. De ahí la importancia de las fuerzas españolas que se reunieron en Zaragoza representando esa otra España, la plurinacional, sin la cual será también imposible resolver el gran problema social creado a su vez por el mismo Estado uninacional (también con la pasividad del PSOE). La democracia en España está en peligro y el máximo responsable de ello es la persistencia de la cultura franquista en el Estado español.
El movimiento democrático iniciado en Catalunya que debería extenderse al resto de España
La represión ha movilizado a la mayoría de las asociaciones progresistas de la sociedad civil, desde los sindicatos mayoritarios CCOO y UGT, hasta los movimientos vecinales, asociaciones de pequeños empresarios, clubs de fútbol, etc. que se están organizando para oponerse a tanta represión. La gran mayoría de dichas asociaciones no son independentistas, pero se sienten ofendidas por la brutal represión que está hoy teniendo lugar en Catalunya. Y un elemento muy importante es que se ha diluido el protagonismo que los partidos independentistas y los movimientos afines como la ANC y OMNIUM CULTURAL han tenido hasta ahora, dirigiendo las movilizaciones. Los sindicatos son las asociaciones civiles más grandes de Catalunya, y junto con la clase trabajadora, que no es independentista y no se movilizó en las campañas independentistas, se están ahora movilizando para defender las instituciones catalanas y la democracia. Es significativo que los trabajadores del puerto no estén abasteciendo a los barcos que han utilizado las tropas enviadas a Catalunya para ocuparla. El movimiento pro-independentista grande, pero no mayoritario, se está ampliando en un movimiento más grande a favor de la democracia, de las instituciones catalanas y de la plurinacionalidad de España. Hoy, significativamente reunidos en el Museo de Historia de Catalunya, han aprobado un manifiesto en el que se convoca a la sociedad civil catalana a defender la democracia en Catalunya, violada ahora por el intervencionismo judicial y político del Estado español. Por el bien de Catalunya y de España es importante que se haga esta movilización de todas las fuerzas democráticas en contra de las políticas antidemocráticas y represoras que están siguiendo los herederos de la dictadura que oprimió tanto a las clases populares de los distintos pueblos y naciones de España.
Cuando sonaron en los acuartelamientos de Madrid, Barcelona y Burgos descargas de fusilería que segaron la vida de cinco jóvenes antifranquistas: Xosé Humberto Baena, José Luis Sanchez-Bravo y Ramón García Sanz militantes del Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP); Juan Paredes Manot (Txiqui) y Angel Otaegui Etxeberria miembros de Euzkadi Ta Askatasuna (ETA).Detenidos, “desaparecidos” durante varios días en las comisarías de policía donde se les torturó salvajemente, acusados ante tribunales militares sin pruebas consistentes, sin defensa jurídica pues en muchos casos sus abogados (los civiles, y los militares de recambio, fueron expulsados de la sala), tras varios juicios sumarísimos en los meses de verano y otoño de 1975, fueron condenados a muerte. “Jamás el abajo firmante, desde que sigue los procesos políticos en España, ha tenido una impresión tan clara de asistir a un tal simulacro de proceso, en definitiva a una siniestra farsa, si pensamos un momento en el porvenir que les aguarda a los acusados” [1] manifestó el abogado suizo Chrstian Grobetpresente en los juicios condenatorios. Franco tenía en su mano, en aquel otoño de 1975, la vida de un total de once jóvenes luchadores por la libertad y la democracia: “magnánimamente” perdonó la vida a seis; los otros cinco fueron fusilados La ola de represión que se desencadenó en los estertores del dictador con los juicios de Burgos de 1970 (varias condenas de muerte finalmente conmutadas), el asesinato de Puig Antich militante del Movimiento Ibérico de Liberación (MIL), continuó con nuevas detenciones y nuevos juicios sumarísimos. Millones de personas se movilizaron en todo el mundo para salvar la vida de aquellos jóvenes: petición de expulsión de la España franquista de la ONU por el presidente de México Luis Echeverría, asalto a la embajada española en Lisboa, solicitud de clemencia del Papa, retirada de los embajadores de 14 países europeos, manifestaciones multitudinarias en las principales ciudades europeas encabezadas por dirigentes políticos y sindicales, etc… Franco murió matando (su muerte se produjo apenas dos meses después de las ejecuciones de septiembre) de la misma manera que había comenzado su régimen, constante que mantendría a lo largo de los 40 años de su dictadura. Cuarenta y dos años después de estos asesinatos queremos seguir honrando el recuerdo de estos jóvenes antifranquistas, que se inserta en la recuperación que miles de ciudadanos españoles hacen de la memoria histórica de los represaliados por el régimen franquista. Hoy más que nunca están vivos los ideales por los que ellos lucharon y murieron: un régimen popular republicano que diese a los pueblos de España el derecho a la autodeterminación. Nota: [1] Declaraciones d el 12 de septiembre de ese año del abogado suizo Chistian Grobet, que había asistido como observador judicial al consejo de guerra de Txiki en nombre de laFederación Internacional de Derechos del Hombre y de la Liga Suiza de Derechos del Hombre. De igual manera se manifestaron otros juristas internacionales que asistieron a los juicios del resto de condenados.
Otra carga policial en Murcia contra los vecinos que piden soterrar las vías para impedir un muro a centímetros de sus casas
27/09/2017
La Plataforma Pro-Soterramiento ha denunciado públicamente una nueva “carga” de la Policía Nacional para desalojar a los vecinos que estaban concentrados este martes en las vías del tren a su paso por Barriomar. El suceso se ha saldado sin heridos pero con varios vecinos identificados por los agentes.
Así lo ha denunciado el portavoz de la Plataforma, Joaquín Contreras, quien ha señalado que cerca de un millar de vecinos se había concentrado este martes a las 20.00 horas en el paso a nivel de Santiago el Mayor por decimocuarto día consecutivo de protestas y, a continuación, han decidido desplazarse hacia Barriomar.
Sobre las 23.00 horas, varios vecinos han accedido a las vías del tren por diferentes pasos en los que la valla de acceso estaba corroída. En ese momento, la Policía Nacional ha intervenido para desalojarlos y se han producido escenas de “tensión, forcejeos y empujones”, según Contreras, quien ha señalado que algunos de los agentes han procedido “correctamente” y otros “sin contemplaciones”.
“La gente está cansada con lo del muro y se siente engañada”, ha manifestado el portavoz, quien recuerda que muchos de los vecinos que ahora se echan a la calle no participaban en las concentraciones que la Plataforma celebraba tradicionalmente todos los martes porque “se habían creído lo del soterramiento y estaban contentos y felices”.
Ahora, los vecinos “visualizan el muro que han comenzado a construir y el trastorno que va a producir en sus vidas y en su movilidad”, según Contreras, quien lamenta que las viviendas ya han empezado a perder valor y los barrios afectados van a quedar “degradados, convertidos en verdaderos guetos”.
Además, ha recordado que inicialmente se preveía que las obras del soterramiento se alargaran durante seis meses y, posteriormente, ese periodo se ha ido elevando progresivamente a un año, dos años y, recientemente, a 36 meses. “La gente ve que va a estar tres años encerrada por un soterramiento que, además, piensa que no se va a ejecutar”.
Por todo ello, el portavoz de la Plataforma reconoce que entre los vecinos hay “mucha frustración” y apunta directamente como responsable a la “soberbia, orgullo y prepotencia” de la clase política, a la que pide una rectificación. “Alguien les ha dicho que si se hacen una foto con el AVE en el Carmen barrerán en las siguientes elecciones”, critica.
murciaconfidencial@gmail.com / "La verdad se corrompe tanto con la mentira como con el silencio" (Cicerón) "Toda verdad pasa por tres fases: primero, es ridiculizada. Segundo, se le oponen violentamente. Y tercero, es aceptada como auto-evidente." (Schopenhauer) * Newsletter de opinión e influencia fundado en 1984 por Francisco Poveda, periodista.
LUNES, 25 DE SEPTIEMBRE DE 2017
Ave César / Adrián Ángel Viudes *
No tengo acreditado si el acrónimo AVE, con que se nomina al tan deseado tren de alta velocidad, que tantos quebraderos de cabeza nos está dando, se debe o no a un guiño histórico recordando la salutación con que los romanos se dirigían al Emperador “AVE CESAR”, que más o menos quería decir: “Que tal te encuentras”.
Mis conocimientos de acrónimos, referidos al tren, quedaron en “TALGO”: “Tren articulado ligero Goicoechea Oriol”, vascos estos últimos, padres de los vagones que, antaño, hicieron las “delicias de los viajeros cuando tenían que cabalgar a lomos de los veloces caballos de acero.
Lo cierto y verdad es que nuestra querida Murcia se quedó descolgada de la electrificación, y por tanto de la alta velocidad. y así, con máquinas de vapor, y luego diesel, teniendo que atravesar Camarillas a paso de tortuga, hemos tenido que soportar decenas de años un tren decimonónico.
Nunca se ha sabido, o quizás no se ha querido, reclamar lo que nos corresponde, así nos va; y en este lamento incluyo a todo tipo de mandamases, socialistas y peperos. Pero aunque cada palo tenga que aguantar su vela, es a los gobernantes del PP, mas que nada por el tiempo que llevan en el machito, a los que les corresponde más parte de culpa.
El AVE, o cualquiera otro tren de alta velocidad, debería llegar a Murcia directamente desde Albacete. No habría más que electrificar unos cuantos kilómetros de vía y arreglar Camarillas. Lo de arreglar Camarillas nunca entró en los planes del Ministerio de Fomento.
La tacañería de los ministros del ramo ha llegado a tal punto que hasta que no se ha ordenado a la Autoridad Portuaria de Cartagena que financie la obra, cosa que no le corresponde en absoluto, gastando un dinero, más de cuarenta millones de euros, que va en detrimento de lo que se estaba guardando para el nuevo Puerto en el Gorguel, no se ha dado un solo paso.
Ya en 1998 hay constancia de una reunión del Cesar Valcárcel con la plataforma pro soterramiento en la que se acuerda que el AVE llegue bajo tierra. En 2004 el consejero de Fomento, señor Bascuñana, comparece en la Asamblea regional y dice que la electrificación de la línea Chinchilla - Cartagena es un hecho y empieza ya. En 2006 Cesar Valcárcel se arruga ante el ministro Cascos y accede a que el AVE venga por Alicante.
“Agárrame esa mosca por el rabo”.
Aceptado el absurdo trazado empieza el baile de Estaciones. La ministra Pastor propone la de Beniel. El Cesar Valcárcel y el alcalde Cámara, se inclinan por Los Dolores; la oposición socialista se opone a todo. Y cuando por fin los mandamases deciden que la elegida sea la antigua, obsoleta y provisional, desde el siglo XIX, Estación del Carmen, empieza el culebrón del soterramiento. ¡Vaya planificación!
Queda año y medio para celebrar elecciones autonómicas. La llegada del AVE es considerada por los peperos fundamental para detener la sangría de votos que su partido está teniendo. Que venga por Alicante; que el billete se encarezca una barbaridad; que haya que hacer un muro que ahogue a cientos de vecinos; que la ciudad se parta en dos; nada les importa a cambio de conseguir, con la llegada del tren, algunos votos que les permitan mantenerse en el poder.
Y ahora, sin descomponer el rostro de cemento armado, nos dicen que lo importante es que el AVE llegue cuanto antes, cuando han sido ellos los únicos culpables de los casi veinte años de retraso.
Sostengo que la única opción razonable es la electrificación de la vía Chinchilla Cartagena, por tramos, utilizando en el recorrido trenes híbridos eléctricos y diesel; y al tiempo que se culmina la electrificación se acaba el soterramiento desde Alcantarilla hasta El Carmen y salida del casco urbano.
“Ave Cesar morituris te salutant” declamaban los gladiadores antes de jugarse la vida en el Coliseo. El fracaso de la llegada del AVE no puede cargarse sobre las espaldas de muchos de nuestros vecinos en la forma de un muro salvaje. Si alguien tiene que morir, dicho naturalmente en términos políticos, que sean los culpables del abominable proyecto: el Cesar y sus acólitos.